Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Carmen Gómez y su marido siguen manteniendo su residencia en París. A pesar de las dificultades, continúan con su actividad artística y, en la medida de sus posibilidades, colaboran tanto con el ejército francés como con los represaliados españoles. “Hacíamos espectáculos para el ejército y a veces bailábamos para aliviar a los españoles, que estaban mal en España: recogíamos dinero y lo enviábamos allí, para las personas que estaban en prisión”, confesaba la artista a su biógrafa (1) (2).

Cartel de una actuación de La Joselito en la Sala Pleyel
Durante los primeros años de la contienda, la pareja realiza una gira por Sudáfrica y los países escandinavos. Además, a principios de los años cuarenta la prensa francesa sitúa a La Joselito, en varias ocasiones, en Cannes y en Nantes, así como en distintas salas parisinas, tales como Pleyel, la Galería Charpentier o el teatro de la Estrella. En algunas de esas actuaciones, además de Relámpago, la acompaña el pianista Manuel Infante.
Historias de supervivencia
Cuando las tropas alemanas invaden París, La Joselito y Juan Relámpago, acuciados por la necesidad, se ven en la difícil tesitura de tener que plegarse a los requerimientos de los nazis, que solicitan sus servicios. Tres veces por semana, la pareja entretiene con sus cantes y bailes a los soldados alemanes en varias salas de la capital francesa, como el Moulin Rouge, el Teatro Olympia o el de Normandía, y actúa para los generales en el Hotel George V. Además, a bordo de aviones militares son enviados a Polonia y Checoslovaquia para fines similares.

Carmen Gómez, La Joselito
Esta situación es especialmente dolorosa para Carmen, que siente un gran aprecio hacia los judíos, con quienes ha mantenido un contacto muy estrecho desde su llegada al país galo. De hecho, la mayor parte de los empresarios que han impulsado su carrera y la han convertido en una gran estrella de fama internacional son semitas. Por ello, cuando tiene la oportunidad de ayudar a un vecino judío que acaba de ser detenido por los nazis, no se lo piensa dos veces. Una tarde los oficiales alemanes van a buscarla para actuar y Carmen les dice que no lo hará a menos que liberen a ese hombre.
“Nos pagaban bien y nos daban jabón, arroz y harina. Todos los mercaderes judíos de nuestra calle, la rue Levis, lo sabían y, afortunadamente, entendían nuestro dilema. Yo sólo me aproveché de mi posición en dos ocasiones (pude hacerlo porque el general era un gran aficionado y hablaba muy bien el español): una vez para liberar a mi hermano, que estaba en un campo de prisioneros en el sur de Francia, y otra vez para liberar a un vecino judío”. (3)
La vida continúa
En 1943, La Joselito participa en la III Gala de la Publicidad, comparte cartel con una de las estrellas de la música francesa, la cantante Edith Piaf. Asimismo, la bailaora “más típicamente española” comienza una etapa de colaboración con el pianista Rafael Arroyo. Juntos se anuncian en varias ocasiones en la sala Pleyel y el éxito es rotundo:

La cantante francesa Edith Piaf
“Aunque ha llegado a la perfección en su arte -la palabra es un poco grande, pero ella se merece este homenaje-, siempre busca algo nuevo, y lo hace con una rara inteligencia y un gusto muy seguro.
Ardiente y vibrante, todo en ella participa en su arte, su cuerpo está poseído por el baile y todos sus movimientos se unen para formar una armonía completa” (Le Matin, 13-10-1943). (1)
Asimismo, en el mes de octubre, Carmen y Rafael participan en una velada organizada en París por el Sindicato de la Prensa Extranjera, en la cual hacen gala, una vez más, de la pureza y españolidad de su arte:
“La célebre bailaora española […] hizo compartir intensamente a sus maravillados espectadores los sentimientos místicos, populares y humanos que brotan de su danza tan específicamente autóctona. […]
Durante unos momentos demasiado cortos, un público entusiasmado se encontró transplantado por el genio de la Joselito y la fogosidad de Rafael Arroyo a algún pueblo quemado por el sol de la mágica y tierna España” (Le Matin, 25-10-1943).
“… una demostración práctica de la originalidad insobornable, incorregible, que caracteriza el genio rítmico de España. Rafael Arroyo en la peana y ‘La Joselito’ en el tablado, probaron suficientemente, cada cual con su ciencia y capacidad artística, que no cabe adaptar la expresión musical y coreográfica del folklore español a una escuela académica más o menos cosmopolita e internacional” (ABC, 29-10-1943).

La Joselito (The Australian Women’s Weekly, 9-10-1948)
En 1944, Carmen Gómez interviene en un festival celebrado en la Gaieté Lyrique, donde comparte cartel con la bailaora María Rosa. En el mes de marzo viaja a Holanda junto a Juan Relámpago y Rafael Arroyo. En otoño, ya de vuelta en París, la artista participa en una gran gala organizada por la Unión Nacional Española “a beneficio de las familias de los españoles caídos por la liberación de Francia. Pablo Picasso ha donado un lienzo, que será subastado” (L’Humanité, 22-10-1944).
Nuevas giras por Francia y el extranjero
Una vez finalizada la guerra, La Joselito goza de gran popularidad y prestigio, tanto en Francia como en otros lugares. Actúa en las mejores salas del país galo -en ciudades como Burdeos o Marsella– y emprende, junto a su marido, varias giras por el mundo. “Estuvimos en Filipinas […], Bélgica, Alemania e Italia. Fuimos a Checoslovaquia, Yugoslavia, Buenos Aires, Centroamérica, Costa Rica y Colombia”. (2)
En agosto de 1948, la prensa australiana informa sobre la inminente gira de “La incomparable Joselito”, que “es conocida en toda Europa como ‘la Princesa del Baile Andaluz’, y también es llamada ‘la Flor salvaje de Aragón y Toledo’” (Kalgoorlie Miner, 4-9-1948). La artista, que ha sido contratada por el empresario ruso Alexander Levitoff, llegará acompañada de la pianista Mercedes Bebia y el guitarrista Juan Relámago, y ofrecerá recitales en casi todos los estados australianos. El acontecimiento se anuncia como algo verdaderamente excepcional:
“Por primera vez […] Australia verá y oirá canciones, bailes y música españolas, presentadas por la mundialmente famosa bailaora española La Joselito y su grupo, la reconocida pianista española Mercedes Bebia y el celebrado guitarrista español Juan Relámpago. Con sus recitales, La Joselito traerá la auténtica alma de España. Su programa incluirá música clásica y folclórica tradicional de todas partes de España, así como música y baile flamenco gitano. Los trajes que lucirá La Joselito han sido diseñados por famosos artistas españoles; algunos han sido copiados de antiguas obras maestras de museo y otros muchos han sido fabricados artesanalmente en diferentes regiones de la antigua España” (Kalgoorlie Miner, 1-9-1948).

La pianista Mercedes Bebia
La Joselito, a la conquista de Australia
El día 5 de septiembre, procedente de Londres, y acompañada por Relámpago y Mercedes Bebia, Carmen Gómez llega a la ciudad de Perth, donde es recibida por el alcalde. El diario The West Australian informa sobre la trayectoria de las artistas y sobre sus próximos compromisos profesionales:
“Aunque habla poco inglés, La Joselito consiguió explicar las complejidades del baile español con su expresivos movimientos en la conferencia de prensa que tuvo lugar ayer. Miembro de una gran familia, afirmó que tanto su abuela como su madre habían sido bailarinas en España. Ella empezó a estudiar a los cinco años y dio su primer concierto un año más tarde. Durante la guerra, vivió principalmente en Francia y ha dado recitales en Noruega, Suecia, Polonia y Suiza. […] Mercedes Bebia también vive en Francia pero se ha presentado en muchas capitales europeas. Se crió en Madrid, donde estudió música y ganó el primer premio del Conservatorio de Madrid en la especialidad de piano. En Perth el trío comenzará una gira por Australia, con la excepción de Queensland, y, tras visitar Nueva Zelanda, se presentará en Sudáfrica, Sudamérica, México, Canadá y los Estados Unidos antes de regresar a París” (7-9-1948).
La Joselito baila un zapateado en la televisión francesa:
…
NOTAS:
(1) CATHELIN, Annie, La Joselito à l’ ge d’or du flamenco, París, L’Harmattan, 2013.
(2) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.
(3) CLAUS, Madeleine, “La Joselito”, en SCHREINER, Claus (ed.), Gipsy dance and music from Andalusia, Portland, Amadeus Press, 1990.