Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Julia Borrull, la bailaora del dolor y el fuego (II)

En abril de 1912, tras haber saboreado las mieles del triunfo en el Salón Vizcaya de Bilbao, Las Egipcias ponen rumbo a París en compañía de toda la familia. Su padre, Miguel Borrull, ha firmado un jugoso contrato con el guitarrista Amalio Cuenca para actuar en ‘La Feria‘, un restaurante flamenco que éste va a inaugurar en el corazón de Montmartre y del que también es socio el pintor Ignacio Zuloaga, que se ha encargado de la decoración.

Interior del restaurante 'La Feria', de París (Eco artístico, 25-12-1912)

Interior del restaurante ‘La Feria’, de París (Eco artístico, 25-12-1912)

Según informa José Juan Cadenas, corresponsal de ABC, poco después de la apertura, ‘La Feria’ “es un restaurant nuit, donde habrá cantos y bailes español […] En el salón figura un patio andaluz, el escenario es una capilla de la Mezquita…”. La inauguración es todo un éxito, a pesar de que el espectáculo parece estar concebido para guiris y “el programa de baile es un poco monótono, porque bailaoras y bailaores han dado en la flor de imitarse los unos a los otros y no salen de los inevitables garrotines y farrucas…” (ABC, 3-6-1912).

En el cuadro artístico figuran la incombustible Juana la Macarrona, “que, por lo visto, está ya declarada monumento nacional” (ABC, 3-6-1912); el bailaor Faíco y su esposa, Lola la Flamenca; La Patita; y la familia Borrull al completo, con el mono incluido.

“En la Feria de la calle Fontaine, Juliana (sic) e Isabel Borrull bailan con el acompañamiento del famoso guitarrista Miguel Borrull. Después está ‘la Macarrona’, que sorprende, y ‘Faíco’ con ‘Lola’, que fascinan en sus bailes de Andalucía… y este espectáculo único, cuyo empresario es Cuenca, está dirigido por Maurice, el gran director de las cenas de la Feria” (L’Echo de Paris, 7-6-1912). (1)

La conquista de París

La estancia en la capital del Sena resulta bastante fructífera para la familia Borrull, que consigue amasar una pequeña fortuna, compaginando sus actuaciones en ‘La Feria‘ con otro tipo de actividades, como la impartición de clases de guitarra.

En el local de Amalio Cuenca todas las hermanas tienen su momento de gloria: Isabel y Julia con sus bailes, Lola haciendo vibrar las cuerdas de su sonanta, y hasta la más pequeña, Conchita, con apenas diez años de edad, que empieza a despuntar en el arte de Terpsícore.

Hermanas Borrull (Eco artístico, 25-8-1912)

Hermanas Borrull (Eco artístico, 25-8-1912)

Sin embargo, entre todas ellas, Julia es sin duda la más polifacética, pues, además de bailar, posa como modelo para un pintor e imparte lecciones de guitarra:

“Otro número español que ha gustado mucho aquí son los Hermanos Borrull, que están cosechando aplausos… y oro. ¡Qué manera de hacer luises! Verdad es que la familia no tiene desperdicio: gana el simpático Miguel Borrull, como ‘tocaor’ y como profesor de guitarra; ganan dos hermanas, como bailarinas; gana la tercera como ‘tocaora’; gana la pequeñita, que apenas ha nacido, cantando y bailando… amén de que Julia cobra 20 francos la hora en casa de un pintor famoso (que ha encontrado, según dice, el tipo ideal de la gitana en Julita Borrull) y otros 20 francos por cada lección de guitarra.

Total: según mis cálculos, ¡unos 300 francos diarios! ¡¡Que ya es franqueza!! Verdad es que quizá necesiten todo eso, porque el amigo Borrull no se ha traído más que su mujer, las cuatro hijas, el hijo, la criada, un mono, un botijo y una cazuela grande para hacer arroz…” (Eco artístico, 5-8-1912).

Julia reina en ‘La Feria’

De hecho, desde el día de su debut, la prensa destaca las excepcionales cualidades de Julia Borrull y le augura un brillante futuro:

“- ¡Ole tu cuerpo!!

Así gritábamos anoche en el restaurant flamenco titulado La Feria, que acaba de inaugurarse bajo la dirección de Amalio Cuenca.

El guitarrista Amalio Cuenca

El guitarrista Amalio Cuenca

Los franceses, entusiasmados también, decían: ‘Ollé! Ollé!’ Y llenaban de flores a Julia, la hija de Borrull, que se presentó precisamente vestida de gitana, y cuya belleza morena se destacaba en el tablado como si el fondo de aquel cuadro hubiérase pintado para que ella luciera las líneas puras de su cuerpo flexible, sus pies diminutos, sus ojos curiosos y su boca fresca y apetitosa… ¿Qué me decís? ¿Que ahí no habíais reparado gran cosa en esta criatura? Pues fijaos bien en lo que desde ahora os anuncio… Julia Borrull triunfará en París… […]

Julia Borrull se ha presentado modesta y sencilla, y a juzgar por el efecto que anoche produjo en el público congregado en La Feria, su triunfo es indudable” (ABC, 3-6-1912).

Durante su estancia en la capital gala, Julia Borrull no sólo exhibe su arte en el local de Amalio Cuenca, sino que también se la puede ver en otras salas, como el Moulin Rouge o el restaurante Ciro’s:

“En el Teatro del Moulin-Rouge:

Esta noche, debutará en Tais-toi! tu m’affoles! en el acto de Pompeya la señorita Julia Borrull, que quien la dirección de La Feria ha prestado amablemente al Moulin-Rouge y cuyos bailes particularmente raros aportarán un nuevo atractivo a esta revista triunfal” (La Presse, 3-10-1912). (2)

“Teatro Moulin-Rouge.- Gran éxito para la señorita Julia Borrull, en la legendaria revista Tais-toi! Tu m’affoles!!!…” (Le Matin, 3-10-1912).

Julia Borrull (ABC, 14-6-1913)

Julia Borrull (ABC, 14-6-1913)

Ciro’s.- Las Hermanas Borrull, con motivo del cierre por reforma del espectáculo español ‘La Feria’, han bailado durante los días empleados en las importantísimas transformaciones que ha sufrido tan reputado establecimiento, en este distinguido y aristocrático restaurant.

Sus clásicos cantes, toques y bailes han causado la admiración de tan selecta clientela, y el triunfo obtenido es uno más a sumar a los muchos conseguidos en París por tan bellas y simpáticas artistas” (Eco artístico, 25-11-1912).

En España, la revista Eco artístico da cuenta de los éxitos obtenidos por las hermanas Borrull en la ciudad de la luz, e informa sobre sus próximos compromisos artísticos, que las llevarán a recorrer media Europa:

“En París fueron prorrogadas por dos meses, después de una brillante actuación de tres meses en el mismo Teatro, y entre otros contratos pendientes, figuran los de Amberes, Hamburgo, Berlín, Viena e Italia.

Pero ¿no está hecha la apología de las Hermanas Borrull con decir que hasta mayo de 1913 no están libres de compromiso en el presente momento?” (Eco artístico, 25-8-1912).

La fuga de Julia

Sin embargo, desconocemos si esta planificación pudo llegar a cumplirse. De hecho, dudamos que así fuera, pues en marzo de 1913 Julia Borrull abandona a su familia para fugarse con un francés:

“El famoso tocador de guitarra Miguel Borrull fue a inaugurar La Feria hace un año con sus hijas, las célebres bailaoras… Julia, sobre todo, llamó la atención con su tipo de gitana, su color bronceado, sus ojos brillantes y su boca de claveles… […]

Hoy, al terminar la juerga en el tablado, Miguel Borrull dejó la tiorba en un rincón y se acercó a nuestra mesa. […]

Miguel  Borrull Castelló

Miguel Borrull Castelló (3)

Miguel Borrull estaba triste, pálido […]

– ¡Que me han dao una corná…!

[…] Julia, su hija, aquel hermoso clavel de diez y ocho abriles, la reina de La Feria, ¡habíase escapado!

La catástrofe había ocurrido la noche anterior… La muchacha salió con no sé qué pretexto y dejó una carta escrita…

Me voy… No volveréis a verme más… No hagáis por buscarme, pues antes que dejarme coger, me mataré…’ El padre dio parte a la policía, corrió París como un loco… ¡En vano! No se ha podido dar con la pista de la fugitiva

– ¡Qué quiere usted…! -decía Borrull-. Nunca pude suponer esto… Y, sobre todo, nunca creí que mi hija… ¡se enamorase de un francés!” (ABC, 19-3-1913).


NOTAS:
(1) El nombre de la revista Tais-toi! Tu m’affoles! podría traducirse como “¡Cállate! ¡Me turbas!”
(2) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.
(3) Fotografía tomada del blog Flamenco de papel.


Julia Borrull, la bailaora del dolor y el fuego (I)

Si existe una dinastía flamenca estrechamente vinculada a la ciudad de Barcelona, ésa es sin duda la de los Borrull, una gran familia de artistas que tiene a la cabeza al mítico guitarrista Miguel Borrull Castelló (Castellón de la Plana, 1864 – Barcelona, 1926), fundador del no menos legendario café Villa Rosa.

Las Hermanas Borrull (Eco artístico, 25-8-1912)

Las Hermanas Borrull (Eco artístico, 25-8-1912)

Del matrimonio formado por el tocador y la bailaora gaditana Lola Giménez nacieron cinco hijos –Isabel, Julia, Lola, Miguel y Concha– y, como no podía ser de otra manera, todos ellos cultivaron, en mayor o menor medida, el arte flamenco en alguna de sus manifestaciones.

Dos egipcias y un mono

Julia Borrull nace en Valencia en torno a 1895, si bien se cría en Sevilla y, con su familia, se traslada posteriormente a Madrid (1). En 1910 comienza a anunciarse junto a su hermana Isabel en distintos salones de variedades de la Villa y Corte, como el Royal Kursaal, el teatro Madrileño o el Lara. Se hacen llamar Hermanas Borrull o “Las Egipcias”, y obtienen grandes éxitos con sus originales números de baile y sus cuplés, especialmente con el denominado “baile húngaro”, en el que interviene un mono (2). Las gacetillas de la época se hacen eco de sus triunfos:

“ROYAL KURSAAL. […] La última novedad que se ha registrado la constituyó el debut de las bellas hermanas Borrull, bailarinas y coupletistas de mérito innegable y a las que el público dispensó una excelente acogida” (Eco artístico, 5-10-1910).

“Royal Kursaal. […] las magníficas bailarinas hermanas Borrull, con su número del mono, que proporciona muy buenas entradas” (La Correspondencia de España, 6-10-1910).

“Royal Kursaal.- El cuadro genuinamente gitano que presentan las hermanas Egipcias y Borrull es cada noche más aplaudido” (La Correspondencia de España, 8-10-1910).

“[Teatro Lara] Las notables bailarinas hermanas Borrull han alcanzado gran éxito con sus bailes andaluces, siendo aplaudidísimas todas las noches” (La Unión Ilustrada, 4-12-1910).

Anuncio de las Hermanas Borrull (Eco artístico, 15-11-1911)

Anuncio de las Hermanas Borrull (Eco artístico, 15-11-1911)

Además de actuar en Madrid, Julia e Isabel también se presentan en otras ciudades, como Guadalajara o Cartagena. En abril de 1911, las dos hermanas debutan en el teatro Arnau de Barcelona, donde forman parte de un amplio programa de variedades. Allí permanecen durante más de un mes y no tardan en conquistar al público catalán:

“ARNAU.- Con un lleno completo ha dado comienzo la temporada primaveral. […] Las hermanas Borrull han repetido sus bailes a instancias de los ‘morenos’” (La Publicidad, 16-4-1911).

Mirando a la Alhambra

En el mes de junio Las Egipcias vuelven a triunfar en Madrid con el espectáculo Mirando a la Alhambra, que se estrena en el teatro Príncipe Alfonso. Se trata de un “cuadro gitano”, con música de Padilla, en el que intervienen algunas de las artistas más destacadas del momento, como las polifacéticas Amalia Molina y Encarnación López, La Argentinita, o la sin par guitarrista Adela Cubas. El éxito no se hace esperar. En el mes de julio la obra pasa al teatro Parisiana, y allí sigue cosechando aplausos durante varias semanas.

“PRÍNCIPE ALFONSO.- Con un éxito verdaderamente extraordinario se ha estrenado en este teatro el apropósito gitano ‘Mirando a la Alhambra’. […]

Amalia Molina y la Argentinita, acompañadas a la guitarra por Adela Cubas, alcanzaron un triunfo personal y merecido, así como Carlota Paisano en el tango ‘del botijo’, y las hermanas Borrull en la danza húngara, que hubieron de repetir entre ruidosos aplausos.

El preludio, la farruca y la zambra final causaron vivo entusiasmo, y toda la obra, en suma, de trazos firmes y sobrios, constituye un gran acierto” (El Imparcial, 19-6-1911).

“Todos los números, entre los que hay intercalados algunos bailes populares, se repitieron, logrando la obra una acertadísima interpretación por parte de Amalia Molina, Carlota Paisano, la Argentinita y las hermanas Borrull, que se cantaron y se bailaron con peculiar estilo” (ABC, 6-8-1911).

Elenco de Mirando a la Alhambra (Blanco y Negro, 25-6-1911)

Elenco de Mirando a la Alhambra (Blanco y Negro, 25-6-1911)

Nueva gira de Las Egipcias

 En otoño de 1911, Julia e Isabel vuelven a salir de gira por provincias, para actuar en ciudades como Zaragoza o Burgos. En la capital aragonesa las acompaña su hermana Lola, que sigue los pasos de su padre:

“Las creadoras del baile gitano, señoritas hermanas Borrull, actúan por segunda vez en Zaragoza, donde son tan aplaudidas como la primera vez.

No menos agasajada se ve la notable concertista de guitarra Lola Borrull, que es una maestra consumada” (Eco artístico, 15-11-1911).

En Burgos, Isabel y Julia se presentan con un repertorio renovado, en el que sigue destacando el famoso número del mono:

“Esta criaturita [el mono] pertenece a las aplaudidas hermanas Borrull, que realizan con ella una parodia húngara muy original y divertida, ante la que los espectadores no cesan de reír.

¡Qué mono!

¡Qué monas!

Es una monada de número” (La Voz de Castilla, 19-11-1911).

“Salón Parisiana.- Las atrayentes y sugestivas Hermanas Borrull, ‘Egipcias’, creadoras del baile húngaro, se encuentran actuando con enorme éxito en este elegante Salón.

Han añadido a su extenso y original repertorio un nuevo número de baile con guitarra, que es verdaderamente notable” (Eco artístico, 25-11-1911).

Las Hermanas Borrull

Las Hermanas Borrull

En enero de 1912, Isabel y Julia Borrull se anuncian en el Salón Madrid de la capital. Comparten cartel con la cantante Candelaria Medina, entre otros artistas de variedades. Su hermana Lola vuelve a acompañarlas en algunas de sus actuaciones en este local:

“Salón Madrid.- […] el apropósito Una juerga en Sevilla merece la entusiasta acogida del público, que todas las noches aplaude a la hermosa Candelaria Medina, especialísima en el canto flamenco; a la excelente concertista de guitarra Lolita Borrull (3); a sus encantadoras hermanas Julia e Isabel (4), geniales bailarinas; Consuelito Ruiz, Carmelita, Gómez, Tizinia y el gracioso Luis Esteso.

También toma parte en el apropósito la notabilísima cantante La Sevillita” (La Correspondencia de España, 29-1-1912).


NOTAS:
(1) En los años diez, en sus anuncios aparece como dirección permanente el número 4 de la madrileña calle del Gato.
(2) Así reza en los anuncios insertados por las Hermanas Borrull en medios como Eco artístico:

“Hermanas Borrull ‘Egipcias’. Pareja de bailes. Creadoras del baile húngaro, típicamente presentado con un mono. […] Sin rivales en el baile gitano. Lujosa presentación. Gran repertorio” (15-9-1911).

(3) Lola Borrull contrae matrimonio con Alberto Flandorfer y Garagarza en enero de 1914. De esta unión nacerá la gran maestra Trini Borrull. A partir de ese momento la guitarrista prácticamente se retira de los escenarios. Tras la muerte de su padre, en 1926, Lola asume, junto a su hermana Julia, la dirección del café Villa Rosa de Barcelona, fundado por Miguel Borrull. En febrero de 1931 fallece Lola, tras una larga enfermedad. El diario El Diluvio elogia la labor realizada por la artista al frente del negocio familiar:

Lola Borrull […] ha muerto joven. A la muerte de su padre, aquel mago de la guitarra que se llamó don Miguel Borrull, Lola se puso al frente de la popular Villa-Rosa, que no ha perdido entre sus numerosos clientes ni fama mi prestigio debido a las simpatías de que gozaba la infortunada muerta.

Su bondad de carácter y su nobleza hicieron que fuera respetada y querida por todos y ahora, con motivo de su fallecimiento, se ha puesto de manifiesto el hondo afecto que por ella sentían cuantos la trataron en vida” (El Diluvio, 17-2-1931).

(4) Una vez disuelta la pareja que formaba con su hermana Julia, Isabel Borrull no se prodiga demasiado en los ambientes artísticos. No obstante, hallamos algunas referencias que la sitúan en distintos escenarios, casi siempre junto a algún miembro de su familia. Así, en enero de 1912 actúa en el Salón Madrid de la capital de España, y en junio de 1915 hace lo propio en el Folies Bergère de Barcelona.

Ya en solitario, en diciembre de 1916 la encontramos en el teatro Circo Barcelonés y, unos meses más tarde, en la Sociedad La Suerte Loca, también en la ciudad condal. En el verano de 1917 actúa en varios teatros valencianos.

Ya en 1935, retomamos su pista en Barcelona, en el beneficio del bailaor Antonio Viruta que tiene lugar en el mes de abril en el Circo Barcelonés; y, unas semanas más tarde, en Badalona, formando pareja de baile con El Tobedo y acompañada a la guitarra por El Realito.


Rafaela Valverde, la Tanguera, reina de la farruca y el garrotín (III)

En noviembre de 1918, Rafaela Valverde participa en un “festival a beneficio de los huérfanos de los beligerantes y los hijos de España fallecidos a consecuencia de la guerra europea” (La Vanguardia, 23-8-1918), que se celebra en el Teatro Cómico; y, durante los meses siguientes, la artista se prodiga en distintos music halls barceloneses, como el Monte Carlo o el Moulin Rouge.

Rafaela Valverde, la Tanguerita, en el Gran Kursaal de Barcelona (Crónica, 2-2-1936)

Rafaela Valverde, la Tanguerita, en el Gran Kursaal de Barcelona (Crónica, 2-2-1936)

En julio de 1919, en los jardines del Turo-Park se celebra una gran verbena, en la que destaca un “cuadro andaluz […] con la cooperación de bellísimas artistas andaluzas, dirigidas por la popular bailaora LA TANGUERITA, acabando el número con la clásica zambra gitana” (La veu de Catalunya, 4-7-1919) (1).

Poco después, Rafaela se presenta con un cuadro similar en el Gran Infierno. Artistas como María Rosa ‘La Gitana’, el Negro Lázaro, Juanito Relámpago o Fosforito Chico completan un cartel en el que brilla con luz propia la Tanguerita:

“El Infierno parece una sucursal de Málaga o de Sevilla. Allí tienen flamenquería por arrobas y unos muchachos que afianzarán los lazos de confraternidad catalana-andaluza de los que hablaba Aguilar. Reina y señora de todas es la Tanguerita, castiza gitana por la que iríamos… al Infierno, vaya, que ya es decir bastante” (Papitu, 16-7-1919).

Los años dorados del Villa Rosa

Durante el verano de 1920, Rafaela vuelve a triunfar con su cuadro flamenco en el cabaret “¡Chófer a Montmartre!” y en el Teatro Apolo, donde llega a ofrecer hasta tres sesiones diarias. Otros locales frecuentados por la artista en los años veinte son el Teatro Victoria, el Monte Carlo, el Teatro Circo Barcelonés o el Tablao Villa Rosa, de Miguel Borrull, que se había convertido en uno de los lugares preferidos por los extranjeros. Sobre su tablao derrochaban arte desde viejas glorias del baile flamenco, como Juana la Macarrona, hasta jóvenes promesas, como una todavía niña Carmen Amaya.

La Tanguera, Carmen Amaya, Julia Borrull, Alberto F. Garagarza, Antonio Viruta y el Chino (Barcelona, 1933)

La Tanguera, Carmen Amaya, Julia Borrull, Alberto F. Garagarza, Antonio Viruta y el Chino, en el ‘chiringuito’ de la Puerta de la Paz, de Barcelona, en 1933 (Destino, 1964)

En un artículo publicado en 1964 en la revista Destino, Sebastián Gash evoca el ambiente artístico que se respiraba entre aquellos muros:

“Verdad es que el cuadro flamenco del local de la calle del Arco del Teatro era de primerísimo orden. Como ‘bailaores’ desfilaron por allí Antonio Viruta, Antonio Bilbao, el ‘Mojigango’, Faíco, Estampío, el ‘Gato’, nombres gloriosos, mantenedores de una estirpe vieja como el mundo, que bailaban con todas las geniales rebeldías de su pasión puestas en ritmo de llama, sin que jamás se registrasen en parte alguna sus nombres.

Actuaban asimismo en este tablao de rango unas ‘bailaoras’ de fuste, faraones del baile, criaturas de aguafuerte goyesco, que así que oían sonar la guitarra se encendían en rítmicos espasmos y escorzos de maravilla, se crispaban en contorsiones inimitables y ofrecían al viento el compás de sus brazos, locos de ensueño y ebrios de pasión. Además de Julia Borrull y su hermana Concha, aparecían en aquel tablado la ‘Macarrona’, bronce vivo y fondón al paso de los años, genial en su bastedad, gloria y orgullo en su ayer lejano de los viejos cafés cantantes, las hermanas Mendara, Rafaela Valverde (la ‘Tanguera’) -¡descubrámonos de nuevo!-, Regla Ortega (la ‘Pato’), la ‘Faraona’ y la niña Carmen Amaya con sus primeros redobles… ¡Qué antiguo y qué puro era el arte de esas mujeres, fandangonas de estirpe, reinas de las alegrías y las soleares en las madrugadas barcelonesas! Y a la guitarra, en Villa Rosa, los Borrull, padre e hijo, Manolo Bulerías y el ‘Chino’, padre de Carmen Amaya” (14-3-1964).

Junto a Rafaela Valverde, en el cuadro de Villa Rosa figura el bailaor Antonio Rodríguez, ‘el Viruta’ -“viva personificación de la hierática y ritual estampa del desplante ‘jondo’” (ibíd.)-, que durante algunos años también comparte con ella su vida sentimental y es el padre de uno de sus cinco hijos.

El bailaor Antonio Rodríguez, el Viruta

El bailaor Antonio Rodríguez, el Viruta

Nuevos éxitos en el Circo Barcelonés

En septiembre de 1925, en el Teatro Circo Barcelonés se celebra un “grandioso festival a beneficio de la célebre artista Rafaela Valverde, la Tanguera” (La Vanguardia, 30-9-1925). En él toman parte un buen número de artistas de variedades, así como un cuadro flamenco dirigido por Miguel Borrull (hijo), que aglutina a “todo el elenco de los cabarets Maxim’s Buena Sombra, Royal Concert, Sevilla y Villa Rosa”, lo cual nos da una idea de lo muy apreciada que era Rafaela entre sus compañeros de profesión.

En 1926, la bailaora regresa en varias ocasiones al Teatro Circo Barcelonés. En enero participa en una función a beneficio del bailarín César Fournier y en el mes de septiembre, a pesar de su avanzadísimo estado de gestación, la Tanguera interviene en un festival de cante, toque y baile flamenco, en el que se dan cita artistas de primerísimo nivel, como Miguel, Concha y Julia Borrull, La Joselito, el Chato de Valencia, La Camisona, Faíco, Guerrita, Juanito Relámpago y Antonio Viruta, por citar sólo a algunos.

Pocas semanas después de dar a luz a su hijo, que es amadrinado por su amiga y compañera Julia Borrull, Rafaela Valverde regresa a los escenarios. Durante los meses de noviembre y diciembre de 1926, también en el Circo Barcelonés, la bailaora comparte cartel con buena parte del elenco del Villa Rosa, en el marco de distintos festivales de cante y baile dirigidos por el guitarrista Miguel Borrull.

Rafaela Valverde con uno de sus hijos

Rafaela Valverde con uno de sus hijos

En mayo de 1928La Tanguerita figura en el reparto del cuadro flamenco que actúa en el Teatro Cómico de Barcelona durante la representación de la comedia de costumbres La mala uva. Completan el elenco Conchita BorrullRosalía la FlamencaFaíco ChicoFanegas y Miguel Borrull.

En el mes de septiembre, La Publicitat anuncia la celebración de una gran fiesta andaluza en el barcelonés Casino de San Sebastián, cuya atracción principal la constituye un cuadro flamenco dirigido por Miguel Borrull, y en el que destaca, entre otras figuras, la Tanguera:

“Se trata de un cuadro flamenco completo como pocas veces se ha visto en Barcelona. […] La Niña de Málaga interpretará un tango gitano; Rafaela la Tanguera bailará una des sus farrucas que la han hecho célebre; Conchita Borrull entusiasmará con sus inimitables alegrías, e incluso se arrancará por sevillanas con Rafaela, cantadas por Mariana la Camisona. Manuel Tejero, el más castizo de los bailaores andaluces, demostrará su estilo, y ‘Joselito de Cádiz’, auténtico artista del ‘cante jondo’, cantará entre otras cosas las ‘vidalitas’ famosas de Juan Simón y sus no menos celebrados fandanguillos.

Miguelito Borrull y Baldomero Faíco acompañarán al cuadro flamenco a la guitarra” (2-9-1928).

Un cuadro similar se presenta semanas más tarde en el Teatro Cómico, coincidiendo con la representación de la revista Pocker. El elenco es el siguiente:

Conchita Borrull y Tanguerita, reinas del baile cañí. Chato de Valencia, el as de los cantaores, premiado en todos los concursos. Antonio El Viruta, excelso bailaor. Faíco Chico y Paco Aguilera, los grandes guitarristas. Mariana la Camisona, la genial cantaora” (La Vanguardia, 14-10-1928).

Durante todo el mes de marzo de 1929 se representa en el Teatro Tívoli el sainte lírico Los Flamencos, en el que destaca la actuación de “las bailadoras de flamenco Conchita Borrull y La Tanguera, que tanto realce y verismo dan a las castizas escenas de la verbena” (La Vanguardia, 9-3-1929).

Rafaela Valverde en los toros

Rafaela Valverde en los toros

Poco después se puede ver a Rafaela Valverde en el Teatro Victoria, en el festival de despedida de la bailaora Custodia Romero; y en el mes de septiembre, en el Teatro Nuevo, la artista participa en un “grandioso festival flamenco organizado el famoso cantador Manuel Guerrita a beneficio del popular cantador Joselito de Cádiz, con el concurso de los ‘ases’ del género Conchita Borrull, Rafaela la Tanguera, el Gran Tobalo, Antonio Viruta” y otros muchos (La Vanguardia, 10-9-1929).

Unas semanas más tarde, el Heraldo de Madrid sitúa a la Macarrona “en el famoso café cantante La Viña P”, de la capital catalana; y anuncia que junto a ella “lucen su arte Rafaela ValverdeLa Tanguera, que es la mejor bailaora de farruca, y la guapísima Julia Borrull” (14-10-1929).

En ese mismo año, la revista Estampa nos aporta un dato curioso sobre nuestra artista: “la Tanguerita tiene una máquina de coser, a plazos, y se confecciona ella misma estos trajes airosos que cortan el aire” (2-7-1929).

NOTA:

(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.