Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Dora la Gitana, la transgresora reina del garrotín (y V)

Durante el verano de 1918, Dora la Gitana y su compañía emprenden una gira por tierras castellanas. Entre otras localidades, visitan Medina del Campo (Valladolid), Toro y Benavente (ambas en Zamora), y en todas ellas cosechan abundantes aplausos.

“[Toro. Dora] es una gran artista en su género, fue muy aplaudida y tuvo que repetir varias veces los bailes que por ella han sido creados” (Heraldo de Zamora, 8-7-1918).

“La fiesta constituyó un éxito completísimo por el variado programa que ejecutaron todos los artistas. […]

La simpática y gran artista Dora estuvo incansable teniendo que salir a escena, a petición del público, infinitas veces” (Heraldo de Zamora, 7-9-1918).

Dora la Gitana (Foto de Antoni Esplugas)

Dora la Gitana (Foto de Antoni Esplugas)

Años difíciles

A finales de 1918 comienza una etapa complicada en la vida de Dora la Gitana, tanto en lo personal como en lo profesional. Sin duda, el mazazo más duro es el que sufre en noviembre de ese año, con la muerte de su hijo pequeño. Unos meses más tarde, la artista también pierde a su madre:

“Ha fallecido el niño de tres años Julián Galindo, sumiendo en el mayor de los dolores a su madre la celebrada artista Dora la Gitana” (Eco Artístico, 15-11-1918).

“Ha fallecido la respetable señora, madre de la conocida artista, Dora la Gitana.

En medio de la horrible desgracia que representa para la familia doliente la pérdida de un ser tan querido, cábeles el consuelo, a sus afligidas hijas Mercedes y Dora la Gitana, de no haberse separado de su lado hasta cerrarla (sic) los ojos” (Eco Artístico, 1-6-1919).

A pesar de la adversidad, sólo unas semanas más tarde Dora debe retomar sus compromisos profesionales y presentarse en el teatro de Ciempozuelos (Madrid). Sin embargo, en el terreno artístico también debe enfrentarse a algunos problemas, como la rescisión del contrato que tenía firmado con una sala de la ciudad condal:

“Nos ruega la conocida artista, Dora la Gitana, que hagamos resaltar lo hecho con ella por la empresa de La Gran Peña, de Barcelona, que después de tenerla parada tres meses para inaugurar el espectáculo, recibe una carta, manifestándola que tiene que prescindir de su número por no dejarlos el juego y tener que empezar con programa nuevo” (Eco Artístico, 30-6-1919).

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1916)

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1916)

De nuevo en la carretera

Durante el verano de 1919, la bailaora malagueña inicia una nueva gira por España, que comienza en Asturias y continúa en distintas ciudades castellanas y andaluzas, como Soria, Córdoba o Cádiz. Tras unos meses bastante complicados, la artista vuelve a saborear las mieles del éxito:

“[Mieres] Dora la Gitana, renombrada y afamada artista escucha a diario grandes aplausos en todo su repertorio de canciones y bailes flamencos” (Eco Artístico, 30-6-1919).

“[Langreo] Con un repertorio selecto de canciones y bailes flamencos, hizo su presentación la genial artista Dora la Gitana, alcanzando clamorosas ovaciones” (Eco Artístico, 30-7-1919).

“[Córdoba] Cine Victoria.- Dora la Gitana, que había despertado gran expectación en nuestro público, debutó el día 9 obteniendo clamorosas ovaciones por el arte con que interpreta todo su repertorio de bailes y couplets, presentados, además, con lujo inusitado” (Eco Artístico, 15-9-1919).

“[Cádiz. Teatro Principal] Se despidieron después de escuchar entusiastas aclamaciones durante su actuación Dora la Gitana, la renombrada estrella española con su repertorio exclusivo, tan magistralmente interpretado, ‘El hombre de goma’, con su incomparable trabajo, y Luis Aparicio y Doro ‘El Serio’, bailarines flamencos de tan singular maestría” (Eco Artístico, 30-10-1919).

Las últimas referencias que hallamos en los papeles españoles sobre la bailaora malagueña nos remiten a la segunda década del siglo pasado. En febrero de 1920, “Dora la Gitana es la atracción del cartel y la que conquista los aplausos del respetable” (Eco Artístico, 16-2-1920) en el teatro Barbieri de Madrid.

Dora la Gitana (La Unión Ilustrada, 29-1-1911)

Dora la Gitana (Portada de La Unión Ilustrada, 29-1-1911)

Unas semanas más tarde, es el público de Murcia y Cartagena el que tiene el privilegio de disfrutar de “sus transformaciones rápidas y sus cuplés” (La Correspondencia de España, 28-2-1920):

“[Cartagena – Pabellón El Brillante] Son muy celebrados por su trabajo original y notabilísimo Dora la Gitana, genial creadora de bailes y canciones típicos gitanos y Doro el Serio, artista cómico de extraordinaria gracia.

No cabe duda que ambos artistas constituyen un número de atracción indiscutible, y que el público al ovacionarlos no hace más que rendirles el homenaje que merecen” (Eco Artístico, 29-2-1920).

En los meses siguientes se la puede ver a Dora, con “éxito siempre creciente” (Eco Artístico, 30-3-1920), en ciudades como Orihuela (Alicante), Madrid y, sobre todo, en Barcelona. En la ciudad condal la artista actúa en Eldorado, Folies Bergère, el Teatro Circo Barcelonés y, durante más de un mes consecutivo, en el cabaret ‘¡Chófer a Montmartre!’. Allí “actúa con éxito extraordinario […] la célebre Gitana Dora, cuyo repertorio su génesis (sic) es recibido con entusiastas aplausos” (Eco Artístico, 30-8-1920).

Pocas noticias más hallamos sobre ella, aparte de la del fallecimiento de su pareja y padre de sus hijos, Julián Valencia Durán (1), que tiene lugar en la localidad cacereña de Perales del Puerto, en marzo de 1922. Aquí le perdemos la pista a toda una “estrella del arte [que] ha tenido la honra de ser llamada al palco regio por SS.MM. los reyes de España, en el circo Parish de Madrid y premiada con medalla de oro en el concurso de bailes gitanos” (La Crónica Meridional, 25-6-1913); a una artista que “posee a la perfección todas esas filigranas que hacen del baile flamenco un arte sugestivo y atrayente” (La Información, 30-6-1913); y que “cual ninguna domina el género y tiene para su gloria la exclusiva en farrucas, tangos y garrotines que bailados por su personilla, adquieren el mérito de la cosa no vista nunca” (La Información, 27-6-1913).

Quedémonos, a modo de epílogo, con estos versos, en los que una marca de vino se vale de la figura de Dora la Gitana como reclamo publicitario de sus productos:

“El arte de ser artista
Dora la Gitana canta
con gusto tan refinado,
tan enérgica y alegre
y en tono tan elevado,
porque toma el rico vino
‘San Roque Jerez Quinado’”
(Heraldo Alavés, 10-2-1923).

Nota:

(1) La noticia está tomada de la revista Eco Artístico (30-3-1922), que se refiere al fallecimiento del padre de Dora, si bien nos aclara su bisnieta que en realidad se trata de su pareja.


Dora la Gitana, la transgresora reina del garrotín (IV)

En junio de 1913, la que años atrás causaba algún escándalo por sus bailes algo subidos de tono para el gusto de la crítica, conquista al público de Cartagena con su arte elegante y su gracia inagotable:

“[…] las grandes ovaciones tributadas a tan selecta artista y la satisfacción de todo el público, demostró que la fama adquirida por ‘Dora la Gitana’ es muy justa y merecida.

Sin desplantes chocarreros, sin contorsiones sicalípticas, sin chavacanerías (sic) grotescas, sólo con su arte exquisito, con su gentil figura y con su gracia nativa, triunfó anoche, como triunfará siempre; porque ‘Dora la Gitana’ es todo eso; arte, gentileza y gracia” (El Eco de Cartagena, 17-6-1913).

Durante ese verano “la reina de los bailes clásicos, Dora la Gitana, que cada noche gusta más y es más ovacionada” (Crónica Meridional, 29-6-1913), también actúa en varias ciudades andaluzas, como Almería o Lepe (Huelva). En esta última incluso existe un teatro que lleva su nombre.

Dora la Gitana y su hijo Dorito (5-3-1911)

Dora la Gitana y su hijo Dorito (Eco Artístico, 5-3-1911)

Una artista consolidada

A partir del mes de septiembre, se puede ver a la malagueña principalmente en Badajoz y otras ciudades de Extremadura. Sus bailes gitanos -especialmente el garrotín-, sus monólogos y sus cuplés, “con su arte exquisito en ella peculiar” (Eco Artístico, 25-9-1913), hacen las delicias del público, que “la aclama con frenesí” (Eco Artístico, 5-10-1913):

“Especialmente en el garrotín de su creación, que bailó admirablemente, las ovaciones tributadas a la gran artista son verdaderamente formidables” (Eco Artístico, 5-9-1913).

“La bella Dora, que lleva trabajando diez u once noches, sigue haciendo furor […].

Hay que confesar, a fuer de justos, que la Dora es muy complaciente y canta y baila cuanto el público le pide” (La Región Extremeña, 13-9-1913).

Dora la Gitana, como cupletista y bailarina, acredita el nombre prestigioso que tiene, y su lujosa presentación contribuye a dar al número mayor esplendor” (Eco Artístico, 15-9-1913).

Aplausos estruendosos escuchó esta notable artista durante su actuación; pero cuando llegaron las ovaciones al frenesí fue la noche de su despedida, noche de júbilo para Dora la Gitana y su Doro.

El garrotín, creación suya, lo tuvo que repetir varias veces y el público no se hubiera cansado en toda la noche de vérselo bailar” (Eco Artístico, 25-9-1913).

A partir de esta fecha, las referencias a Dora la Gitana son menos frecuentes en la prensa de nuestro país. Durante el verano de 1914 se la puede ver, junto a su troupe, en distintas localidades de la provincia de Ciudad Real. Allí “la gentil canzonetista […], tanto por la finura de su trabajo como por el gran lujo con el que lo presenta, está mereciendo la admiración del numeroso y distinguido público que la admira” (El Pueblo Manchego, 18-6-1914).

Dora la Gitana (La Información, 27-6-1913)Dora la Gitana (La Información, 27-6-1913)

Dora la Gitana (La Información, 27-6-1913)

Unos meses más tarde, en el Teatro Cómico y en el Gran Salón Doré de Barcelona, “Dora la Gitana, a pesar de que los años no pasan inútilmente, demuestra que el proverbio español de que ‘donde hubo siempre queda’, es de una veracidad completa” (Eco Artístico, 5-10-1914).

Dora, toda una estrella en tierras extremeñas

Durante los dos años siguientes, los papeles sitúan a la bailaora malagueña fundamentalmente en Extremadura. La presentación de su compañía en Alburquerque (Badajoz) en febrero de 1915 es todo un acontecimiento:

“[…] una cosa nunca vista. El escenario estaba hermosamente adornado por completo de mantones de Manila, de la propiedad de Dora La Gitana, la incansable artista que no tiene rival. Era una colección de mantones valiosísima, cada uno de un color, y todos de gran valor.

También fue digno de ver el traje de luces que presentó, vestida de torero.

Del trabajo que hicieron los artistas de la Compañía de Dora, diré que Mercedes, La Gitana, superior en su cante, oyendo nutridos aplausos; los Murguistas también lo hicieron bien; el pequeño Doro, el Chiquitín, tan mono como siempre, y el pianista D. Pablo Alonso superior, y de Dora, ¿qué diré? Todo es poco; hubo que buscar sillas de la calle porque con las del Salón no eran suficientes para el inmenso público que acudió al Teatro, y nunca se ha visto tan lleno como ahora, por las atracciones de esta gran artista, que fue ovacionadísima” (El Correo de la Mañana, 24-2-1915).

En esa época, la malagueña también se mueve por otras localidades pacenses como Berlanga, Pueblonuevo el Terrible o Fuente del Maestre. En esta última, es sonada “la riña de ‘Dora la Gitana’ con su hermana Mercedes, a la que pegaron todos los individuos de la ‘troupe’” (La Región Extremeña, 3-8-1916).

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1912)

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1912)

Durante su estancia en Badajoz capital, en julio de 1916, la artista se aloja en el hotel Palace. Con motivo de la vista de la Infanta Isabel, de los balcones del establecimiento cuelgan “once riquísimos y preciosos mantones de manila” (El Correo de la Mañana, 8-7-1916), propiedad de Dora la Gitana, que actúa en el Pabellón Extremeño con el éxito habitual: “Dora fue muy aplaudida en todos los números que ejecutó, mostrándose, como de costumbre, muy complaciente con el público” (La Región Extremeña, 8-7-1916).

Nuevos éxitos en Madrid y Andalucía

Tras su periplo por Extremadura, se puede ver a Dora en distintas ciudades andaluzas, como Málaga, Écija (Sevilla) o La Rambla (Córdoba). Junto a ella adquiere cada vez más protagonismo su hijo Doro el Serio, que gusta mucho, especialmente, en sus parodias y monólogos.

En noviembre de 1916, tras varios años de ausencia, la artista malagueña regresa a la capital de España y deslumbra al público del teatro Madrileño, con su lujosa presentación y sus bailes gitanos. Según la revista Eco Artístico, la bailaora también ha recibido ofertas de Londres, “ofrecimientos que Dora no ha querido aceptar a causa del actual conflicto europeo”.

“La decoración que presenta, completamente cubierta de riquísimos mantones de Manila, es de una riqueza incalculable y de una suntuosidad que causa enorme impresión en el público, el que no cesa de mirar lleno de admiración y curiosidad aquella majestuosa presentación.

Sus bailes son admirables por la perfección con que los ejecuta y la gracia que imprime a sus movimientos. Creadora del garrotín gitano, en el que nadie logró igualarla, obtiene éxitos grandiosos que la pluma podría difícilmente describir.

Es, pues, Dora la Gitana, una bailarina estupenda que sostiene indefinidamente la atención del público” (Eco Artístico, 25-12-1916).

Cartel de Dora la Gitana en el Teatro Vital Aza de Málaga (5-7-1911)

Cartel de Dora la Gitana en el Teatro Vital Aza de Málaga (5-7-1911)

En agosto de 1917, la artista malagueña se presenta a Sevilla con su troupe, tras varios años de ausencia. Dora regresa como una artista consolidada, con una larga carrera a sus espaldas, pero en plena forma:

“En el ‘Salón Circo Victoria’, ha debutado la excelente compañía de varietés, dirigida por la famosa artista, creadora del garrotín, ‘Dora la gitana’. Valiéndome de una frase vulgar, diré que no pasan años por tan célebre artista. En Sevilla, donde no trabaja desde hace siete años, no ha bailado el garrotín a la perfección ninguna otra artista. ‘Dora’, con esa gracia gitana, baila unos ‘garrotines’ inimitables, siendo ovacionada con gran entusiasmo. Canta con esa gracia peculiar en ella, que derrama a borbotones canela fina. Es mucha artista la veterana ‘Dora’. Está mejor que cuando trabajó anteriormente en esta capital, pues baila como en sus mejores tiempos, y canta de una manera tan ‘gitana’, que disloca. Es frenéticamente ovacionada por el numeroso público que ocupa todas las localidades. En Sevilla está de moda tan colosal artista” (La Región Extremeña, 22-8-1917).


Dora la Gitana, la transgresora reina del garrotín (III)

Bailaora al volante

En noviembre de 1911, Dora la Gitana regresa a Barcelona, la ciudad donde tantos éxitos ha obtenido, y allí permanece durante casi dos meses, actuando en el Palacio de la Ilusión, el teatro Tívoli y el Gran Salón Doré. A su llegada a la capital catalana, lo que más llama la atención es el magnífico automóvil, conducido propia artista:

Dora la Gitana (Eco Artístico, 5-5-1911)

Dora la Gitana a bordo de su auto (Eco Artístico, 5-5-1911)

Tívoli.- Como número de fuerza ha debutado últimamente la gitana Dora, a la que se ve que la fama ha perseguido por doquier, pues el automóvil que pilota por aquí no vale cuatro pesetas, sino algunas más. Se lo merece, pues los garrotines y farrucas que baila no se pagan con dinero” (La Esquella de la Torratxa, 15-12-1911). (1)

“¿No has visto, lector, por las Ramblas y por el Paseo de Gracia un automóvil dirigido por una mujer? Es la Dora, la creadora de las danzas gitanas que actúa en el Tívoli, que conserva hasta en los momentos en que actúa de ‘chauffeur’ el sello de su especialidad con el garrotín con que cubre su cabeza.

Y a la Dora la admiramos todos cuando pasa con su automóvil. Y las señoras, se detienen para verla mejor y la admiran más que nosotros, como si sintieran celos y envidia. Muchas no gustan de sus farrucas y garrotines con todas sus extravagancias y contorsiones del baile gitano, pero la respetan y la admiran -aunque la critiquen- cuando la contemplan manejando el volante del ‘auto’” (La Publicidad, 7-12-1911).

Dora y su troupe familiar

Desde finales de diciembre, la malagueña presenta en el Salón Doré un nuevo repertorio compuesto de monólogos, cuplés y bailes, en el que cuenta con la colaboración de su hijo Doro y su hermana Mercedes la Gitana:

Ovaciones continuas a la genial artista, La Gitana Dora que presentará hoy un programa nuevo y especial para el público de este salón y luego presentará como de costumbre los couplets con su Chiquitín Doro. Dora y Doro llenan diariamente este local de un distinguido público para aplaudirles su finísimo trabajo” (La Publicidad, 28-12-1911).

Caricatura de Dora y su Dorito (La Unión Ilustrada, 21-1-1911)

Caricatura de Dora y su Dorito (La Unión Ilustrada, 21-1-1911)

En 1912 la bailaora malagueña continúa con sus frecuentes giras por España, que la llevan de una punta a otra del país. “Dora la Gitana, […] insuperable en las danzas flamencas, que son su especialidad” (La Correspondencia de España, 14-1-1912), sigue cosechando aplausos por doquier.

En el mes de junio, tras volver a triunfar en Barcelona, Dora viaja a Londres para actuar en el teatro Palace. A su regreso, en el mes de agosto, se presenta en Logroño junto a su troupe, en la que destacan su hermana Mercedes y su hijo Doro. Una vez más, la artista llama la atención a bordo de su flamante automóvil y sus números no dejan indiferente ni al público ni a la prensa, que la colma de elogios:

“En último término apareció la simpática Dora, la que además de presentarse lujosamente ataviada y ostentando valiosas alhajas, cantó varios cuplés con gracia propia que le es característica, transformando su indumentaria para cada canzoneta […].

Luego bailó sus bailes favoritos, el garrotín y la farruca, junto con el pequeño Doro, que es un dechado de gracia y monería.

De cómo ejecuta Dora dichos bailes gitanos, es imposible formarse una idea, ni aproximada siquiera, a no ser que se vea, pues imprime en ellos, además del gracejo natural, todo el arte que cabe en los mismos, sin exageraciones censurables de ninguna especie y vestida con el correctísimo traje del chulo andaluz” (La Rioja -texto citado de otro diario-, 7-8-1912).

“Muy buena fue la entrada que ayer tarde se registró en Bretón de los Herreros, pero le superó la de anoche, hasta el punto de agotarse las localidades. ¡Buen comienzo! […]

Dora baila muy requetebién el garrotín y la farruca, y a nuestro juicio, su mayor mérito consiste en que no emplea ningún movimiento lúbrico de esos que han encanallado los castizos bailes.

También canta, se transforma con verdadera celeridad y es una monologuista estupenda: ‘la buena ventura’ que dijo ayer, la acreditan de tal” (La Rioja, 9-8-1912).

Dora la Gitana (Heraldo de Madrid, 25-4-1910)

Dora la Gitana (Heraldo de Madrid, 25-4-1910)

Que nadie le toque a su Doro

Unas semanas más tarde, la compañía de Dora la Gitana se dirige a Burgos para actuar en el café de Candelas. Allí tiene lugar un altercado que pone de manifiesto, una vez más, la fuerte personalidad de la artista, quien se revela como una auténtica madre coraje. Así relata los hechos el diario ABC:

“Burgos, 24, 11 noche. En el café de Candelas se promovió esta tarde una zambra al rojo vivo.

Dora la Gitana es una hermosa artista de varietés que luce su gracia y gentileza en aquel escenario, y que tiene además un hijo, cosa que no es incompatible con el arte, según todos los textos que hemos consultado.

En el mismo café actúa un hombre excéntrico, llamado Pepy, que comparte los aplausos con Dora; pero que ajeno al arte se ha declarado en cantón contra las impertinencias del hijo de Dora, que no debe tener los encantos de su señora madre.

No sabemos qué cosa le diría la criatura al excéntrico esta tarde, que éste, disgustado por la gracia del nene, levantó la mano y la descargó pesadamente sobre el hijo de la compañera, la que salió en defensa del chavea, primero tirándole una botella al excéntrico, y luego, arrojándose sobre él uñas en ristre, hasta dejarle en la piel de la cara huellas visibles de su temperamento de madre y de gitana.

Al revuelo infernal que se produjo acudieron infinitas personas, y después de grandes esfuerzos lograron separar del cuerpo del excéntrico las manos de la Gitana” (ABC, 25-8-1912).

Merecidas vacaciones y de nuevo a la carretera

Dora termina el año descansando en Extremadura. Así lo anuncia la revista Eco Artístico (25-12-1912), según la cual la bailaora malagueña emprenderá dentro de unos meses una gira por el extranjero a bordo de sus lujosos autos.

La bailarina Tórtola Valencia

La bailarina Tórtola Valencia

Ya de vuelta a los escenarios, en el mes de marzo puede verse a Dora la Gitana en el teatro de la Zarzuela de Madrid, con motivo de las Soirées Femina, en las que participan, entre otras artistas, las bailarinas Amparito Medina y Tórtola Valencia. Unos días más tarde regresa a la carretera “esta prestigiosa artista, de las mejores en el género flamenco”, para iniciar una tournée por provincias.

Dora la Gitana, después del descanso impuesto, porque también los artistas, aunque el público egoísta no lo crea, tienen derecho a él, vuelve con más aliento a la escena y sus méritos no han disminuido ni un ápice […].

Aparte de las muchas proposiciones que Dora recibió de las Empresas de España cuenta con valiosos contratos de la del Casino Municipal de Niza, de Monte Carlo, y de varias de París, donde pasará una temporada, regresando a ésta a principios de junio” (Eco Artístico, 15-3-1913).

Guadalajara, Valladolid o Puertollano son algunas de las ciudades en las que actúa la troupe de Dora, siempre con gran éxito:

“Desde la presentación del número hasta el último saludo que la artista envía a la sala es para el público objeto de ovaciones sin cuento.

[…] Dora la Gitana en sus garrotines y farrucas lleva a sus admiradores una impresión artística que los electriza y les hace prorrumpir al final en bravos sinceros y unánimes” (Eco Artístico, 15-3-1913).

“[Valladolid] Teatro Lope de Vega.- Con un selecto repertorio y una espléndida presentación hizo su debut la reina de los bailes gitanos Dora la Gitana.

Sus grandes condiciones artísticas para la interpretación de los bailes clásicos que ejecuta le hicieron siempre conquistar triunfos, grandes y merecidos, que este público viene confirmando en cuantas secciones toma parte, tributando a la genial artista aplausos entusiastas” (Eco Artístico, 5-4-1913).

“[Puertollano] Salón Ideal.- […] Dora la Gitana, con su traje de luces y capote de paseo, despertó gran entusiasmo, y en los bailes gitanos estuvo a colosal altura” (Eco Artístico, 15-4-1913).

En el mes de mayo, la malagueña regresa a su tierra, avalada por los últimos triunfos alcanzados en el extranjero. Allí actúa durante un mes en el teatro Lara, del que se despide “celebrando su beneficio con brillantez inusitada y recibiendo de la Empresa una soberbia medalla de oro”. Unas semanas más tarde debuta en el Lux Edén de Granada “con éxito inmenso, clamoroso” (Eco Artístico, 5-6-1913).

Nota:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.