Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Gabrielita la del Garrotín, reina de los bailes de chufla (III)

Las primeras noticias que nos ofrece la prensa sobre Gabriela Clavijo datan de la primera década del siglo XX y la sitúan actuando en los escenarios de variedades de distintas ciudades españolas, principalmente en la zona de Levante. Corresponden, por tanto, a la etapa inicial del género de varietés y coinciden con la eclosión del garrotín como baile de moda.

Frente a artistas como Encarnación la Malagueñita o Dora la Gitana, que se publicitaban como reinas y señoras de esa especialidad coreográfica, Gabrielita se hacía llamar la “niña del garrotín” (1) (La Tarde, 1906b: 2) y se anunciaba en los carteles como “la verdadera creadora” del mismo (ibidem, 1906a).

Dora la Gitana. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Dora la Gitana. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Entre los meses de marzo y abril de 1906, trabajó durante una larga temporada en el Café Mahonés de Palma de Mallorca, donde formaba parte de una troupe franco―española integrada por bailarinas y cupletistas como Juanita Nájar, Andrea Canela, Mlle. D’Herbes, Mlle. Saphir o Enriqueta Vila (ibidem, 1906b: 2).

En diciembre de 1907 retomamos su pista en Valencia, en uno de los pabellones cinematográficos instalados en el recinto ferial del Llano del Remedio, compartiendo espacio con el Circo Ecuestre Feijóo y dos tiovivos (El Pueblo, 1907: 2).

Entre 1909 y 1910 la encontramos con cierta frecuencia en la Ciudad Condal. Participó en unos festivales populares celebrados en el Teatro Circo Barcelonés, en los que intervinieron varios conjuntos procedentes de Cataluña, Aragón y Andalucía. Este último ofreció un “concierto andaluz por el cuadro de los maestros Lara y Vega, en el que figura la Clavijo, creadora del garrotín” (La Publicidad, 1909: 4).

En enero de 1910 se la pudo ver en el Sport Toboggan, sito en el Paralelo (El Diluvio, 1910a: 5) y en la Sala Balmes, de las Ramblas (ibidem, 1910b: 5). Pasó buena parte del verano cosechando éxitos en el Alcázar Español, donde actuaba un “gran cuadro flamenco en el cual toma parte la señorita CLAVIJO, la reina del garrotín y el señor LÓPEZ, célebre cantaor” (ibidem, 1910c: 3). El programa también incluía cinematógrafo y zarzuelas sicalípticas.

Tras presentarse en el Gran Salón Victoria de Huelva en el mes de octubre (La Publicidad, 1910: 2), en noviembre trabajó dos semanas en el Gran Café Apolo de Barcelona, compartiendo cartel con artistas de variedades como Navarrita con su hormiguita, Adela Sanz, el Dúo Casanovas o la bailarina Canela (El Diluvio, 1910d: 4).

Juana la Macarrona

Juana la Macarrona

La prensa de 1911 nos informa sobre el traslado de “Gabriela Clavijo (Reina del garrotín)” de Madrid a Sevilla, con un contrato para el Salón Novedades (Heraldo Militar, 1911: 3), templo jondo en el que durante años ejerció su sacerdocio la inmensa Juana la Macarrona; y de su exitosa presentación en Sanlúcar de Barrameda (El Guadalete, 1911: 2). De esa época contamos con escasos testimonios que arrojen algo de luz sobre la trayectoria artística y vital de Gabrielita, lo cual podría deberse a la exigua atención que los diarios solían dedicar a los cafés cantantes y a sus artistas.

En noviembre de 1912 se anunciaban en el Salón Novedades de Valencia las canzonetistas Emilia Piñol y la Sultana, la pareja de baile Las Gaditanas (El Pueblo, 1912: 2), así como la formada por Carmen Díaz y Enrique Sánchez, la bailarina Carmelita Sevilla y “Gabrielita, la niña del garrotín (premio en el concurso de feas), que aunque no baila mal, es más propio su trabajo de un café cantante” (Eco Artístico, 1912: 30). La utilización de su fealdad como reclamo choca de plano con el hecho de actuar en ese tipo de locales, en los que se concedía un alto valor a la belleza de las intérpretes, a veces incluso por encima de sus capacidades. Se puede inferir, por tanto, que la bailaora poseía grandes cualidades artísticas que avalaban su triunfo.

De Valencia se trasladó a Cartagena, donde inauguró el Cine Sport y pasó después al Ideal Room. En el primero de ellos “la célebre Gabrielita, conocida por soberana del garrotín”, compartió cartel con la canzonetista Tina Desmet y constituyó “la nota saliente” del programa (El Eco de Cartagena, 1912a: 2), por presentar “un trabajo completamente nuevo en la clase del de varietés” (ibidem, 1912b: 2). En el segundo debutó el día 3 de enero junto al dúo de transformistas cómicos Maso-Maró, y “obtuvo justos y merecidos aplausos por la gracia con que bailó los garrotines y las farrucas” (ibidem, 1913: 2).

Carmen Díaz y Enrique Sánchez. Foto: Archivo Casau, Región de Murcia.

Carmen Díaz y Enrique Sánchez. Foto: Archivo Casau, Región de Murcia.

Poco después debutó en Almería. La prensa la sitúa en el mes de febrero en el Salón Victoria (El Popular, 1913: 3) y en diciembre, de nuevo en ese local, que había sido renombrado como Salón Café España (La Información, 1913: 3). En ambas ocasiones Gabriela Clavijo se rodeó de un nutrido elenco de artistas de variedades en el que destacaba la bailarina y cupletista Amparito Medina. Dado que los diarios no publican regularmente el programa completo de estos salones, es difícil determinar cuánto tiempo permaneció en Almería la Niña del Garrotín, mas el hecho de que volviese a ser contratada indica, al menos, que consiguió conquistar al público.

En enero de 1914 se presentó con “éxito ruidoso” en el Cine Escudero de Cádiz (La Publicidad, 1914: 2), junto a artistas como la bailarina Consuelo La Iberia o las cantantes La Sevillita y Adela Martina; y en febrero se anunció en el Gran Cine de Córdoba (Revista de Varietés, 1914: 10). En primavera la encontramos en el Teatro de la Princesa de Valencia, donde formó parte de un extenso programa de variedades en el que figuraban los famosos transformistas Les Harturs y la cupletista Aygel (El Pueblo, 1914: 4).

A partir del verano la prensa la sitúa en varias ocasiones en el Gran Salón Cine Doré de Barcelona, compartiendo cartel con una treintena de artistas, entre los que sobresalen las bailaoras Carmen Flores (El Poble Català, 1914a: 4) y Rafaela la Tanguera. Es en este local donde la encontramos anunciada por primera vez como “bailarina cómica” (ibidem, 1914b: 3). Durante los primeros meses de 1915 se la pudo ver en otras salas de varietés de la Ciudad Condal, como la Sociedad Recreativa la Mascota (El Diluvio, 1915: 5), y el Cine Picarol de Badalona (Eco Artístico, 1915a: 15).

Rafaela la Tanguera. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Rafaela la Tanguera. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

En esa época, Gabriela Clavijo también volvió a presentarse ante el público madrileño, en la sala Chantecler ―junto a los bailarines Los Paraguayos, Manolita Alonso, Mari-Guerrita y Gitanela, entre otros artistas (ibidem, 1915b: 11)―, en la brasería del Hotel Palace (ABC, 1915: 21) y en el salón Versalles, en cuyo programa de varietés destacaba un gran cuadro flamenco formado por artistas de primer nivel, como los guitarristas Adela Cubas, Mariscal y Ramón Montoya, el cantaor Antonio Pozo ‘El Mochuelo’, y los bailaores Estampío, Carrasco y Gabrielita, la Niña del Garrotín; que, junto a las bailarinas Romanitas, Coppelia y La Madrid, y la cancionista Carmen Oriente, protagonizaron un número titulado “Andalucía en Versalles”:

Indudablemente el éxito teatral de este verano lo ha constituido la brillante fiesta titulada Andalucía en Versalles, verdadera nota de color y buen gusto, que viene congregando un público selecto y numeroso en este recreo y que hace aparecer diariamente en la taquilla el cartel de ‘No hay billetes’ (La Correspondencia de España, 1915: 7).

Con El Mochuelo y Adela Cubas volvió a coincidir en febrero de 1916 en el Salón Imperio de La Coruña, donde obtuvo “un éxito colosal la ‘Gran Fiesta Andaluza’” que se celebraba al final de cada sesión con la intervención de todos los artistas del cuadro, en el que también figuraban la bailarina Carmen Sánchez y la cupletista Marieta (Eco Artístico, 1916a: 2).

Adela Cubas

Adela Cubas

Asimismo, durante su gira por tierras gallegas, la Niña del Garrotín se detuvo en el Salón Pinacho de Vigo ―allí “obtuvo un buen éxito”, compartiendo cartel con Dora la Cordobesita (ibidem, 1916b: 19)― y en el Bar Carrillo de Pontevedra. En este último se repartió los aplausos con la canzonetista Paquita Hernán, aunque la mayor parte de los elogios fueron para ella:

… sigue actuando con gran éxito la notableGabrielita‘ que con sus bailables favoritos nos proporciona todas las noches ratos agradabilísimos.
Es lástima que esta gran artista no reúna condiciones para el canto pues de ser así podríamos decir sin temor a engañarnos que era el único astro del arte coreográfico.

No en balde se le ha concedido el título de ‘reina del garrotín‘ pues ejecuta con tal maestría este y otros bailables de este género, que desde luego por muy profano que les sea en esta materia se ve que es una artista.
Es una bailarina excéntrica de lo mejor que tenemos en la actualidad y lamentamos de veras que se halle entre nosotros tan poco tiempo pues aparte de un gracejo especial es de las que atrae al público con sus creaciones de baile (La Correspondencia Gallega, 1916: 3).

Además de resaltar las excelentes cualidades dancísticas de Gabriela Clavijo, esta crónica incide en varios aspectos interesantes, como su capacidad creadora y su dominio de un repertorio que va mucho más allá de su famoso garrotín de chufla. Por otra parte, el testimonio de Ramón Montoya recogido por Blas Vega en su libro sobre los cafés cantantes madrileños (2006: 310) desmiente esa idea de que la artista no poseía dotes para el cante.

Tras su periplo gallego, la Niña del Garrotín regresó a Sevilla en el mes de abril para actuar en el Kursaal Central, famoso local de varietés sito en la Calle Sierpes donde en los últimos años habían actuado artistas flamencos de la categoría de Manuel Torres, Luisa Requejo o la Niña de los Peines (2).

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas)

La Niña de los Peines. Foto: Antonio Esplugas, ANC.


Notas:
(1) En los años diez también usaría este remoquete la cantaora y guitarrista Josefa Moreno, la Antequerana.

(2) Normalmente los diarios ofrecen escasa o nula información sobre el programa de estos locales ―la mayor parte de los días simplemente indican que en ellos se ofrecen variedades y flamenco―, por lo que resulta muy difícil saber qué artistas actuaron y durante cuánto tiempo. En contadas ocasiones se publican anuncios o gacetillas, que nos permiten situar en el Kursaal Central de Sevilla, por ejemplo, a Manuel Torres (El Noticiero Sevillano, 1914: 2), a Luisa Requejo (El Guadalete, 1915: 2) o a la Niña de los Peines (El Liberal de Sevilla, 1916: 4).

Referencias:

ABC (1915, 10 de mayo). “Brasserie Palace Hotel”, p. 21.

Blas Vega, José (2006). Los cafés cantantes de Madrid (1846―1936). Madrid: Ed. Guillermo Blázquez.

Eco Artístico (1912, 15 de noviembre). “Salón Novedades”, p. 30.

Eco Artístico (1915, 5 de marzo). “Cine Picarol”, p. 15.

Eco Artístico (1915, 5 de mayo). “Chantecler”, p. 11.

Eco Artístico (1916, 15 de febrero). “Salón Imperio”, p. 2.

Eco Artístico (1916, 5 de marzo). “Salón Pinacho”, p. 19.

El Diluvio (1910, 2 de enero). “Sport Toboggan”, p. 5.

El Diluvio (1910, 24 de enero). “Sala Balmes”, p. 5.

El Diluvio (1910, 15 de julio). “Alcázar Español”, p. 3.

El Diluvio (1910, 15 de noviembre) “Gran Café Apolo”, p. 4.

El Diluvio (1915, 16 de enero). “La Mascota”, p. 5.

El Eco de Cartagena (1912, 21 de diciembre). “Cine Sport”, p. 2.

El Eco de Cartagena (1912, 23 de diciembre). “Cine Sport”, p. 2.

El Eco de Cartagena (1913, 4 de enero). “Ideal Room”, p. 2.

El Guadalete (1911, 19 de agosto). “Teatros y artistas”, p. 2.

El Guadalete (1915, 17 de abril). “Artista”, p. 2.

El Liberal de Sevilla (1916, 1 de enero). “Kursaal Central”, p. 4.

El Noticiero Sevillano (1914, 21 de abril). “Kursaal Central”, p. 2.

El Poble Català (1914, 7 de agosto). “Gran cine saló Doré”, p. 4.

El Poble Català (1914, 16 de diciembre). “Gran cine saló Doré”, p. 3.

El Popular (1913, 2 de febrero). “Debut de una artista”, p. 3.

El Pueblo (1907, 26 de diciembre). “La Feria”, p. 2.

El Pueblo (1912, 15 de noviembre). “Espectáculos”, p. 2.

El Pueblo (1914, 18 de mayo). “Princesa”, p. 4.

Heraldo Militar (1911, 15 de abril). “Cines y varietés”, p. 3.

La Correspondencia Gallega (1916, 25 de febrero). “Bar Carrillo”, p. 3.

La Información (1913, 12 de diciembre). “Café Salón España”, p. 3.

La Publicidad (1909, 12 de noviembre). “Espectáculos. Teatro Circo Barcelonés”, p. 4.

La Publicidad (1910, 12 de octubre). “De teatros”, p. 2.

La Publicidad (1914, 28 de enero). “De teatros”, p. 2.

La Correspondencia de España (1915, 3 de septiembre). “Cine y varietés”, p. 7.

La Tarde (1906, 13 de marzo). “Café Mahonés”, p. 2.

La Tarde (1906, 16 de marzo). “Café Mahonés”, p. 2.

Revista de Varietés (1914, 20 de febrero). “Gran Cine”, p. 10.


Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (VI)

La fidelidad de la Venus de Bronce al estilo más genuinamente andaluz permanece inquebrantable, a pesar de su colaboración con artistas radicalmente diferentes, como es el caso de la gran estrella internacional Joséphine Baker (1), con quien realiza una gira por España en el año 1930. El bailarín excéntrico Moritz, la cancionista Conchita de Leonardo, los payasos Pompoff y Thedy, los bailarines acrobáticos Lina Jack et Farbell y la orquesta Manhattan Players completan el elenco de la compañía.

Joséphine Baker, la Venus de Ébano

Joséphine Baker, la Venus de Ébano

Durante tres meses actúan en ciudades como Barcelona, Huesca, Zaragoza, Madrid, Sevilla, Oviedo, Santander, Córdoba, Granada y Burgos, en todas ellas cosechan éxitos sonados. A pesar de la fascinación que despierta la exótica estrella de importación, que se anuncia como la “Venus de Ébano”, no consigue eclipsar a la bayadera gitana, que “conoce todos los secretos de los fandanguillos, boleros y aires de tronío. […] No hay sino ver el empaque con que mueve los brazos y la actitud hierática de su figura. Es de las pocas estrellas ‘de verdad’ que aún nos quedan” (La Voz de Asturias, 29-3-1930).

En el Gran Teatro de Córdoba “cantó y bailó como sólo ella sabe hacerlo y se nos mostró la gran artista de siempre”. Incluso tuvo que “bisar varios números ante la insistencia de los aplausos que se le tributaron” (Diario de Córdoba, 24-4-1930). A decir del cronista de El Defensor de Granada (26-4-1930), que firma como Bambalina, aunque es notable el mérito de la vedette (2), poco tiene que envidiarle nuestra bailaora:

Josefina Baker triunfó completamente. Sus maravillosas danzas, prodigio de exotismo; su ritmo y colorido sorprendente […]; subyuga y encanta lo mismo en sus genuinas danzas que en sus canciones inglesas.
Mas iguales triunfos y las más calurosas y fervientes ovaciones las obtuvo también en estricta justicia la gentilísima Custodia Romero, maga de la belleza y castiza, reina insuperable de la danza. La vive a maravilla por sí sola; es figura primordialísima del cartel más exigente.
Confieso […] que no he visto a ninguna estrella del baile vivir y expresar tan a la perfección una emotiva danza […] como lo hace Custodia Romero, esa maga de la expresión y del canto…”

Carteles de Custodia Romero y Joséphine Baker en el Cine Principal de Barcelona. Foto de Gabriel Casas i Galobardes. ANC.

Carteles de Custodia Romero y Joséphine Baker en el Cine Principal de Barcelona. Foto de Gabriel Casas i Galobardes. ANC.

A finales de junio, ya desvinculada de la Venus de Ébano, “la nunca bien ponderada bailaora gitana, […] que es el alma de los zapateados y fandanguillos” (Heraldo de Zamora, 28-6-1930), conquista al público zamorano con “una preciosa farruca que se aplaudió calurosamente”. La acompaña a la guitarra el Señor Rossi (Ibídem, 30-6-1930). Durante los meses de verano participa en varios eventos celebrados en Madrid: en el beneficio del actor José Berangui y la Fiesta del Montepío de Actores, ambos en los Jardines del Retiro; y en la verbena de la Casa Central de Andalucía, que tiene lugar en el Hipódromo de la Castellana.

En septiembre se presenta en Melilla y durante la temporada de otoño se la puede ver de nuevo en la capital. Obtiene un “inmenso suceso” en el Teatro de la Latina (La Voz, 13-10-1930), ameniza con sus danzas andaluzas una fiesta celebrada en casa del escritor Agustín de Figueroa y, acompañada a la sonanta por Pepe de Badajoz, presta su concurso en un nuevo Festival del Montepío de Actores celebrado en el Teatro Español. Después es contratada por el empresario Carcellé para actuar en el Teatro Fuencarral junto a una compañía de variedades. Sus “elegantes ‘toilettes’” y su magistral interpretación de “un buen número de canciones y bailes” (La Correspondencia Militar, 3-12-1930) merecen “ovaciones cerradas” (La Voz, 2-12-1930).

Custodia Romero (Asbury Park Press, 20-4-1927).

Custodia Romero (Asbury Park Press, 20-4-1927).

Despide el año actuando en Toledo, Valladolid y en el Cabaret Lido de Madrid, donde es muy aplaudida su interpretación del pasodoble “Canta, guitarra” (Heraldo de Madrid, 25-12-1930), y en enero marcha a tierras andaluzas para actuar en varias ciudades compartiendo cartel con el humorista e imitador de estrellas Castex. Su debut en Jerez de la Frontera es un gran éxito de crítica y público:

“No exagerábamos al conceptuar en nuestro número anterior a la gentil Custodia Romero, como la aristócrata del baile flamenco, como la más feliz intérprete de plásticas y evocadoras danzas.
[…] desde su presentación en el tablado se adueñó del respetable por su arte exquisito como bailarina, por su belleza morena, por el garbo y gentileza de sus cuerpo.
Los números que ejecutó fueron modelos de ejecución, cuidando siempre de la erutmia (sic) de líneas, del ritmo de compases.
De ahí que su labor fuera tan del agrado del público” (El Guadalete, 27-1-1931).

Sus actuaciones en Sevilla, Málaga, San Fernando y El Puerto de Santa María también se cuentan por triunfos. Tras una breve presentación en el Teatro Eslava de Madrid, en abril regresa al sur para intervenir en el primero de los festivales de música y baile que se ofrecen en el Gran Teatro Falla durante la “Semana de Cádiz”, organizada por el Patronato Nacional de Turismo. El programa de la función es el siguiente:

“Sonatina, de Halffter.
La romería de los cornudos, de Pittaluga.
Danzas gitanas de Turina (estreno).
Selección del Amor Brujo, de Falla (Introducción, Danza del Miedo y Danza del Fuego).
Versiones de concierto, por la Orquesta Bética de Sevilla, dirigida por Ernesto Halffter, con danzas por Custodia Romero y el Cuadro flamenco de Manuel Real (Realito). Decorado de Burmann.
Bailes de estilo clásico andaluz por el Cuadro flamenco de Realito.
Fin de Fiesta, por Custodia Romero” (La Información, 31-3-1931) (3).

Custodia Romero (Mediterráneo, 12-5-1928).

Custodia Romero (Mediterráneo, 12-5-1928).

Con “una interpretación de calidad superior a la que es corriente en el género de variedades”, la Venus de Bronce obtiene un éxitorotundo” (ABC, 16-4-1931):

“… Con religioso silencio se escuchó esta primera parte, culminando la emoción y el interés en el Amor Brujo […], en el que intervino de manera admirable Custodia Romero. Tres veces se repitió este admirable número que se aplaudió ruidosa y fervorosamente la música y la labor de la artista gitana y del maestro Halffter.
La segunda parte fue ocupada en su totalidad por ‘La Venus de Bronce‘, que como mujer es raramente hermosa y como artista una verdadera maravilla. Fue aplaudidísima” (El Noticiero Gaditano, 9-4-1931).

Su contrato con el Patronato de Turismo también contempla la intervención en una fiesta flamenca organizada en una bodega jerezana en honor de unos turistas extranjeros que finalmente no se presentan. El cuadro está formado por varios artistas de la ciudad, como Pantoja, Juanito Jambre o Luisa Requejo, que “obsequió a la escogida clientela con unas ‘soleares’”.

Custodia Romero, ‘La Venus de bronce’, apareció en último lugar y se ofreció a la concurrencia en su ‘propia salsa’.
No fue anoche la artista exquisita que marca los compases de la orquesta con singular precisión. Fue otra. La gitana de cuerpo entero, que a los acordes de la guitarra de Javier [Molina] […] se cimbrea y contorsiona con precisión matemática, con gracia insuperable de mujer escogida para representar el clasicismo andaluz en su quintaesencia.
Y Custodia entre flamencos sobresalía como reina y señora de aquel cuadro que parecía alocado al jalearla…” (El Guadalete, 10-4-1931).

Custodia Romero en la Verbena del Montepío de Actores de 1930 (Estampa, 22-7-1930). BNE.

Custodia Romero en la Verbena del Montepío de Actores de 1930 (Estampa, 22-7-1930). BNE.

Durante la temporada de primavera-verano su presencia vuelve a ser habitual en diferentes eventos, en su mayoría benéficos, que se celebran en Madrid, como una nueva edición del festival del Montepío de Actores (4), la verbena del Círculo de Bellas Artes, o una fiesta de cante y baile flamenco que tiene lugar en la Plaza de la Armería, con la participación de Manuel Vallejo, José Cepero, Manolo de Badajoz o Pastora Imperio, entre otras figuras (La Libertad, 12-6-1931).

También es contratada para amenizar una velada íntima en honor de los toreros mexicanos Pepe Ortiz y Luis Freg, en la que, con la sonanta de José Revuelta, “la maravillosa belleza morena de Custodia Romero palpitó en una farruca y unas bulerías” (Heraldo de Madrid, 20-6-1931). Asimismo, montada a caballo, es la encargada de pedir la llave de los toriles en un festival taurino organizado en el coso de Madrid a beneficio de las hijas del banderillero Sotito, recientemente fallecido (El Imparcial, 15-7-1931).

En el mes de octubre comparte escenario con Antonio Triana, el Pena hijo y Pepe de Badajoz, entre otros artistas, en el Teatro Fuencarral de Madrid, y vuelve a conquistar al público del Kursaal de Sevilla “interpretando como ninguna el baile español, el baile gitano”. Allí estrena “varios números, entre ellos ‘Manolo Reyes’, donde Custodia logra superarse. Mientras viva la artista gitana, el arte no se ha ido” (El Noticiero Sevillano, 15-10-1931).

Poco después llega a las pantallas Isabel de Solís, reina de Granada, un filme de José Buchs hablado y cantado, que tiene como protagonistas a Custodia Romero y Ricardo Galache. Cuando se presenta en el Palacio de la Prensa de Madrid, la bailaora interpreta en la sala algunas de las danzas que aparecen en la película (Ahora, 19-11-1931).

“… Custodia Romero ha demostrado ser una actriz de gran temperamento dramático. Pero su verdadera creación, la que la ha elevado a la categoría de estrella, haciendo que, incluso, varias productoras extranjeras se fijen en ella para ofrecerla (sic) ventajosos contratos, ha sido su última película titulada ‘Isabel de Solís, reina de Granada’” (El Diluvio, 25-2-1936).

Custodia Romero a caballo (Estampa, 16-9-1930). BNE.

Custodia Romero a caballo (Estampa, 16-9-1930). BNE.


Notas:
(1) Bailarina, cantante, actriz y vedette de origen estadounidense afincada en París desde 1925. Sedujo al público europeo con sus exóticos y sensuales bailes, y su exiguo vestuario, compuesto por una falda de plátanos.
(2) También hay quien no comparte ese entusiasmo que muchos sienten por la Baker:
“… cuando el público paladeaba aún el arte bello, serio y dramático de Custodia Romero, irrumpía en la escena Josefina Baker feamente desnuda, con un cinturón de plátanos -no precisamente el de la castidad- que zangoloteaban sobre el vientre enjuto y las flácidas caderas al compás de alaridos de saxofones y rayos de tambor […]
La fama de Josefina Baker es hechura del frívolo snobismo de París; ha cundido por el haz del globo, porque ya se sabe lo que vale el espaldarazo de la ciudad magnífica, siempre ávida de novedades, la ciudad que harta de su ‘champagne’ suele catar como bueno cualquier ‘wiskey’ de contrabando, hecho con alcohol de madera” (Enrique Uhthoff, Diario de la Marina, 11-5-1930).
Guillem Díaz Plaja contrapone el arte de Custodia y Joséphine, en quienes ve, respectivamente, civilización versus primitivismo:
“Recuerdo haber visto bailar una vez, juntas en un mismo programa, a la bailarina española Custodia Romero, llamada la Venus de bronce, y la bailarina internacional Josefina Baker, denominada la Venus de ébano. Muy morenas las dos, finamente esbeltas, una profunda diferencia las separaba. El ritmo. La ancianidad del ritmo. El ritmo de los bailes de Custodia Romero es un ritmo ritual y antiguo, complicado y solemne; expresión de cien emociones sucesivas. Atormentado, morboso, solemne, difícil, trascendente. En lugar del ritmo de Josefina, alocado, superficial, ruidoso, palesador de una simple alegría fisiológica. Josefina es el Primitivismo; Custodia, la Civilización. […]
El ritmo de los bailes de Custodia Romero es un ritmo de éxtasis vital. De vida y de sueños. La arritmia de Josefina Baker es mecánica. De esfuerzo muscular. De trabajo…” (Mirador, 17-3-1932).
(3) También intervienen en la gala la soprano de cámara Ángeles Otein y el pianista José Cubiles.
(4) En el mes de mayo se celebra en el Teatro Romea el Festival del Montepío de Actores y en agosto, en los Jardines del Retiro, tiene lugar la verbena anual, que en esta ocasión es denominada “Fiesta de la Manzanilla”.


Peñita de Andalucía, la niña prodigio del cante jerezano (I)

En las primeras décadas del siglo XX la cantera del cante jerezano se ve enriquecida con la incorporación de jóvenes artistas como Luisa Requejo o Isabelita de Jerez. Ambas debutan de la mano del guitarrista Pepe Crévola, que se convierte así en promotor y descubridor de nuevos valores, labor que continúa con el lanzamiento, en 1917, de una nueva cantaora, su sobrina Lolita Peña, de sólo diez años de edad.

Peñita de Andalucía y Pepe Crévola (Heraldo de Zamora, 17-12-1918)

Peñita de Andalucía y Pepe Crévola (Heraldo de Zamora, 17-12-1918)

Un estreno por todo lo alto

La primera noticia que encontramos sobre esta jovencísima artista se refiere a su actuación en el Teatro de la Unión de Arcos de la Frontera, donde se anuncia como Peñita de Andalucía y, desde el primer momento, conquista al público con su naturalidad y sus extraordinarias dotes para el cante y baile flamenco:

“[…] Presentación de la pequeña, monísima y ya eminente cantadora de flamenco ‘La Peñita de Andalucía’ acompañada de la guitarra por el simpático profesor Pepe Crévola.

[…] ‘La Peñita de Andalucía’ es una monería y una artista en miniatura, que con su endeble figurilla llena de picardía, cantó y bailó por lo jondo de una manera colosal: así dicho, colosal; se trata de una chiquilla de afortunada encarnación del alma andaluza.

El público premió la labor de tan pequeña -pero grande artista-, con una estruendosa salva de aplausos a la terminación de cada número que ejecutó, teniendo que repetir muchos de ellos.

Ya querrían muchas artistas disponer de las facultades semejantes…” (El Guadalete, 2-12-1917).

“[…] Lolita Peña ‘La Peñita de Andalucía’ hizo las delicias del respetable en sus cantes y bailes puramente flamencos, siempre llena de gracia y dicharachera con una naturalidad tan grande, que no viéndola y oyéndola y aun así parecen visiones, que de una ‘muñeca’ como ésa, salga esa voz y ese estilo tan sentimental con llevar a cabo su cometido…” (El Guadalete, 13-12-1917).

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas)

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas, ANC)

A pesar de su juventud, Lolita sorprende por su magistral interpretación del cante por soleá, que le vale ser comparada con la mismísima Niña de los Peines:

“[…] La única rival de la ‘Niña de los Peines’ conocida por ‘La Peñita de Andalucía’ que aún no cuenta once años, al salir a escena, fue recibida con unánimes aplausos que duraron largo rato.

Entonó con dulce acento y gran maestría una ‘soleá’ puramente gitana y con ese estilo que el cante andaluz requiere, que le valió un grandioso éxito, haciéndola repetir infinidad de veces, hasta el extremo que tuvo que decir al público, que se encontraba ya cansada, y por favor que no le pidieran más…” (El Guadalete, 6-12-1917).

Primeras giras por Andalucía y Extremadura

Durante los meses siguientes, la precoz cantaora se presenta junto a su maestro y mentor en localidades como Montellano, Linares, Cabra, Montilla, Priego, Rute o Badajoz, donde cosechan abundantes aplausos.

Durante su estancia en el Teatro López de Ayala de la capital pacense, la jerezana encandila al público “con su voz potente y peculiar estilo en la interpretación de su variado repertorio de canciones flamencas” (Eco Artístico, 15-4-1918), especialmente en los cantes de su tierra:

“[…] Comienza el cante, y con un estilo flamenco, arrancado del corazón de la tierra chulona, aquella garganta derrama sílaba por sílaba, esta letrilla que es todo un poema:

Cuando me siento en tu cama,
lágrimas como garbanzos
en pensar que te quiero
se me caen por la cara.

Aplauden a la precoz artista, que ha logrado entusiasmarnos, mientras ella, haciendo un cucuruchito con sus labios y llevándose sus manecitas a la boca, distribuye besos de agradecimiento…

Volvió a sonar la guitarra, […] y la Peñita canta unas bulerías, donde no sabemos qué aplaudir más, si su majeza o el estilo con que entona al cantar…” (Correo de la Mañana, 4-4-1918).

La Troupe Max (Heraldo de Zamora, 10-12-1918)

La Troupe Max (Heraldo de Zamora, 10-12-1918)

Durante los seis meses siguientes, Peñita y Pepe Crévola desarrollan una intensa actividad artística por toda la geografía extremeña. Mérida, Don Benito, Zafra, Fregenal o Barcarrota constituyen algunas de las paradas de su exitosa gira.

En algunas de esas localidades los jerezanos comparten cartel con la Troupe Max, aunque no existe rival que pueda hacer sombra a Lolita, que “tiene una potente voz y en ella un gusto exquisito” (Correo de la Mañana, 16-8-1918).

Coincidiendo con su actuación en Cáceres, la prensa vuelve a compararla con la más grande de las cantaoras:

“[…] una niña, que acompañada por un notable guitarrista, cantó unas soleares como pudiera hacerlo la tan afamada ‘Niña de los Peines’. El numeroso público que concurrió al cine aplaudió calurosamente a la pequeña que tan grandes condiciones tiene de artista, por lo que se vio obligada a cantar infinidad de veces…” (El Bloque, 23-4-1918).

La vuelta a España con la Troupe Max

Después de recorrer Extremadura, Lolita Peña y Pepe Crévola visitan Andújar, Gibraleón y Huelva, y luego emprenden una nueva gira por las provincias de Valladolid, Zamora y León, y por toda la región gallega.

Esta tournée la realizan integrados en la Troupe Max, “compuesta por cinco señoritas y cinco caballeros, bajo la dirección de don Segundo Max y el renombrado profesor concertador don Francisco Frías” (Heraldo de Zamora, 9-12-1918).

En ciudades como Medina del Campo, Zamora, Toro, León, Astorga, Orense, Santiago de Compostela, Pontevedra o La Coruña, por mencionar sólo algunas, todo el elenco cosecha grandes aplausos, especialmente “la precoz Peñita de Andalucía que tanto en sus cantes flamencos a guitarra como en sus cantos regionales es una verdadera notabilidad” (Heraldo de Zamora, 9-12-1918).

Vista de Lisboa, 1920

Vista de Lisboa, 1920

En mayo de 1919 la Troupe Max viaja a la capital portuguesa y la joven jerezana conquista con su arte al público del Salón Foz:

“En Lisboa están actuando con gran éxito la monísima cantadora de flamenco ‘La Peñita de Andalucía’ y el notable concertista de guitarra Pepe Crévola.

De ambos artistas, se dice lo siguiente en el periódico Diario de Noticias de aquella capital:

‘La graciosa Peñita de Andalucía en sus cantares flamencos denotó poseer una garganta excepcional, siendo superiormente acompañada a la guitarra por el distinguido profesor Pepe Crevola’” (El Guadalete, 1-5-1919). (1)

Durante los meses siguientes, la compañía continúa con su intensa y exitosa gira por Andalucía, Extremadura, Murcia y Alicante. “El trabajo de esta grandiosa troupe consiste en bailes, canciones, parodias excentricidades, canto y baile andaluz y obras cómicas teatrales” (La Tierra, 21-1-1920).

En febrero de 1920, con motivo de su presentación en el Teatro Ortiz de la capital murciana, la prensa dedica grandes elogios a la joven cantaora, a la que, sin embargo, recomienda cambiar de guitarrista:

“[…] Como nota sobresaliente continúa Peñita de Andalucía llevándose al público de calle” (El Liberal de Murcia, 13-2-1920).

“[…] Peñita de Andalucía canta y baila admirablemente, alcanzando éxito que comparte con el resto de la compañía” (El Día; reproducido por El Guadalete, 7-3-1920).

“[…] Peñita de Andalucía tiene una voz magnífica y canta el flamenco como las grandes maestras de ‘cante jondo’ pero este número adolece de ‘tocaor’: es algo deficiente.

Peñita de Andalucía es lo mejor de la troupe, es lo que hay que oír.

Esta niña no pasará mucho tiempo que actuando con un buen ‘tocaor’ rivalice con la estupenda Niña de los Peines” (El Liberal de Murcia, 12-2-1920).

Orán, una de las ciudades visitadas por Lolita Peña en 1920

Vistga de Orán (Argelia), una de las ciudades en las que actúa Lolita Peña en 1920

Tras una gira por el norte de África junto a la Troupe Max, en la primavera de 1921 Lolita Peña y Pepe Crévola vuelven a las carreteras andaluzas, ahora ya en solitario, con un “número compuesto de cantos regionales, conciertos de guitarra y canto flamenco a gran voz” (Eco Artístico, 30-4-1921).

Actúan en localidades como Espejo, Martos, Baena, Santiago de Calatrava, Alcaudete, Bujalance, Villa del Río y Arjona. La cantaora jerezana, que a pesar de su juventud cuenta ya con una larga trayectoria a sus espaldas, recibe sonoros aplausos y elogios en todos los teatros donde se presenta:

“[Espejo, Córdoba] … Esta artista, que es un manojito de nervios y tiene facultades para llegar a colocarse en primera fila, ha sido también aplaudidísima y obligada a repetir bastantes números de su extenso repertorio” (La Voz, 9-4-1921).

“[Alcaudete, Jaén] … Ha constituido un éxito la presentación de la notable cantante de aires regionales y flamenco, Peñita de Andalucía, la que no dudamos supera a la renombrada Niña de los Peines, y del celebrado profesor de guitarra Pepe Crévola” (Eco Artístico, 30-5-1921).

NOTA:
(1) La traducción es mía.


Luisa Requejo, la ‘Petit Niña de los Peines’ (y IV)

(Artículo revisado en octubre de 2017, tras las III Jornadas de Estudio del Cante, celebradas en Jerez y dedicada a la memoria de Luisa Ramos Antúnez, Luisa Requejo y María Valencia)

 

En enero de 1927, Luisa Requejo, “notabilísima artista” y “estupenda cantaora de flamenco” (La Libertad, 5-1-1927), actúa en el Monumental Cinema de Madrid, en un concierto de ópera flamenca organizado por el empresario Vedrines.

Entre los dieciocho artistas que componen el reparto destacan los cantaores Antonio García Chacón, el Canario de Madrid, el Niño de Linares, el Chato de las Ventas, el Niño de la Flor, el Niño de las Marianas II o el Niño de Coín.

Un año más tarde, la “célebre cantadora de flamenco” Luisa Requejo participa en una fiesta en honor del actor Manolo Codeso, que se celebra en el Gran Teatro de Cádiz (El Noticiero Gaditano, 13-1-1928); y poco después, también en la Tacita de Plata, comparte cartel con José Cepero, Paquita Morán y el Niño de Hierro en el Teatro Principal (El Noticiero Gaditano, 23-4-1928).

Paquita Morán (Ondas, 24-5-1930)

Paquita Morán (Ondas, 24-5-1930)

Nuevos éxitos en Madrid

Durante el año 1929 la prensa vuelve a situar a la Requejo en Madrid, en teatros como los de Chueca, Price o Eslava, junto a artistas de la talla de Manuel Torre, Pena Hijo o José Cepero:

[Teatro Chueca] “… El Sevillanito, la Requejo, Sepepe, Luisito López, Estampio, y el emperador del cante flamenco, ídolo de los verdaderos aficionados MANUEL TORRES alternarán con las famosísimas estrellas del baile y del cuplé CARMELITA SEVILLA, PAQUITA GARZÓN y LA PRECIOSILLA” (Heraldo de Madrid, 31-1 y 1-2-1929)

[Teatro de Price] “A las seis y media, y diez y media, gran concierto de cante flamenco, tomarán parte las principales figuras del género: Luis Revilla, Marianas, Villarrubia, Chato, la Requejo, Pena (hijo) y Cepero” (La Época, 6-3-1929).

[Teatro Eslava] “ESTRENO del sainete en dos actos y tres cuadros, de Joaquín Vela y Ramón W. Moreno, música del maestro Ernesto Rosillo. ¡Es mucha Cirila! […] Intervienen en el segundo acto la célebre cantaora LUISA REQUEJO y el notable guitarrista ANDRÉS HEREDIA ‘EL BIZCO’” (Heraldo de Madrid, 21-11-1929).

En esos años también se anuncia en prensa la aparición de algunos discos de Luisa Requejo, impresionados por el sello La voz de su amo con el acompañamiento de Ramón Montoya a la guitarra, y distintas emisoras de radio emiten sus cantes.

Manuel Torres

Manuel Torres

Grandes eventos

Las últimas actuaciones de la cantaora jerezana que hemos podido documentar corresponden a tres eventos relevantes:

El primero de ellos es el homenaje ofrecido en 1929 a los Hermanos Machado en el Hotel Ritz de Madrid para celebrar el éxito de su obra La Lola se va a los Puertos, que se representa en el Teatro Fontalba. La fiesta flamenca es amenizada por artistas de primera fila, entre los que destacan Isabelita de Jerez y Ramón Montoya:

“El miércoles, después de la función de la noche en Fontalba, donde se interpretó “La Lola se va a los puertos”, parte inicial del programa, se continuó éste en un hotel de la corte con una típica fiesta flamenca en honor de los hermanos Machado, para subrayar así, en lo que concierne a la colaboración de amigos y admiradores, el nuevo éxito que han logrado ambos excelentes poetas con aquella obra.

En ‘la fiesta del cante y de la guitarra’ intervinieron el ‘tocaor’ Ramón Montoya, los ‘bailaores’ ‘la Trigueñita’ y Rovira y los ‘cantaores’ ‘Niño del Museo’, ‘Guerrita’, ‘Angelillo’, Isabelita, Martel y ‘la Requejo’” (El Sol, 29-11-1929).

Estreno de La Lola se va a Los Puertos, foto extraída del libro Perico El del Lunar. Un flamenco de Antología de José Luis Gamboa (2001)

Estreno de La Lola se va a Los Puertos, foto extraída del libro Perico El del Lunar. Un flamenco de Antología, de J. M. Gamboa (2001).

El segundo evento tiene lugar en la finca El Majuelo de Jerez en septiembre de 1930, con motivo del segundo centenario de la Casa Domecq. Entre otros actos, se celebra una fiesta flamenca, que cuenta con un elenco de lujo:

“… Allí estaban la hermanas Pompi, Luisita Requejo -nuestra paisana, alejada hace años de Jerez-, El Niño de Gloria, El Limpio -un artista sevillano que es una cosa muy seria-, Aurelio de Cádiz, Perico el der Lunar -otro jerezano que sigue triunfando en Sevilla, el veterano y siempre grande Javier Molina, Cabeza, Rafael El Carabinero, Manuel Morales, Antoñirri, Vicente Pantoja El Troncho…

Después actuaron -esto nos lo comunicaron por teléfono- Manuel Torres, su hermano Pepe, Isabelita la de Jerez, la Niña de Santa Cruz y el excicerone (sic) jerezano don José Durán y Mediavilla, que a la par representa uno de los más importantes talleres de sastrería de Madrid, con sucursal en Jerez […]” (El Guadalete, 26-9-1930).

Isabelita de Jerez

Isabelita de Jerez

El tercer acontecimiento es una fiesta celebrada en 1931 en las Bodegas Domecq de Jerez para agasajar a un grupo de turistas procedentes de Cádiz, que finalmente no se presentan. A pesar de todo, la juerga no se suspende. Después de escuchar a Pantoja y Juanito Jambre, el público disfruta del cante por soleá de Luisa Requejo y del baile de Custodia Romero:

“NO VINIERON LOS TURISTAS

Pero celebróse la fiesta flamenca

Contra lo que se esperaba, no llegaron ayer los turistas en cuyo honor había organizado el Patronato Nacional del Turismo, una fiesta flamenca.

[…] Del cuadro flamenco formaron parte varias jovencitas ‘juncales’ que bailaron con donaire y gracia, con ‘entolomaquia gitana’, que expresaría un veterano en estos menesteres.

Pantoja cantó bien; ‘Juanito Jambre’ entonó unas seguidillas gitanas como su cuerpo y su alma; Luisita Requejo, obsequió a la escogida clientela con unas ‘soleares’ en las que arremetió con los mismos bríos de cuando era chiquillacuando la escuchábamos en la calle Évora desde la redacción y talleres de EL GUADALETE, hace quince años no más.

Morales, tocó bien, muy bien y a última hora surgió Javier Molina, el veterano Javier, que nunca se pone viejo y que tendrá que ser un mago de la guitarra siempre.

Custodia Romero, ‘La Venus de bronce’, apareció en último lugar y se ofreció a la concurrencia en su ‘propia salsa’” (El Guadalete, 10-4-1931).

Custodia Romero, la Venus de Bronce (Crónica, 1-11-1931)

Custodia Romero, la Venus de Bronce (Crónica, 1-11-1931)

Aquí le perdemos la pista a esta genial cantaora, que nos dejó cuando se encontraba en la plenitud de su vida y de su arte. Según el acta de defunción expedida por el Registro Civil, Luisa Requejo Víctor falleció de bronconeumonía el día 5 de febrero de 1940 en su domicilio madrileño, sito en el número 9 de la Calle Doctor Castelo, junto al Parque del Retiro. Estaba soltera y dejaba dos hijos, llamados Florencio e Ignacio. Afortunadamente, nos queda el legado de sus cantes, felizmente recuperados por la Colección Flamenco y Universidad.

 

Algunos cantes de Luisa Requejo, por cortesía de Pedro Moral:


Luisa Requejo, la ‘Petit Niña de los Peines’ (III)

(Artículo revisado en octubre de 2017, tras las III Jornadas de Estudio del Cante, celebradas en Jerez y dedicada a la memoria de Luisa Ramos Antúnez, Luisa Requejo y María Valencia)

 

En julio de 1921 la compañía de comedias de Benito Cebrián y Pepita Meliá representa en el Teatro Eslava de Jerez el sainete Trianerías, de Muñoz Seca y Pérez Fernández. Según el programa de mano de la función, “las saetas del final del cuadro 5º serán cantadas por la afamada artista Luisa Requejo, cantando varios números flamencos, acompañada a la guitarra por el célebre Javier Molina” (1).

Unos meses más tarde, la cantaora exhibe su extenso repertorio en una fiesta flamenca que se celebra en el despacho de vinos de la jerezana Calle Clavel:

“… un rato agradable, amenizado por la aplaudida cantadora de flamenco Luisa Requejo y el buen concertista de guitarra Cristóbal Salazar.

Tarantas, malagueñas, bulerías, seguidilla, y por último el pasodoble ‘Desfilen’” (El Guadalete, 15-11-1921).

El Niño de Marchena

El Niño de Marchena

Tras actuar en San Fernando con el mismo guitarrista, en mayo de 1922 Luisa triunfa durante varios días en el Kursaal Gaditano de Cádiz. Sus cantes flamencos constituyen el número principal del programa, en el que también figuran varios artistas de variedades:

“Dice Diario de Cádiz:

‘Se ha visto muy favorecido el Kursaal con motivo de la actuación de Luisita Requejo, la modesta y joven y bella artista de cante andaluz.

Este arte es para nosotros una segunda naturaleza, y por eso las familias concurren a los salones del Kursaal para escuchar las tarantas, bulerías y fandanguillos que interpreta Luisa Requejo con singular donaire y sentimiento” (El Guadalete, 26-5-1922).

Una carrera en alza

En esa época, la cantaora jerezana adquiere cada vez mayor proyección fuera de su tierra y empieza a codearse con los artistas más prominentes de su tiempo. En 1924 regresa a Madrid para actuar durante varios meses en el Kursaal Imperial, junto a El Gloria, El Cojo de Málaga y Ramón Montoya, y posteriormente en Maravillas, donde se anuncia como “la reina del cante flamenco” (El Imparcial, 20-11-1924). El éxito no se hace esperar:

Luisita Requejo

He aquí una andaluza garbosa que trae locos a los aficionados al cante flamenco. Su actuación en el Kursaal Imperial (¿por qué llamar Kursaal a un espectáculo netamente andaluz?) es un éxito continuado: sus ‘seguiriyas’ gitanas y sus malagueñas tienen a los concurrentes al Imperial sin poder conciliar el sueño. Nos dicen que terminará pronto; hay que advertir que lleva más de un mes actuando en el local antedicho. ¿No podría ser que antes de despedirse diera a conocer sus sentidas saetas? Tenemos entendido que en ese género de canción hay quien la compara con la célebre Niña de la Alfalfa. Con que Luisita, a dar gusto a sus admiradores” (La Libertad, 8-11-1924).

La Niña de la Alfalfa (Correo Extremeño, 15-2-1929)

La Niña de la Alfalfa (Correo Extremeño, 15-2-1929)

El concurso de Sevilla

En abril de 1925, con la asistencia de varios miembros de la Familia Real, se celebra en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla la Fiesta del Cante y el Baile Andaluz, un concurso que tiene como objetivo dignificar el arte flamenco.

Además de los participantes aficionados, en él intervienen profesionales de prestigio, como los cantaores Luisa Requejo, el Niño de Marchena y Fernando el Herrero; los guitarristas Currito el de la Jeroma, Niño Ricardo y Baldomero Ojeda; y las bailaoras Juana la Macarrona y Soledad la Mejorana. Don Antonio Chacón forma parte del jurado.

El primer día del concurso, la jerezana conquista al público con su cante por soleá:

“Aparece la profesional Luisa Requejo. La soleá está en la escena.

‘En el mirar solamente
Comprenderás que te quiero,
Y también comprenderás
Que quiero hablarte y no puedo’.

¡Olé! Exclama el público, que ya va entrando en la fiesta. La Requejo ha gustado mucho” (El Liberal de Sevilla, 16-4-1925) (2).

En la segunda jornada, la cantaora interpreta con gran estilo malagueñas, seguiriyas y medias granadinas, acompañada a la guitarra por Currito el de la Jeroma:

La Requejo aparece en el escenario, y con gran estilo canta malagueñas. La aplauden mucho y canta seguidillas, y ante los aplausos de la concurrencia terminó con medias granadinas. Currito el de la Jeroma y la cantaora han agradado mucho” (El Liberal de Sevilla, 18-4-1925).

Fiesta del Arte Andaluz, Hotel Alfonso XIII de Sevilla, 1925

Fiesta del Arte Andaluz, Hotel Alfonso XIII de Sevilla (La Unión, abril de 1925)

Ópera flamenca

Tras el concurso de Sevilla, Luisa retoma sus recitales por los teatros de pueblos y ciudades, acompañada por Javier Molina, y en el verano de 1926 se integra en una compañía de cante jondo organizada por el empresario Vedrines, que ofrece espectáculos de ópera flamenca en las plazas de toros de distintas localidades.

En el elenco figuran algunos de los artistas más destacados del momento, entre ellos, los cantaores La Niña de los Peines, El Cojo de Málaga, Manuel Centeno, El Canario, El Canario de Madrid y la Perla de Triana; acompañados por los guitarristas Javier Molina, Ramón Montoya, Luis Yance y Victoria de Miguel. El baile corre a cargo de Juana la Macarrona, Paula la Flamenca, Carmelita la Guapa y Estampío.

Durante los meses de julio y agosto, la compañía visita Cartagena, Córdoba, Cádiz y Granada. Las tres cantaoras son “muy estimables y justamente aplaudidas” (El Porvenir, 17-7-1926).

NOTAS:
(1) Esta información la recoge Juan de la Plata en su artículo “En la calle de la Amargura cantó Luisa Requejo” (Diario de Jerez, 20-3-1994). He podido consultarlo gracias a Salvador Rubio, que me proporcionó una copia del mismo durante la III Jornada de Estudio del Cante.
(2) Las referencias procedente de la prensa de Sevilla han sido localizadas por José Luis Ortiz Nuevo y se pueden consultar en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.

 

Algunos cantes de Luisa Requejo, por cortesía de Pedro Moral: