Durante las últimas décadas del siglo XIX, los artistas flamencos más destacados del momento pasaron por los cafés cantantes sevillanos, convertidos en auténticos templos del arte jondo.
La famosa fotografía tomada por Emilio Beauchy en el Café del Burrero en torno a 1885 nos muestra un elenco cuajado de estrellas, en el que sobresale, en primer término -con mantón blanco-, una de las artistas más carismáticas de su tiempo, Concha la Carbonera.

Café El Burrero de Sevilla (Emilio Beauchy, hacia 1885)
A día de hoy aún no se conocen muchos datos biográficos de Concepción Rodríguez, nombre real de esa enduendada bailaora y cantaora. Sin embargo, nadie pone en duda la gran fascinación que la artista -granadina recriada en Málaga, según Blas Vega (1)- ejerció sobre sus contemporáneos, y especialmente sobre algunos escritores, como Armando Palacio Valdés, que la incluyó como personaje en su novela La hermana San Sulpicio (1889).
Los diarios españoles son parcos en referencias a La Carbonera, lo cual, desgraciadamente, no nos sorprende, teniendo en cuenta el escaso interés que el arte flamenco despertaba entre nuestros periodistas en aquella época -a diferencia de lo que sucedía en otros países, como Francia-. Buena parte de las mismas ya han sido aportadas por compañeros como Alberto Rodríguez Peñafuerte, que se ocupa en varias ocasiones de Concha, en su espléndido blog Flamenco de papel.
Por tanto, más que ofrecer nuevos datos, trataremos de realizar una recopilación ordenada de los que se conocen hasta el momento, porque el personaje lo merece, y llamaremos la atención sobre dos fotografías, realizadas por Antonio Esplugas en el siglo XIX, y cuya protagonista guarda un parecido más que razonable con Concha la Carbonera.
En tierras valencianas
La primera mención a Concha Rodríguez nos la ofrece el diario El Comercio, que sitúa a la bailaora en el Café Europeo de Valencia, en la primavera de 1879, compartiendo cartel con dos artistas jerezanas, Dolores Ramírez, ‘La Coralito’, e Isabel Santos:
“Desde que ha vuelto a autorizarse el canto y baile flamenco en el café Europeo, su espacioso local se ve sumamente concurrido todas las noches, manteniéndose el mayor orden.
Los cantaores y bailaores son muy aplaudidos especialmente la sandunguera jerezana Coralito.
Parece que la empresa de este café, deseosa de corresponder al favor del público, ha contratado dos nuevas artistas, la cantaora Isabel Santos y la bailaora Conchiya la Carbonera” (El Comercio, 30-5-1879).

Concha la Carbonera (Foto de Antonio Esplugas, ANC)
Es probable que Concha pasase parte del verano en tierras valencianas, pues la prensa deja constancia de sus actuaciones en las ferias de Valencia y Játiva. La de la capital comienza el 20 de julio y, entre sus atracciones, cuenta con un barracón en el que se ofrecen espectáculos flamencos. Tenemos noticia de la presencia de la bailaora en dicho local gracias a la carta remitida por un lector al diario El Globo, mientras que los noticieros locales no se hacen eco de ese hecho:
“Lo único que estuvo bien, aunque yo no tuve la honra de verlo, es el pabellón de conciertos flamencos. Creo que estaría literalmente lleno, porque la afición al género va desarrollándose cada día más en Valencia” (El Comercio, 22-7-1879).
“… Si a ustedes les encanta la melodía macarena, pásense a lo último de la feria, por aquel grande barracón donde la Coralito y la Carbonera y otras varias notabilidades en el ramo flamenco hacen las delicias de un auditorio casi siempre numeroso.
Me parten el alma, señores, esas melancólicas canturias de la poética Andalucía, esos melodiosos ritos desgarradores que evocan en el espíritu no sé qué dulcísimas ideas impregnadas de no sé qué sentimental pateticismo, que transportan el pensamiento a las historias y leyendas del Oriente y a las floridas vegas de Granada, que la hablan a uno al corazón, que le llenan a uno los ojos de agua…” (El Globo, 1-8-1879).
La feria de Játiva se celebra entre el 15 y el 17 de agosto. Durante esos días se establece en la Alameda una sucursal del Café Europeo de Valencia, que ofrece espectáculos de cante y baile flamenco. En ella destaca la polifacética Concha la Carbonera, que es presentada como cantaora y bailaora. Además de las ya mencionadas Isabel Santos y La Coralito, también figura en el elenco La Escribana, de quien más tarde nos hablará Fernando el de Triana. Llama la atención la insistencia de la gacetilla en el buen gusto y la moralidad del espectáculo:
“… se está levantando en la Alameda un magnífico pabellón destinado a café restaurant, que servirá el acreditado café Europeo de Valencia.
Las noches de feria actuará en este café una gran compañía de canto y baile flamenco, cuya lista de artistas copiamos a continuación:
Tocaor.- José Baldeolivas (Pucheta).
Cantaores.- Francisco Hidalgo (El Sevillano).- Juan patrón (El Guajiro).- N.N. (La Escribana).
Cantaora.- Concha Rodríguez (La Carbonera).
Bailaor.- Manuel González (Pamplina).
Bailaoras.- Dolores Ramírez (La Coralito).- Isabel Santos.- Concha Rodríguez.- Isabel Santos, hija.
Según indicaciones hechas al director de esta compañía flamenca, los artistas ejecutarán piezas escogidas, eligiendo cantares de buen gusto literario y de irreprochable moralidad, y bailando por todo lo fino, que es bailar por todo lo español, sin mezcla de géneros que no son regularmente del agrado de los públicos escogidos” (El Comercio, 14-8-1879).

Concha la Carbonera
En la Ciudad Condal
Unos días más tarde nos encontramos a esa misma compañía -o, al menos, a una parte de ella- en el Teatro del Buen Retiro de Barcelona, en la que se anuncia como una única representación: “Función en la que tomará parte por una sola vez la aplaudida compañía de canto y baile flamenco” (Diari Catalá, 2-9-1879).
Sin embargo, la troupe, encabezada por el cantaor Francisco Hidalgo, también conocido como Paco el Sevillano, permanece en cartel hasta finales de mes, lo cual nos hace intuir que fue muy bien acogida por el público catalán.
El programa incluye distintas obras teatrales, así como cante y baile flamenco por los mencionados artistas, entre los que destacan el bailaor Manuel Pamplina, y las bailaoras Isabel Santos, Isabel Delgado y Concha la Carbonera. Todos ellos son objeto de sendos beneficios.
El Diari Catalá se ocupa con frecuencia del espectáculo en sus gacetillas, si bien se recrea poco en los detalles. No obstante, Concha es una de las artistas más mencionadas. Se destaca especialmente su interpretación del tango, que es una de sus grandes especialidades, y también su faceta de cantaora:
“… la reputada compañía de cante y baile flamenco y el tan celebrado tango por la simpática Concha, ‘La Carbonera’” (Diari Catalá, 8-9-1879).
“… el tan celebrado cante y baile flamenco, y el aplaudido ‘Tango Americano’, por Concha (La Carbonera)” (Diari Catalá, 9-9-1879).
“… Gran compañía de cante y baile flamenco y primera representación del zapateado de Cádiz, por Manuel Pamplina y ‘Tango Americano’, por la simpática Concha (La Carbonera)” (Diari Catalá, 10-9-1879).
“… nuestros cantes y bailes por la aplaudida compañía flamenca. ‘Zapateado de Cádiz’ y el deseado ‘Tango Americano’ por la simpática Concha (La Carbonera)” (Diari Catalá, 11-9-1879).
“BUEN RETIRO.- Función para hoy a las ocho y media a beneficio de la simpática flamenca, Concha la Carbonera y dedicada a los espadas Chicorro, Paco de Oro y sus correspondientes cuadrillas.- Las comedias DESDE EL CIELO, AYER Y HOY, Baile español, y nuevos y variados cantos y bailes flamencos” (Diari Catalá, 18-9-1879).
“BUEN RETIRO.- Hoy sábado penúltima función de la temporada a beneficio del director de la compañía flamenca don Francisco Hidalgo […] y nuestros cantes flamencos por Concha la Carbonera, Isabel Santos y el beneficiado” (Diari Catalá, 27-9-1879).
La revista El Diluvio también hace referencia al espectáculo:
“Buen Retiro.- Compañía flamenca.- Penúltima función irremisiblemente a beneficio de don Francisco Hidalgo, director de la misma y dedicada a las sociedades Alhambra y Balduía.- A las 8 ½.- Las comedias Roncar dispierto. Viva don Canuto.- Baile gitano y nuevos Cantos flamencos por Concha la Carbonera, Isabel Santos y el beneficiado…” (El Diluvio, 27-9-1879).
…
NOTA:
(1) J. Blas Vega dedica a Concha la Carbonera varias páginas de su libro Los cafés cantantes de Sevilla (Madrid, Cinterco, 1987).