Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

María Montero, una brillante carrera truncada por la tragedia (II)

La compañía de Fernando Porredón permanece en el Teatro Arbeu de Ciudad de México hasta principios de marzo de 1919. Tanto las obras que representan como los fines de fiesta son muy apreciados por el público, que no escatima en aplausos:

“Fue, sin duda superior, a lo que se esperaba el triunfo obtenido anoche en el Teatro Arbeu, por la Gran Compañía de Comedia Española ‘Fernando Porredón’, que hizo su presentación ante el público mexicano.

El espectáculo resultó en extremo agradable y original, pues tanto el cuadro de comedia dirigido por el célebre actor Porredón, como las artistas María Montero, que debutó como bailarina andaluza, y Gloria Gil Rey, que es una notable cancionista y tonadillera española, arrancaron una larga ovación, por sus respectivas creaciones en sus números” (El Pueblo, 20-2-1919).

“En la tarde […] irán como ‘final de fiesta’ la bailarina María Montero y el cantador y tocador de guitarra Telesforo del Campo, cuyos números siguen siendo el furor de las funciones” (El Pueblo, 23-2-1919).

María Montero (Cine-Mundial, marzo de 1926)

María Montero (Cine-Mundial, marzo de 1926)

Una vez cumplidos sus compromisos en el Arbeu, María Montero, Telesforo del Campo, Gloria Gil Rey, Pilar del Monte, La Corralito y la pareja Díaz-Delgado actúan durante varios días en el Cine Trianón Palace de la capital mexicana. Posteriormente, pasan al Teatro Principal, donde vuelven a encargarse de los finales de fiesta tras las obras llevadas a escena por el grupo de Porredón. A mediados de marzo, el elenco se despide de la escena mexicana:

“Esta será la última semana que se encuentre entre nosotros, la compañía de comedia Española, ‘Fernando Porredón’, que tantos éxitos artísticos ha obtenido en los teatros Arbeu y Principal, haciendo triunfar también su simpático cuadro de tonadilleras, coupletistas y bailarinas, así como al excelente cantador de flamenco y tocador de guitarra Telesforo del Campo” (El Pueblo, 13-3-1919).

El sueño americano

En junio de 1922, después “de completar un tour por Sudamérica, Cuba y México” (The Morning Telegraph, 9-6-1922) (1), María Montero debuta en Nueva York, en la revista The Pin Wheel Revel, dirigida por Michio Itow y representada por la compañía de Raymond Hitchcock en el Earl Carroll Theatre de Broadway.

“El programa comprende más de veinte números originales, creados especialmente para esta artística revista, que incluye bailes de personajes y bailes clásicos, pantomimas, selecciones vocales, novedades artísticas, y canciones populares indias, españolas y judías” (The Morning Telegraph, 11-6-1922).

La recién llegada no tarda en ganarse el favor de la crítica. La prensa destaca la elegancia de su baile, “que consistía en su mayor parte en un zapateo muy enérgico” (The New York Herald, 18-6-1922).

“… lo mejor de todo fue el baile español de María Montero, sin duda la dark lady de muchos sonetos en el viejo Madrid y alrededores. Tocando sus castañuelas y echando hacia atrás la cabeza, tomó completa posesión del escenario con el aire orgulloso de quien conoce su negocio al dedillo” (The Evening World, 16-6-1922).

“Uno de los atractivos fue el debut americano de una bailarina española muy conocida, María Montero, cuyo maravilloso baile causó auténtica sensación” (The Sunday Oregonian, 2-7-1922).

María Montero (The Morning Telegraph, 25-11-1923)

María Montero (The Morning Telegraph, 25-11-1923)

Una artista imprescindible en los mejores saraos

Desde su llegada a la ciudad de los rascacielos, la bailaora sevillana es requerida para amenizar con su arte eventos de postín, como la cena-baile en honor de William Hays organizada por la Motion Picture Directors’ Association [Asociación de directores de cine] en el Hotel Astor de Nueva York. El programa consta de una recepción, una cena y “un espectáculo especial a cargo de Johnny Dooley, Aleta de la Music Box Revue, Thalia Zanou, Alexander Oumansky, la Señorita María Montero y otros” (The Morning Telegraph, 15-6-1922).

En octubre del mismo año, se puede admirar a la guapa sevillana en el Strand Theatre de Nueva York. Allí se proyecta la película The Bond Boy (dirigida por Henry King y protagonizada por Richard Barthelmess) y se ofrece, entre otras atracciones, la obertura musical “Fantasie Espanol”, en la que intervienen la soprano Trina Varella, la bailarina María Montero y un trío instrumental (The Morning Telegraph, 9-10-1922).

Aparte de subirse a los escenarios, la garbosa española también desarrolla en Nueva York una carrera paralela como docente. Por ejemplo, en enero de 1923 da clases de baile español a la actriz Dorothy Gish, para que ésta pueda interpretar su papel en el filme The Bright Shawl, dirigido por John S. Robertson y basado en una obra de Joseph Hergesheimer.

“… Dorothy está aprendiendo lo último en fandangos y bailes populares españoles de María Montero. […]

María Montero, que está enseñando a Dorothy a bailar a la manera española, no habla ni una palabra de inglés, así que las lecciones […] se están dando por medio de un intérprete” (The Yonkers Statesman and News, 27-1-1923).

Unos meses más tarde, el filme se proyecta en el Strand Theatre de Nueva York. El programa musical que la acompaña incluye, como prólogo especial, un cuadro cubano con el cuarteto masculino del propio teatro y los bailarines María Palay, Amata Grassi, María Montero y Anatole Bourmann (The Morning Telegraph, 23-4-1923).

María Montero (New York Evening Post, 17-5-1928)

María Montero (New York Evening Post, 17-5-1928)

Durante el otoño de 1923, la bailaora sevillana vuelve a codearse con la flor y nata de la sociedad neoyorquina. La noche de Halloween se deja ver en un baile popular campesino que se celebra en la parrilla del Hotel McAlpin y al día siguiente hace lo propio en el primer baile anual Loew Metro, que tiene lugar en el Hotel Astor:

“[En el Hotel McAlpin] Entre las atracciones de la noche en la parrilla habrá un programa de nuevas canciones y bailes por la Señorita María Montero, de Sevilla; la Srta. Strelska, el Sr. Daks y la Srta. Trini Varela, la soprano mexicana. Los Trovadores de Sevilla tocarán para el baile y para el programa especial” (The Evening Telegram, 27-10-1923).

En el Loew Metro intervienen cuatro compañías completas de comedia musical, nueve orquestas y un gran número de artistas de primera fila, entre las que destacan estrellas de cine como Theda Bara o Marion Davies, y la bailarina María Montero (The Film Daily, 28-10-1923).

La estrella de El Patio

Unas semanas más tarde, la sevillana empieza a trabajar como bailarina principal en la Sala El Patio, que acaba de inaugurarse en el Hotel McAlpin de Broadway. La publicidad invita a respirar “la auténtica atmósfera seductora de la vieja España”. Cada noche actúan la “SEÑORITA MARÍA MONTERO. Popular bailarina española. SEÑORITA LINDA FLORES. Famosa soprano española” (The Sun and The Globe, 17-12-1923).

Su vinculación con ese establecimiento no impide a María seguir presentándose en distintos escenarios, como el del Strand Theatre. Allí se proyecta el filme Anna Christie (T. H. Ince y J. G. Wray, 1923) y se representa la revista Mark Strand Miniature Revue, que incluye un número -la canción The Arbor of Love– en el que interviene la bailarina María Montero (The Sun and the Globe, 8-12-1923).

Durante los primeros meses de 1924, la presencia de la sevillana sigue siendo indispensable en los distintos eventos organizados por el Hotel McAlpin. En el mes de enero, “la ardiente bailarina española” (New York Morning Telegraph, 30-12-1923) participa junto a Linda Flores -su compañera en El Patio- en la fiesta española del Club de Mujeres de Orange, New Jersey.

En mayo se la puede admirar en el Festival Floral de El Patio, celebrado en honor de la cantante Trini Varela. Este es el segundo de una serie de bailes organizados en el Hotel McAlpin “bajo el patrocinio de notables neoyorquinos y miembros del consulado de Latinoamérica” para “promover mejores relaciones entre los pueblos de los países latinoamericanos y los Estados Unidos” (The New York Telegram and Evening Mail, 3-5-1924).

María Montero y Roberto Medrano (Buffalo Courier Express, 19-5-1928)

María Montero y Roberto Medrano (Buffalo Courier Express, 19-5-1928)

En el programa destaca especialmente la pareja formada por “la Señorita María Montero, primera artista de Andalucía, España”, y Roberto Medrano, “la última sensación del tango argentino” (The Sun, 9-6-1924). En los meses de junio y julio, María y Roberto también deleitan con sus tangos al público que acude a la terraza veraniega del McAlpin:

“La Señorita María Montero y el Señor Roberto Medrano, los bailarines de tango argentino, ofrecerán varios números, con la orquesta argentina de Carlos Cobian” (The Sun, 5-7-1924).

NOTA:

(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.

 


María Montero, una brillante carrera truncada por la tragedia (I)

La bailaora sevillana María Montero ha pasado tristemente a la historia por su trágico asesinato en Manhattan, que fue trending topic en la prensa de todo el mundo. Menos datos han trascendido, no obstante, sobre la brillante trayectoria artística de “la más admirable de las bailarinas españolas que llegaron a actuar en Nueva York, donde se la consideraba como artista de supremo gusto” (ABC, 9-6-1928).

María Montero (Mundo Gráfico, 6-6-1928)

María Montero (Mundo Gráfico, 6-6-1928)

Sus formación como artista

María fue una niña prodigio, que dio sus primeros pasos en el mundo del baile de la mano del Maestro Otero. En su academia se formó como artista y como persona, y junto a él actuó en varios países europeos cuando aún era una niña.

Así lo cuenta el propio José Otero en distintas entrevistas concedidas tras el fallecimiento de su discípula, para quien sólo tiene buenas palabras:

Huérfana […] de padre y madre, casi sin apoyo en la vida, fue recogida por su tía Pepa, que le dio una educación esmeradísima. ¡Tenía unos ojos negros!, y una cara morena, y un cuerpo tan menudo, tan fino y tan airoso, que cuando bailaba ella las palmas eran para María Montero, que ya en su aprendizaje demostraba que llegaría” (El Liberal, 26-5-1928) (1).

“… yo la eduqué y la (sic) enseñé el baile flamenco. Bailaba como los ‘propios ángeles’ las zambras, las sevillanas, las bulerías, el vito y las peteneras. ¡Tenía una ‘grasia’ la chiquiya que era un encanto para los ojos! […] María, ¡la pobre!, viajó conmigo por el Extranjero. El 1911 la ‘yevé’ con otras diez muchachas al Coliseo de Londres. Un exitaso. Una apoteosi. […]

De Londres nos fuimos a París. Debutamos en el ‘Folies Bergère‘. María y el ‘cuadro’ gustaron mucho. Pasamos a Madrid, y luego embarcamos en Cádiz para América. Como los ‘pajariyos que dejan er nío’, la pobre María quiso volar con sus alas, y se separó de mí…” (Nuevo Mundo, 6-7-1928).

La prensa sevillana informa sobre algunas de esas actuaciones de la niña María junto al cuadro del Maestro Otero, como es el caso de la fiesta andaluza que se celebra en los Jardines del Alcázar en marzo de 1911 en honor de los Príncipes de Battenberg:

“… El maestro Otero llevó a los jardines a un grupo de hermosas andaluzas, vestidas clásicamente y luciendo mantones de Manila y peinado de teja con claveles por adorno.

Formaban el grupo Eduarda Tojo, Brígida Alba, Dolores Pinto, Isabel Martín, Emilia Navarro, María Delage, María Montero, Luz Ruiz y Rosario Raya.

Además del maestro Otero iban su sobrino Manuel Castillo y su hijo Manuel Otero; el director de la rondalla maestro Alcalá, y el tocador de guitarra Antonio Moreno acompañante de el Niño de las Marianas.

El Maestro Otero y su cuadro

El Maestro Otero y su cuadro

El baile andaluz gustó mucho a los príncipes y además se bailaron tangos, garrotín, Peteneras, Malagueñas, soleares, bolero jaleado y farruca.

El cante estuvo en armonía con el baile, formándose en éste varias parejas.

Eduardita Tojo bailó con Lolita pinto el garrotín, Rosario Raya, los tangos, garrotín y la farruca; Emilia Navarro y María Delaje, sevillanas y peteneras; Luz Ruiz y María Montero, sevillanas y peteneras, y Brígida Alba, con el maestro Otero, farruca” (El Noticiero Sevillano, 10-3-1911) (2).

Su debut en el extranjero

Unos meses más tarde, José Otero viaja con sus niñas a Londres. El cuadro debuta en el Teatro Coliseum el 29 de mayo, junto a un quinteto de bandurristas dirigido por Luis Sopena. Así lo anuncia la prensa británica:

“COLISEUM DE LONDRES […]

Dos veces al día a las 2.30 y a las 8 p. m.

Primera aparición en Inglaterra de las

BAILARINAS ESPAÑOLAS DE DON JOSÉ OTERO

de Sevilla y Madrid, con los BANDURRISTAS DE LUIS SOPEÑA, que acompañarán algunos de los bailes” (The Sporting Times, 27-5-1911) (3).

Las bailaoras sevillanas permanecen varias semanas en cartel, con éxito notable:

“En el Coliseum el programa de esta semana es magnífico. El Sr. Oswald Stoll ha contratado a una compañía excelente en la que nos complacemos de destacar Los Bailes Españoles de la troupe de José Otero. Las bailarinas son guapas mujeres que os hacen soñar un poco con sus bailes, a la vez graciosos y voluptuosos” (Comoedia, 15-6-1911).

“En el teatro Coliseum, de Londres, ha hecho su debut el conocido maestro Otero con sus bailarinas sevillanas, y que el pasado mes salieron de esta capital para dicho punto.

Nuestros paisanos han obtenido un buen éxito en sus bailes andaluces, y según dicen periódicos como The Daily Telegraph y The Westminster Gasett (sic), el número español constituye un poderoso atractivo en el programa para los espectadores, que diariamente acuden a aplaudir a las parejas de baile.

Las seguidillas, peteneras y boleras proporcionan a las lindas muchachas ovaciones, y los números de bandurrias y guitarras no son menos celebrados.

El maestro Otero y las muchachas que forman el grupo están haciendo una buena temporada que ha de darles excelente resultado, lo que celebramos” (El Liberal, 6-6-1911) (4).

María Montero (The New York Sun, 17-5-1928)

María Montero (The New York Sun, 17-5-1928)

La conquista de Madrid

En febrero de 1918 volvemos a tener noticias de María. La bailaora regresa a Sevilla tras actuar “con brillante éxito en el Cinema Francés de Tánger”, donde “hizo tal furor, no sólo por su arte, sino por sus ‘jechuras’, que todos temían que Mariquita se hiciera ‘tangerina’ para siempre” (El Guadalete, 22-2-1918).

Dos meses más tarde, la Montero debuta en el Teatro Romea de Madrid, junto a un elenco de variedades en el que también figuran la bailarina Pepita Robles y la bailaora La Checa, que actúa acompañada a la guitarra por Ramón Montoya. Las críticas no pueden ser más favorables:

“Con gran éxito debutó en este teatro la bellísima María Montero, de distinguida familia. El baile flamenco, que constituye su especialidad, es dignificado por esta amena artista, a quien esperan triunfos continuados.

Su elegancia y dominio en el baile son admirados todas las noches por el público” (Heraldo de Madrid, 22-4-1918).

“Debutaron María Montero, bailarina de excepcionales condiciones, las que son apreciadas por el público que tributa estruendosos aplausos” (Eco Artístico, 25-4-1918).

“… María Montero […] ha presentado un magnífico repertorio de bailes, con los que ha obtenido un éxito clamoroso” (Eco Artístico, 5-5-1918).

Durante los meses de verano, la sevillana realiza “una provechosa y brillante tournée por provincias” (Eco Artístico, 5-10-1918), y en noviembre regresa al Teatro RomeaMaría Montero, notable bailarina, que con su arte exquisito, ha obtenido un merecidísimo éxito” (Eco Artístico, 25-11-1918).

En esta ocasión, comparte cartel con la cancionista Lorenza Córdoba, la bailarina La Joyita, los acróbatas The Onoto Brothers, la cancionista Emilia Navarro y la polifacética Encarnación López, La Argentinita.

Unas semanas más tarde, la sevillana se presenta en el Trianón Palace, donde realiza una “magnífica actuación” (Eco Artístico, 25-12-1918). Completan el elenco los excéntricos Los Pitters, las bailarinas Luisa de Lerma y Carmen Salom, Julia Ortiz y el Trío Lara.

Rumbo al nuevo mundo

Tras triunfar en Madrid, la discípula de Otero emprende una nueva aventura allende los mares, junto a la compañía de comedias de Fernando Porredón. En diciembre de 1918, el grupo embarca en el puerto de Cádiz con destino a La Habana para actuar en el Teatro Nacional de la capital de Cuba, donde obtienen “un auténtico ‘succées’ (sic) artístico” (El Pueblo, 6-2-1919).

María Montero (La Nación´, 4-6-1928)

María Montero (La Nación, 4-6-1928)

Unas semanas más tarde, la troupe viaja a México. El 19 de febrero debutan en el Teatro Arbeu de la capital, donde llevan a escena obras como Las de Caín, La alegría de vivir, El cuarto creciente, Tortosa y Soler, Nicolás, Mister Beberly, La fórmula 3 K 3, o Genio y figura. Cada día se ofrecen varias funciones, todas con gran éxito. En los fines de fiesta actúan la bailaora María Montero, las cancionistas Gloria Gil Rey y Pilar del Monte, el cantaor y guitarrista Telesforo del Campo, y la bailarina La Corralito.

NOTAS:

(1) Texto reproducido por José Manuel Gamboa en su obra ¡En er mundo! De cómo Nueva York le mangó a París la idea moderna del flamenco, Sevilla, Athenaica, 2016, p.360.

(2) Texto reproducido por José Luis Ortiz Nuevo en su obra Coraje. Del Maestro Otero y su paso por el baile, Sevilla, Libros con Duende, 2012.

(3) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.

(4) Texto reproducido por José Luis Ortiz Nuevo en su obra Coraje. Del Maestro Otero y su paso por el baile, Sevilla, Libros con Duende, 2012.