Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Luisa Requejo, la ‘Petit Niña de los Peines’ (II)

(Artículo revisado en octubre de 2017, tras las III Jornadas de Estudio del Cante, celebradas en Jerez y dedicada a la memoria de Luisa Ramos Antúnez, Luisa Requejo y María Valencia)

 

En agosto de 1913, Luisa Requejo se anuncia en Arcos de la Frontera como “la única rival de La Niña de los Peines” (El Guadalete, 3-8-1913). La joven cantaora escucha grandes ovaciones después de cada número y debe ofrecer varios bises. Su repertorio incluye tangos, malagueñas, peteneras y bulerías:

“En el teatro de ‘La Unión’ tuvimos el gusto de oír al notable guitarrista Pepe Crévola que acompañaba a la señorita Requejo, afamada cantadora del género flamenco; ambos fueron ovacionados al terminar cada uno de los números del programa, teniendo que repetir varios de ellos” (El Guadalete, 7-8-1913).

Luisita Requejo cantó malagueñas, tangos, bulerías y peteneras, acompañada por el guitarrista Pepe Crévola, que hizo maravillas de ejecución, no cesando el público de aplaudir a tan buenos artistas durante toda la noche” (El Guadalete, 9-8-1913).

“… Srta. Requejo fue objeto de grandes muestras de simpatía al finalizar cada número, viéndose obligada a repetir la Petenera y Bulerías” (El Guadalete, 10-8-1913).

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas)

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas)

Unos meses más tarde, acompañada unos días por Javier Molina y otros por Cristóbal Salazar, Luisa vuelve a triunfar en el Teatro Eslava de Jerez. La joven interpreta “con sumo gusto y afinación” un repertorio que incluye “malagueñas, bulerías, tarantas y peteneras” (El Guadalete, 10-1-1914), y cosecha cada noche grandes aplausos:

“La aplaudida cantadora de flamenco Luisita Requejo como el tocador de guitarra Javier Molina, gustan cada día más, siendo muy aplaudidos todos los días” (El Guadalete, 13-1-1914).

“La notable cantadora de flamenco Luisita Requejo, acompañada por el tocador Javier Molina, está obteniendo todas las noches grandes aplausos, por el estilo y facultades que despliega al interpretar su vasto repertorio” (El Guadalete, 15-1-1914).

Primera gira por el norte

En 1914, cuando aún no ha cumplido 16 años, la cantaora empieza a abrirse camino lejos de su tierra. En mayo se presenta en Salón Pinacho de Vigo, junto a Pepe Crévola, y en septiembre debuta en el Salón de la Magdalena de Madrid:

[Vigo] “Se anuncia el debut de la cantadora de flamenco Luisa Requejo, la cual ejecutará su repertorio acompañada a la guitarra por un notable profesor contratado al efecto.

Según referencias, esta cantadora es de lo mejor que hay en el género andaluz y hasta se dice que es mejor artista que la conocida Niña de los Peines. Aquí no conocemos a ninguna” (Revista de Varietés, 10-5-1914).

“Esta noche hará su debut en el Salón de la Magdalena, de Madrid, la aplaudidísima cantadora de flamenco Luisita Requejo, (Petit Niña de los Peines).

Dicha artista ha sido ventajosamente contratada, y según nos dicen, por una larga temporada” (El Guadalete, 1-9-1914).

El guitarrista Javier Molina

Javier Molina

Entre viaje y viaje, Luisa continúa con sus actuaciones en localidades más o menos cercanas a Jerez, como Cazalla de la Sierra, Algodonales, Puerto Real o El Puerto de Santa María. En noviembre de 1914 llega a la Tacita de Plata de gira junto a Javier Molina y, después de triunfar en el Cine del Muelle, son agasajados con una comida:

“Anteayer fueron obsequiados con un espléndido almuerzo en el clásico ventorrillo El Chato, de Cádiz, nuestros paisanos el notable concertista de guitarra Javier Molina, y la aplaudida cantadora de flamenco Luisita Requejo, que con tanto éxito han venido actuando en el Cine Escudero de la capital” (El Guadalete, 10-11-1914).

Unos meses más tarde, también junto al maestro jerezano, la “notable cantadora de flamenco” (Eco Artístico, 25-2-1915) actúa en Huelva y después regresa al Teatro Eslava de Jerez, para participar en un festival a beneficio de la Asociación de la Prensa. Como es habitual, la joven artista no defrauda a sus paisanos:

“La simpática joven, paisana nuestra, Luisita Requejo, ‘Petit Niña de los Peines’, acompañada a la guitarra por esa tontería de tocador que se llama Javier Molina, cantó admirablemente, varias malagueñas, tarantas y bulerías, siendo ruidosamente aplaudida y coreada con olés entusiastas” (El Guadalete, 9-3-1915).

En Serva la Bari

Con esas credenciales, en abril de 1915 la Requejo debuta en Sevilla. Primero actúa durante diez días en el Kursaal Central y después se traslada al Salón Imperial, ambos sitos en la Calle Sierpes:

[Kursaal Central] “Nuestra paisana la cantadora de flamenco Luisita Requejo, ha sido contratada ventajosamente para actuar durante diez días en el ‘Kursaal Central’ de Sevilla, en cuyo coliseo debutaría anoche” (El Guadalete, 17-4-1915).

[Salón Imperial] “… También son muy aplaudidas las Isabelinas, bailarinas de relevantes aptitudes, y completan el programa Giraldita y Luisa Requejo” (Eco Artístico, 5-5-1915).

La cantaora Luisa Requejo

Luisa Requejo

Tras su paso por la capital andaluza, durante los años 1915 y 1916 la “excelente cantadora de aires flamencos” (Eco Artístico, 15-9-1916) visita numerosas localidades, como Antequera, Villamartín, Chipiona, Rota, Sanlúcar de Barrameda, Córdoba, Chiclana, Morón o La Puebla. En todas ellas obtiene grandes éxitos y “ovaciones entusiastas” (Eco Artístico, 15-8-1916), acompañada por alguno de sus guitarristas habituales, Pepe Crévola y Javier Molina. La prensa ensalza sus extraordinarias cualidades, en gacetillas como la que sigue:

[Rota, Salón La Diana] “El numeroso público que llenó a diario la sala aplaudió con verdadero entusiasmo las hermosas facultades y gusto exquisito de la imponderable cantante Luisita Requejo, que hizo veraderas filigranas” (Eco Artístico, 25-12-1916)

Un padre comprometido con su carrera

En muchos de esos desplazamientos, Luisa va acompañada por su padre, que vela por el buen desarrollo de su carrera artística. De hecho, Manuel Requejo no duda en presentarse en la redacción de El Guadalete para pedir que rectifiquen alguna información que no es de su agrado, como, por ejemplo, la referente a la presentación de su hija en Sanlúcar de Barrameda. El 12 de octubre, el diario publica esta reseña:

“Anoche debutaron la cantadora flamenca Luisita Requejo, acompañada del tocador de guitarra el Niño de Huelva y la cancionista Nati la Argentinita.

La primera pasó sin pena ni gloria pues si bien es verdad que no fracasó, pero tampoco convenció al público, sonando en la sala algunas palmas” (El Guadalete, 12-10-1916).

Un día más tarde, aparece en el mismo rotativo la siguiente nota:

“Anoche nos visitó el padre de esta cantadora de flamenco, para rogarnos desvirtuásemos las manifestaciones hechas por nuestro corresponsal en Sanlúcar, respecto a la actuación de la artista de referencia en el Teatro Principal de aquella ciudad.

Parece ser según nuestro visitante, que Luisita Requejo no desagradó y que escuchó aplausos del público sanluqueño” (El Guadalete, 13-10-1916).

Perico el del Lunar

Perico el del Lunar

En los años siguientes, la cantaora sigue cosechando éxitos y aplausos en lugares como Lebrija, Rota, Arcos de la Frontera, Málaga o Córdoba, acompañada -en este último caso- por Perico el del Lunar.

En marzo de 1918 se lleva a escena en el Teatro Eslava de Jerez la obra Christus, Pasión y Muerte de Jesús, en la que Luisa Requejo demuestra sus extraordinarias dotes como saetera:

“Con buenísima entrada diose en este teatro por la notable compañía Vergara-Calvet la tercera representación del drama sacro bíblico ‘Christus, Pasión y Muerte de Jesús’.

[…] La aplaudida cantadora de flamenco Luisita Requejo cantó dos saetas, con maestría que ella sabe hacerlo.

El público aplaudió al final de todos los actos” (El Guadalete, 9-3-1918).

Durante los años siguientes, la artista actúa con cierta frecuencia en Jerez, no sólo en el teatro, sino también en distintos cafés, colmados y restaurantes. Así, en septiembre de 1920 se la puede ver en el Kursaal Jerezano, sito la Calle Doctrina, y unos meses más tarde es contratada para cantar en la fiesta de inauguración del restaurante El Colmado, donde hace derroche de flamencura:

“… La cantadora de flamenco Luisita Requejo, acompañada del concertista de guitarra ‘Perico el del lunar’, entonóse con tanto entusiasmo como ‘arte propio’ por bulerías, malagueñas, seguidillas y hasta por ‘martinetes’” (El Guadalete, 2-1-1921).

 

Algunos cantes de Luisa Requejo, por cortesía de Pedro Moral:


Luisa Requejo, la ‘Petit Niña de los Peines’ (I)

(Artículo revisado en octubre de 2017, tras las III Jornadas de Estudio del Cante, celebradas en Jerez y dedicada a la memoria de Luisa Ramos Antúnez, Luisa Requejo y María Valencia)

 

A finales del pasado mes de septiembre, los amigos de Los Caminos del Cante, en colaboración con la Universidad de Cádiz y siguiendo la senda iniciada un año atrás con Isabelita de Jerez, dedicaron la III Jornada de Estudio del Cante a tres extraordinarias cantaoras jerezanas de principios del siglo XX, entre ellas Luisa Requejo.

Qué mejor ocasión que ésa para retomar la investigación sobre quien mereció ser denominada la “Petit Niña de los Peines” y enriquecer con nuevos datos el artículo que publicamos en este mismo blog en junio de 2013.

La cantaora Luisa Requejo

Luisa Requejo

¿Cantaora jerezana?

Empecemos por su genealogía. En el índice del padrón de habitantes de Jerez de la Frontera correspondiente al año 1919 figura sólo una persona con el nombre de Luisa Requejo, nacida en los últimos años del siglo XIX. Su segundo apellido es Víctor y aparece domiciliada, junto a sus padres y hermanos, en el número 19 de la céntrica Calle Évora (1).

Según el maestro Alfredo Benítez, el hecho de habitar en esa zona de la ciudad denota una cierta posición de la familia. Sin embargo, el dato que más nos sorprende de todos los que aparecen en el citado documento es el que se refiere al origen de Luisa. Nos lo confirma el acta de nacimiento expedida por el Registro Civil de Chipiona, según la cual Luisa Requejo Víctor vino al mundo en dicha localidad, en el número 10 de la Calle Sagasta (hoy llamada Cuatro Esquinas) el 28 de diciembre de 1898.

Lo más probable es que se trate de un hecho meramente circunstancial, puesto que tanto sus padres -Manuel Requejo Cárdenas y María del Carmen Víctor Gutiérrez- como sus hermanos y hermanas (2) son naturales de Jerez de la Frontera (3).

Acta de nacimiento Luisa Requejo Víctor

Acta de nacimiento Luisa Requejo Víctor, Registro Civil de Chipiona

Una artista precoz

La primera actuación de Luisa Requejo que hemos podido documentar tiene lugar en el Salón Variedades de Rota a finales de 1911. La joven artista tiene apenas 13 años y la acompaña el que será su guitarrista habitual en esa época, José Crévola. A pesar de su corta edad, Luisa demuestra tener ya un cierto conocimiento del cante:

[Rota, Salón Variedades] “Ha alcanzado ruidosos éxitos en este salón la pequeña cantante de flamenco Luisita Requejo, que ha demostrado conocer a los más renombrados artistas andaluces de este género. Le acompañó el célebre concertista de guitarra José Crebola (sic), el Sevillanito” (Eco Artístico, 5-12-1911).

La irrupción de la Requejo en el mundo del flamenco debe de causar un gran impacto, pues no tarda en convertirse en la artista de moda, y su nombre empieza a ser cada vez es más habitual en los carteles de todos los teatros y salones de la provincia de Cádiz, e incluso fuera de ella.

La recién llegada apunta alto y no duda en anunciarse como la “Petit Niña de los Peines”. Cualidades no le faltan, a juzgar por las reseñas de prensa de la época, que alaban sus extraordinarias facultades y le auguran un prometedor futuro.

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas)

En 1912 y 1913 las gacetillas la sitúan en lugares como Jerez, Alcalá de Guadaira, San Fernando, El Puerto de Santa María, Algeciras, Barbate, Vejer o Arcos de la Frontera, donde suele presentarse acompañada a la guitarra por José Crévola o por el maestro Javier Molina.

Durante esa época, Luisa comparte cartel con distintas canzonetistas, bailarinas y otras figuras del género de variedades. Sus actuaciones se cuentan por éxitos. El público la ovaciona y le pide bises:

[Jerez de la Frontera, Teatro Eslava] “La niña Luisita Requejo (Petit Niña de los Peines), debutó, siendo aplaudida y encantando al público, pues a pesar de sus pocos años imita a la auténtica a la perfección” (Eco Artístico, 15-5-1912).

[Alcalá de Guadaira, Teatro] “Se han despedido de este público Luisita Requejo, cantadora de flamenco e imitadora de la Niña de los Peines, acompañada, por el notable tocador de guitarra José Crévola” (Eco Artístico, 15-9-1912).

[San Fernando, Cine La Rosa] “Luisa Requejo, la cantadora del género andaluz cosechó muchos aplausos, teniendo necesidad de repetir varios números.

Es una joven muy simpática que apenas cuenta quince años y que posee extraordinarias facultades para el arte a que se de dedica” (El Guadalete, 22-11-1912).

[El Puerto de Santa María, Salón La Amistad] “Se han despedido la simpática y renombrada cantante de aires nacionales Luisa Requejo y el conocidísimo profesor de guitarra José Crévola.

Ambos artistas no han escuchado durante su actuación más que ruidosos y prolongados aplausos” (Eco Artístico, 25-12-1912).

El guitarrista Javier Molina

El guitarrista Javier Molina

Está llamada a ser figura del cante

La adolescente Luisita Requejo se perfila ya como una promesa del cante, una artista con gran potencial, si bien aún debe pulir algunos aspectos y hallar un estilo propio. Así, por ejemplo, a propósito de su actuación en San Fernando, el periodista de Eco Artístico afirma que la cantaora “reúne condiciones y, aunque tiene poca voz, podría llegar a ser algo” (Eco Artístico, 25-11-1912).

Unos meses más tarde, tras su presentación en Algeciras y Vejer, un crítico de la misma revista considera que Luisa “es una artista que promete mucho; canta bien y es muy aplaudida” (5-1-1913), y le ofrece el siguiente consejo:

[Vejer, Teatro] “Un solo defecto encuentro en Luisita, y es que, teniendo condiciones para crear, se dedique con tan lamentable constancia a imitar ruinas artísticas, que únicamente los ilusos pudieron calificar de estrellas. Imítese a sí misma, simpática Luisita, y su bagaje artístico tendrá un mayor peso” (Eco Artístico, 25-4-1913).

Aunque la influencia de grandes cantaores como Pastora Pavón o Antonio Chacón es evidente en Luisa Requejo, durante esos primeros años la artista continúa aprendiendo y mejorando. A su regreso al Teatro Eslava de Jerez, tras actuar en Gibraltar, La Línea y Granada, el diario El Guadalete destaca su notable evolución:

“Acompañada por la guitarra del reputado profesor Pepe Crévola, ha cantado Luisita con gran afinación y gusto, demostrando lo mucho que ha adelantado en el difícil arte de Chacón, que diría un aficionado al cante jondo.

La petit ‘Niña de los Peines’, ha conquistado muchos y muy merecidos aplausos” (El Guadalete, 2-2-1913).

El cantaor Antonio Chacón

Antonio Chacón

Unos meses más tarde, el gran éxito cosechado en Barbate obliga Luisa Requejo y José Crévola a ampliar su actuación una semana más:

[Barbate, Teatro de la Marina] “… fue contratada por tres únicas funciones la célebre canzonetista de aires andaluces Luisa Requejo y el notable profesor de guitarra Pepe Crévola. En vista del franco éxito que obtuvieron fueron prorrogados por siete días más, sucediéndose sin interrupción las ovaciones a la popular cantadora y al insigne tocador de guitarra” (Eco Artístico, 5-4-1913).

 

Algunos cantes de Luisa Requejo, por cortesía de Pedro Moral:


 


NOTAS:
(1) En la Calle Évora también se encontraba en aquella época la redacción del diario El Guadalete, que en 1931 nos ofrece un dato que sirve para reforzar la hipótesis de que la persona que aparece en el padrón es la misma que estamos buscando: el redactor recuerda que unos años atrás, desde las instalaciones del periódico se oía cantar a una joven Luisa Requejo.
(2) En el padrón de 1919, además de Luisa y sus padres, figuran sus hermanos Francisco, Diego, Carmen, Josefa y Manuel Requejo Víctor. En otros documentos de la época hemos localizado a tres hijos más del matrimonio -José, Manuela y Esteban-, fallecidos a muy corta edad.
(3) Sus abuelos paternos también son naturales de Jerez, lo mismo que la abuela materna. El abuelo materno, ya fallecido cuando nació Luisa, era de El Puerto de Santa María. El encargado de inscribir su nacimiento en el Registro Civil es su tío Enrique Gutiérrez Romero, domiciliado en Chipiona.


Luisa ‘La Pompi’, una cantaora imprescindible (y IV)

(Artículo revisado en octubre de 2017, tras las III Jornadas de Estudio del Cante, celebradas en Jerez y dedicada a la memoria de Luisa Ramos Antúnez, Luisa Requejo y María Valencia)

 

En junio de 1930, Luisa Ramos Antúnez regresa a Barcelona junto a la compañía de Pastora Imperio, con un espectáculo denominado ‘Una fiesta en Sevilla’. En el reparto figuran La Macarrona, Milagros Fernández, Víctor Rojas, La Romerito, La Pompi y su hija Tomasa, entre otros artistas.

Tras presentarse en el Circo Barcelonés, la troupe continúa su gira por ciudades como Alicante y Valencia:

“[Circo Barcelonés]
… Reaparición de la famosa estrella de las varietés PASTORA IMPERIO.
… Además también tomará parte la verdadera, la auténtica LA MACARRONA en el típico cuadro UNA FIESTA EN SEVILLA, copia exacta de las escenas y fiestas que se celebran en las CASETAS DE LA FERIA SEVILLANA, tomando parte los notables artistas Virtudes González, José Nieto Orellana, La Pompi (e Hija), Encarnación González, Milagros Fernández, Antonio Giménez, Víctor Rojas, Pepe Hurtado, Paco el de Parada” (El Diluvio, 4-6-1930).

Pastora Imperio (El Día, 10-1-1917)

Pastora Imperio (El Día, 10-1-1917)

“[Valencia. Teatro Apolo]
… la famosa y eminente estrella Pastora Imperio, que presentará el espectáculo típico andaluz ‘Una fiesta gitana en Sevilla’, en el que toman parte notables artistas, entres ellos La Pompi (hija), La Romerito, Encarnación y Virtudes González, La Pompi, el notable cantador Orellana, los eminentes tocadores Víctor Rojas y Pepe Hurtado, la célebre y famosa flamenca ‘La Macarrona’ y la reina en su género Pastora Imperio” (El Pueblo, 24-7-1930).

“… El cuadro flamenco del que que forman parte la Imperio y la Macarrona, con su troupe de guitarristas y ‘cantadores’, fue bien recibido por el público, que aplaudió con entusiasmo” (La Correspondencia de Valencia, 27-7-1930).

Entre Sevilla y Jerez

Sus compromisos fuera de Sevilla no impiden a Luisa Ramos estar presente en los principales eventos de la capital andaluza, como la Semana Santa o la Feria de Abril. En 1930, la jerezana y su hermana Manuela deleitan con su cante a las personas que se congregan en la Caseta del Círculo Sevillano, en la que, tras una comida de gala “también hubo su parte de cante flamenco a cargo de El Goro, Niño Perea y las hermanas Pompi” (ABC, 29-4-1930) (1).

Una vez concluida la gira con Pastora Imperio, Luisa y Manuela Ramos se desplazan a Jerez para acudir a otra importante cita: la celebración del segundo centenario de la Casa Domecq, que tiene lugar en la finca El Majuelo. La fiesta flamenca corre a cargo de grandes artistas, casi todos de la tierra:

“… Allí estaban la hermanas Pompi, Luisita Requejo -nuestra paisana, alejada hace años de Jerez-, El Niño de Gloria, El Limpio -un artista sevillano que es una cosa muy seria-, Aurelio de Cádiz, Perico el der Lunar -otro jerezano que sigue triunfando en Sevilla, el veterano y siempre grande Javier Molina, Cabeza, Rafael El Carabinero, Manuel Morales, Antoñirri, Vicente Pantoja El Troncho

Después actuaron -esto nos lo comunicaron por teléfono- Manuel Torres, su hermano Pepe, Isabelita la de Jerez, la Niña de Santa Cruz y excicerone (sic) jerezano don José Durán y Mediavilla” (El Guadalete, 26-9-1930).

Isabelita de Jerez

Isabelita de Jerez

En el verano de 1932, de nuevo en Sevilla, Luisa La Pompi es contratada en el cabaret Zapico, situado en la zona de la Alameda de Hércules. Artistas como María La Moreno o Lola la Guapa también forman parte del elenco:

“… Ha contratado un excelente CUADRO FLAMENCO en el que figuran como bailaoras La Pamia, Aurora la Rubia, La Piruli, Lola la Guapa, María la Bronceá y La Rita.

Las cantaoras son María la Moreno y La Pompi y la guitarra la pone a tono el Niño de Sanlúcar…” (El Liberal de Sevilla, 19-7-1932).

De nuevo en Barcelona

En junio de 1933, la prensa vuelve a situar a Luisa Ramos en la Ciudad Condal, en el festival de despedida de La Niña de la Puebla que se celebra en el Circo Barcelonés. El programa incluye un cuadro de baile flamenco, con artistas como Rafaela la Tanguera o Palmira Escudero:

“… Con ‘Niña de la Puebla’ completarán la tercera parte del programa los cantaores Fanegas, y Carmen Molina, dos nombres de reconocido prestigio. La segunda parte la integra un interesante cuadro de baile flamenco a cargo de Palmira Escudero, La Tanguera, La Pompi y El Rayito. En la primera parte actuarán los aplaudidos Fanegas II, Niña de la Cruz y Capelillo de Fiñola. Acompañarán a los cantaores y bailaoras los profesores de guitarra Niño de los Brillantes, Antonio Molina y el propio Juanito El Dorado” (La Vanguardia, 7-6-1933).

La Pompi (cuarta por la derecha) en un café cantante sevillano

La Pompi (cuarta por la derecha) en un café cantante sevillano

Enorme saetera

Luisa Ramos destaca especialmente en los estilos de su tierra. En el doble disco compacto dedicado a varias cantaoras jerezanas de principios del siglo XX que ha sido editado recientemente por la colección ‘Flamenco y Universidad’ se incluyen varios cantes de La Pompi, entre ellos unas seguiriyas magistrales. Sin embargo, llama la atención que esta artista no haya dejado registrada ninguna saeta, a pesar de ser una de las cantaoras imprescindibles de la Semana Santa Sevillana.

Durante los años veinte y treinta, tanto Luisa La Pompi como sus hermanos Manuela y Rafael se asoman cada primavera a los balcones de Serva la Bari para lanzar al cielo sus saetas al paso de las cofradías. Da buena cuenta de ello la prensa sevillana:

“LA DE LOS PANADEROS
… Cantaron saetas la Pompi, el Gloria, Fleta y otros” (El Liberal de Sevilla, 2-4-1931).

“[Plaza de San Lorenzo]
… cantaron numerosas ‘saetas’ Vallejo, Manuel Torres, La Niña de los Peines, Pinto, El Gloria, Las Pompis y otros profesionales y aficionados” (El Liberal de Sevilla, 15-4-1933).

“El Aero Club había instalado una magnífica tribuna […]
Aquí cantaban El Gloria y su hermana la gitanísima Pompi (la vieja), que se superó anoche” (El Liberal de Sevilla, 16-4-1935).

La Niña de los Peines

La Niña de los Peines

En uno de sus artículos, el periodista Galerín, especialmente interesado por el flamenco y los temas más genuinamente sevillanos, ensalza las extraordinarias cualidades como saeteras de las dos hermanas Pompi, Luisa y Manuela:

LAS POMPIS

Son dos gitanas de Jerez, la cuna del cante -¡el cante de jerez!- que “se las buscan”, desde lejanos tiempos, por el cante.

Las saetas que cantan las Pompis son muy flamencas, una especie de seguiriya gitana con letra entre religiosa y pagana, porque estos flamencos, que no saben ni leer ni escribir, le dicen a su Cristo en una saeta que es el “Padre de Faraón”, ¡y se quedan tan contentos! Ahora que no se lo dicen como una irreverencia. ¡Eso no!

Las Pompis no son cantadoras para actuar una semana entera. Al segundo día “están mudas”. Ponen en sus coplas tanta pasión, tanto entusiasmo, que pierden la garganta.

La saeta que les sale a tono es algo sobrenatural, algo que nada más que estas gitanas saben hacer.

Al Jueves Santo no llega ninguna. Después de cantarle al Gran Poder en San Lorenzo, sin que nadie se lo ordene, que eso es una obligación en ellas, desaparecen estos dos “personajes” de la semana que viene.

Una saeta de cualquiera de las dos hermanas, dentro de un templo, donde el silencio deje oír su desgarrada voz, es algo que impone” (Galerín, El Liberal de Sevilla, 10-4-1935).

El flamenco de antes y el de ahora

La Pompi, por Chumy Chúmez (La Voz del Sur, 23-7-1950)

La Pompi, por Chumy Chúmez (La Voz del Sur, 23-7-1950)

Ya en los años cincuenta, de vuelta a su tierra jerezana, Luisa la Pompi hace balance de su vida artística ante un periodista de La Voz del Sur (4). Le habla de sus éxitos, le cuenta diversas anécdotas -las hemos referido ya, en los artículos de esta serie-, y manifiesta sus impresiones sobre la evolución del flamenco y los artistas de su tiempo:

“- ¿Qué artista de ahora le gusta más?
Lola me gusta más que toas.
– En relación con sus tiempos, ¿ha mejorado el flamenco?
– No. Es distinto. Ahora me ponen dos niñas a bailá sevillanas en un escenario… De antes se ponía un cuadro flamenco -¡eso sí que era un cuadro flamenco! – con diez o doce mujeres, toas con sus vestíos de cola, y en medio los tocaores; toas iban actuando, y las que mejor cantaban y bailaban, o sea, las estrellas del cuadro, las úrtimas” (La Voz del Sur, 23-7-1950).

Con estas palabras cerramos la semblanza de Luisa la Pompi, una cantaora excepcional pero nunca suficientemente reconocida, a pesar de que sus ecos continúan vivos en las voces de los artistas que, de manera directa o indirecta, han bebido y siguen bebiendo de su fuente.

 

Algunos cantes de Luisa la Pompi, por cortesía de Pedro Moral:

NOTAS:
(1) Todas las noticias extraídas de la prensa de Sevilla han sido localizadas por José Luis Ortiz Nuevo y están disponibles en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.

(2) Entrevista publicada por Javier Osuna en su extraordinario blog Los fardos de Pericón.

 


Soledad la Mejorana, la reina del gesto y del palillo (II)

En mayo de 1923, Soledad la Mejorana inaugura la temporada de primavera en el Teatro Romea de Madrid, junto a las canzonetistas Celia Deza y Angelina Bretón, y la bailarina Elena Ruiz, entre otras artistas. Las gacetillas dedican palabras de elogio a la joven sevillana:

“Ayer, con un lleno rebosante, tuvo lugar en este elegante y aristocrático teatro la inauguración de la temporada […] programa sumamente atrayente, figurando en él números de extraordinario mérito, nuevos casi todos en Madrid, y que fueron acogidos con grandes muestras de aprobación.

Debutaron: Mejorana, bailarina andaluza, llena de gracia y estilo…” (La Correspondencia de España, 8-5-1923).

“… El programa lo forman ‘La Mejorana’, que ‘¡no hay más que hablar!’…” (La Risa, 20-5-1923).

“… Muy bien Mejorana” (Eco Artístico, 30-5-1923).

Soledad la Mejorana (Revista Popular, 1-7-1927)

Soledad la Mejorana (Revista Popular, 1-7-1927)

En el mes de diciembre, Soledad “baila con exquisito gusto” (La Voz, 14-12-1923) en el Salón Ramírez de Córdoba. Unos meses más tarde regresa a la ciudad de la Mezquita, después de haber derrochado arte y simpatía, junto a la cancionista Adela López, en el Salón Hesperia de la capital almeriense:

“… La grácil y bella bailarina Soledad la Mejorana, ganó el caluroso aplauso de la concurrencia que admiró las excelencias de su arte…

En fin una deliciosa noche, saturada de arte, de belleza y de gracia” (Diario de Almería, 9-5-1924).

Exitosa gira por tierras levantinas

En octubre de 1924, la bailaora vuelve a actuar en Sevilla, en el Salón Imperial, donde coincide nada menos que con La Niña de los Peines. Unas semanas más tarde, Soledad deslumbra al público de Lorca (Murcia) con su elegancia y su excelente dominio de las castañuelas:

“… [Teatro Guerra] Soledad ‘La Mejorana’, es una Excelentísima (con mayúsculas) bailarina, que hace honor al título de Reina del gesto y del palillo; su esbelta figura evoluciona con rítmico compás y arte, haciendo que las manos se junten con entusiasmo para aplaudirla y pedirla nuevos bailes, a lo que gustosa está pronta.

Todos los bailables fueron ejecutados con mucho estilo y gracia en el gesto. ¡Olé por ‘La Mejorana’!” (La Tarde de Lorca, 14-11-1924).

La Niña de los Peines

La Niña de los Peines

Soledad ‘La Mejorana’ es una bailarina elegante, finísima, rítmica en sus contorsiones que electrizan, que cautivan.

Es esta niña, una muñeca loca, que juega los palillos con una agilidad asombrosa y que consigue adueñarse del público, desde los primeros momentos que pisa la escena.

Manda con el gesto, como manda la gran Pastora Imperio, como una artistaza consumada; no hay en sus contorsiones, el movimiento que sonroja, que excita; es por el contrario la bailarina de goma que se encoje (sic), según la cadencia del baile que ejecuta, más que bailar, parece que va bordando el escenario con el taconeo afiligranado de su compás; es una gitana andaluza, que lleva en sus ojos el fuego de la tierra y en sus labios, la eterna sonrisa de la bondad y el cariño” (El Liberal de Murcia, 18-11-1924).

Durante los meses siguientes, la bailaora sevillana también actúa con éxito en otras ciudades de la zona, como Elche, Alicante, Orihuela, La Unión o Portman. En todas ellas coincide con la cantaora Carmen Ortiz y el ventrílocuo Castex. La prensa local siempre tiene palabras de elogio para ella:

‘La Mejorana’ es una bailarina clásica, de puro estilo, con bonita figura y mucha gracia y flexibilidad” (Cartagena Nueva, 22-12-1924).

‘La Mejorana’ es una muchachita ágil y cimbreña; una figurina gentil, que pone en tejido primoroso de sus danzas, el alma bulliciosa y cascabelera de Andalucía, ese alma sutil como las maravillosas visiones del campo sevillano, arrulladora como una sonatina de los magos surtidores de los cármenes granadinos.

Sus actuaciones han sido dos éxitos y un entusiasmo continuo en los ‘morenos’, que prodigaban sus palmas y olés” (El Liberal de Murcia, 7-2-1925).

Pastora Imperio (El Día, 10-1-1917)

Pastora Imperio (El Día, 10-1-1917)

Una artista imprescindible en las mejores fiestas

En 1925, Soledad la Mejorana ha dejado de ser una joven promesa del baile para convertirse en una bailaora consolidada. Prueba de ello es su presencia en dos fiestas de postín que se celebran en el mes de abril y que cuentan entre sus asistentes con varios miembros de la familia real española. Una tiene lugar en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla y la otra, en la Casa de los Marqueses de Hoyos, de Jerez de la Frontera. En el cuadro artístico de la primera figuran algunos de los cantaores y bailaores flamencos más reputados del momento:

“En el Hotel Alfonso XIII se celebró anoche una fiesta de cante y baile andaluz…

Asistieron los infantes D. Carlos, doña Luisa y doña Isabel Alfonsa, las autoridades y numerosas damas de la buena sociedad…

Por el tablado dispuesto al efecto desfilaron los cantadores y bailadores más famosos, entre ellos, Luisa Requejo, la ‘Macarrona’, la ‘Mejorana’, el ‘Niño de Marchena’, Fernando el ‘Herrero’, el ‘Niño de Ricardo’ y otros. También actuaron algunos aficionados. Después hubo una zambra gitana” (La Voz, 16-4-1925).

“Anoche se celebró en casa de los Marqueses de Hoyos una fiesta, a la que asistieron los Reyes, los infantes, el presidente del Directorio y otras personalidades.

La artista andaluza La Mejorana ejecutó bailes y canciones regionales…” (La Región, 24-4-1925).

En diciembre de ese mismo año, Soledad vuelve a compartir cartel con Carmen Ortiz. En el Gran Teatro de Córdoba, la prima de la Imperio “ejecutó de manera realmente magistral diversos números de su ‘cañí’ arte, números que fueron justa y merecidamente aplaudidos” (La Voz, 31-12-1925).

“… La Mejorana, que parece empieza ahora su carrera artística por los escenarios, baila con gallardía y arte y tiene bellos desplantes que acreditan su progenie.

Su trabajo fue del agrado de la concurrencia que aplaudió mucho a la artista” (Diario de Córdoba, 31-12-1925).

Juana la Macarrona

Juana la Macarrona

La bailaora estrella de Sevilla

1927 es un año fundamental en la carrera de Soledad la Mejorana, pues supone su consagración definitiva en la escena madrileña. Como cada primavera, la prima de Pastora causa sensación en la Feria de Sevilla. En la Caseta del Ateneo, Soledad se codea con artistas del pincel como Bacarisas o Benedito, y se convierte en protagonista de todas las crónicas.

Hernández Cata, en un artículo sobre la evolución de la Feria sevillana, escribe lo siguiente:

“…. Sólo cuadros de profesionales y alguna pareja aislada aquí y allá rinden vivo homenaje a lo castizo. Ante esta maravillosa Mejorana de nombre fragante y pupilas de noche luminosa, que resucita aquel serpentino danzar a un tiempo voluptuoso y trágico que hace veinticinco años hiciera famosa a su tía Pastora Imperio, sólo los artistas hemos batido palmas entusiastas. Si algún niño elegante, de los de smoking inoportuno y coraza de goma en el pelo contra las ideas ajenas y la encefalitis letárgica, se asomó a verla, fue más por la belleza gitana de la mujer que por el arte de la bailarina…” (La Voz, 22-4-1927).

El cronista de ABC también le dedica algunas líneas:

“… Se trataba de la caseta de la Asociación de la Prensa sevillana. En ella vi bailar a una muchacha morena, de ojos vivos y relampagueantes, que es sobrina de la Pastora Imperio. La llaman ‘la Mejorana’, y, por el momento, con las castañuelas en alto, ella es la reina de toda la gitanería. Realmente es una artista maravillosa. Baila con airoso giro, y en su más mínimo movimiento encontrarían los escultores un plástico motivo” (ABC, 23-4-1927).

Por su belleza, su elegancia y sus extraordinarias dotes artísticas, Soledad es una de las bailaoras más solicitadas por la alta sociedad sevillana. En mayo de ese mismo año actúa junto a Antonio Chacón, Ramón Montoya y las Pompis en una fiesta organizada en el Palacio de las Dueñas por los Duques de Berwick y de Alba en honor de los Reyes de España y del príncipe heredero de la corona británica:

“… en un tablado Soledad la Mejorana, la famosa bailaora, sobrina y heredera universal de Pastora, ponía cátedra de salero, y don Antonio Chacón, el verdadero cantaor, verdadero arqueólogo que nos ha devuelto la caña y el polo y el martinete y los caracoles que yacían casi sepultados en el olvido de los aficionados, acompañados a la guitarra por Montoya y jaleados por las populares cantaoras las Pompis” (La Voz, 2-5-1927 – tomado de El Correo de Andalucía).


Isabelita Ruiz, la gran estrella jerezana del baile (I)

Jerez de la Frontera es tierra de buenos vinos y también de excelentes artistas. Allí han visto la luz grandes bailaoras, como Juana la Macarrona y su hermana María; Magdalena Seda, La Malena; Juana y Fernanda Antúnez; Juana La Sordita o Rosa Durán; y cantaoras como María Valencia, La Serrana; Luisa Requejo; Isabelita de Jerez; o La Paquera.

Isabelita Ruiz (La Revue Limousine, 26-11-1915)

Isabelita Ruiz (La Revue Limousine, 26-11-1915)

Muchas de esas artistas saborearon las mieles del éxito fuera de su ciudad natal y llevaron el nombre de Jerez por los mejores escenarios. Algunas incluso alcanzaron gran fama a nivel internacional, como es el caso de la universal Lola Flores, o de la bailarina y bailaora a la que hoy recordamos, Isabelita Ruiz, toda una estrella del espectáculo a quien el tiempo no ha hecho demasiada justicia.

Sus orígenes familiares

Isabel Ruiz viene al mundo en 1902, en el número 12 de la jerezana Plaza Alfonso XII (hoy, Plaza del Arenal) (1). Su afición por el baile le viene de familia. No en vano es nieta de Isabel Santos, otra célebre bailaora jerezana, que en el último tercio del siglo XIX compartió escenario con algunos de los mejores artistas flamencos de su tiempo (2), y que dedicó los últimos años de su vida a impartir clases de baile en su academia de la madrileña calle de la Aduana (3).

Sin embargo, a pesar de los antecedentes familiares, se puede afirmar que Isabelita es prácticamente autodidacta, según se desprende de la entrevista concedida años más tarde al periodista José Montero Alonso, que escribe lo siguiente sobre ella:

Isabelita es un caso tipo de este instinto del arte. Nadie guía sus pasos y sus movimientos en la danza. No tiene maestras, no va a academias de baile flamenco. Sólo una abuela suya -que fue bailaora- enseña algo a la pequeña. Y la pequeña va mostrando lo que en ella hay de gran artista. Sus años escasos revelan ya una personalidad, un modo propio de ver y sentir el baile. Todo en él es finura y elegancia: lejos los retorcimientos y las violencias que antes parecían necesarios al arte flamenco” (Mundo Gráfico, 14-12-1927).

Isabelita Ruiz (Eco Artístico, 5-8-1919)

Isabelita Ruiz (Eco Artístico, 5-8-1919)

Por tanto, no es extraño que tanto Isabel como su hermana María iniciaran su carrera artística a una edad bastante temprana. En torno a 1910 ambas se encuentran en Madrid, donde reciben las enseñanzas de su abuela, y se anuncian como “Las Jerezanitas, preciosa pareja de niñas cupletistas-bailarinas” (Eco artístico, 5-6-1911), con dirección permanente en el número 38 de la calle Mesonero Romanos (4).

Primeros éxitos de ‘Las Jerezanitas’

En otoño de 1910, Isabelita y María Ruiz se presentan en distintas salas madrileñas de variedades, como el Royal Kursaal, donde coinciden con las hermanas Borrull. Posteriormente inician una gira por el norte de España, que las lleva a ciudades como Santander, Valladolid, Vigo o Pontevedra. En todas ellas “gustan más cada día las renombradas cupletistas y bailarinas conocidas por Las Jerezanitas” (Eco artístico, 25-10-1910). La “encantadora pareja de bailes” (Eco artístico, 5-12-1910), por su gracia y elegancia, cosecha “grandes ovaciones” (Eco artístico, 15-11-1910).

En los primeros meses de 1911 fallece la maestra Isabel Santos. No obstante, a pesar de su corta edad, sus nietas gozan ya de una cierta fama en distintos escenarios madrileños, como el Salón Luminoso, Lo Rat Penat e incluso el teatro Romea, la mismísima “catedral de las variedades”:

Salón Luminoso. […] La sin rival pareja de niñas duetistas Las Jerezanitas fue objeto de una ruidosa ovación, justo premio a lo meritísimo de su trabajo” (Eco artístico, 15-2-1911).

Romea.- Las Jerezanitas es una pareja de niños que anoche hizo su primera presentación en este teatro.

Los niños ejecutaron varios bailes con gran perfección.

Muchos fueron los aplausos que cosecharon” (La Correspondencia de España, 27-2-1911).

Romea.- El debut de las lindas artistas Las Jerezanitas ha sido otro éxito de este afortunado teatro” (La Correspondencia de España, 28-2-1911).

“Salón Luminoso. […] Las Jerezanitas, cupletistas y bailarinas, que son dos monumentos de gracia, picardía y arte. El respetable dio señaladas muestras de su entusiasmo, […] volviéndose loco con esos lindos retoños llamados Jerezanitas” (Eco artístico, 5-4-1911).

Isabelita Ruiz (Eco Artístico, 5-8-1919)

Isabelita Ruiz (Eco Artístico, 5-8-1919)

Tras algunas actuaciones en Madrid y otras ciudades cercanas, Las Jerezanitas se presentan en Portugal, en escenarios como el Casino Setubalense, y en el mes de agosto ponen rumbo a tierras americanas.

‘Las Jerezanitas’ triunfan en Brasil

Su primera gira brasileña comienza en la localidad de Belem, en el estado de Pará. Allí se anuncian en septiembre de 1911, en el Teatro de la Paz, “las traviesas e interesantes niñas Las Jerezanitas, verdaderas incentivadoras de la risa” (Estado do Pará, 9-9-1911) (5).

Una vez cumplido ese compromiso, con gran éxito, Isabel y María Ruiz son contratadas por la empresa del Moulin Rouge para actuar en distintas ciudades. Las hermanas permanecen en Belem hasta finales de año, y en diciembre se presenta en el Teatro Cinema-Helvética de Pernambuco “la excelente pareja de baile y canto español LAS JEREZANITAS, sin rivales en los boleros” (Jornal de Recife, 25-12-1911).

En esa sala comparten cartel y aplausos con The Selects, entre otros artistas. María e Isabel destacan por sus “graciosos bailes de Farrucas, Garrotines, Boleros, Malagueñas y otras cosas más de la tierra de la gracia, España” (Pequeno Jornal, 3-1-1912). Las jovencísimas artistas no tardan en conquistar al público y a la prensa, que se refiere a ellas en estos términos:

LAS JEREZANITAS
Dos graciosas niñas hacen, actualmente, las delicias de la platea del teatro-cine ‘Helvética’, que son Las Jerezanitas, agradable número de baile y cante español.

Tuvimos ocasión de apreciar anoche a estas interesantes pequeñas, artistas en formación, y que, a pesar de su poca edad, vienen ya precedidas de fama por la fidelidad de sus trabajos como cupletistas y bailarinas.

En los bailes regionales de la […] patria del Cid, son excelentes.

Hemos visto a otros artistas de este género, pero no nos satificieron como las alegres Jerezanitas, en los célebres bailes de Jota aragonesa, tango andaluz o Seguidillas sevillanas, en los cuales, como dicen los españoles, derraman ‘la gracia, la sal y el salero de Andalucía’.

El difícil baile punteado, ‘solo inglés‘, es ejecutado por una de las pequeñas que no tiene ni quince años, con mucha perfección.

Su voz agrada por la perfección y limpieza, aunque sea una voz de niña” (Pequeno Jornal, 9-1-1912).

Isabelita Ruiz (Muchas Gracias, 30-7-1919)

Isabelita Ruiz (Muchas Gracias, 30-7-1919)

Hasta la prensa española se hace eco de los éxitos de Las Jerezanitas en Brasil. La revista Eco artístico publica la siguiente reseña:

PERNAMBUCO (Brasil).
Teatro Cinema-Helvético.- En este coliseo han sido recibidas con entusiasmo Las Jerezanitas, que ya en Pará fueron las predilectas del público del Moulin Rouge.

Su gracia al cantar y su arte y desenvoltura al bailar, sobre todo en el baile inglés, es la característica de Las Jerezanitas, artistas de gran fama y que llevan por doquier la garantía de su nombre a Empresas y público” (25-1-1912).

En marzo de 1912, Isabelita y María Ruiz se despiden del público del Teatro Cinema-Helvética de Pernambuco, que obsequia con un “gran festival artístico” a las “queridas y predilectas artistas Las Jerezanitas, las niñas precoces en farrucas, garrotín, boleros y jotas aragonesas” (Pequeno Jornal, 19-3-1912)

Durante la primavera y el verano de 1912, las hermanas Ruiz siguen cosechando éxitos en tierras cariocas. El teatro Palace, de Río de Janeiro; el Polytheama y el Circo Spinelli, de Sao Paulo, son algunos de los escenarios en los que se puede admirar el arte de las dos pequeñas. A finales de año, Las Jerezanitas marchan a Buenos Aires, donde continúan con su gira triunfal.

En verano de 1914 encontramos a Isabelita Ruiz de nuevo en España, concretamente en Ceuta, con el nombre artístico de “Estrella Jerezana”. La “simpática canzonetista y bailarina en miniatura […] cosecha muchos aplausos y […] ha sido varias veces prorrogada” (Eco artístico, 15-7-1914). Su hermana María permanece en Brasil, donde contrae matrimonio y emprende una brillante carrera como actriz (6).


NOTAS:
(1) Datos aportados por José Luis Jiménez en la web “Gente y Habitantes de Jerez de la Frontera”.
(2) Por citar sólo algunos ejemplos, en 1879, Isabel Santos actúa en Valencia y Madrid junto a Concha la Carbonera. En 1881 vuelve a coincidir con la bailaora granadina, y con Antonia la Roteña, en el Salón Filarmónico de Sevilla. En 1897, comparte escenario en Madrid con Juana y María Vargas, Las Macarronas; Antonia y Josefa Gallardo, Las Coquineras, Antonio Chacón y Merced la Serneta, entre otros artistas.
(3) La genial Pastora Imperio confiesa a El Caballero Audaz que cuando era niña tomó sus primeras lecciones de baile, a escondidas de su madre, en la academia de Isabel Santos, que se encontraba en el mismo edificio donde vivían los Rojas Monje (en Lo que sé por mí, Mundo Latino, 1922).
(4) Unos meses más tarde, la dirección que aparece en el anuncio es la siguiente: Travesía del Horno de la Mata, 7 y 9, 2º dcha.
(5) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.
(6) Según afirma la propia Isabelita Ruiz, en una entrevista concedida a la revista Mundo Gráfico: “Estuvimos después en América, en el Brasil. Mi hermana se casó allí, y allí se quedó. Yo volví a España y continué trabajando” (14-12-1927).