Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

La Estrella de Andalucía, reina del zapateado (IV)

Tras cosechar nuevos éxitos en Madrid, Barcelona y varias ciudades de la cornisa cantábrica, en abril de 1912 Luz de Garay recala en tierras malagueñas, donde es recibida como se merece:

“Salón Novedades.- La eminente bailarina española Estrella de Andalucía […] ha debutado con clamoroso éxito en este bonito salón. Esta bellísima artista ha sabido conquistar al público desde el primer momento que se presentó en escena” (Eco Artístico, 25-4-1912).

“Salón Novedades.- La sin rival bailarina Estrella de Andalucía ha obtenido un éxito loco en esta población. Los numerosos admiradores con los que cuenta no se cansan de aplaudir a dicha artista, que ha sido prorrogada por la Empresa, en vista del triunfo conseguido” (Eco Artístico, 5-5-1912).

“La ‘Reina de Andalucía’ nos hace pensar en Novedades que los palillos en manos tan hábiles, suenan mejor que un piano” (La Unión Ilustrada, 28-4-1912).

La Estrella de Andalucía (Eco Artístico, 25-5-1911)

La Estrella de Andalucía (Eco Artístico, 25-5-1911)

Poco después, “La Estrella de Andalucía, verdadera y única reina del zapateado flamenco, extraordinaria en la armonía de los palillos” (La Vanguardia, 25-5-1912), comparte cartel con Raquel y Tina Meller en el Teatro Arnau de Barcelona. En esos días también recalan en el mismo coliseo otras grandes figuras del momento, como Encarnación López, ‘La Argentinita’, o Antonio Pozo, ‘El Mochuelo’, acompañado a la guitarra por Adela Cubas.

En el mes de julio, Luz de Garay se presenta en el Teatro de Verano de Alicante. El público la recibe calurosamente, y suenan las notas de un pasacalle compuesto especialmente para ella:

“Al aparecer Estrella por primera vez ante el público, una ensordecedora salva de aplausos resonó en el amplio teatro, aplausos que se repitieron al finalizar el original pasacalle titulado ‘Estrella de Andalucía’, compuesto expresamente para ella por el maestro Romero.

Después nos bailó un zapateado que nos supo a gloria, terminando con una especie de poutpurrí que ya quisieran bailar algunas artistas, bailarlo como lo hizo Estrella” (El Popular, 7-2-1912).

A la altura de las mejores

Durante ese mismo verano, coincidiendo con su actuación en Cartagena, el diario La Tierra publica un artículo en el que compara a Luz de Garay con una de las estrellas del momento, Antonia Mercé, La Argentina:

“Esta estrella de los Cines, que ha sabido hermanar la elegancia con su gentil figura y que con su trabajo nos alegra la vida, […] nos hace recordar a otra no menos celebrada bailarina de feliz recordación […] y cuyo hombre es ‘La Argentina’” (Eco Artístico, 5-7-1912). (1)

Poco después, también hay quienes establecen un parangón entre la bilbaína y otra de las grandes artistas de su época, Encarnación López, La Argentinita:

“Se fue la Estrella de Andalucía, la buena bailarina, y ha aparecido la buena bailarina Argentinita.

¿Cuál es mejor? …

Hay en la Estrella más personalidad y posee en cambio la Argentinita mucha más ejecución.

En la Argentinita la técnica del baile llega al límite del virtuosismo. La Estrella de Andalucía, menos ejecutante, unge sus danzas con las galas brillantes del estilo…” (The Kon Leche, 19-1-1913).

Encarnación López, La Argentinita (Nuevo Mundo, 13-7-1911)

Encarnación López, La Argentinita (Nuevo Mundo, 13-7-1911)

Sin embargo, no es La Argentina, ni tampoco La Argentinita, quien nos viene a la mente cuando contemplamos la característica estampa de esta bailaora, ataviada con traje de pantalón y ejecutando su clásico zapateado. Más bien pensamos en Trinidad Cuenca, la gran pionera que en el siglo XIX conquistó con su baile y su atuendo, típicamente masculinos, al público de medio mundo.

No obstante, hay quienes critican la predilección de Luz de Garay por ese tipo de indumentaria:

“¿Por qué la artista que nos ocupa se exhibe casi siempre con traje masculino, dándole su preferencia para ejecutar sus bailes? Yo opino, y conmigo todos sus admiradores, que pierde mérito su trabajo presentándose en esa forma, pues no cabe dudar, y esto no es lisonja, que gana infinitamente en presentación y en figura cuando aparece en el pequeño escenario luciendo su preciosa ‘toilette’ recamada de lentejuelas y fantásticos dibujos, realzando más su peregrina belleza” (Eco Artístico, 5-7-1912). (1)

Una artista comprometida con su público

Durante el verano y el otoño de 1912, la Estrella de Andalucía continúa con su interminable tournée por las ciudades españolas. La artista “realiza una labor ímproba; pues sus compromisos con las Empresas son tan múltiples y continuados, que el descanso es casi enemigo de esta notable bailarina” (Eco Artístico, 25-8-1912).

Sin embargo, ni ese ritmo frenético ni el agotamiento derivado de los continuos viajes consiguen mermar la calidad de su trabajo. Luz de Garay ofrece en cada actuación lo mejor de su arte y la audiencia no permanece indiferente:

[San Sebastián, Salón-Cine Sanchís] “La Estrella de Andalucía […] electriza al ‘respetable’ con sus bailes llenos del más puro estilo, con la agilidad de sus piernas, con su zapateado, del que no sin razón la han proclamado reina, y con sus ojos de cielo” (Eco Artístico, 5-10-1912).

[Barcelona, Teatro Arnau] “… cuando salió la Estrella de Andalucía una ovación cerrada saludó su presentación, y a cada baile nuevos aplausos, y bailó repetidas veces, como sólo ella sabe hacerlo, con su escuela propia, con arte, con gracia, con la sonrisa en los labios, con un ambiente de éxito muy grande” (Eco Artístico, 25-10-1912).

La Estrella de Andalucía (Foto de Antonio Esplugas)

La Estrella de Andalucía (Foto de Antonio Esplugas)

La artista se debe a su público y, para agradarle, renueva constantemente su repertorio, en el que destacan bailes como sevillanas, habaneras o una farruca gitana de su creación:

“Creadora de ‘El estrambótico’, farruca gitana con palillos y motivos de alegría, La Estrella de Andalucía honra a su maestro, D. Antonio López, que puede estar satisfecho de su triunfo legítimo e indiscutible” (Eco Artístico, 25-11-1912).

“La Estrella de Andalucía es con justicia llamada reina de los bailes españoles y soberana de los palillos

La figura delicada, aprisionada por un lindo y original traje, se mueve al compás de una danza regional, ya con las impetuosidades de unas sevillanas, las cadencias de una habanera, las nerviosidades de una jota o los espasmos de una farruca” (Eco Artístico, 25-12-1912).

Una cuestión de imagen

Luz de Garay se preocupa por complacer a sus muchos admiradores, pero también tiene en cuenta la opinión de la crítica y, siguiendo las recomendaciones que le hiciera el cronista del diario La Tierra, sustituye su habitual traje de hombre por un atuendo más femenino:

“La Estrella de Andalucía vestida de hombre atraía todas las miradas, y su modo de ejecutar sobre todo el clásico zapateado flamenco, le valió el honroso título de reina que ostenta orgullosa y pasea por todos los Teatros.

… Y si grande fue el suceso obtenido por esta aristócrata al ejecutar su número vestida de hombre, ahora, que se presenta realmente ataviada con trajes lujosísimos de mujer, el entusiasmo es indescriptible” (Eco Artístico, 25-11-1912).

“… el público durante su actuación elogió a Estrella de Andalucía, que si soltura y gentileza demostró bailando vestida de hombre el zapateado flamenco, no eran menos los atractivos que presentaba su trabajo al salir elegantemente ataviada de mujer, realzando con sus diversos matices la hermosura de esta grácil y sin rival bailarina” (Eco Artístico, 25-12-1912). (2)


NOTAS:
(1) Eco Artístico toma este artículo del diario La Tierra de Cartagena, según se indica en el propio texto.
(2) Sin embargo, es imposible satisfacer a todo el mundo, y también hay algunas voces que se alzan contra este cambio de vestuario:

“… aunque su cara y su arte tienen toda nuestra simpatía y aplauso, su extrapúdica vestimenta merece, en cambio, nuestra condenación.

La falda a rastra, que ya no se lleva ni para ir a misa, es indumentaria intolerable en un escenario de bulliciosa alegría” (The Kon Leche, 19-12-1912).

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Categoría: Bailaora

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