Durante su estancia en tierras australianas, Carmen Gómez, “reconocida en el extranjero como la mayor bailaora española de todos los tiempos” (Kalgoorlie Miner, 11-9-1948), es tratada como una gran estrella. La prensa realiza una amplia cobertura de toda su gira y, además de informar puntualmente sobre todas sus actuaciones, también nos permite conocer otros aspectos más relacionados con la personalidad de la artista.

La Joselito y Ramón Montoya (Le Figaro, 13-12-1936)
La Joselito ha llegado a tierras australianas con un abundante y rico equipaje, en el que destacan 35 vestidos, valorados en 3.000 libras esterlinas, 42 pares de zapatos y doce pares de castañuelas, uno de ellos con más de cien años de antigüedad. La artista utiliza un vestuario diferente para cada baile. “En dos minutos y medio se cambia de vestido, de peinado e incluso de personalidad, mientras que la pianista, Mercedes Bebia, selecciona la música para el próximo baile” (The Australian Women’s Weekly, 9-10-1948).
Para preparar sus recitales, todos los días, “además de pasar media hora taconeando y moviendo los dedos, y una hora y media bailando al son de la guitarra de Relámpago, La Joselito toca las castañuelas durante dos horas” (News, 1-10-1948).
Entre otras curiosidades, por la prensa también sabemos que durante su estancia en Perth, Carmen cuenta con un asistente personal a su entera disposición:
“El botones Orlando Roneo, del hotel Savoy, ha estado muy ocupado desde la llegada a Perth de la bailaora española La Joselito. Además de cumplir con sus deberes habituales, ha trabajado como intérprete para ella, la ha atendido en las comidas y la ha acompañado en sus compras” (The Daily News, 13-9-1948).
En declaraciones a distintos medios, la artista manifiesta sentirse “muy emocionada” en Australia y lamenta no disponer de más tiempo libre para hacer algo de turismo por el país; afirma que el clima australiano le recuerda al de España en ciertas épocas del año; y expresa su deseo de llevarse algunas plantas autóctonas para incorporarlas a su jardín parisino.

La Joselito y Mercedes Bebia en Australa (1948)
Exitoso debut australiano de La Joselito
La Joselito ofrece tres recitales en el teatro Capitol de Perth, donde ha sido necesario instalar “una plataforma especial de madera, cuadrada, de seis pies” (The Dailiy News, 11-9-1948). En cada una de sus actuaciones, la artista presenta un repertorio renovado. Su debut no puede ser más exitoso, a juzgar por las referencias periodísticas, que elogian su “hábil trabajo con los pies”, especialmente en la ejecución del ‘Zapateado de Cádiz’, así como la riqueza de su vestuario:
“La Joselito, la bailaora española, en su primer recital australiano en el teatro Capitol el sábado por la noche, convenció a un gran público de que es un buen exponente de su arte. Tanto si encarnaba a una dama de alto rango y aspecto señorial como a una moza desgarbada de provincias, el personaje era real como la vida misma y el baile revelaba su excelencia técnica. Su trabajo tiene encanto y gracia, es una actriz bastante capacitada y tiene una agradable voz para el cante […]. Las manos, brazos, pies, y su cuerpo flexible y bien formado, fueron usados con una gracia fascinante, y las castañuelas se convirtieron en instrumentos musicales. Su reserva de energía parecía ilimitada. Los trajes eran triunfos del arte del diseñador” (The West Australian, 13-9-1948).
El 16 de septiembre de 1948, Carmen y su troupe llegan a la ciudad de Kalgoorlie, donde ofrecen dos recitales. Una vez más, la prensa destaca la cálida acogida de la artista por parte del público y el “variado e interesante programa de bailes”, que La Joselito interpreta con gran destreza y virtuosismo, especialmente el ‘Zapateado de Cádiz’.
“Ejecutó una serie de bailes sin mostrar el menor signo de cansancio. Esto resulta aún más sorprendente si tenemos en cuenta que en cada una de sus apariciones tenía que usar los brazos, pies y su flexible cuerpo para expresar una emoción diferente. La destreza con la que manejaba las castañuelas era acorde al elevado nivel de su arte y, para ofrecer al público algo gratamente diferente, así como para demostrar su versatilidad, cantó dos canciones típicas españolas” (Kalgoorlie Miner,18-9-1948). (1)
Tras los éxitos cosechados en Perth y Kalgoorlie, La Joselito llega a Melbourne, donde ofrece varios recitales. La prensa destaca la “personalidad dinámica” de la artista, “que en un minuto es capaz de transformar a una lujuriosa campesina navarra en una indolente y apasionada sevillana” (The Argus, 22-9-1948). Asimismo, la crítica elogia su impresionante técnica con las castañuelas y en la ejecución de su zapateado, así como la autenticidad de su arte:
“La Joselito ha demostrado ser una artista, y una artista completamente española, que consigue sus efectos por el camino más difícil y sin falsedades. Ella representa algo que aquí es muy poco conocido, aunque hemos visto multitud de adaptaciones artísticas y copias baratas” (The Argus, 25-9-1948).
Carmen Gómez sigue cosechando éxitos en Australia
Tras ser agasajada con una fiesta en su honor, Carmen, Mercedes y Relámpago continúan su gira australiana con sendas actuaciones en las ciudades de Hobart y Launceston. En la primera de ellas, la bailaora “fue saludada con un prolongado y entusiasta aplauso por el amplio público” congregado en la sala.
“Los bailes nacionales que La Joselito interpretó con gran vigor incluían bailes clásicos, gitanos y folclóricos tradicionales de todas partes de España. Cada uno fue presentado con su propio traje tradicional, todos muy coloridos y exóticos. El limpio golpear de sus pies y el repiqueteo de las castañuelas realzaban la atmósfera de la vieja España, y su gracia natural y su ritmo infalible constituían otra fuente de deleite” (The Mercury, 28-9-1948).

La Joselito, en la última etapa de su vida
En Launceston, la artista ofreció un festival “absolutamente novedoso en su autenticidad. La Joselito personifica el baile, desde lo alto de su oscura y maravillosamente serena cabeza hasta sus ágiles y diminutos pies, mientras que sus manos consiguen maravillas con las seductoras castañuelas que enfatizan el ritmo de muchos de los bailes” (Advocate, 29-9-1948).
Unos días más tarde, es el público de Adelaida quien tiene la oportunidad de disfrutar del “exquisito arte” y el “alegre vestuario” de Carmen Gómez. “Muchos de sus bailes son modelos formales, ejecutados con pasos cortos, torso rígido, un gran juego de manos, hombros, tacones, unos grandes ojos negros, y el agudo y salvaje repiqueteo de las castañuelas” (News, 5-10-1948).
Las últimas ciudades australianas que visita La Joselito son Sydney y Canberra. La crítica vuelve a destacar el carácter polifacético de la artista, que, con su “ardiente personalidad”, es capaz de bailar, cantar, y dar vida a los más variopintos personajes. “El sonido de sus castañuelas haría avergonzarse a las cigarras veraniegas y los golpes de sus tacones son orgullosos y apasionados, una marca de carácter y temperamento” (The Sydney Morning Herald, 12-10-1948).
Unos días más tarde, La Joselito, Relámpago y Mercedes Bebia se anuncian en Nueva Zelanda. El programa de la gira también incluye visitas a otros países de Asia, África y América. Sin embargo, según confiesa la artista en sus memorias, la enfermedad de su marido les obliga a regresar a Francia antes de lo previsto.
Una carrera truncada en su mejor momento
Durante casi una década, la pareja vive volcada en la lucha de Relámpago contra su dolencia. Los tratamientos a los que éste debe someterse les hacen quedarse en París, si bien realizan una última gira por la antigua Yugoslavia, que incluye una estancia de un mes en la residencia que posee el Primer Ministro Tito en Opatija (actual Croacia).

La Joselito (Foto de François Canard)
Esta situación supone un brusco parón en la exitosa carrera La Joselito, que prácticamente se aparta de los escenarios, además de su ruina económica, ya que debe invertir la mayor parte de sus ahorros en los tratamientos de su marido. Cuando éste fallece, en 1956, Carmen se queda realmente desamparada, ya que no tiene hijos ni familiares en París, y Relámpago era quien se encargaba de negociar con los empresarios y gestionar su dinero. Tras varios años retirada, no se encuentra con fuerzas para volver a presentarse sola ante el público:
“Cuando falleció (estuvo diez años enfermo) mi carrera se detuvo […] porque la gente sentía muchos celos hacia mí, porque no podían hacer lo mismo que yo bailando. Entonces, siempre intentaban pisotearme y hacerme daño… Yo debería haber conocido todo el mundo, pero tuve miedo de viajar sola”. (2)
Un breve reportaje sobre La Joselito emitido en 1989 por la televisión francesa:
…
NOTAS:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.
(2) CATHELIN, Annie, La Joselito à l’ ge d’or du flamenco, París, L’Harmattan, 2013