Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (III)

En mayo de 1924, Custodia Romero vuelve a presentarse ante el auditorio que tanta devoción le profesa, el del Salón Ramírez de Córdoba. En esta ocasión, “esa divina criatura, artista de temperamento” (La Voz, 16-5-1924) e “indiscutible continuadora de Pastora Imperio […] bailó como ella sabe hacerlo con ese arte tan exquisito, tan gitano, tan atrayente” (La Voz, 20-5-1924). Como fin de fiesta tras la actuación de la Compañía de Zarzuelas y Sainetes ‘España’, cosecha, una vez más, nutridas ovaciones.

Custodia Romero (Mundo Gráfico, 6-10-1925). BNE.

Custodia Romero (Mundo Gráfico, 6-10-1925). BNE.

De Córdoba marcha a Barcelona, para actuar durante dos semanas en la catedral de las variedades de la Ciudad Condal, el Teatro Eldorado. Allí comparte cartel con distintas atracciones internacionales, como las bailarinas Les 4 Sorelle Bianchi, los clowns musicales Pompoff, Thedy y Emij, el espectáculo ‘Las sombras en relieve’, la cupletista La Goyita, la divette Nitta-Jo o los equilibristas Les Prico (El Diluvio, 31-5-1924). Las crónicas dejan constancia de su triunfo en el día de su debut:

Custodia Romero es una bailarina de raza que vibra y estremece en las danzas clásicamente gitanas; su éxito fue franco desde los primeros momentos y las ovaciones se sucedieron calurosas y justísimas” (El Diluvio, 1-6-1924)

“… Se despide mañana Custodia Romero, la bailarina castiza, inimitable, sacerdotisa de la danza andaluza, con propia personalidad.
Modesta, calladamente, fiando sólo en su arte, exento de tecnicismos académicos, Custodia Romero se ha presentado en las tablas de Eldorado dispuesta a triunfar y lo ha conseguido plenamente, con todos los honores. Su figura, esbelta, broncínea -la Venus de Bronce le dicen- adquiere con sus movimientos rítmicos plasticidades que subyugan. ¡Oh, los ‘Fandanguillos‘ de Custodia Romero! […]
Su presentación en Barcelona ha sido un éxito completo, definitivo. El público la ha consagrado como estrella de la danza…” (El Diluvio, 12-6-1924).

Custodia Romero (Buen Humor, 27-4-1924), BNE.

Custodia Romero (Buen Humor, 27-4-1924), BNE.

A finales de ese año se embarca en una nueva aventura: el rodaje de la película La medalla del torero, dirigida por José Buchs. Los personajes principales son interpretados por el diestro José García ‘El Algabeño’, que da vida al torero José Luis, y Custodia Romero, en el papel de su prima Charito, que se gana la vida como cantante. También figuran en el reparto Tina de Jarque y Modesto Rivas.

Coincidiendo con su estancia en tierras andaluzas para cumplir con su compromiso cinematográfico, se presenta en distintos locales de Córdoba, Sevilla y Huelva, y realiza una escapada a Madrid para intervenir por unos días en la zambra gitana de la obra El Niño de Oro, que vuelve a llevarse a las tablas en el Teatro de la Comedia.

En enero de 1925, se anuncia de nuevo en el Teatro Eldorado de Barcelona, que ofrece un amplio programa de cine y varietés internacionales en el que figuran artistas como la cancionista Pilar Alonso o la violinista Angelina de Artés. Durante treinta noches reina en el coliseo de la Plaza de Cataluña, donde “tiene devotos, no admiradores” (El Diluvio, 24-1-1925), con un repertorio en el que destacan el garrotín, la zambra gitana y el Fandanguillo de Almería (1). A decir de las crónicas, el suyo es un arte intuitivo, muy personal, con gran capacidad de transmisión, hermoso braceo, domino del zapateado y el toque de castañuelas:

Custodia Romero, 23-2-1925). BNE.

Custodia Romero (La Voz, 23-2-1925). BNE.

“Baila como pudo hacerlo la gitanilla de Cervantes y su arte no es un arte de academia ridículo y grotesco, sino un arte de calle y plaza, de sentimiento y de corazón. […] Custodia Romero sabe dar a la agitación de su cuerpo y al emocionante movimiento de sus brazos todo el dramatismo de un dolor o toda la gracia de una alegría. Agita su cuerpo como una llama, y su cara, de una expresión inquietante, dibuja, con una crueldad acariciadora, una sonrisa y una amargura […].
Juega a las castañuelas arrancándoles los sonidos, y en sus manos tienen más música que un piano […] y en el fandanguillo de Almería Custodia Romero hace que sus tacones digan coplas y quereres… Es aquel momento silencioso y grave en que Custodia Romero se nos descubre con toda la grandeza de su alma o inteligencia” (F. M., La Voz, 9-1-1925).

“La gracia de los morenos brazos de Custodia, ya seductoramente culebreantes como sierpes de tentación, ya acariciadores y aprisionadores como una prometedora celda de amor, ya elevados al cielo, rígida y graciosamente, como la fina aguja de un minarete islámico, y el ondular rítmico y semisagrado del cuerpo fino, y aquellos pies inteligentes que ejecutan la música con cadencias inimitables, en un taconeo ora tenue y apacible, ora frenético y desesperado, y aquel conjunto, todo armonía, todo esbeltez, todo corrección de líneas, tienen al público aprisionado, rendido, hechizado por el dulce encanto de la bayadera española…” (El Diluvio, 31-1-1925).

Fotograma de La medalla de un torero (1925).

Fotograma de La medalla del torero (1925).

En febrero de 1925 el filme La medalla del torero se estrena en distintos cines madrileños, con la intervención de Custodia Romero, que interpreta en el escenario los mismos bailes que aparecen en la cinta, entre ellos un zapateado. Después realiza una tournée por tierras andaluzas, que la lleva a ciudades como Almería, Córdoba, Sevilla, Jerez o Granada, y en el mes de abril debuta en el Teatro Romea de Madrid. La crítica de la Villa y Corte le augura un prometedor futuro artístico y le hace algunas recomendaciones:

Custodia Romero es una excelente bailarina que tiene condiciones para ser una de nuestras mejores artistas coreográficas; tiene empaque de ‘bailaora’, gracia y armonía en sus movimientos, […] y, sobre todo, sabe manejar los ‘palillos’ de forma que hace de ellos un instrumento de percusión complementario de la orquesta; así que en cuanto ‘quiera’ terminar sus bailes, que acaba siempre con un saludo, deje de recordar a otras artistas (ejemplo, en el fandanguillo. que nos trae a la memoria a la Cordobesita, aunque creo que lo baila más y mejor Custodia) y elija un repertorio más adecuado a sus facultades de bailarina flamenca, Custodia Romero será una de las figuras más interesantes del baile andaluz” (La Libertad, 24-4-1925).

A sus veinte años, goza ya de un nombre y un prestigio que pocas artistas consiguen alcanzar en un tiempo tan breve. Durante su actuación en el Teatro López de Ayala de Badajoz, “cuando después de una lucidísima ejecución de varios números de los que es creadora, se presentó en el palco escénico acompañada por el tocador Manuel Álvarez y bordó inimitablemente una danza flamenca [una farruca], nos pareció volver a la época en que la Imperio cautivaba a todos los públicos con la soberanía de su arte…” (Correo de la Mañana, 10-5-1925).

Custodia Romero (Nuevo Mundo, 26-2-1926). BNE.

Custodia Romero (Nuevo Mundo, 26-2-1926). BNE.

Poco después, con la sonanta de Diego Torres, cosecha grandes ovaciones en el Central Cinema de Alicante: “¡Qué ‘guajira‘, qué ‘fandanguillo‘! Todo acompaña a su arte magnífico: los ojos centelleantes, negros, y negra también y ondulante su brava cabellera… Sus palillos…” (El Luchador, 22-5-1925).

El Salón Imperial de Sevilla y el Teatro Romea de Madrid también son testigos de los éxitos de la Venus de Bronce, que a finales de octubre emprende una nueva gira por el norte de España. Llega a Galicia en medio de una gran expectación, pues acaba de exhibirse su primera película, y tanto el público como la crítica están ansiosos por verla en vivo y en directo. A juzgar por las palabras que le dedica Leonardo tras su debut en Santiago de Compostela, su arte no defrauda:

“… El cuerpo tiembla en el estuche de raso de sus vestidos…! Baila…! dueña del ritmo…! la danza tiene reminiscencias sagradas. Ondulaciones de sierpe…, cuellos largos de cisne… las manos tiemblan, como palomas trémulas… los brazos trazan signos en el espacio… una convulsión recorre toda la figura… los pies golpetean el suelo al compás de la música…! […]
Estamos subyugados; todo es emoción honda en nuestro espíritu. La luz radiante de mediodía, ha rasgado a raudales nuestras nieblas norteñas” (El Compostelano, 2-11-1925).

Durante su estancia en Santiago concede una interviú a El Pueblo Gallego, en la que expresa su parecer sobre la situación de la danza en España:

“-¿Y qué opina usted del baile español?
-Que sufre una crisis anuladora, aplastante. Ha caído tan hondo, que costará mucho el levantarle, el elevarle a una categoría verdaderamente artística. Toda esa gran mayoría de personas que se han dedicado al cultivo de este bello arte, lo han hecho todo menos cultivarle, menos darle prestigio y relieve estético. Es cierto que tampoco hubo una capacidad directriz que orientara a las masas coreográficas, ni personas celosas de encumbrar la profesión…” (Juan Jesús González, El Pueblo Gallego, 4-11-1925).

Custodia Romero (El Pueblo Gallego, 4-11-1925). Galiciana.

Custodia Romero (El Pueblo Gallego, 4-11-1925). Galiciana.

Las ciudades de Vigo, Pontevedra, El Ferrol, La Coruña, Salamanca y Zamora también reciben en sus teatros a quien “es sin duda la más alta jerarquía del arte coreográfico” (El Pueblo Gallego, 31-10-1925). En la capital charra posa para los fotógrafos Ansede y Juanes, y concede una entrevista al diario El Adelanto, en la que confiesa su pasión por el baile, al que está dedicada en cuerpo y alma:

“-¿Qué género de danzas cultiva usted con más satisfacción?
-¡Oh! Los bailes andaluces me obsesionan.
[…]
-También tenemos entendido que es usted ‘estrella’ de la pantalla.
-¡Uy!, estrella de la pantalla. No lo crea; fui intérprete de la película española ‘La medalla del torero’, pero nada de ‘estrella’.
-¿Y cómo no siguió en la cinematografía? ¿No la (sic) gusta?
-Sí, sí me gusta, pero en España se paga esa profesión muy mal.
-Entre el baile y la película, ¿por cuál siente más afición?
-Por el baile, sin duda de ningún género. Además en esta profesión, después de ganarse más, se goza de más independencia.
[…]
-Pues, por aquí se rumoreaba de un proyectado enlace matrimonial de usted con El Algabeño.
-Fantasías de las gentes. Desde luego puede usted asegurar que hasta que no logre como bailarina un cartel sólido, no pensaré en otros amores que los que debo a mi madre y los que siento por mi arte” (Juan de Juanes, El Adelanto, 18-11-1925).


Nota:
(1) El “Fandanguillo de Almería” es obra del compositor Gaspar Vivas.


Isabelita Ruiz, la gran estrella jerezana del baile (VI)

En enero de 1928, Isabelita Ruiz vuelve a presentar en el teatro Romea de Madrid, “con la maestría y la elegancia que la distinguen, nuevos bailes clásicos y modernos” (ABC, 25-1-1928), que le reportan nuevos éxitos y abundantes aplausos.

Isabelita Ruiz en su estudio (Mundo Gráfico, 14-12-1927)

Isabelita Ruiz en su estudio (Mundo Gráfico, 14-12-1927)

Sin embargo, en España el género ínfimo no pasa por su mejor momento y, como ya anunciara en la entrevista concedida a Mundo Gráfico, la jerezana confirma “su resolución firme de abandonar el género de las variedades, donde tantos triunfos ha alcanzado, para pasarse definitivamente al de la revista” (La Opinión, 24-1-1928).

Revistas de éxito con la compañía Velasco

Unas semanas más tarde se estrena con éxito en el Circo Price la revista ‘En plena locura’, dirigida por Eulogio Velasco. En elenco figuran, como artistas principales, Isabelita Ruiz, “cuya personalidad tan destacada proporciona una nota simpática y sugestiva” (Heraldo de Madrid, 11-2-1928), Tina de Jarque, María Caballé y Antonio de Bilbao.

En el mes de marzo, en la misma sala, la compañía de Velasco presenta una nueva revista, ‘La orgía dorada’, que se compone de veintidós cuadros, uno de ellos andaluz. El reparto es el siguiente:

“Más de cuarenta mujeres bonitas, bien disciplinadas y sabiendo lucir todo lo que Dios manda, por arriba, por abajo, por delante y por detrás. Una suprema bailarina, de recio casticismo, Isabelita Ruiz; otras dos, verdaderas dominadoras de la gracia desarticulada del moderno ‘dancing’, miss Dolly y madame Lau; las tres tiples fundamentales […], María Caballé, Tina de Jarque y Gloria Palomares; el cuadro netamente andaluz, a base de Antonio Bilbao” (La Libertad, 24-3-1928).

Isabelita Ruiz (La Esfera, 15-1-1927)

Isabelita Ruiz (La Esfera, 15-1-1927)

De manera paralela, se estrena en el mismo escenario una revista más breve, ‘La feria de las hermosas’, en la que “el éxito fue para Isabelita Ruiz, que bailó, acompañada a la guitarra, dos bailes flamencos, con primorosa gracia y estilo” (ABC, 9-5-1928). A finales de mayo, cuando se cumplen cien representaciones de ‘La orgía dorada’, la bailarina jerezana es homenajeada en el Circo Price.

Gira por Brasil con la compañía de Velasco

Avalada por los grandes triunfos cosechados en Madrid, la compañía de revistas de Eulogio Velasco hace las maletas, decidida a conquistar al público americano. En agosto la troupe debuta en Brasil con dos títulos bien conocidos por el público español, ‘En plena locura’ y ‘La orgía dorada’. El estreno tiene lugar en el Palacio Theatro de Río de Janeiro.

En el elenco habitual destaca la incorporación de la actriz y cantante Eugenia Zuffoli. Entre los números interpretados por la jerezana llaman especialmente la atención su ya famoso fandanguillo de Almería, la sevillana y una rumba cubana. El público brasileño “se extasía ante el estilo con que la niña Isabelita Ruiz ejecuta sus bailes sensuales y expresivos” (Correio de Manhã, 2-9-1928). (1)

Isabelita Ruiz interpretó con gran éxito sus bailes estilizados, que el público le exigió repetir. La graciosa artista, sobre todo en el segundo acto, por la expresión con que bailó, mereció las alabanzas de la platea, que desde la primera noche le dispensa una gran simpatía. Es una figurita interesantísima para el género, que se impone de revista en revista” (Correio de Manhã, 9-8-1928).

Sra. Lou, María Caballé e Isabelita Ruiz (ABC, 16-2-1928)

Sra. Lou, María Caballé e Isabelita Ruiz (ABC, 16-2-1928)

En el mes de octubre, la compañía Velasco presenta una nueva revista en el teatro Santa Helena de São Paulo, ‘La feria de las hermosas’, en la que “Isabelita Ruiz bailó con una expresión exquisita en los gestos y en la mirada, y gustó francamente” (Correio Paulistano, 6-10-1928).

París, Niza, Berlín… esta vez en solitario

En el mes de noviembre la troupe de Velasco presenta su repertorio en el teatro Guimaraes de Tenerife. Poco después se anuncia que Isabelita Ruiz deja la compañía y “desiste de continuar cultivando la revista”, para volver a “dedicarse a su arte personal e independiente”. En breve la jerezana “marchará a París para debutar en nuevo local que acaba de inaugurarse” y “después marchará a Berlín y Viena” (Heraldo de Madrid, 8-1-1929).

A partir del mes de enero de 1929, Isabel se anuncia en varias salas de la capital del Sena, como Embassy, Palermo y Boiard’s. Después viaja a Niza y Berlín, y en abril regresa a París, concretamente, al Moulin Rouge. Allí baila, “casi sin moverse, la más fogosa, la más ardiente de las cachuchas” (Paris Soir, 11-4-1929). La prensa gala dedica grandes elogios a su baile:

Isabel Ruiz, lenta en sus actitudes, tiene movimientos que comienzan en las manos erguidas, se deslizan a lo largo de los brazos, ondulan en todo el cuerpo y terminan en el imperioso y breve taconeo de los pies. La belleza fluye de esta bailarina como una onda, y cada uno de sus gestos traza una línea ideal renovada incesantemente con facilidad y con felicidad milagrosas. Isabel Ruiz, bailando, nos aparece en una región de orgullo y de soledad, a la que nadie ni nada más llega. El arte de Isabel Ruiz tiene incomparable nobleza, y la admiración va hacia él como hacia las cosas inaccesibles, en fuerza de ser excelsas…” (Le Petit Parisien, 15-4-1929) (2).

Isabelita Ruiz con la compañía de Velasco (ABC, 20-5-1928)

Isabelita Ruiz (nº 10) con la compañía de Eulogio Velasco (ABC, 20-5-1928)

Poco después, Isabelita regresa a España, contratada por el empresario Carceller, que la hace debutar en el cine Avenida de Madrid, acompañada de seis girls, “con su moderno repertorio de bailes clásicos y americanos” (Heraldo de Madrid, 25-4-1929). En esa época, la jerezana también actúa en Sevilla, donde se celebra la Exposición Iberoamericana, y en el teatro Villamarta de su ciudad natal, en cuya inauguración, un año antes, también había participado.

En el mes de junio, Isabel Ruiz participa en la Fiesta del Sainete, organizada por la Asociación de la Prensa en el teatro Apolo de Madrid, y deleita a los asistentes con sus clásicos bailes españoles. A continuación, emprende una gira por provincias con la compañía de revistas del teatro Romea. Durante su presentación en Zaragoza, la jerezana “entusiasma […] al público con sus canciones […] y con sus inimitables fines de fiesta” (Heraldo de Madrid, 1-7-1929).

En septiembre, Isabelita Ruiz es una de las artistas contratadas por el Rotary Club de Antibes, en la Costa Azul, para una gala celebrada en el casino de Juan-les-Pins. Unas semanas más tarde, se presenta con gran éxito en el Wintergarten de Berlín, así como en Niza y París.

De nuevo a Brasil, con Tina de Jarque

A finales de año, Isabel embarca en Burdeos con destino a Buenos Aires, junto a la actriz y cantante Tina de Jarque. No obstante, durante su escala en Río de Janeiro, son contratadas por el empresario del teatro Recreio de esa ciudad, lo que las hace posponer su visita a la capital argentina. Así lo relata la propia artista a un diario brasileño:

“Vine exclusivamente para pasear […]. Mi destino era Buenos Aires, de donde me llamaban buenos negocios. Pero no todo sale de la forma en que la gente imagina… El Sr. Neves, empresario del Recreio, me hizo cambiar de idea, ofreciéndome un contrato para trabajar en su teatro. He visto que el público que frecuenta en Recreio es alegre y numeroso. Aplaude con entusiasmo. ¡Ojalá llegue a merecer esas agradables demostraciones de cariño!” (Diario da Noite, 21-1-1930).

Eva Stachino, Isabelita Ruiz y Zaira Cavalcanti (Diario da Noite, 23-8-1930)

Eva Stachino, Isabelita Ruiz y Zaira Cavalcanti (Diario da Noite, 23-8-1930)

Las españolas debutan en Río con la revista “Dá N’ella”, que es muy bien acogida por el público. La prensa elogia especialmente la labor de la jerezana, a quien le basta con poner un pie sobre el escenario para conquistar al auditorio:

Isabelita, en cuanto apareció para el número del Carnaval de España, consiguió la simpatía de la platea. Su figurita muy graciosa se distinguió sobre todo bailando, pero bailando con una seducción y un ‘charme’ que raras veces se ha visto en las revistas nacionales. No le faltarán palmas y los comentarios oídos cuando bajó del escenario eran unánimes en reconocer que Isabelita Ruiz ha entrado con el pie derecho en el teatro nacional” (A Manhã, 25-1-1930).

En los días siguientes, la jerezana no sólo deleita al público con sus números españoles, sino que también se atreve con aires brasileños, como la machicha o la samba, que canta y baila acompañada de un grupo de chicas. Isabelita, que “cuando baila, atrae por la flexibilidad de su cuerpo todas las miradas deslumbradas y, cuando habla, […] parece que la propia brisa se calla, para que se oiga mejor el encanto de su voz” (Gazeta de Noticias, 4-2-1930), no para de cosechar aplausos y ovaciones. Para agradecer al público carioca su cálida acogida, la artista envía una carta a la prensa local:

“Quiero por este medio agradecerle la manera cariñosa en que se refirió a mi contrato para trabajar en el Teatro Recreio, y a mi consiguiente estreno, en la revista ‘Dá Nella…’. Y aprovecho la ocasión para rogar que en las columnas de su respetado periódico sea el intérprete de mi eterna gratitud al generoso público de esta hermosa capital que, con tanta benevolencia, me acogió y tanto me ha distinguido con sus aplausos” (Correio da Manhã, 30-1-1930).

Isabelita Ruiz (Advertiser, 26-7-1929)

Isabelita Ruiz (Advertiser, 26-7-1929)

En marzo de 1930, la compañía del Teatro Recreio presenta la revista ‘Eu sou do amor’, en la que destacan Isabelita Ruiz, Tina de Jarque y Zaira Cavalcanti. Unas semanas más tarde, la artista jerezana pasa a la compañía de Margarida Max, que presenta en el teatro Casino revistas como ‘Femina’, ‘Vatapá’ o ‘Miss Universo’. En esta última llama especialmente la atención el número ‘Dominadora’, a cargo de Isabelita.

En el mes de junio, toda la compañía marcha a São Paulo, para debutar en el Casino Antarctica. En él llevan a escena su repertorio habitual, además de algunas revistas nuevas, como ‘Dona Bóa’. Isabel Ruiz es muy aplaudida por su tango ‘Morocho’.

NOTAS:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.
(2) Traducción de Nuevo Mundo (31-5-1929).


Isabelita Ruiz, la gran estrella jerezana del baile (V)

En octubre de 1925 puede verse de nuevo a Isabel Ruiz en España, en ciudades como Guadalajara o Alicante, y en noviembre regresa a las tablas del teatro Romea de Madrid. En la ‘catedral de las variedades’ obtiene “un resonante éxito, bailando con su estilo personalísimo zambras, tangos, ‘fox’, etc., sobresaliendo en el lindo bailable español de Vicente Romero, ‘Glorias de mi tierra’” (La Libertad, 12-11-1925).

Isabelita Ruiz (Comoedia, 8-1-1925)

Isabelita Ruiz (Comoedia, 8-1-1925)

A su regreso de París, la jerezana vuelve a brillar con luz propia. Seduce al auditorio madrileño con sus ricas ‘toilettes’, que “son de una originalidad y elegancia extraordinarias” (El Imparcial, 13-11-1925), y “con su arte mago hace que el público la haga bailar hasta diez y doce de sus grandes creaciones” (El Imparcial, 18-11-1925).

Nueva tournée por provincias

Poco después, “la ‘estrella’ de las bailarinas” (El Orzán, 27-11-1925) emprende una nueva y exitosa gira por el norte de España. Actúa en La Coruña, Santiago de Compostela, Zamora, Bilbao y Gijón, entre otras ciudades. En el teatro Dindurra de esta última localidad, con motivo de su beneficio, Isabelita Ruiz presenta el siguiente repertorio de baile y canciones:

“1º Regiones españolas (baile).
2º ¡Hay que ver! (cuplé).
Fandanguillo de Almería (baile).
4º Nerón, foxt (baile).
5º Francesita (cuplé-tango). […]
6º ¡Vaya por usted! (baile)” (La Prensa, 9-2-1926).

En diciembre de 1926, la jerezana debuta en el teatro Ortiz de Murcia, junto a la cupletista Mercedes Serós y la bailarina Carmen Flores. Su presentación constituye todo un “acontecimiento artístico”. No en vano, “reúne Isabelita Ruiz las principales cualidades para el triunfo: rítmica figura, belleza extraordinaria, suprema elegancia y una presentación fastuosa” (Levante Agrario, 5-12-1926).

Todos sus números son muy aplaudidos, especialmente el denominado ‘El sombrero cordobés’ y el fandanguillo de Almería, del que artista hace “una verdadera creación. Ese es el verdadero fandanguillo: sin afectaciones, sin esos paseítos grotescos” (Levante Agrario, 11-12-1926).

Isabelita Ruiz (portada de Mundo Gráfico, 6-1-1926)

Isabelita Ruiz (portada de Mundo Gráfico, 6-1-1926)

Grandes éxitos junto a Tina de Jarque

En la primavera de 1927 “debuta en Romea la escultural y bella bailarina de elegancias supremas Isabelita Ruiz, cuyos bailes luminosos y artísticos son siempre un acontecimiento total” (El Imparcial, 3-4-1926). Completa el programa la vedette Tina de Jarque.

La jerezana presenta nuevos números, marca de la casa, con los que obtiene abundantes aplausos, especialmente con el baile titulado ‘Murmullos de la Alhambra’.

“Esta artista, creadora del género mimo-coreográfico, que ahora se lleva, une a su belleza poco común un donaire y ligereza graciosa, que la hacen dar un interés y encanto especiales, que tiene al público, pendiente tanto de su baile como de su gesto” (La Libertad, 4-4-1926).

En esa época también se puede ver a Isabelita, “la escultura que baila” (La Opinión, 30-4-1926), junto a Tina de Jarque, en otros teatros madrileños, como el Maravillas o el de La Latina. Asimismo, la bailarina jerezana participa en distintos eventos, como un homenaje dedicado a los aviadores del Plus Ultra, que se celebra en el teatro del Centro, o una fiesta en honor de los reyes de España que tiene lugar en la Embajada de Italia.

En este último acontecimiento, Isabelita “dio la nota española del programa, bailando varias de sus más celebradas danzas” (La Época, 7-6-1926), como ‘Gloria de mi tierra’ o ‘Fiesta en la tribu’, e interpretando canciones como ‘El sombrero cordobés’. Además de estos, la jerezana incluye en su repertorio otros números menos castizos, como el charlestón.

Tina de Jarque e Isabelita Ruiz (ABC, 30-4-1926)

Tina de Jarque e Isabelita Ruiz (ABC, 30-4-1926)

En septiembre de 1926 Isabel Ruiz realiza una nueva y fugaz visita a la capital francesa, mientras su filme Destino cosecha éxitos y buenas críticas en las salas de cine españolas. A partir del mes de noviembre puede verse de nuevo a la jerezana en los teatros madrileños y, unas semanas más tarde, también en otras ciudades.

Bailaora, cancionista y estrella consolidada

A finales de año, Isabel debuta en el teatro Duque de Rivas de Córdoba junto a la bailarina Angelita Resall y la cancionista de aires andaluces Pepita Llácer, aunque sin duda “la estrella [del programa era] Isabelita Ruiz, que con su arte exquisito cautivó al público, bailando, entre otros números, unas alegrías, acompañada a la guitarra por el señor Campillo” (La Voz, 26-12-1926).

“Como final de programa la ‘estrellaIsabelita Ruiz añadió nuevos lauros a los conseguidos en noches anteriores. […]

Su figura interesante se desenvuelve en un marco de lujo y fastuosidad, que presta a sus bailes estilistas y originales, una novedad de fantástica policromía.

Ya baile al compás de la orquesta, ya sea la guitarra (por ‘alegrías’) la que marque el ritmo de sus danzas, siempre su cuerpo, de imponderable belleza, se mueve con movimientos armónicos e inverosímiles.

Y baila Isabelita como quien practica un rito con fervoroso entusiasmo, que lleva novedades en cada exhibición” (La Voz, 28-12-1926).

En 1927, la jerezana vuelve a triunfar en los teatros Romea y Maravillas de Madrid, y continúa paseando su arte por distintos puntos de la geografía española, mientras que su nombre sigue apareciendo en los papeles de todo el mundo. Así, en el mes de octubre, el rotativo australiano News (13-10-1927) publica una fotografía de la artista con el siguiente pie: “Isabelita Ruiz. Actriz española que arrojó su pulsera a un torero”. (1)

Isabelita Ruiz (portada de La Unión Ilustrada, 6-12-1925)

Isabelita Ruiz (portada de La Unión Ilustrada, 6-12-1925)

A estas alturas de su carrera, Isabel Ruiz es una artista más que consolidada, toda una estrella, que “baila mejor que nunca” (La Voz, 29-12-1926) y también destaca como cancionista. Su repertorio incluye tanto “unas castizas ‘alegrías’, prodigiosamente bailadas a la guitarra” (ABC, 14-1-1927) como “los famosos ‘fandanguillos’ de Huelva, que son, sin duda, la cumbre de su arte” (El Orzán, 1-4-1927) o “un originalísimo y ultramoderno baile del maestro Sanna, denominado ‘Charles claque’” (ABC, 15-1-1927), números todos ellos interpretados con gran elegancia y estilo. De hecho, su afición por las danzas extranjeras no le impide seguir interpretando con maestría los clásicos bailes españoles:

“El estilo peculiar de Isabelita es esencialmente nacional. Aun cuando vaya a buscar fuera la caricatura del charlestón para hacer una creación afortunada, siempre sus méritos se acusarán notoriamente en el género español, por ella sentido y expresado como la más grande de las bailarinas” (La Prensa, 11-3-1927).

Una artista moderna y abierta a nuevos estilos

En una entrevista concedida al periodista José Montero Alonso para la revista Mundo Gráfico en diciembre de 1927, Isabel explica por qué ha decidido diversificar su repertorio:

“- ¿Qué género de bailes prefiere usted hacer, Isabelita?

– Los españoles. Y dentro de los españoles, los andaluces, claro…

– Usted hace, sin embargo, bailes exóticos, modernos…

– Sí. Lo quiere el público. Estamos en la fiebre del charles, y no hay modo de substraerse a ella.

– Ahora incluye usted también canciones en su repertorio…

– Sí. Es por esa misma razón. El público quiere variedad, cosas distintas en una misma artista. Un número solo de bailes fatiga al público nuestro actual. Vea cómo todas las bailarinas han ido recurriendo a la canción: Pastora, Argentinita… Lo busca la gente, créame.

– ¿Ha observado usted, en los años que lleva trabajando, algún cambio en los gustos del público?

– Sí. Antes sentía y comprendía mejor el baile, en lo que este tiene de arte y de belleza. Ahora busca, ante todo, algo más… alegre, a base de pantorrillas y de buena figura. Que la artista baile bien o mal es secundario. Lo interesante es que sepa enseñar bien las piernas…” (Mundo Gráfico, 14-12-1927). (2)

Isabelita Ruiz (Nuevo Mundo, 15-4-1927)

Isabelita Ruiz (Nuevo Mundo, 15-4-1927)

Asimismo, Isabel expresa su deseo de estrenarse en una nueva faceta artística, la de la revista, e informa al periodista sobre sus planes profesionales más inmediatos:

“- ¿Y de proyectos?

– Acaso vaya, dentro de muy poco, a Alemania dos o tres meses. Me ofrecen un contrato muy ventajoso… Y después a América

– ¿Una ausencia larga?

– Sí. Unos tres años. Quisiera empezar por la América del Sur y llegar hasta los Estados Unidos, donde tengo verdaderos deseos de bailar…” (Mundo Gráfico, 14-12-1927).


NOTAS:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.
(2) En esa misma entrevista, Isabel manifiesta que, a pesar de su incursión en otras modalidades más modernas, sigue teniendo claro cuál debe ser la esencia del baile:

“- ¿Qué es, a su juicio, lo más importante del baile?
– El braceo. Saber dar a los brazos vida y movimiento y expresión es lo principal. Yo, en realidad, bailo poco de pies; lo que verdaderamente cuido son los brazos…” (Mundo Gráfico, 14-12-1927).