En junio de 1912, Rafaela Valverde continúa con su intensa gira, que la lleva a Córdoba, Cádiz o Alicante, entre otros destinos. En esta última ciudad, la prensa local dedica alguna crítica desfavorable a la bailaora, aunque sin duda se trata de una excepción, a juzgar por el resto de referencias aportadas:
“La Tanguerita es una bailarina joven y graciosa, con una indumentaria detonante, pero en su labor artística escasean los aplausos. Los bailes son conocidos, y aunque fueron bien bailados, no pueden llenar cumplidamente la misión de un aliciente escénico” (El Popular, 26-6-1912).
“El ventrílocuo Ferri y la ‘Tanguerita’ son cada noche más aplaudidos” (Diario de Alicante, 29-6-1912).

Rafaela Valverde, La Tanguerita (Eco Artístico, 1913)
Nuevos éxitos por toda España
En noviembre de 1912, Rafaela Valverde -“una excelente artista”, según Eco Artístico (5-11-1912)- triunfa en Albacete y poco después debuta en Barcelona, donde “la hermosa y genial” bailaora sigue cosechando éxitos en distintas salas, como Edén Concert, la Gran Peña, Poliorama o el Teatro Arnau.
En enero de 1913, la fama de Rafaela se extiende por todas las regiones españolas; y su talento y profesionalidad están fuera de toda duda. Tras su paso por Palma de Mallorca, las rotativas vuelven a llenarse de parabienes para la artista.
“Teatro Balear.- La Tanguerita, bailarina excelente, está siendo objeto de continuadas muestras de entusiasmo por parte del público que acude a diario a este Coliseo.
Domina La Tanguerita todo el repertorio de bailes y los interpreta con sumo arte.
No en balde La Tanguerita disfruta de justo renombre en el mundo de las varietés, siendo solicitadísima por todas las Empresas” (Eco Artístico, 25-1-1913).
En el mes de abril, La Tanguerita regresa al Salón Novedades de Málaga, donde su triunfo es más que sonado. A juzgar por las alabanzas que le dedica la revista Eco Artístico, Rafaela Valverde se ha convertido en una auténtica estrella del baile flamenco, que goza del reconocimiento unánime de la crítica y el público.
“Es una artista que no escucha por doquier más que entusiastas ovaciones por su labor, digna de las mayores alabanzas.
Domina La Tanguerita de modo magistral todos los bailes flamencos, y su nombre es conocido del público madrileño con ventaja, pues fue aplaudida en los principales Salones de la Corte.
Recientes están los triunfos de La Tanguerita en el Salón Novedades de Málaga; cuantos presenciaron la labor de esta bailarina coincidieron en sus juicios, y obraron con justicia al otorgarla (sic) aplausos sin reservas.

Rafaela Valverde, la Tanguerita
Y, como en Málaga, en todas las provincias donde La Tanguerita puso su planta obtuvo el mismo éxito, pudiendo calificar su tournée, sin temor a incurrir en exageraciones, de verdaderamente brillante.
La Tanguerita sabe además vestir con propiedad todos sus bailes, y es, en suma, una artista que confirma cuanto se diga en alabanza suya y por quien las Empresas andan bebiendo los vientos.
Solamente nos queda mandar desde estas columnas nuestro más sincero aplauso a La Tanguerita, dominadora del baile flamenco y que ocupa por derecho propio un puesto preeminente en el género de varietés” (Eco Artístico, 25-4-1913).
Barcelona como talismán
En el mes octubre de 1913, Rafaela Valverde debuta en el Kursaal de Reus y poco después se presenta en el Teatro Circo Barcelonés. A partir de ese momento, la artista desarrolla la mayor parte de su actividad artística en la ciudad condal, con apariciones en otras localidades de la cuenca mediterránea, tales como Sabadell, Cartagena o Valencia. En todas ellas, sus actuaciones se cuentan por éxitos, de los que dan testimonio los ‘papeles’ de la época. Veamos algunos ejemplos:
“Ha reanudado sus tareas artísticas, después de haber estado retirada de la escena, la notable artista La Tanguerita, que comenzará su tourneé por Sabadell, en uno de cuyos principales Teatros debutará, obteniendo, como es justo, los aplausos a que se ha hecho acreedora” (Eco Artístico, 15-11-1913).
“Sabadell. Cine Cervantes.- Las más importantes atracciones pasan por este local, actuando La Tanguerita, creadora de sus bailes gitanos, que ha cosechado muchos aplausos” (Eco Artístico, 5-2-1914).
“Cartagena. Pabellón ‘El Brillante’.- Comenzó la temporada de invierno en este Cine con el debut de un guitarrista, un cantador de flamenco y la bailarina La Tanguerita.
[…] en cuanto a La Tanguerita, su éxito estaba descontado, siendo ovacionada constantemente” (Eco Artístico, 25-9-1914).

Tablao Villa Rosa (Archivo Historico de Barcelona)
En esos años, Rafaela Valverde frecuenta distintas salas de Barcelona, como el Trianón, el Teatro Arnau -en este coliseo “La Tanguerita también es de las que hacen subir el termómetro con sus garrotines y demás bailes de salón” (Papitu, 30-12-1914)-, el Gran Salón Doré o el Folies Bergere, donde coincide con Julia Borrull. Ello no le impide trabajar también en otros lugares, como Valencia y Orihuela (Alicante). Su presencia en esta ciudad supone “una verdadera revolución”. (1)
“La Tanguerita es la mejor artista que hemos visto en Orihuela desde hace mucho tiempo; tiene gracia, soltura, gran agilidad y además sabe muy bien lo que baila. La Tanguerita es una artista que seguramente escalará muy pronto los primeros puestos del arte que cultiva” (Ciudadanía, 24-8-1915).
En noviembre de 1915, y de nuevo en mayo del año siguiente, Rafaela actúa en el Kursaal Central de Sevilla. Allí comparte cartel con el Niño Medina, y con distintas artistas del género ínfimo. También se presenta en varias ocasiones en Tortosa (Tarragona) y obtiene “un éxito sin precedentes” en distintos locales barceloneses, como el Teatro Euterpe, el Salón Doré o el Montecarlo.
“En el Cine Doré ha sobresalido La Tanguerita, que es una bailarina de primer orden, ejecutando danzas gitanas. Ha gustado muchísimo” (Diario de Tortosa, 27-3-1916).
Durante el verano de 1916, Rafaela Valverde se presenta en varias salas madrileñas, como el Hotel Palace, el Teatro Romea o el Kursaal de Ciudad Lineal, donde comparte cartel con su profesor, El Tanguero. La “excepcional” artista “sigue sumando triunfos cada vez que actúa, porque es ‘gente’ en los diferentes bailes que cultiva” (La Acción, 25-7-1916).
En el mes de agosto, La Tanguerita presenta en Ciudad Real su “Fiesta andaluza”, dirigida por el genial guitarrista Ramón Montoya, y en la que también interviene la cantaora La Trianera. La prensa de su ciudad natal no escatima en elogios para ella:
“Otra artista no menos castiza […] es la bailarina gentil ‘La Tanguerita’, que no baila sino que borda y vuela sus bonitos y gitanos bailables. Se hizo anoche muy simpática nuestra paisanita” (El Pueblo Manchego, 14-8-1916).
“La Tanguerita […] es la reina del baile. Es una mujer de acero; es una bordadora del arte coreográfico” (El Pueblo Manchego, 16-8-1916).
Una estrella más en el firmamento flamenco de Barcelona

Cuadro flamenco del tablao Villa Rosa
En noviembre de ese mismo año, La Tanguerita, Ramón Montoya y La Trianera llevan su espectáculo a La Coruña. Durante todo el año siguiente, Rafaela Valverde continúa recorriendo la geografía española de punta a punta, y a partir de marzo de 1918 volvemos a encontrarla de manera más o menos permanente en la ciudad condal, donde se concentra un buen número de artistas flamencos de primer nivel.
“En el Paralelo, en la barriada más flamenca de Barcelona, les ha dado por lo flamenco. […] En el Novelty se han traído al Mochuelo, Adela Cubas, Eloísa Carabonell y Negris, y vaya baile y guitarreo y canto por todo lo alto […].
y enfrente, en el Madrid Concert, para no ser menos, han inaugurado con Juanito Relámpago, el Batato […], La Tanguerita, El cojo de Málaga y otros elementos de esta clase, un cuadro andaluz, que ríanse ustedes de la Venta Eritaña, La Victoria, Antequera, Villa Rosa y Guadaira, con sus emparraos y sus macetones y sus alegrías” (Eco Artístico, 15-4-1918).
…
NOTA:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.