Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Gabrielita la del Garrotín, reina de los bailes de chufla (III)

Las primeras noticias que nos ofrece la prensa sobre Gabriela Clavijo datan de la primera década del siglo XX y la sitúan actuando en los escenarios de variedades de distintas ciudades españolas, principalmente en la zona de Levante. Corresponden, por tanto, a la etapa inicial del género de varietés y coinciden con la eclosión del garrotín como baile de moda.

Frente a artistas como Encarnación la Malagueñita o Dora la Gitana, que se publicitaban como reinas y señoras de esa especialidad coreográfica, Gabrielita se hacía llamar la “niña del garrotín” (1) (La Tarde, 1906b: 2) y se anunciaba en los carteles como “la verdadera creadora” del mismo (ibidem, 1906a).

Dora la Gitana. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Dora la Gitana. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Entre los meses de marzo y abril de 1906, trabajó durante una larga temporada en el Café Mahonés de Palma de Mallorca, donde formaba parte de una troupe franco―española integrada por bailarinas y cupletistas como Juanita Nájar, Andrea Canela, Mlle. D’Herbes, Mlle. Saphir o Enriqueta Vila (ibidem, 1906b: 2).

En diciembre de 1907 retomamos su pista en Valencia, en uno de los pabellones cinematográficos instalados en el recinto ferial del Llano del Remedio, compartiendo espacio con el Circo Ecuestre Feijóo y dos tiovivos (El Pueblo, 1907: 2).

Entre 1909 y 1910 la encontramos con cierta frecuencia en la Ciudad Condal. Participó en unos festivales populares celebrados en el Teatro Circo Barcelonés, en los que intervinieron varios conjuntos procedentes de Cataluña, Aragón y Andalucía. Este último ofreció un “concierto andaluz por el cuadro de los maestros Lara y Vega, en el que figura la Clavijo, creadora del garrotín” (La Publicidad, 1909: 4).

En enero de 1910 se la pudo ver en el Sport Toboggan, sito en el Paralelo (El Diluvio, 1910a: 5) y en la Sala Balmes, de las Ramblas (ibidem, 1910b: 5). Pasó buena parte del verano cosechando éxitos en el Alcázar Español, donde actuaba un “gran cuadro flamenco en el cual toma parte la señorita CLAVIJO, la reina del garrotín y el señor LÓPEZ, célebre cantaor” (ibidem, 1910c: 3). El programa también incluía cinematógrafo y zarzuelas sicalípticas.

Tras presentarse en el Gran Salón Victoria de Huelva en el mes de octubre (La Publicidad, 1910: 2), en noviembre trabajó dos semanas en el Gran Café Apolo de Barcelona, compartiendo cartel con artistas de variedades como Navarrita con su hormiguita, Adela Sanz, el Dúo Casanovas o la bailarina Canela (El Diluvio, 1910d: 4).

Juana la Macarrona

Juana la Macarrona

La prensa de 1911 nos informa sobre el traslado de “Gabriela Clavijo (Reina del garrotín)” de Madrid a Sevilla, con un contrato para el Salón Novedades (Heraldo Militar, 1911: 3), templo jondo en el que durante años ejerció su sacerdocio la inmensa Juana la Macarrona; y de su exitosa presentación en Sanlúcar de Barrameda (El Guadalete, 1911: 2). De esa época contamos con escasos testimonios que arrojen algo de luz sobre la trayectoria artística y vital de Gabrielita, lo cual podría deberse a la exigua atención que los diarios solían dedicar a los cafés cantantes y a sus artistas.

En noviembre de 1912 se anunciaban en el Salón Novedades de Valencia las canzonetistas Emilia Piñol y la Sultana, la pareja de baile Las Gaditanas (El Pueblo, 1912: 2), así como la formada por Carmen Díaz y Enrique Sánchez, la bailarina Carmelita Sevilla y “Gabrielita, la niña del garrotín (premio en el concurso de feas), que aunque no baila mal, es más propio su trabajo de un café cantante” (Eco Artístico, 1912: 30). La utilización de su fealdad como reclamo choca de plano con el hecho de actuar en ese tipo de locales, en los que se concedía un alto valor a la belleza de las intérpretes, a veces incluso por encima de sus capacidades. Se puede inferir, por tanto, que la bailaora poseía grandes cualidades artísticas que avalaban su triunfo.

De Valencia se trasladó a Cartagena, donde inauguró el Cine Sport y pasó después al Ideal Room. En el primero de ellos “la célebre Gabrielita, conocida por soberana del garrotín”, compartió cartel con la canzonetista Tina Desmet y constituyó “la nota saliente” del programa (El Eco de Cartagena, 1912a: 2), por presentar “un trabajo completamente nuevo en la clase del de varietés” (ibidem, 1912b: 2). En el segundo debutó el día 3 de enero junto al dúo de transformistas cómicos Maso-Maró, y “obtuvo justos y merecidos aplausos por la gracia con que bailó los garrotines y las farrucas” (ibidem, 1913: 2).

Carmen Díaz y Enrique Sánchez. Foto: Archivo Casau, Región de Murcia.

Carmen Díaz y Enrique Sánchez. Foto: Archivo Casau, Región de Murcia.

Poco después debutó en Almería. La prensa la sitúa en el mes de febrero en el Salón Victoria (El Popular, 1913: 3) y en diciembre, de nuevo en ese local, que había sido renombrado como Salón Café España (La Información, 1913: 3). En ambas ocasiones Gabriela Clavijo se rodeó de un nutrido elenco de artistas de variedades en el que destacaba la bailarina y cupletista Amparito Medina. Dado que los diarios no publican regularmente el programa completo de estos salones, es difícil determinar cuánto tiempo permaneció en Almería la Niña del Garrotín, mas el hecho de que volviese a ser contratada indica, al menos, que consiguió conquistar al público.

En enero de 1914 se presentó con “éxito ruidoso” en el Cine Escudero de Cádiz (La Publicidad, 1914: 2), junto a artistas como la bailarina Consuelo La Iberia o las cantantes La Sevillita y Adela Martina; y en febrero se anunció en el Gran Cine de Córdoba (Revista de Varietés, 1914: 10). En primavera la encontramos en el Teatro de la Princesa de Valencia, donde formó parte de un extenso programa de variedades en el que figuraban los famosos transformistas Les Harturs y la cupletista Aygel (El Pueblo, 1914: 4).

A partir del verano la prensa la sitúa en varias ocasiones en el Gran Salón Cine Doré de Barcelona, compartiendo cartel con una treintena de artistas, entre los que sobresalen las bailaoras Carmen Flores (El Poble Català, 1914a: 4) y Rafaela la Tanguera. Es en este local donde la encontramos anunciada por primera vez como “bailarina cómica” (ibidem, 1914b: 3). Durante los primeros meses de 1915 se la pudo ver en otras salas de varietés de la Ciudad Condal, como la Sociedad Recreativa la Mascota (El Diluvio, 1915: 5), y el Cine Picarol de Badalona (Eco Artístico, 1915a: 15).

Rafaela la Tanguera. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Rafaela la Tanguera. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

En esa época, Gabriela Clavijo también volvió a presentarse ante el público madrileño, en la sala Chantecler ―junto a los bailarines Los Paraguayos, Manolita Alonso, Mari-Guerrita y Gitanela, entre otros artistas (ibidem, 1915b: 11)―, en la brasería del Hotel Palace (ABC, 1915: 21) y en el salón Versalles, en cuyo programa de varietés destacaba un gran cuadro flamenco formado por artistas de primer nivel, como los guitarristas Adela Cubas, Mariscal y Ramón Montoya, el cantaor Antonio Pozo ‘El Mochuelo’, y los bailaores Estampío, Carrasco y Gabrielita, la Niña del Garrotín; que, junto a las bailarinas Romanitas, Coppelia y La Madrid, y la cancionista Carmen Oriente, protagonizaron un número titulado “Andalucía en Versalles”:

Indudablemente el éxito teatral de este verano lo ha constituido la brillante fiesta titulada Andalucía en Versalles, verdadera nota de color y buen gusto, que viene congregando un público selecto y numeroso en este recreo y que hace aparecer diariamente en la taquilla el cartel de ‘No hay billetes’ (La Correspondencia de España, 1915: 7).

Con El Mochuelo y Adela Cubas volvió a coincidir en febrero de 1916 en el Salón Imperio de La Coruña, donde obtuvo “un éxito colosal la ‘Gran Fiesta Andaluza’” que se celebraba al final de cada sesión con la intervención de todos los artistas del cuadro, en el que también figuraban la bailarina Carmen Sánchez y la cupletista Marieta (Eco Artístico, 1916a: 2).

Adela Cubas

Adela Cubas

Asimismo, durante su gira por tierras gallegas, la Niña del Garrotín se detuvo en el Salón Pinacho de Vigo ―allí “obtuvo un buen éxito”, compartiendo cartel con Dora la Cordobesita (ibidem, 1916b: 19)― y en el Bar Carrillo de Pontevedra. En este último se repartió los aplausos con la canzonetista Paquita Hernán, aunque la mayor parte de los elogios fueron para ella:

… sigue actuando con gran éxito la notableGabrielita‘ que con sus bailables favoritos nos proporciona todas las noches ratos agradabilísimos.
Es lástima que esta gran artista no reúna condiciones para el canto pues de ser así podríamos decir sin temor a engañarnos que era el único astro del arte coreográfico.

No en balde se le ha concedido el título de ‘reina del garrotín‘ pues ejecuta con tal maestría este y otros bailables de este género, que desde luego por muy profano que les sea en esta materia se ve que es una artista.
Es una bailarina excéntrica de lo mejor que tenemos en la actualidad y lamentamos de veras que se halle entre nosotros tan poco tiempo pues aparte de un gracejo especial es de las que atrae al público con sus creaciones de baile (La Correspondencia Gallega, 1916: 3).

Además de resaltar las excelentes cualidades dancísticas de Gabriela Clavijo, esta crónica incide en varios aspectos interesantes, como su capacidad creadora y su dominio de un repertorio que va mucho más allá de su famoso garrotín de chufla. Por otra parte, el testimonio de Ramón Montoya recogido por Blas Vega en su libro sobre los cafés cantantes madrileños (2006: 310) desmiente esa idea de que la artista no poseía dotes para el cante.

Tras su periplo gallego, la Niña del Garrotín regresó a Sevilla en el mes de abril para actuar en el Kursaal Central, famoso local de varietés sito en la Calle Sierpes donde en los últimos años habían actuado artistas flamencos de la categoría de Manuel Torres, Luisa Requejo o la Niña de los Peines (2).

La Niña de los Peines (Foto de Antonio Esplugas)

La Niña de los Peines. Foto: Antonio Esplugas, ANC.


Notas:
(1) En los años diez también usaría este remoquete la cantaora y guitarrista Josefa Moreno, la Antequerana.

(2) Normalmente los diarios ofrecen escasa o nula información sobre el programa de estos locales ―la mayor parte de los días simplemente indican que en ellos se ofrecen variedades y flamenco―, por lo que resulta muy difícil saber qué artistas actuaron y durante cuánto tiempo. En contadas ocasiones se publican anuncios o gacetillas, que nos permiten situar en el Kursaal Central de Sevilla, por ejemplo, a Manuel Torres (El Noticiero Sevillano, 1914: 2), a Luisa Requejo (El Guadalete, 1915: 2) o a la Niña de los Peines (El Liberal de Sevilla, 1916: 4).

Referencias:

ABC (1915, 10 de mayo). “Brasserie Palace Hotel”, p. 21.

Blas Vega, José (2006). Los cafés cantantes de Madrid (1846―1936). Madrid: Ed. Guillermo Blázquez.

Eco Artístico (1912, 15 de noviembre). “Salón Novedades”, p. 30.

Eco Artístico (1915, 5 de marzo). “Cine Picarol”, p. 15.

Eco Artístico (1915, 5 de mayo). “Chantecler”, p. 11.

Eco Artístico (1916, 15 de febrero). “Salón Imperio”, p. 2.

Eco Artístico (1916, 5 de marzo). “Salón Pinacho”, p. 19.

El Diluvio (1910, 2 de enero). “Sport Toboggan”, p. 5.

El Diluvio (1910, 24 de enero). “Sala Balmes”, p. 5.

El Diluvio (1910, 15 de julio). “Alcázar Español”, p. 3.

El Diluvio (1910, 15 de noviembre) “Gran Café Apolo”, p. 4.

El Diluvio (1915, 16 de enero). “La Mascota”, p. 5.

El Eco de Cartagena (1912, 21 de diciembre). “Cine Sport”, p. 2.

El Eco de Cartagena (1912, 23 de diciembre). “Cine Sport”, p. 2.

El Eco de Cartagena (1913, 4 de enero). “Ideal Room”, p. 2.

El Guadalete (1911, 19 de agosto). “Teatros y artistas”, p. 2.

El Guadalete (1915, 17 de abril). “Artista”, p. 2.

El Liberal de Sevilla (1916, 1 de enero). “Kursaal Central”, p. 4.

El Noticiero Sevillano (1914, 21 de abril). “Kursaal Central”, p. 2.

El Poble Català (1914, 7 de agosto). “Gran cine saló Doré”, p. 4.

El Poble Català (1914, 16 de diciembre). “Gran cine saló Doré”, p. 3.

El Popular (1913, 2 de febrero). “Debut de una artista”, p. 3.

El Pueblo (1907, 26 de diciembre). “La Feria”, p. 2.

El Pueblo (1912, 15 de noviembre). “Espectáculos”, p. 2.

El Pueblo (1914, 18 de mayo). “Princesa”, p. 4.

Heraldo Militar (1911, 15 de abril). “Cines y varietés”, p. 3.

La Correspondencia Gallega (1916, 25 de febrero). “Bar Carrillo”, p. 3.

La Información (1913, 12 de diciembre). “Café Salón España”, p. 3.

La Publicidad (1909, 12 de noviembre). “Espectáculos. Teatro Circo Barcelonés”, p. 4.

La Publicidad (1910, 12 de octubre). “De teatros”, p. 2.

La Publicidad (1914, 28 de enero). “De teatros”, p. 2.

La Correspondencia de España (1915, 3 de septiembre). “Cine y varietés”, p. 7.

La Tarde (1906, 13 de marzo). “Café Mahonés”, p. 2.

La Tarde (1906, 16 de marzo). “Café Mahonés”, p. 2.

Revista de Varietés (1914, 20 de febrero). “Gran Cine”, p. 10.


Gabrielita la del Garrotín, reina de los bailes de chufla (II)

El triunfo del garrotín en los escenarios de variedades

El flamenco no fue ajeno a la vorágine renovadora que inundó los salones de varietés en las primeras décadas del siglo XX, y que se tradujo en la introducción de un buen número de innovaciones, en lo que se refiere tanto a la presentación de los números ―indumentaria, escenografía…― como al repertorio propiamente dicho. La guitarra cedió protagonismo a otros instrumentos, surgió el cuplé aflamencado y se pusieron de moda cantes y bailes como la bulería, la farruca o el garrotín. En el plano coreográfico, este último estilo experimentó un auge inusitado. Podría hablarse incluso de una auténtica fiebre del garrotín, que trascendió la esfera de lo jondo y atrajo a artistas de todo tipo.

Encarnación Hurtado, la Malagueñita. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Encarnación Hurtado, la Malagueñita. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Aunque el maestro Otero (1978: 212) atribuye su difusión a Francisco Mendoza Ríos, ‘Faíco’, se trata de un baile que ha sido cultivado mayoritariamente por mujeres. Las primeras referencias hemerográficas que nos hablan del garrotín datan de 1905 y tienen como protagonista a Encarnación Hurtado, ‘la Malagueñita’, que se anunciaba en el cabaret La Gran Peña de Barcelona bailando la farruca, el garrotín y los tangos (El Diluvio, 1905: 3). Unos meses más tarde, coincidiendo con su presentación en el Salón Concert Actualidades de Madrid, la prensa se refería a ella como “la creadora de los bailes gitanos La farruca y El garrotín” (Heraldo de Madrid, 1906: 4).

Sin embargo, la malagueña no fue la única en atribuirse este honor. Una de las más aventajadas candidatas al título era su paisana Dora la Gitana ―sobrenombre de Antonia Galindo, ‘la Sillera’―, indiscutible reina de dicho baile, que también se presentaba como “la creadora de la sugestiva farruca y el dislocante garrotín” (La Publicidad, 1908: 4). Ambas solían interpretarlo ataviadas con traje de hombre.

Es interminable el listado de bailarinas, tanto flamencas como de otras especialidades, que en esa época usaban como reclamo su dominio del garrotín. Podemos mencionar a Paca Romero ‘la Morita’, Blanca Azucena, Conchita Ledesma, Anita Delgado, Lourdes la Cordobesita, Carmelita Ferrer, Rafaela la Tanguera, la Estrella de Andalucía, La Canela o la Bella Lunaritos, por citar sólo a algunas. Encarnación López ‘la Argentinita’, “reina verdad de la ‘Farruca’ y ‘Garrotín’”, incluso desafiaba a bailar en el Teatro Gayarre de Barcelona “a todas las profesionales, comprometiéndose a regalar a la que venza en estos bailes gitanos un premio en metálico” (El Diluvio, 1908: 6).

Paca Romero, la Morita. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

Paca Romero, la Morita. Foto: Antonio Esplugas, ANC.

La fiebre del garrotín también alcanzó a artistas foráneos y dio lugar a números tan extravagantes como el de “Miss Lenka, con su jauría de perros y su caballo, que baila el garrotín” (El Diluvio, 1910b: 6); el de “la ‘Calvetti’ y su perro Thuin que bailará el Garrotín Gitano” (La Publicidad, 1912: 6); o la “Danza de Otello, parodia de Garrotín”, interpretada por los Washington-Stars americanos (El Diluvio, 1910a: 5).

La Saha-Rita hizo una versión sicalíptica de esta danza, que ofrecía “en camisa” en el Teatro Arnau de Barcelona los “días de programa verde” (ibidem, 1911: 4). Asimismo, se estrenaron numerosas obras teatrales que incluían escenas en las que se ejecutaba dicho baile. El sainete lírico El niño del garrotín (1910), la revista La diosa del placer (1910), el juguete cómico-lírico-bailable El maestro garrotín (1911) y el sainete lírico en un acto La reina del garrotín (1911) son solo algunos ejemplos.

Los excesos asociados a esta especialidad coreográfica, en lo que se refiere tanto a su omnipresencia en los cabarets y salones de variedades, como al carácter lúbrico ―y, por ende, inmoral― que se le asociaba, llevaron a algunos a solicitar la adopción de “medidas coercitivas contra [el garrotín], porque está comprometida hasta la seriedad de nuestros más respetables padres de familia” (Zaragüeta, 1911: 4).

Sin embargo, figuras como Pastora Imperio o Julia Borrull elevaron el género a la categoría de refinada obra artística: “… hasta el garrotín, tan desprestigiado por las prófugas de la cocina, es bello cuando [Pastora] lo baila”, escribía un cronista (El Liberal, 1912: 3). “Un garrotín bailado por Julia Borrull es una ofrenda al buen gusto y una reconciliación con el arte”, afirmaba otro (La Publicidad, 1916: 4).

Según Teresa Martínez de la Peña, estamos ante una danza “mitad baile mitad parodia, [que] con ademanes bastante simples se mueve en el terreno de la gracia fácil. Lo fundamental está en el gesto, de guasa o despectivo. Desde luego es baile de chufla por excelencia” (2006: 24). No obstante, en esos años de efervescencia del garrotín cabe distinguir la labor de artistas que explotaron e incluso intensificaron esa comicidad innata, como es el caso de Don Jenaro el Feo, a quien ya nos hemos referido, o de Gabriela Clavijo, especialistas ambos en el denominado garrotín cómico.

Antonia Mercé, la Argentina, en el garrotín. Foto: MAE-IT.

Antonia Mercé, la Argentina, en el garrotín. Foto: MAE-IT.

Gabrielita la del Garrotín y sus inicios en el mundo artístico

En su Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco (1988), José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz afirman que Gabriela Clavijo era sevillana, y hacen referencia a una entrevista que le hizo José María Carretero Novillo, alias El Caballero Audaz, y que debió de salir publicada entre los años veinte y treinta en alguno de los periódicos o revistas con los que colaboró el escritor (1). Posteriormente, éste la incluyó en el volumen cuarto de su obra Galería. Dicho texto nos ofrece un testimonio de incalculable valor.

Carretero Novillo coincidió con la entrevistada en una función benéfica organizada en el Teatro Español de Madrid por la Junta de aristócratas, en la que intervinieron las bailaoras Pastora Imperio y la Argentinita, así como el actor Pepe Moncayo, que fue quien hizo las presentaciones entre ambos:

―Aquí tienes a la Gabriela, a la auténtica, a la famosa.
Ante mí hay una mujer pequeña, delgada, de una fealdad casi cómica, que viste una bata blanca de lunares rojos, larga cola de volantes y lleva sobre el cabello, negro y aceitoso, recogido en moño de ‘picaporte’, un enhiesto clavel… […]

Y la mujer diminuta, dinámica, nerviosa, me interrumpe:

―[…] La Grabiela bailaora, ‘la reina del garrotín’, como me ha llamao to er mundo, soy yo. ¡Siempre yo!…

―Sí, hombre, sí ―me asegura Moncayo―. ¡La mejor que ha bailao por chuflas! ¡Esta es la divina Gabriela! (Carretero Novillo, 1948: 145-146).

Gabrielita la del Garrotín (Shadowland, septiembre de 1921)

Gabrielita la del Garrotín (Shadowland, septiembre de 1921)

Nada más conocerla, El Caballero Audaz preguntó por el origen familiar y los inicios profesionales de la bailaora, que reveló algunos datos de gran interés:

Contemplo la figura menuda, el rostro cetrino, las pupilas hondas de esta mujer, sobre la que el ‘maquillaje’ no puede disimular la lluvia de muchos inviernos, y le pregunto:

―Pero… ¿usted es gitana?

―Pues míe usté, zeñó…, mitá y mitá… Mi madre era calé… Pero mi padre era un aristócrata de la familia de los Clavijos, pariente muy rico de la Emperatriz Eugenia… Es por lo que tengo parientes míos que son marqueses, y el general Narváez era tío de mi agüelo.

―¡Buena genealogía! ―exclamo con sinceridad―. ¿Y usted, cómo fue el dedicarse al baile?…

―¡Pues ya ve uzté!, desde muy chinorris, mis padres me pusieron profesores de cante y de baile y de to lo demás… Porque aquí donde me ve usté, yo no soy de esas que presumen de cuna y no han tenío dos gordas… Yo nací ‘con el sombrero puesto’ y me educaron como a una niña bien… Luego, ¡la vida! ―lamenta sombríamente― me fue dando cosas y me fue quitando otras.

―¿Y cómo se dedicó usted a artista?

―¡Faenas también de la vida!… Cuando murió mi padre se presentó la ruina en casa… Las pasamos morás… Y yo tuve que dedicarme a hacer oficio de lo que había sido mi gusto y mi vocación” (ibidem: 146).

José María Carretero Novillo, el Caballero Audaz (Archivo ABC)

José María Carretero Novillo, el Caballero Audaz (Archivo ABC)

Según sus propias declaraciones, fue la necesidad lo que empujó a Gabriela Clavijo a buscarse la vida en los tablaos, algo muy común entre las artistas de la época. Se inició en los cafés cantantes de Sevilla y su triunfo fue inmediato. Viajó por toda España y salió al extranjero, lo que le permitió reunir una fortuna considerable:

―¿Y tuvo usted éxito desde el principio?

―¿Qué dise uzté, mi arma? ―pondera la Gabriela, con énfasis―. Pero si yo armé un alboroto apenas pisé un tablao… Empecé a trabajar en el Novedades, de Sevilla, y en ‘El Burrero’, de la calle Sierpes (2), dos de los mejores cafés cantantes de mi época, y me contrataron en seguía pa Madrid, y fui a Londres, a Nueva York (3), a París y a Lisboa […].

―¿Entonces ganó usted mucho dinero?

―Total, ¡me hice rica! ¡Tuve mejores brillantes que nadie, casa propia y coche propio! (ibidem: 147).

Otra revelación importante que realiza la artista a El Caballero Audaz tiene que ver con su marido, un herrero que solía acompañarla como cantaor en los escenarios:

―[…] Fue entonces cuando conocí a mi marío.

―¿Era también artista?

―¡Artista y probe como las ratas!… Pude haberme casao con algún marqués o con algún ricacho, y preferí a este mosito, que era un buen cantaor. Cuando yo no tenía contratos, se ganaba honradamente la vida como herrero (ibidem: 146-147).


Notas:
(1) José María Carretero Novillo, El Caballero Audaz, trabajó en periódicos como el diario El Heraldo de Madrid, y en revistas ilustradas como Nuevo Mundo, Mundo Gráfico o La Esfera.
(2) Según José Blas Vega (1987), el Café del Burrero se trasladó a la Calle Sierpes en 1888 y cerró sus puertas en 1897 (p. 41-54), año en que comenzó a funcionar en la Campana el Café Novedades. Este último fue derribado en 1923 (p. 69-85).
(3) Aunque hemos acudido a varias hemerotecas norteamericanas, no hemos logrado localizar ninguna referencia periodística que confirme que Gabrielita estuvo en Nueva York.


Referencias:
Blas Vega, José y Ríos Ruiz, Manuel (1988). Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco, vols. I y II. Madrid: Cinterco.

Carretero Novillo, José María [El Caballero Audaz] (1948). “La Gabriela”. Galería: mas de cien vidas extraordinarias contadas por sus protagonistas y comentadas por El Caballero Audaz, vol. 4. Madrid: Ediciones Caballero Audaz, p. 145-149.

El Diluvio (1905, 3 de diciembre). “La Gran Peña”, p. 3.

El Diluvio (1908, 5 de diciembre). “Gayarre”, p. 6.

El Diluvio (1910, 1 de abril). “Edén Concert”, p. 5.

El Diluvio (1910, 16 de noviembre). “Gran Salón Doré”, p. 6.

El Diluvio (1911, 25 de abril). “Teatro Arnau”, p. 4.

El Liberal (1912, 14 de abril). “Presentación de Pastora Imperio”, p. 3.

Heraldo de Madrid (1906, 27 de junio). “Espectáculos”, p. 4.

La Publicidad (1908, 10 de noviembre). “Espectáculos. Frontón Condal”, p. 4.

La Publicidad (1912, 16 de noviembre). “Teatro Soriano”, p. 6.

La Publicidad (1916, 23 de enero). “Variedades y music-halls”, p. 4.

Martínez de la Peña, Teresa (2006). “El taranto en el contexto de la historia del baile”. Revista de Flamencología 23 (XII): 19-34.

Otero Aranda, José (1978). Tratado de bailes. Madrid: Asociación Manuel Pareja Obregón. (Original publicado en 1912).

Zaragüeta (1911, 15 de junio). “¡Y el garrotín y el garrotán!”. La Publicidad, p. 4.


La Estrella de Andalucía, reina del zapateado (II)

En agosto de 1909, las hermanas Garay desarrollan una nueva faceta artística, la de actrices; y, a juzgar por las críticas, parece que no se les da nada mal. Consuelo, Luz y Ángeles protagonizan la obra musical Por la patria, que se estrena en el Cine Fraga de Santiago de Compostela:

“… El trabajo del Sr. Fernández Tafall, que interpretaron muy bien las Srtas. que forman el trío ‘Lucerito’, es de oportunidad y está escrito con soltura. Es la despedida de un reservista, que se marcha a Melilla, de su novia. En su entrevista cerca de la Virgen ante la cual se juraron amor cambian frases de cariño mutuo y de entusiasta amor a la Patria. El autor y las artistas fueron muy aplaudidas” (El Eco de Santiago, 28-8-1909).

Tres de las hermanas Garay (Eco Artístico, 15-12-1909)

Tres de las hermanas Garay (Eco Artístico, 15-12-1909)

Durante el otoño, el grupo continúa con sus viajes por España. En octubre se las puede admirar en el Salón Variedades de Salamanca. “Sus canciones, de las que traen gran repertorio, se apartan mucho del género que desagrada al público distinguido” (El Adelanto, 22-9-1909). Entre otros títulos, cabe mencionar ‘La borrachera’, que interpretan “admirablemente” (El Adelanto, 24-9-1909) o Por el mundo.

El Trío Lucerito, siempre en ascenso

El repertorio se sigue renovando, con la incorporación de números como el del pay pay o el del Perro chico, que se suman a sus bailes habituales: el kake-wal, el baile ruso, el baile inglés, el garrotín… En cada uno de ellos las jóvenes se presentan impecablemente vestidas, con el atuendo más adecuado para la ocasión. Sus actuaciones se cuentan por llenos y su fama no para de crecer:

“En el baile inglés cosecharon infinidad de aplausos; sobre todo en el momento en que una de las hermanas, Consuelo, da unas veinte vueltas sobre un pie solo.

En el baile del garrotín no es posible que se pueda pedir ni bailar más, ni mejor, que lo hace la simpática Luz, que asemeja a un automóvil por lo que hace a la ligereza” (El Castellano, 2-10-1909).

“El Trío Lucerito, que en este salón actúa con beneplácito del público, es cada noche más aplaudido.

A la variedad que saben imprimir al programa, unen la esmerada ejecución del mismo, todo lo cual hace que el auditorio aplauda a las más simpáticas artistas con entusiasmo” (El Castellano, 28-9-1909).

“Entre el Trío Lucerito, que como ya hemos dicho es un número de varietés de lo mejor que pisan tablados y el público, se ha establecido una corriente de simpatía, que se va agrandando a medida que las jovencitas artistas demuestran cuánto dominio tienen de su arte” (El Adelanto, 24-9-1909).

La Troupe Lucerito

Troupe Lucerito (Eco Artístico, 15-12-1909)

La Troupe Lucerito (Eco Artístico, 15-12-1909)

En diciembre de 1909, el conjunto formado por las hermanas Garay se amplía con la incorporación de Blanca -nacida en 1898-, la más pequeña de la familia, y pasa a denominarse Troupe Lucerito. La prensa les augura un brillante porvenir:

Arte, gracia, hermosura: todo se encuentra en esta sugestiva ‘Troupe’, que empezó siendo un ‘Trío’ de ángeles tentadores y acabará por ser el paraíso de Mahoma; que aún hay tela en la fábrica, y del mejor paño. Sus canciones satíricas y finas, llenas de un encanto malicioso, que ellas detallan con un gusto y arte magistrales, lo culto de su repertorio, la inagotable variedad de sus bailes, la maestría con que los ejecutan y la gracia que a ellos imprimen hace que este original y artístico grupo de bellísimas señoritas sea hoy considerado con justicia como el primero en su género. Los éxitos francos, de buena ley, que vienen obteniendo en cuantos teatros actúan son de los más legítimos y halagadores. Estos inimitables ‘Luceritos’, que muchas estrellas envidian, están llamados a cosechar muchos laureles…” (Eco Artístico, 15-12-1909).

1910 llega cargado de nuevos proyectos para las hermanas Garay. Oporto, Setúbal, Badajoz, Huelva o Sanlúcar de Barrameda son algunas de las ciudades que visitan antes de recalar en Madrid. En la capital de España permanecen unos dos meses, actuando en salas como el Royal Kursaal, el Petit Palais, Lo Rat Penat o Parisiana. Su nómina de triunfos sigue aumentando.

“PETIT PALAIS.- Anoche terminaron sus representaciones la notable troupe Lucerito, que tan brillante campaña han hecho en este salón desde el día de su ‘debut’.

Todos los bailes que componían el programa fueron repetidos entre atronadores aplausos, con que el público premió el artístico y notabilísimo trabajo de las monísimas artistas.

Sus infinitos admiradores las obsequiaron con varias cestas de flores y muchos regalos” (El Liberal, 30-5-1910).

En el mes de julio, la Troupe Lucerito se embarca en una nueva gira por la costa mediterránea, con paradas en Palma de Mallorca, Valencia y Castellón, así como en numerosas ciudades catalanas. Durante su tournée, las hermanas Garay “son frenéticamente aplaudidas; sus trabajos, con sin igual maestría ejecutados, llenan de admiración […], no sólo por su arte, si (sic) también por su lujo y distinción” (Eco Artístico, 15-7-1910).

La Troupe Lucerito (Madrid Cómico, 9-7-1910)

La Troupe Lucerito (Madrid Cómico, 9-7-1910)

Las cuatro hermanas, además de “consumadas artistas” (Eco Artístico, 15-8-1910), son “jóvenes, guapas y con exquisito gusto para la presentación, […] cantan y bailan a la perfección y con moralidad” (Eco Artístico, 5-11-1910). Con estos ingredientes, el éxito está asegurado.

Ha nacido una Estrella

En diciembre de 1910, el cuadro artístico formado por las Garay experimenta una nueva evolución. Entre los cuatro “luceritos” hay uno que brilla especialmente -no en vano se llama Luz– y decide continuar su camino en solitario, aunque sin desvincularse del todo de sus hermanas, con quienes sigue coincidiendo en muchos escenarios. Ha nacido La Estrella de Andalucía.

A partir de ese momento, Luz de Garay se centra en la que siempre ha sido su especialidad, los bailes flamencos y andaluces, mientras que el Trío Lucerito sigue cultivando otro tipo de danzas de distinta procedencia.

La Estrella de Andalucía, que ya se anuncia como “la reina del baile andaluz” (La Vanguardia, 18-12-1910), pasa las últimas semanas del año actuando con éxito en el Teatro Imperio de Barcelona:

“Sala Imperio.- Ha debutado con extraordinario éxito, la hermosa Estrella de Andalucía, que entusiasma al público con sus bailes flamencos, viéndose obligada a repetirlos entre grandes salvas de aplausos, de una concurrencia selecta y numerosa” (Eco Artístico, 25-12-1910).

En enero de 1911, las cuatro hermanas Garay coinciden en el Salón Imperial de Sevilla, en cuyo cartel también figura Dora la Gitana:

“SALÓN IMPERIAL.- Dora la Gitana sigue entusiasmando al público, que sin cesar la aclama…

Las notabilísimas hermanas Troupe Lucerito, tres encantadoras señoritas, obtienen colosal éxito en su atrayente número de danzas acrobáticas. La estrella de Andalucía entusiasma poderosamente al auditorio, evidenciándose sin rival en los bailes flamencos” (Eco Artístico, 5-1-1911).

La Estrella de Andalucía (Eco Artístico, 5-3-1911)

La Estrella de Andalucía (Eco Artístico, 5-3-1911)

La irrupción de La Estrella de Andalucía en el panorama artístico supone un auténtica revolución. No tarda en ganarse el título de “reina del zapateado flamenco”, e incluso hay quien la compara con una de las grandes figuras de la época dorada del baile flamenco, la sin par Juana la Macarrona:

“Denominarse estrella es cosa fácil; serlo, requiere un cúmulo tal de perfecciones, que rara vez se logran. La artista que nos ocupa es una de ésas que, por derecho propio, sin jactancia, por indiscutibles méritos, puede engalanarse con el nombre de estrella. Brilla por su arte, cautiva por sus naturales encantos, subyuga por la exquisitez de sus trabajos. Sin rival en los bailes flamencos, nos evoca la gigantesca figura de La Macarrona; como ella, reverdece laureles y aun la aventaja, puesto que la actual exigencia de los públicos reclama hoy conjunto de cualidades que jamás pretendieron hallar en las artistas del pasado. Copistas de La Estrella de Andalucía hay muchas; ninguna que la iguale en flexibilidad, hermosura, presentación y arte.

… En el zapateado flamenco aparece gigantesca; sus redobles son pura filigrana; notas armónicas que encantan y fascinan” (Eco Artístico, 25-4-1-1911).


Dora la Gitana, la transgresora reina del garrotín (y V)

Durante el verano de 1918, Dora la Gitana y su compañía emprenden una gira por tierras castellanas. Entre otras localidades, visitan Medina del Campo (Valladolid), Toro y Benavente (ambas en Zamora), y en todas ellas cosechan abundantes aplausos.

“[Toro. Dora] es una gran artista en su género, fue muy aplaudida y tuvo que repetir varias veces los bailes que por ella han sido creados” (Heraldo de Zamora, 8-7-1918).

“La fiesta constituyó un éxito completísimo por el variado programa que ejecutaron todos los artistas. […]

La simpática y gran artista Dora estuvo incansable teniendo que salir a escena, a petición del público, infinitas veces” (Heraldo de Zamora, 7-9-1918).

Dora la Gitana (Foto de Antoni Esplugas)

Dora la Gitana (Foto de Antoni Esplugas)

Años difíciles

A finales de 1918 comienza una etapa complicada en la vida de Dora la Gitana, tanto en lo personal como en lo profesional. Sin duda, el mazazo más duro es el que sufre en noviembre de ese año, con la muerte de su hijo pequeño. Unos meses más tarde, la artista también pierde a su madre:

“Ha fallecido el niño de tres años Julián Galindo, sumiendo en el mayor de los dolores a su madre la celebrada artista Dora la Gitana” (Eco Artístico, 15-11-1918).

“Ha fallecido la respetable señora, madre de la conocida artista, Dora la Gitana.

En medio de la horrible desgracia que representa para la familia doliente la pérdida de un ser tan querido, cábeles el consuelo, a sus afligidas hijas Mercedes y Dora la Gitana, de no haberse separado de su lado hasta cerrarla (sic) los ojos” (Eco Artístico, 1-6-1919).

A pesar de la adversidad, sólo unas semanas más tarde Dora debe retomar sus compromisos profesionales y presentarse en el teatro de Ciempozuelos (Madrid). Sin embargo, en el terreno artístico también debe enfrentarse a algunos problemas, como la rescisión del contrato que tenía firmado con una sala de la ciudad condal:

“Nos ruega la conocida artista, Dora la Gitana, que hagamos resaltar lo hecho con ella por la empresa de La Gran Peña, de Barcelona, que después de tenerla parada tres meses para inaugurar el espectáculo, recibe una carta, manifestándola que tiene que prescindir de su número por no dejarlos el juego y tener que empezar con programa nuevo” (Eco Artístico, 30-6-1919).

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1916)

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1916)

De nuevo en la carretera

Durante el verano de 1919, la bailaora malagueña inicia una nueva gira por España, que comienza en Asturias y continúa en distintas ciudades castellanas y andaluzas, como Soria, Córdoba o Cádiz. Tras unos meses bastante complicados, la artista vuelve a saborear las mieles del éxito:

“[Mieres] Dora la Gitana, renombrada y afamada artista escucha a diario grandes aplausos en todo su repertorio de canciones y bailes flamencos” (Eco Artístico, 30-6-1919).

“[Langreo] Con un repertorio selecto de canciones y bailes flamencos, hizo su presentación la genial artista Dora la Gitana, alcanzando clamorosas ovaciones” (Eco Artístico, 30-7-1919).

“[Córdoba] Cine Victoria.- Dora la Gitana, que había despertado gran expectación en nuestro público, debutó el día 9 obteniendo clamorosas ovaciones por el arte con que interpreta todo su repertorio de bailes y couplets, presentados, además, con lujo inusitado” (Eco Artístico, 15-9-1919).

“[Cádiz. Teatro Principal] Se despidieron después de escuchar entusiastas aclamaciones durante su actuación Dora la Gitana, la renombrada estrella española con su repertorio exclusivo, tan magistralmente interpretado, ‘El hombre de goma’, con su incomparable trabajo, y Luis Aparicio y Doro ‘El Serio’, bailarines flamencos de tan singular maestría” (Eco Artístico, 30-10-1919).

Las últimas referencias que hallamos en los papeles españoles sobre la bailaora malagueña nos remiten a la segunda década del siglo pasado. En febrero de 1920, “Dora la Gitana es la atracción del cartel y la que conquista los aplausos del respetable” (Eco Artístico, 16-2-1920) en el teatro Barbieri de Madrid.

Dora la Gitana (La Unión Ilustrada, 29-1-1911)

Dora la Gitana (Portada de La Unión Ilustrada, 29-1-1911)

Unas semanas más tarde, es el público de Murcia y Cartagena el que tiene el privilegio de disfrutar de “sus transformaciones rápidas y sus cuplés” (La Correspondencia de España, 28-2-1920):

“[Cartagena – Pabellón El Brillante] Son muy celebrados por su trabajo original y notabilísimo Dora la Gitana, genial creadora de bailes y canciones típicos gitanos y Doro el Serio, artista cómico de extraordinaria gracia.

No cabe duda que ambos artistas constituyen un número de atracción indiscutible, y que el público al ovacionarlos no hace más que rendirles el homenaje que merecen” (Eco Artístico, 29-2-1920).

En los meses siguientes se la puede ver a Dora, con “éxito siempre creciente” (Eco Artístico, 30-3-1920), en ciudades como Orihuela (Alicante), Madrid y, sobre todo, en Barcelona. En la ciudad condal la artista actúa en Eldorado, Folies Bergère, el Teatro Circo Barcelonés y, durante más de un mes consecutivo, en el cabaret ‘¡Chófer a Montmartre!’. Allí “actúa con éxito extraordinario […] la célebre Gitana Dora, cuyo repertorio su génesis (sic) es recibido con entusiastas aplausos” (Eco Artístico, 30-8-1920).

Pocas noticias más hallamos sobre ella, aparte de la del fallecimiento de su pareja y padre de sus hijos, Julián Valencia Durán (1), que tiene lugar en la localidad cacereña de Perales del Puerto, en marzo de 1922. Aquí le perdemos la pista a toda una “estrella del arte [que] ha tenido la honra de ser llamada al palco regio por SS.MM. los reyes de España, en el circo Parish de Madrid y premiada con medalla de oro en el concurso de bailes gitanos” (La Crónica Meridional, 25-6-1913); a una artista que “posee a la perfección todas esas filigranas que hacen del baile flamenco un arte sugestivo y atrayente” (La Información, 30-6-1913); y que “cual ninguna domina el género y tiene para su gloria la exclusiva en farrucas, tangos y garrotines que bailados por su personilla, adquieren el mérito de la cosa no vista nunca” (La Información, 27-6-1913).

Quedémonos, a modo de epílogo, con estos versos, en los que una marca de vino se vale de la figura de Dora la Gitana como reclamo publicitario de sus productos:

“El arte de ser artista
Dora la Gitana canta
con gusto tan refinado,
tan enérgica y alegre
y en tono tan elevado,
porque toma el rico vino
‘San Roque Jerez Quinado’”
(Heraldo Alavés, 10-2-1923).

Nota:

(1) La noticia está tomada de la revista Eco Artístico (30-3-1922), que se refiere al fallecimiento del padre de Dora, si bien nos aclara su bisnieta que en realidad se trata de su pareja.


Dora la Gitana, la transgresora reina del garrotín (IV)

En junio de 1913, la que años atrás causaba algún escándalo por sus bailes algo subidos de tono para el gusto de la crítica, conquista al público de Cartagena con su arte elegante y su gracia inagotable:

“[…] las grandes ovaciones tributadas a tan selecta artista y la satisfacción de todo el público, demostró que la fama adquirida por ‘Dora la Gitana’ es muy justa y merecida.

Sin desplantes chocarreros, sin contorsiones sicalípticas, sin chavacanerías (sic) grotescas, sólo con su arte exquisito, con su gentil figura y con su gracia nativa, triunfó anoche, como triunfará siempre; porque ‘Dora la Gitana’ es todo eso; arte, gentileza y gracia” (El Eco de Cartagena, 17-6-1913).

Durante ese verano “la reina de los bailes clásicos, Dora la Gitana, que cada noche gusta más y es más ovacionada” (Crónica Meridional, 29-6-1913), también actúa en varias ciudades andaluzas, como Almería o Lepe (Huelva). En esta última incluso existe un teatro que lleva su nombre.

Dora la Gitana y su hijo Dorito (5-3-1911)

Dora la Gitana y su hijo Dorito (Eco Artístico, 5-3-1911)

Una artista consolidada

A partir del mes de septiembre, se puede ver a la malagueña principalmente en Badajoz y otras ciudades de Extremadura. Sus bailes gitanos -especialmente el garrotín-, sus monólogos y sus cuplés, “con su arte exquisito en ella peculiar” (Eco Artístico, 25-9-1913), hacen las delicias del público, que “la aclama con frenesí” (Eco Artístico, 5-10-1913):

“Especialmente en el garrotín de su creación, que bailó admirablemente, las ovaciones tributadas a la gran artista son verdaderamente formidables” (Eco Artístico, 5-9-1913).

“La bella Dora, que lleva trabajando diez u once noches, sigue haciendo furor […].

Hay que confesar, a fuer de justos, que la Dora es muy complaciente y canta y baila cuanto el público le pide” (La Región Extremeña, 13-9-1913).

Dora la Gitana, como cupletista y bailarina, acredita el nombre prestigioso que tiene, y su lujosa presentación contribuye a dar al número mayor esplendor” (Eco Artístico, 15-9-1913).

Aplausos estruendosos escuchó esta notable artista durante su actuación; pero cuando llegaron las ovaciones al frenesí fue la noche de su despedida, noche de júbilo para Dora la Gitana y su Doro.

El garrotín, creación suya, lo tuvo que repetir varias veces y el público no se hubiera cansado en toda la noche de vérselo bailar” (Eco Artístico, 25-9-1913).

A partir de esta fecha, las referencias a Dora la Gitana son menos frecuentes en la prensa de nuestro país. Durante el verano de 1914 se la puede ver, junto a su troupe, en distintas localidades de la provincia de Ciudad Real. Allí “la gentil canzonetista […], tanto por la finura de su trabajo como por el gran lujo con el que lo presenta, está mereciendo la admiración del numeroso y distinguido público que la admira” (El Pueblo Manchego, 18-6-1914).

Dora la Gitana (La Información, 27-6-1913)Dora la Gitana (La Información, 27-6-1913)

Dora la Gitana (La Información, 27-6-1913)

Unos meses más tarde, en el Teatro Cómico y en el Gran Salón Doré de Barcelona, “Dora la Gitana, a pesar de que los años no pasan inútilmente, demuestra que el proverbio español de que ‘donde hubo siempre queda’, es de una veracidad completa” (Eco Artístico, 5-10-1914).

Dora, toda una estrella en tierras extremeñas

Durante los dos años siguientes, los papeles sitúan a la bailaora malagueña fundamentalmente en Extremadura. La presentación de su compañía en Alburquerque (Badajoz) en febrero de 1915 es todo un acontecimiento:

“[…] una cosa nunca vista. El escenario estaba hermosamente adornado por completo de mantones de Manila, de la propiedad de Dora La Gitana, la incansable artista que no tiene rival. Era una colección de mantones valiosísima, cada uno de un color, y todos de gran valor.

También fue digno de ver el traje de luces que presentó, vestida de torero.

Del trabajo que hicieron los artistas de la Compañía de Dora, diré que Mercedes, La Gitana, superior en su cante, oyendo nutridos aplausos; los Murguistas también lo hicieron bien; el pequeño Doro, el Chiquitín, tan mono como siempre, y el pianista D. Pablo Alonso superior, y de Dora, ¿qué diré? Todo es poco; hubo que buscar sillas de la calle porque con las del Salón no eran suficientes para el inmenso público que acudió al Teatro, y nunca se ha visto tan lleno como ahora, por las atracciones de esta gran artista, que fue ovacionadísima” (El Correo de la Mañana, 24-2-1915).

En esa época, la malagueña también se mueve por otras localidades pacenses como Berlanga, Pueblonuevo el Terrible o Fuente del Maestre. En esta última, es sonada “la riña de ‘Dora la Gitana’ con su hermana Mercedes, a la que pegaron todos los individuos de la ‘troupe’” (La Región Extremeña, 3-8-1916).

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1912)

Dora la Gitana (Eco Artístico, 25-12-1912)

Durante su estancia en Badajoz capital, en julio de 1916, la artista se aloja en el hotel Palace. Con motivo de la vista de la Infanta Isabel, de los balcones del establecimiento cuelgan “once riquísimos y preciosos mantones de manila” (El Correo de la Mañana, 8-7-1916), propiedad de Dora la Gitana, que actúa en el Pabellón Extremeño con el éxito habitual: “Dora fue muy aplaudida en todos los números que ejecutó, mostrándose, como de costumbre, muy complaciente con el público” (La Región Extremeña, 8-7-1916).

Nuevos éxitos en Madrid y Andalucía

Tras su periplo por Extremadura, se puede ver a Dora en distintas ciudades andaluzas, como Málaga, Écija (Sevilla) o La Rambla (Córdoba). Junto a ella adquiere cada vez más protagonismo su hijo Doro el Serio, que gusta mucho, especialmente, en sus parodias y monólogos.

En noviembre de 1916, tras varios años de ausencia, la artista malagueña regresa a la capital de España y deslumbra al público del teatro Madrileño, con su lujosa presentación y sus bailes gitanos. Según la revista Eco Artístico, la bailaora también ha recibido ofertas de Londres, “ofrecimientos que Dora no ha querido aceptar a causa del actual conflicto europeo”.

“La decoración que presenta, completamente cubierta de riquísimos mantones de Manila, es de una riqueza incalculable y de una suntuosidad que causa enorme impresión en el público, el que no cesa de mirar lleno de admiración y curiosidad aquella majestuosa presentación.

Sus bailes son admirables por la perfección con que los ejecuta y la gracia que imprime a sus movimientos. Creadora del garrotín gitano, en el que nadie logró igualarla, obtiene éxitos grandiosos que la pluma podría difícilmente describir.

Es, pues, Dora la Gitana, una bailarina estupenda que sostiene indefinidamente la atención del público” (Eco Artístico, 25-12-1916).

Cartel de Dora la Gitana en el Teatro Vital Aza de Málaga (5-7-1911)

Cartel de Dora la Gitana en el Teatro Vital Aza de Málaga (5-7-1911)

En agosto de 1917, la artista malagueña se presenta a Sevilla con su troupe, tras varios años de ausencia. Dora regresa como una artista consolidada, con una larga carrera a sus espaldas, pero en plena forma:

“En el ‘Salón Circo Victoria’, ha debutado la excelente compañía de varietés, dirigida por la famosa artista, creadora del garrotín, ‘Dora la gitana’. Valiéndome de una frase vulgar, diré que no pasan años por tan célebre artista. En Sevilla, donde no trabaja desde hace siete años, no ha bailado el garrotín a la perfección ninguna otra artista. ‘Dora’, con esa gracia gitana, baila unos ‘garrotines’ inimitables, siendo ovacionada con gran entusiasmo. Canta con esa gracia peculiar en ella, que derrama a borbotones canela fina. Es mucha artista la veterana ‘Dora’. Está mejor que cuando trabajó anteriormente en esta capital, pues baila como en sus mejores tiempos, y canta de una manera tan ‘gitana’, que disloca. Es frenéticamente ovacionada por el numeroso público que ocupa todas las localidades. En Sevilla está de moda tan colosal artista” (La Región Extremeña, 22-8-1917).