Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Encarnación la Trinitaria, una cantaora excepcional (I)

Encarnación Cabello Moreno nació en 1907 en el barrio malagueño de la Trinidad, del que tomó su nombre artístico. Lo mismo que su hermana Lola, fue una artista precoz, y a los diecisiete años ya se anunciaba en los teatros de su ciudad y de varias localidades del norte de África. La referencia más temprana que hemos hallado en la hemeroteca data del 17 de mayo de 1924 y la sitúa en el Casino Real de Melilla. Allí se ofreció una velada en la que, tras una conferencia del doctor Emilio Granados sobre puericultura e higiene, y un juguete cómico titulado Tocino de cielo, hubo “cante jondo” a cargo de “la aventajada cantadora de flamenco, tan conocida del público melillense, señorita Encarnación Cabello ‘La Trinitaria’” (El Telegrama del Rif, 17-5-1924).

Encarnación Cabello, la Trinitaria (Foto: Ruth Aguilera).

Encarnación Cabello, la Trinitaria (Foto: Ruth Aguilera /Editada por Sergio García).

Dos meses más tarde la encontramos en el Palais-Mondial de Orán, junto a un “notable cuadro de varietés procedente del Teatro Lara de Málaga, e integrado por los siguientes artistas: la canzonetista de aires regionales Paz Gutiérrez, el excéntrico cómico el Canela, la bailarina Rosalito Correa y los cantaores el Fanegas y la Trinitaria, “imitadora del Cojo de Málaga”, acompañados por las sonantas de Juan Torres y José Brotons (L’Écho d’Oran, 14-7-1924).

En el mes de diciembre de ese mismo año, “la cantante de flamenco y aires regionales la ‘Trinitaria’ debutó con franco éxito” en el Café Lion d’Or de Almería, compartiendo cartel con los bailarines Sevillanita y Trío Romero (Diario de Almería, 9-12-1924). Este anuncio nos la muestra como una artista versátil, en cuyo repertorio no solo tenía cabida el cante jondo, sino que también cultivaba los aires regionales, algo muy habitual entre las artistas de variedades de la época.

A partir del año 1925, la prensa la sitúa principalmente en Barcelona, ciudad donde se instaló y desarrolló la mayor parte de su carrera, lo mismo que su hermana Lola Cabello. En el mes de mayo debutó en el Teatro Nuevo de la Ciudad Condal una compañía de revistas y espectáculos internacionales que estrenó en nuestro país la obra ¡Fiat Lux!, con libreto y cantables de los Valverde y Puche, y música del maestro París. Se trataba de un ambicioso montaje, que no escatimaba en vestuario y congregó a cien artistas en escena. En el reparto destacaban nombres como los de Luxenti, Carmen Vicente, Hermanos Morales, Luis Fabregat, Gloria Pujol, Encarnación Alegre o “la cantadora de aires flamencos ‘la Trinitaria’” (La Vanguardia, 2-5-1925).

Lola Cabello (El Diluvio, 1-8-1934).

Lola Cabello (El Diluvio, 1-8-1934).

Unas semanas más tarde se inauguró en el Circo Barcelonés una temporada de cuatro días (1) de cante flamenco dirigida por el guitarrista Juanito el Dorado. El programa comenzaba con la representación de dos sainetes (2) por la compañía de Enrique Pitcher, seguidos de un espectáculo de cante jondo que tenía como figura principal a José Sepero (sic), acompañado a la sonanta por Ángel Baeza. Completaban el plantel Encarnación Cabello ‘la Trinitaria’, Julio Aznar ‘Niño de Linares’ y José Martínez ‘Pituiti’ (La Vanguardia, 28-5-1925).

La prensa de 1926 solo nos aporta un anuncio del music-hall Pompeya, que ofrecía un programa de vodevil y varietés, más un cuadro flamenco integrado por La Safe, Niño Tobalo, Pepita Ibelty, las hermanas Chicharra, Manuel Constantina, Juanito Relámpago y la Trinitaria (El Diluvio, 8-7-1926). Sin embargo, la de 1927 deja constancia de la intensa activador de la artista, tanto en Barcelona como en otras ciudades. En el mes de enero intervino en un certamen de cante y baile andaluz celebrado en el Teatro Talía, con el siguiente elenco:

Carmencita la Gitana (3), Lola la Camisona, Hermanas Chicharras y Micaela la Mendaña, bailaoras

Regla Ortega La Pato, Carmen Guerrero (sic) La Joselito (notables artistas)

Alfredo Genelty, José de la Subiela (bailaores)

Antonio Viruta (sin rival bailaor flamenco)

Mariana La Camisona y Encarnación La Trinitaria, cantaoras

Lola La Malagueña popular cantaora gitana

Joselito de Cádiz, Manuel Constantina, José París, premio de Honor del Circo Barcelonés, y Niño Almadén

Julio Aznar premio de Honor en Cádiz y Almería

Niño Medina (as del cante jondo), premio primero en los concursos de Huelva y Granada […]

José Cepero El poeta del cante jondo […]

José Martínez ‘Pituiti’, Manuel Domínguez, Paco Aguilera, Juanito Relámpago y Pepito Hurtado (tocaores) (profesores de fama acreditada)” (Noticiero Universal, 4-1-1927).

Carmen la Joselito (Le Journal, 5-6-1933).

Carmen la Joselito (Le Journal, 5-6-1933).

Un mes más tarde, “La Gran Trinitaria, imitadora de los cantos de Marchena”, actuó en el Teatro Oberón de Castellón junto a los cantaores Alfonso Aguilera (4), Niño de la Trinidad, Niña Constantina y Niño Linares; los bailaores Juan Castelló y Hermanas Chicharra; y los guitarristas Francisco Giménez ‘Ros’ y Francisco O quino (sic) (Heraldo de Castellón, 11-2-1927).

De vuelta en la Ciudad Condal, durante el mes de marzo Encarnación Cabello se presentó en el Circo Barcelonés y en el Gran Teatro España junto a un cuadro flamenco dirigido por el guitarrista Miguel Borrull, y en el que también figuraban, entre otros artistas, las bailaoras Julia y Concha Borrull, Rafaela la Tanguera, Carmen la Huelvana y Rosalía la Flamenca, los bailaores Manuel de la Rosa y Tobalo, y los cantaores Niño de la Perla, Niño de Constantina, Alfonso Aguilera ‘Niño de Málaga’ y Luis Soriano ‘Cabrerillo de Linares’, que se presentaba por primera vez en Barcelona (El Diluvio, 23-3-1927; Noticiero Universal, 28-3-1927).

La Trinitaria regresó al Circo Barcelonés en el mes de mayo para intervenir en una serie de funciones de cante jondo en las que de nuevo compartía protagonismo con el Niño de la Perla, como artistas más destacados del elenco. Completaban el cuadro los cantaores Niño del Albaicín, Niño Constantina, Juan Barea, Gitanillo, Diego el Africanito, Enrique García ‘Niño de Triana’, José Alcaraz ‘Murcianito’, Vicente el Loro y Alfonso Aguilera ‘Niño de Málaga’; acompañados por los tocaores José Revuelta, Paco Aguilera, Eduardo Salmerón, Pepe Hurtado y Miguel Borrull (El Diluvio, 4-5-1927; El Diluvio, 18-5-1927).

Rafaela la Tanguera (dcha.), en el Villa Rosa de Barcelona

Rafaela la Tanguera (dcha.), en el Villa Rosa de Barcelona

A finales de junio, algunos de los artistas mencionados se trasladaron a Palma de Mallorca para intervenir en un certamen de cante, baile y toque flamenco celebrado en el Teatro Balear, que fue todo un éxito:

Numeroso público se congregó anoche en el coliseo del Ensanche para deleitarse con la anunciada función de canto y baile flamenco, que transcurrió animadísima, colmando los deseos de los aficionados reunidos más exigentes.

Entre los ‘cantadores’ sobresalieron por su estilo Vicente ‘El Loro’, Juan Barea ‘Niño de la Perla’ y, especialmente, el ‘Chato Valencia’ […].

También cosecharon aplausos Alfonso Aguilera, ‘Niño de Madrid’ ‒que cantó fuera de programa‒ y la cantadora ‘La Trinitaria’ (5).

En la segunda parte fue presentado un cuadro flamenco formado por ‘Niña Gómez’, Carmen ‘La Joselito’ ‒estupenda bailarina ésta‒ Conchita Borrull y Manolo La Rosa que fue celebradísimo.

Miguelito Borrull hizo prodigios con la guitarra […].

Asimismo fue aplaudido Juan Relámpago” (El Día, 23-6-1927).

En octubre de ese mismo año volvemos a encontrar a la cantaora en la capital balear, en esta ocasión en el Cine Oriental, donde se proyectaba la película muda Malvaloca. Con el acompañamiento de una banda de trompetas y tambores, “las saetas fueron cantadas por la notable tonadillera malagueña Encarnación La Trinitaria, que fue muy aplaudida” (El Día, 21-10-1927).

Conchita Borrull (centro) en el cuadro del Villa Rosa de Valencia (Semana Gráfica, 23-4-1932).

Conchita Borrull (centro) en el cuadro del Villa Rosa de Valencia. Detrás del brazo de ella, con sombrero, se ve a Alfonso Aguilera (Semana Gráfica, 23-4-1932).

Los éxitos cosechados en las mencionadas actuaciones la convirtieron en una artista muy popular. Ello se puso de manifiesto en el verano de 1928, cuando regresó a la isla para actuar en la plaza de toros junto a una troupe flamenca organizada por el guitarrista Juanito el Dorado que, aunque afincado en Barcelona, era natural de Palma de Mallorca. Completaban el reparto los cantaores Chato de Valencia, Niño de Lucena, Niño de Vallecas y Cojo de Málaga como figura principal; las bailaoras Micaela la Mendaña, Leonor y Concha Chicharra; y los guitarristas Pedro el Palmesano y Alfonso Aguilera (El Día, 27-7-1928). Una de las sorpresas de la noche la dio “‘La Trinitaria’, popular cantadora, muy conocida de nuestro público y que se ‘destapó’ al final con la famosa bulería del ‘Loro de Santa Clara’, que cantó prodigiosamente, inspiradísima, de modo tal que quizás no logre repetirlo…” (El Día, 29-7-1928, 2).

En el mes de octubre volvió a anunciarse en el Circo Barcelonés, donde Juanito el Dorado organizó un concurso de cante jondo para señoras, con la participación estelar de cuatro cantaoras, arropadas por varios cantaores y guitarristas:

Catalina Muñoz. Nueva en Barcelona y de gran voz

Lola Cabello. La popular de la radio

La Trinitaria. La reina de los discos

La Lavandera. La estilista de Juan Breva

y los notables cantadores Miguel Algabeño, Niño de Sevilla, Sebastián Cantares, El Sevillanito, el gran Fanegas y los guitarristas, El Rizao, Jaime el Leridano y Alfonso Aguilera” (El Diluvio, 2-10-1928).

Durante las dos semanas que permaneció en el Circo Barcelonés, Encarnación Cabello viajó a L’Hospitalet de Llobregat para colaborar en un festival celebrado en el Cine Marte por la Asociación Taurina Lagartito “a beneficio de las víctimas de la catástrofe del teatro de Novedades, de Madrid, y del polvorín de Cabrerizas Bajas, de Melilla”. También prestaron su concurso distintos artistas procedentes de otros teatros de la capital catalana, como el cantaor Fanegas (La Vanguardia, 9-10-1928).

Miguel Borrull Giménez

Miguel Borrull Giménez

En los meses siguientes, de nuevo bajo la batuta de Juanito el Dorado, la Trinitaria regresó en varias ocasiones al coliseo de la Calle de Montserrat. El 15 de noviembre intervino en un concurso de cante jondo dedicado a los oficiales y marinos de la Escuadra Española que se encontraban de visita en el puerto de Barcelona. En él tomaron parte “los notables cantadores Niño Caracol, Francisco Algabeño, Niño membrillo (sic), El Lucerito, Alfonso Aguilera (6), Niño Cartagena, el célebre Fanegas y las notables cantadoras Lola Cabello, La Trinitaria y Niña Sevilla”, que se disputaron la Copa Circo Barcelonés. El toque de guitarra corrió a cargo de Pituiti, Rojo el Alpargatero y Juanito el Dorado (El Diluvio, 14-11-1928).

El 5 de diciembre de 1928 y el 4 de enero de 1929 se celebraron dos nuevos festivales flamencos que tuvieron como figura protagonista al cantaor Guerrita. Completaban el reparto el Niño del Perchel, el Niño Membrillo, Lola Cabello, la Trinitaria, Fosforito, Alfonso Aguilera o las hermanas Chicharra, entre otros artistas (La Vanguardia, 5-12-1928; La Vanguardia, 3-1-1929).


Notas:

(1) Se ofrecieron dos sesiones de tarde más una nocturna cada día.

(2) Durante los días que duró la actuación del cuadro flamenco de Juanito Eldorado se ofrecieron las obras El organiste de Solana, El contrabando, Les dos roses, El asistente del coronel.

(3) Así se anunciaba en sus inicios una jovencísima Carmen Amaya.

(4) En 1925 se celebró en el Teatro Circo Barcelonés un concurso de cante y baile flamenco en el que uno de los premios recayó sobre el cantaor aficionado Alfonso Aguilera (El Diluvio, 1-5-1925), que en 1927 se anuncia en distintos locales de la Ciudad Condal como el Niño de Málaga. A partir de 1928 empieza a aparecer en los carteles el guitarrista Alfonso Aguilera, compañero artístico y sentimental de la Trinitaria, por lo que cabe preguntarse si se trata de la misma persona.

(5) Durante su actuación en Palma de Mallorca, Encarnación Cabello era publicitada como “la reina del estilo” (El Día, 21-6-1927).

(6) Se anuncia aquí de nuevo como cantaor, no como guitarrista.


Gabrielita la del Garrotín, reina de los bailes de chufla (VI)

En junio de 1926 Gabriela Clavijo se presentó en el Teatro Nuevo de Zamora integrada en una troupe de “baile flamenco y cante jondo” en la que compartía cartel con los tocadores Jorge López ‘Petaca’ y Manuel Bonet; los cantaores Pepe el Mexicano, La Lavandera, Niño de Alcalá, El Mochuelo y Manuel Escacena; y el bailaor serio―cómico Ramironte (Heraldo de Zamora, 1926: 2). De nuevo en Madrid, en el mes de septiembre “la Gabriela, reina del ‘baile por chufla’”, intervino en un certamen de cante flamenco celebrado en el Teatro Fuencarral con un elenco cuajado de estrellas de lo jondo, en el que sobresalían Antonio Chacón, El Canario, la Niña de Linares, el Chato de las Ventas o el Niño de Marchena (La Voz, 1926a: 3).

Petra García Espinosa, la NIña de Linares

Petra García Espinosa, la Niña de Linares

También de reconocido prestigio eran los artistas con los que alternó Gabrielita en varios conciertos de cante y baile flamenco ofrecidos en el Monumental Cinema de la capital entre los meses de septiembre y octubre de ese año. El cante corrió a cargo de don Antonio Chacón, Manuel Centeno, la Niña de Linares, el Chato de las Ventas, Angelillo, el Americano, el Canario de Madrid, la Trianita y la Lavandera, entre otras figuras, con las sonantas de Ramón Montoya, Jorge López, Enrique Mariscal, Marcelo Molina y Manuel Martell. El baile lo pusieron Gabrielita, Estampío, Alfonsina, Goyita Herrero y Ramironte (ibidem, 1926b; ibidem, 1926c; ibidem, 1926d).

Nos encontramos ya en la época de florecimiento y expansión de la ópera flamenca, que convirtió el cante en un fenómeno de masas y lo llevó a los teatros y plazas de toros de toda España. Aunque no fuese el plato principal, en ese tipo de espectáculos también tenía cabida el baile y en ellos encontró Gabriela Clavijo un buen filón para seguir viviendo de su arte. En 1927 fue contratada por el empresario Vedrines para realizar una gira por ciudades como Valladolid, Jerez de la Frontera, Córdoba, Cádiz, Constantina (Sevilla) o Madrid (El Noticiero Sevillano, 1927a: 6; El Guadalete, 1927: 1; La Voz, 1927: 13; El Defensor de Granada, 1927: 1; El Noticiero Sevillano, 1927b: 2; ABC, 1927: 38).

Angelillo (La Voz de Aragón, 7-6-1929).

Angelillo (La Voz de Aragón, 7-6-1929).

La compañía estaba compuesta por una veintena de artistas, entre los que cabe mencionar a la Niña de Linares, el Canario, Antonio García Chacón, el Niño de la Flor, el Niño de las Marianas II, el Chato de las Ventas, el Canario de Madrid y el Niño de Coín, con la intervención estelar del Cojo de Málaga en el Salón Rodrigo de Constantina (El Noticiero Sevillano, 1927b: 2). Marcelo Molina, Jorge López, Victoria de Miguel y Manuel Bonet se ocuparon de la parte musical y, en lo que respecta al arte de Terpsícore, aparte de la intervención de Carmen la Flamenca y Aurorita Imperio, merece la pena destacar la presencia de La Coquinera, toda una institución en el baile por alegrías, así como el predominio de lo cómico, encarnado en “Estampío, creador del baile ‘El picaor’, La Gabrielita, bailadora por ‘chufla’” (ibidem, 1927a: 6) y “el gran Ramironte (bailador cómico-serio)” (El Guadalete, 1927: 1). Ésta fue precisamente la parte del espectáculo que más atrajo la atención de algunos cronistas: “Del llamado cuadro flamenco sólo nos distrajo algo la ‘Gabrielita’ con su baile por chufla y el veterano ‘Estampío’” (La Voz, 1927: 13).

Antonio Escribano recoge un interesante testimonio de la guitarrista Victoria de Miguel, que nos permite hacernos una idea sobre la singularidad del baile de la Clavijo: “De la Gabrielita recuerda con admiración que era una bailaora que practicaba un estilo muy peculiar, entremezclando en su firme ritmo y compás volteretas y extrañas posturas, bailando las bulerías en ocasiones tumbada en el suelo” (1990: 209).

Gabrielita la del Garrotín (Shadowland, septiembre de 1921)

Gabrielita la del Garrotín (Shadowland, septiembre de 1921)

Una vez concluida esta gira con la troupe Vedrines, a su regreso a la capital de España, durante el verano de 1927 Gabriela participó en varios conciertos flamencos ofrecidos en salas como el Cine Madrid o el Monumental Cinema (El Liberal, 1927: 4; La Libertad, 1927a: 7), junto a artistas como el Chato de Valencia, el Pescadero, Guerrita, Antonio García Chacón, el Americano, el Niño de Alcalá, el Niño de Utrera, Niño Medina o Manuel Vallejo en el cante; y Carlota Ortega, José Linares, Estampío o Ramironte en el baile.

Asimismo, intervino en el Certamen Nacional de Cante Flamenco en el que se disputó la Copa Monumental Cinema 1927, con el concurso de figuras de lo jondo de la categoría del Niño Gloria, el Niño de los Lobitos, Angelillo o Antonio Rengel, acompañados por las sonantas de Ramón Montoya, Carlos Montoya y Niño Sabicas; y, en el cuadro de baile, la enorme Juana la Macarrona (La Libertad, 1927b: 2).

Fue una época de gran actividad para Gabriela Clavijo, que también formó parte del elenco de la gran fiesta de cante y baile incluida en el segundo acto del sainete El niño de oro, de José María Granada, con motivo de su reposición en el Teatro de la Latina. La parte vocal corrió a cargo de la Niña de Linares, Carmen la Lavandera, el Niño de los Lobitos y el Sevillanito, con las guitarras de José Hijosa y Jorge López, y el baile recayó en exclusiva sobre “La Gabrielita (reina de la chufla)” (Heraldo de Madrid, 1928: 6).

Juana la Macarrona (Fondos del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco)

Juana la Macarrona (Centro Andaluz de Documentación del Flamenco)

Asimismo, actuó en varios conciertos de ópera flamenca ofrecidos en el Cine Pardiñas, donde volvió a coincidir con Bernardo el de los Lobitos y Estampío (La Voz, 1928a: 6); y en la fiesta granadina del Sacromonte con la que culminó el concurso de cante jondo celebrado en el Teatro de la Latina y al que concurrieron los cantaores Niña de Chiclana, el Americano, Niña de Linares, la Lavandera, el Mochuelo, el Chata, el Chato de las Ventas, el Canario de Colmenar, el Niño de la Huerta y Guerrita, acompañados por las sonantas de Marcelo Molina, Román García y Luis Yance. El cuadro de baile tuvo un claro componente cómico, con la presencia de Ramironte, Acha Rovira y Gabrielita la del Garrotín (La Voz, 1928b: 6).

Durante el verano de 1928 la bailaora se embarcó en una nueva gira a las órdenes de Vedrines, con una compañía de ópera flamenca todavía más excepcional, si cabe, que la del año anterior, pues llevaba en sus filas a don Antonio Chacón, la Niña de los Peines, Manuel Vallejo, José Cepero, Guerrita, el Niño de los Lobitos, el Chato de las Ventas y el Niño de Sevilla, escoltados por los guitarristas Ramón Montoya, Luis Yance, Manuel Martell y Manuel Bonet. El reparto se completaba con un cuadro de zambra gitana integrado por los bailaores Frasquillo, la Quica, Gabrielita, Carmen Vargas, Carmelita Borbolla, Estampío, El Tobalo, Acha Rovira, Manolita la Macarena y los seis gitanillos de la Cava de Triana. Esta troupe se presentó en ciudades como Granada, Cádiz o Badajoz (El Defensor de Granada, 1928: 1; El Noticiero Gaditano, 1928: 2; Correo Extremeño, 1928: 8).

Carmelita Borbolla (hija). Foto de Carmen de la Borbolla Triano

Carmelita Borbolla hija (Foto: Carmen de la Borbolla Triano).

Entre los meses de septiembre y octubre de 1928, la singular artista actuó en Valencia, Madrid, Córdoba y Jerez de la Frontera (El Pueblo, 1928: 3; La Voz, 1928c: 7; ibidem, 1928d: 2; El Guadalete, 1928a: 3), también bajo la batuta de Vedrines, aunque junto a un elenco diferente: los cantaores Manuel González ‘Guerrita’, Manuel Blanco ‘El Canario’, Manuel Carrera ‘El Sevillanito’, Juan García ‘Hierro’ y Emilio ‘el Faro’; los guitarristas Jorge López y Manuel Bonet; y al baile, “La Gabrielita, graciosa ‘bailaora’ por ‘chufla’, y los cuatro gitanillos de la Cava de Triana” (La Voz, 1928c: 7).

Merece la pena destacar que en el anuncio del espectáculo en la Plaza de Toros de Valencia sólo aparecen tipográficamente resaltados ―en negrita y con un cuerpo de letra mayor― los nombres de Guerrita y Gabrielita (El Pueblo, 1928: 3); y que el diario El Guadalete (1928a: 3), cuando anuncia su presentación en Jerez, menciona en primer lugar a “La Gabrielita, graciosísima bailarina”, lo cual nos da una idea de su protagonismo en el conjunto. De hecho, según la crónica publicada en este último periódico, ella fue uno de los artistas que más aplausos cosecharon:

… El programa se cumplió en todas sus partes, siendo muy celebrada la labor de todos los que en él intervinieron y de manera muy especial la de Guerrita El Niño de Cartagena, que cantó cosas de su tierra y fandanguillos con extraordinarias facultades y sentimiento.

Gustó asimismo el graciosísimo trabajo de La Gabrielita y Los cuatro gitanillos de la Cava de Triana, que son unos chiquillos ágiles y habilísimos, conocedores de toda la gama del baile gitano (ibidem, 1928b: 3).

Elenco de La hija de Juan Simon. Gabrielita, tercera por la izquierda en la fila de abajo (Heraldo de Madrid, 23-5-1930).

Elenco de La hija de Juan Simon (Heraldo de Madrid, 23-5-1930).

Durante el año 1929 la prensa nos aporta escasas referencias sobre la actividad de Gabriela Clavijo, salvo las relativas a sus actuaciones en el Teatro Chueca de Madrid, junto a un elenco de ópera flamenca en el que destaca la presencia de Estampío, y de los cantaores Niño de Almadén, Chaconcito y Pena hijo (Heraldo de Madrid, 1929: 2); y en el Cine Parisiana de Zaragoza, con Angelillo, el Americano, la Niña de Chiclana y Emilio el Faro, entre otros artistas (La Voz de Aragón, 1929: 10). Sin embargo, las crónicas de 1930 informan sobre su participación en dos piezas teatrales, la comedia lírica Nobleza gitana y el drama La hija de Juan Simón, que se insertan en ese nuevo género, tan en boga en aquel momento, en el que se mezclan la acción dramática, la copla y el flamenco.


Referencias:

ABC (1927, 1 de abril). “Maravillas”, p. 38.

Correo Extremeño (1928, 14 de agosto). “Plaza de Toros de Badajoz”, p. 8.

El Defensor de Granada (1927, 23 de febrero). “Teatrales”, p. 1.

El Defensor de Granada (1928, 28 de julio). “El concierto de ópera flamenca”, p. 1.

El Guadalete (1927, 5 de febrero). “Teatro Eslava”, p. 1.

El Guadalete (1928, 13 de octubre). “Teatro Villamarta”, p. 3.

El Guadalete (1928, 14 de octubre). “Teatro Villamarta”, p. 3.

El Liberal (1927, 20 de julio). “Gacetillas”, p. 4.

El Noticiero Gaditano (1928, 6 de agosto). “En el Parque Genovés”, p. 2.

El Noticiero Sevillano (1927, 19 de enero). “Ópera flamenca”, p. 6.

El Noticiero Sevillano (1927, 13 de marzo). “Concierto de cante ‘jondo’”, p. 2.

El Pueblo (1928, 8 de septiembre) “Plaza de Toros”, p. 3.

Escribano, Antonio (1990). Y Madrid se hizo flamenco. Madrid: El Avapiés.

Heraldo de Madrid (1928, 22 de febrero). “Gaceta teatral madrileña”, p. 6.

Heraldo de Madrid (1929, 15 de febrero). “¡¡Acontecimiento!! en Chueca”, p. 2.

Heraldo de Zamora (1926, 9 de junio) “Nuevo Teatro”, p. 2.

La Libertad (1927, 20 de mayo). “Concierto de ópera flamenca”, p. 7.

La Libertad (1927, 11 de septiembre). “Certamen nacional de cante flamenco”, p. 2.

La Voz (1926, 3 de septiembre). “Certamen de cante flamenco en Fuencarral”, p. 7.

La Voz (1926, 4 de septiembre). “Monumental Cinema”, p. 7.

La Voz (1926, 11 de septiembre). “Monumental Cinema”, p. 6.

La Voz (1926, 4 de octubre). “Monumental Cinema”, p. 7.

La Voz (1927, 22 de febrero). “Gran Teatro: ¿Una sesión de cante y baile flamenco?”, p. 13.

La Voz (1928, 9 de mayo). “Pardiñas”, p. 6.

La Voz (1928, 9 de junio). “Latina”, p. 6.

La Voz (1928, 11 de septiembre). “Ópera flamenca”, p. 7.

La Voz (1928, 21 de septiembre). “Salón San Lorenzo”, p. 2.

La Voz de Aragón (1929, 8 de junio). “Teatro-Cine Parisiana”, p. 10.


Las Hermanas Mendaña, de La Isla a Barcelona (y II)

Las primeras décadas del siglo XX son años de esplendor en Barcelona, donde se concentra una importante colonia flamenca al abrigo de los numerosos locales que proliferan, sobre todo, en el Distrito V. En un artículo publicado en El Adelanto el 2 de junio de 1929, Braulio Solsona recoge lo que él denomina el “censo de la ‘flamenquería barcelonesa’”, en el que, aparte de los Borrull, figuran cantaores como Angelillo, Guerrita, Pena hijo, El Americano, el Chato de Valencia o el Niño de Triana; cantaoras como Mariana La Camisona, La Trinitaria, Lola Cabello, Rosalía la Gitana, Lola la Malagueña o Carmen la Lavandera; bailaoras como las Hermanas Chicharras -Leonor y Concha-, Rafaela la Tanguera, Regla Ortega ‘La Pato’, Carmen ‘La Joselito’, las hermanas Piruli, La Rusa o Luisa Prat; bailaores como Estampío, Manolito la Rosa o Antonio Virutas; y guitarristas como Juanito El Dorado, Pituiti, Relámpago, Faíco Chico o Paco Aguilera (7).

Villa Rosa, años 30. En la imagen, de izquierda a derecha: Sobre el tablao, Manolo Constantina y Pepito Hurtado. Debajo: el Cojo de Málaga, una de las Mendaña (sirviéndole vino), Rosalía, Luisa, La Faraona y el hermano de Guerrita. Fuente: Archivo de Montse Madridejos

Villa Rosa, años 30. En la imagen, de izquierda a derecha: Sobre el tablao, Manolo Constantina y Pepito Hurtado. Debajo: el Cojo de Málaga, una de las Mendaña (sirviéndole vino), Rosalía, Luisa, La Faraona y el hermano de Guerrita. Fuente: Archivo de Montse Madridejos.

Con muchos de estos artistas comparten cartel y escenario las hermanas Mendaña durante los años veinte y treinta, no sólo en Villa Rosa, sino también en el Gran Pay-Pay, el Tabarín, los teatros Poliorama, Nuevo y Talía, o el Circo Barcelonés, entre otros lugares.

Con cierta frecuencia también se las puede ver en cuadros dirigidos por el guitarrista Juanito el Dorado, como es el caso de las distintas funciones ofrecidas en el Circo Barcelonés durante el año 1929, que tienen como protagonista al cantaor Manuel González, ‘Guerrita’. Ese mismo espectáculo también se presenta en otros coliseos, como el Apolo de Valencia o el Principal de Castellón (8).

De Barcelona, al mundo

En ese mismo año se inaugura en Montjuic la Exposición Internacional de Barcelona, en cuyo recinto -concretamente, en el barrio andaluz del Pueblo Español- se instala el Patio del Farolillo, un colmado de estilo sevillano en el que no faltan geranios, toneles de manzanilla, carteles taurinos y, por supuesto, cante y baile flamenco, a cargo de artistas como La Malagueñita, La Gaditana, La Sevillanita, el Niño de Triana, el Niño de Lucena, el Pituiti, el Murciano o Micaela la Mendaña.

En dicho establecimiento, dirigido por Rosita Rodrigo, se da cita lo más granado de los visitantes a la Exposición, como es el caso de los concurrentes a la fiesta ofrecida por el Duque de las Torres nada más inaugurarse el evento (La Época, 22-5-1929). También pasan por allí numerosos periodistas, que dejan constancia de lo vivido en las páginas de distintas publicaciones. Así describe Francisco Higuero Bazaga el baile de la Micaela Mendaña en el Patio del Farolillo:

“En el centro del patio lucía su esbelto garbo ‘la bailaora’, figura graciosa de mujer española, que envuelta en sutilísima aureola de palmas, perfumes de olorosa manzanilla y aromas de ricos claveles, hacía las más locas contorsiones, presa de un histerismo agudo y penetrante, que se acentuaba cuando la ‘Mendaño‘ (sic) animaba su baile con algún fandanguillo de su fino repertorio…” (Nuevo Día, 10-9-1929).

Tablao El Patio del Farolillo, en el Pueblo Español de Montjuic (Foto de Gabriel Casas i Galobardes, ANC).

Tablao El Patio del Farolillo, en el Pueblo Español de Montjuic (Foto de Gabriel Casas i Galobardes, ANC).

En esos años, las hermanas Mendaña también comparten cartel y escenario con otras grandes figuras del flamenco que recalan en Barcelona de manera temporal, como el Niño Medina, José Cepero, el Niño Caracol o Manuel Vallejo (9).

Durante la primera mitad de los años treinta las artistas de La Isla -especialmente, Micaela– se anuncian en distintos espectáculos de cante y baile flamenco que se celebran en distintos teatros de la Ciudad Condal, casi siempre en el Circo Barcelonés, como son los beneficios del bailaor Manolillo la Rosa (La Vanguardia, 10-2-1931) y de la cantaora Lola Porras, ‘La Malagueña’ (La Vanguardia, 23-2-1933); el concierto organizado por Juanito el Dorado en el Teatro Olympia, con el Niño de Cabra como cabeza de cartel (La Vanguardia, 23-1-1932); o dos festivales de ópera flamenca en los que destaca la presencia de artistas como la Ciega de Jerez (La Vanguardia, 1-2-1933), el Cojo de Málaga (La Vanguardia, 23-2-1933) o una adolescente Carmen Amaya, cuyo nombre figura en varios de los carteles mencionados.

La Zambra de Chorro Jumo

En 1934, Micaela Núñez Porras emprende una nueva etapa profesional junto a la Niña de Linares y su Compañía de Comedias y Arte Gitano, que presenta la obra La Zambra de Chorro Jumo (de I. Duro y F. Mourelle) en distintos teatros españoles. Se trata de una comedia musical cargada de tópicos, escrita para el lucimiento de los artistas que figuran en el elenco: “los «cantaores» Niña de Linares, Pepita Jiménez, Niño Constantina y Niño de Lucena, las «bailaoras» Julia y Conchita Borrull, La Tanguera, Micaela Lamendaña, Rocío de Triana, La Faraona, María Flores; el virtuoso de la guitarra flamenca Miguel Borrull; el caricato Isidro Badur y otros muchos” (La Vanguardia, 14-9-1934).

“En realidad la obrita no es […] otra cosa que un fondo convencional (gitanos pícaros y gitanas seductoras, una pareja de ingleses […] que desean aprenderse al dedillo el exótico repertorio de la gitanería, etc., etc.), en el que se engarzan diversas facetas del arte flamenco: «cante jondo» y más «jondo» todavía; bailes y repiques de castañuelas; soleares, peteneras, saetas. […] La segunda parte del espectáculo prescinde, ya, de la comediografía, y queda encerrado en su propio marco, y presentado en su justo carácter: teatro de variedades” (La Vanguardia, 11-8-1934).

La Niña de Linares (película María de la O, 1936)

La Niña de Linares (película María de la O, 1936)

Entre el 8 y el 26 de agosto la compañía se presenta en el Teatro Poliorama de Barcelona, donde “obtuvo un franco éxito, y en realidad fue merecido, pues todos los artistas trabajaron con entusiasmo, logrando un excelente conjunto en el difícil género que cultivan” (La Vanguardia, 14-9-1934). Tanto es así que, al término de las representaciones, los autores e intérpretes son agasajados por sus admiradores con una cena andaluza en un restaurante de la Ciudad Condal (La Vanguardia, 26-9-1934).

En la segunda quincena del mes de octubre, la obra es representada con gran éxito en el Monumental Cinema de Zaragoza:

“Todos […] se lucieron en su labor, haciendo llegar al público […] la emoción de sus cantos y el dinamismo de sus sugestivas danzas.
La concurrencia tributó nutridos y prolongados aplausos a los autores y a los artistas, sobre todo en el último cuadro de la obrita, convertido en una fiesta gitana en tierras de Córdoba, donde se desarrolla la acción de ‘Zambra de Chorro Jumo’.
La presentación, esmerada” (La Voz de Aragón, 19-10-1934)

Durante el mes de noviembre, la compañía de la Niña de Linares continúa con su tournée por el norte de España, y se presenta en ciudades como Bilbao, El Ferrol, Santiago de Compostela, Vigo, Pontevedra, Orense, Lugo y Monforte. En todas ellas cosecha aplausos y ovaciones, con un repertorio en el que no faltan “bulerías, alegrías, granadinas, tarantas, caracoles, malagueñas, tangos, martinetes, etc…” (La Zarpa, 18-11-1934). Micaela la Mendaña se anuncia en el cartel como primera bailaora cómica, lo mismo que María Flores.

En abril de 1935, la artista de La Isla presta su colaboración en un festival a beneficio del bailaor Antonio Virutas, que se celebra en el Circo Barcelonés. Un mes más tarde marcha a Madrid junto al resto del elenco de La zambra de Chorro Jumo, que se presenta con gran éxito en el Teatro Victoria.

La Tanguera, Carmen Amaya, Julia Borrull, Alberto F. Garagarza, Antonio Viruta y el Chino (Barcelona, 1933)

La Tanguera, Carmen Amaya, Julia Borrull, Alberto F. Garagarza, Antonio Viruta y el Chino (Barcelona, 1933)

En otoño de ese mismo año se puede ver de nuevo en la Ciudad Condal a “Micaela la Mendaña, notable bailaora por alegrías” (El Diluvio, 15-10-1935), en una gran función de cante y baile organizada en el Nuevo Mundo por la Asociación de Artistas del Género Flamenco de Cataluña. También figuran en el cartel las bailaoras Conchita Borrull, Rafaela la Tanguera y Palmira Escudero; los cantaores Juan Varea y la Niña de Linares, y los tocaores Matilde de los Santos y Manolo Torres, entre otros artistas.

Las últimas referencias que hemos conseguido localizar sobre la bailaora de San Fernando, ya en plena Guerra Civil, la sitúan de nuevo en el Circo Barcelonés, junto a un amplio elenco de artistas de variedades, y en un festival a beneficio de las Milicias Antifascistas organizado por el Comité Revolucionario de Las Corts en la Calle de Londres (10).

Al menos dos de las hermanas Mendaña terminan sus días en la capital catalana: María fallece en 1966 y Micaela, en 1975.


NOTAS:

(7) Paco Aguilera contrae matrimonio con Micaela la Mendaña. De esta unión nace el bailaor Paco Aguilera ‘El Rondeño’. Cfr. Jiménez Sánchez, José Luis, Cuatro rondeñas flamencas del siglo XIX, Ronda, 2016.

 (8) La troupe Guerrita se presenta en el Circo Barcelonés entre diciembre de 1928 y enero de 1929. En febrero se desplaza a Valencia y Castellón, y en marzo vuelve a anunciarse en la Ciudad Condal, de donde se despide en el mes de junio. En el elenco figuran las Hermanas Chicharras, María y Micaela la Mendaña, La Trinitaria, Lola Cabello, el Niño del Perchel, el Niño del Membrillo y el Niño de Lucena, entre otros artistas. La dirección corre a cargo de Juanito el Dorado.

(9) Micaela la Mendaña coincide con el Niño Medina en el Teatro Nuevo (La Vanguardia, 14-12-1926) y en el Teatro Talía (El Diluvio, 6-1-1927); en esta última función también actúa José Cepero. Con Manolo Caracol comparte cartel en el Circo Barcelonés (La Vanguardia, 20-7-1928) y con Manuel Vallejo, también en el Teatro Nuevo (El Diluvio, 23-2-1930).

 (10) Sobre las actuaciones en el Circo Barcelonés, cfr. El Diluvio, 29-8 a 4-9-1936; Hoja Oficial de la Provincia de Barcelona, 5-10-1936. Sobre el festival a beneficio de las Milicias Antifascistas, cfr. Solidaridad Obrera, 5-9-1936.

 


Las Hermanas Mendaña, de La Isla a Barcelona (I)

Tras la elevación de José Monge Cruz a los altares del mito, el nombre de San Fernando sigue proyectándose en los más prestigiosos escenarios del mundo de la mano de una de sus artistas más universales, la insigne Sara Baras (1).

Mas la alumna aventajada de su madre Concha no es la primera bailaora cañaílla que sale de su tierra para ampliar horizontes profesionales. Un siglo antes que ella ya habían hecho las maletas María, Antonia, Carmen y Micaela Núñez Porras, más conocidas en el mundo del arte flamenco como las hermanas Mendaña.

Vista de San Fernando

Vista de San Fernando

Nacidas en La Isla entre las dos últimas décadas del siglo XIX, en 1904 tienen su domicilio en el número 21 de la Calle Antonio López (2), junto a sus padres y hermanos. No obstante, las cuatro hijas de Terpsícore (3) pronto empiezan a frecuentar otros ambientes y a codearse con la flor y nata del flamenco de la época.

Las Mendaña alzan el vuelo

La referencia periodística más antigua que hemos conseguido localizar data de 1912 y sitúa a la “sin rival pareja de bailes nacionales ‘Hermanas Mendaña’” en el Salón Victoria de Almería, junto a un nutrido grupo de artistas flamencos entre los que destacan los cantaores Niño de la Isla, Niño Medina y el mítico Juan Breva (El Popular, 10-8-1912). A partir del año siguiente ya se las puede ver anunciadas en la cartelera madrileña y, sobre todo, en la catalana.

En esa época de crisis de los cafés cantantes previa al boom de la ópera flamenca, el arte jondo encuentra un nuevo espacio de exhibición y expansión en los salones, cines y teatros de variedades, donde convive con el cuplé y con espectáculos de muy diverso tipo.

Así, por ejemplo, durante la primavera de 1913 las “gitanas Mendañas” actúan en el Cine Bello de Madrid (El Imparcial, 13-4-1913) y en el Teatro Alkázar de Barcelona. En este último local, Carmen, María y Antonia Núñez comparten escenario con artistas flamencos de primera fila:

“Hoy, lunes, MAGNÍFICO DEBUT DE UN GRAN CUADRO FLAMENCO […] formado por ONCE ARTISTAS ANDALUCES, NUEVOS EN BARCELONA de los que se distinguen:
MANUEL ESCACENA, célebre cantaor – CARMEN MENDAÑA, bailaora flamenca – MARÍA MENDAÑA, cantaora flamenca – JUANITO VALENCIA, bailaor flamenco, y las bellas artistas andaluzas: La Lucerito, Angelita Maldonado, Carmen Venegas, Antonia Mendaña, Angelita Escacena y Angelita Muñoz, dirigidas por el notable maestro guitarrista DON MARCIAL DE LARA” (El Diluvio, 2-6-1913).

Manuel Escacena

Manuel Escacena

En agosto de ese mismo año se presentan en el Antiguo Café de la Marina de la Villa y Corte las Hermanas Mendaña, que “son maestras en el couplet y en el baile” (Eco Artístico, 25-8-1913). Completan el elenco La Riojanita, el Trío Modelo, Luisa de Lerma, La Cotufera y las Hermanas Mignon, entre otras atracciones de variedades.

La espuma de la flamenquería

No obstante, el hecho de tomar parte en ese tipo de espectáculos y el explorar nuevas facetas artísticas tan en boga en aquel momento, como la del cuplé, no resta a las hermanas de San Fernando ni un ápice de flamencura. Buena prueba de ello es que en abril de 1914 se las puede ver en el Café Concert de Madrid, en un cuadro formado por La Antequerana, Salud Rodríguez, Ramón Montoya y El Estampío, entre otras figuras del arte jondo; y poco después comparten cartel en el Kursaal de Sevilla (4) con uno de los grandes ídolos flamencos de todos los tiempos, Manuel Torres (5).

En el otoño de 1916, las hermanas Mendaña, “que son dos primores en la escena” (La Información, 4-10-1916), vuelven a coincidir con el cantaor jerezano en el Teatro Lara de Málaga y en el Alhambra de Granada, donde se presentan junto a una compañía dirigida por la bailaora Julia Borrull, y en la que también figuran Juana la Macarrona, Antonio Ramírez, Miguel Borrull (padre e hijo) y Ángel Baeza.

Julia Borrull (Revista de Varietés, 10-6-1914)

Julia Borrull (Revista de Varietés, 10-6-1914)

Desde su debut en la capital malagueña, el 23 de septiembre, la troupe cosecha “ruidosas ovaciones” (El Popular, 26-10-1916) y se ve obligada a “repetir sus trabajos con la complacencia general” (La Unión Mercantil, 26-10-1916). No en vano, se trata de “verdaderas eminencias del cante jondo y del baile flamenco” (La Unión Mercantil, 24-9-1916), que ofrecen un espectáculo culto y distinguido, de “arte andaluz, en toda su pureza”, sin “chocarrerías de mal gusto” (La Publicidad, 5-10-1916).

“El espectáculo que ofrece la Borrull no es de ese flamenco empalagoso de jipíos y molestias a que nos tienen acostumbrados los bailadores y cantadores de café cantante; se trata según las referencias que tenemos de un espectáculo fino y culto, al que en Madrid y en Málaga han acudido la aristocracia y la buena sociedad…” (La Información, 4-10-1916).

Durante su actuación en Granada, la compañía ve reeditados sus éxitos. La prensa local dedica abundantes líneas a ensalzar los méritos de los artistas, que componen “un conjunto clásico, delicioso y delicado”, en el que, entre tantas estrellas, brillan con luz propia “las hermanas Mendaña, bailadoras bellísimas y más artistas que bellas” (La Publicidad, 5-10-1916).

“Un éxito formidable
Cuando el público, numerosísimo en las dos secciones, salía anoche del Teatro Alhambra, entusiasmado y satisfecho, comentando con sinceros elogios el debut del Cuadro Andaluz, un antiguo e inteligente aficionado pronunció una frase que resume perfectamente la opinión unánime de los espectadores:
-Es la plana mayor del género.
Indudablemente, los artistas que actuaron son lo más distinguido, refinado, selecto, del cante y el baile andaluces.
Cuando los bailadores aparecieron y La Macarrona inició aquellas danzas sugestivas y maravillosas, se levantó en la sala un murmullo de admiración, que no tardó en traducirse en continuas ovaciones.
Las hermanas Mendaña, bailadoras notables, fueron también muy aplaudidas […]” (La Publicidad, 6-10-1916).

Villa Rosa (Archivo Historico de Barcelona)

Villa Rosa (Archivo Historico de Barcelona)

Un mes más tarde, se anuncia en el Café Villa Rosa de Barcelona, propiedad de la Miguel Borrull, un “extraordinario cuadro andaluz compuesto de los mejores artistas de Sevilla, entre los cuales figuran el notable cantador Niño Torres, la célebre cantadora La Antequerana, la inimitable bailarina La Macarrona y las monísimas bailadoras Hermanas Mendañas” (El Diluvio, 9-11-1916).

Desde esa época, el nombre de las Núñez Porras aparece casi indisolublemente unido al de la Ciudad Condal, donde terminan instalándose, y al de los Borrull. De hecho, en 1924 Antonia contrae matrimonio con el patriarca de la saga (6) y las cuatro hermanas actúan con asiduidad en el tablao familiar.

NOTAS:
(1) Aunque nació en Cádiz capital, la bailaora está muy vinculada a San Fernando, de donde es oriunda su madre, Concha Baras, y en cuya escuela comenzó a formarse como artista.

(2) Así consta en el Padrón Municipal de ese año, en el que aparecen inscritos los padres -Diego Núñez Fernández, natural de Chiclana, y Carmen Porras Fernández, de San Fernando- y sus hijos Antonio, Alfonso, María, Antonia, Carmen y Micaela, nacidos lo seis entre 1884 y 1894.

(3) En realidad sólo tres de las hermanas -Antonia, Carmen y Micaela- se dedican al baile. María es cantaora.

(4) Según Gonzalo Rojo, es durante su estancia en la capital hispalense -actuando en el Café Novedades- cuando Carmen Núñez conoce al que será su marido, Joaquín Vargas ‘el Cojo de Málaga’. Cfr. Rojo, G., Cantaores Malagueños: pinceladas flamencas (1850-1950), Benalmádena, 1987.
La pareja se une en matrimonio el 14 de enero de 1923 en la Iglesia de Omnium Sanctorum de Sevilla. Ninguno de los contrayentes firma el acta, por no saber hacerlo.

(5) En el mencionado local, al que se accede por las calles Sierpes, San Acasio y O’Donnell, las Mendaña y el Niño de Jerez comparten cartel con el cuadro coreográfico francés Tinqueise Defleurs, con Zaza y Mari, y su creación del tango argentino, y con Los Gitanillos (El Noticiero Sevillano, 17-4-1914; El Liberal de Sevilla, 20 y 22-4-1914).

(6) Antonia Núñez Porras y Miguel Borrull Castelló se casan en la Parroquia de Nuestra Señora de Belén de Barcelona el 6 de octubre de 1924. El guitarrista fallece en febrero de 1926.


Luisa ‘La Pompi’, una cantaora imprescindible (II)

(Artículo revisado en octubre de 2017, tras las III Jornadas de Estudio del Cante, celebradas en Jerez y dedicada a la memoria de Luisa Ramos Antúnez, Luisa Requejo y María Valencia)

 

En los primeros años veinte, además de actuar en el Ideal-Concert de Sevilla, Luisa Ramos Antúnez participa en otros eventos, como el Concurso de Cante Jondo celebrado durante la Velá de San Juan de la Palma, en el que también intervienen sus hermanos Manuela y Rafael, Manuel Centeno y el Niño Medina, entre otras figuras del arte flamenco:

“… se organiza un concurso de ‘cante jondo’, en el que tomarán parte los ‘cantaores’ Centeno, Niño Medina, Cojo Pomares, Niño Gloria y las hermanas Pompi, y los ‘tocaores’ de guitarra Currito y Niño Huelva” (El Noticiero Sevillano, 25-6-1922) (1).

La cantaora Luisa Ramos Antúnez, La Pompi

Luisa Ramos Antúnez, La Pompi

También se puede ver a las dos Pompis en el Teatro Cervantes de Sevilla, en una función organizada por la Hermandad del Patrocinio. Durante la representación de la obra Trianerías se escuchan las saetas de Centeno, Manuel Torres, y Luisa y Manuela Ramos, que, según la prensa, no tienen su mejor noche:

“… en el cuadro quinto de este sainete celebróse un concurso de saetas, tomando parte en él los más afamados artistas del cante.

En el concurso […] registráronse varios incidentes: las hermanas ‘Pompi’ cantaron desde anfiteatro; pero con tal desacierto […] no sabemos a qué atribuirlo, que el público significó su protesta en forma bien ostensible. El Niño de Jerez comenzó a cantar desde el escenario; pero también de manera extraña y como si fuese él un amigo suyo…” (El Liberal de Sevilla, 22-12-1922).

Un cantaora de primerísima fila

Para hacerse una idea del gran nivel artístico de Luisa La Pompi basta con echar un vistazo al notable elenco de artistas con los que comparte escenario a lo largo de su carrera. De hecho, la jerezana es una de las profesionales contratadas para actuar en el Concurso de Cante Jondo que se celebra en la Plaza de Toros de Huelva durante los días 21 y 22 de julio de 1923.

El cantaor Antonio Chacón

Antonio Chacón

Siguiendo la estela del de Granada, el certamen onubense se propone velar por “la conservación y purificación de nuestros cantos” (La Provincia, 11-7-1923). Cada noche, el programa se abre con un cuadro flamenco en el que figuran La Pompi y Caracol padre; y, tras la actuación de los concursantes, intervienen algunos de los cantaores más destacados del momento, acompañados a la guitarra por el Niño de Huelva, Morales y Currito el de la Jeroma. La Niña de los Peines finalmente tiene que ser sustituida por La Perla de Triana.

“PROGRAMA PARA LAS DOS NOCHES
1º Cuadro de baile flamenco, cantando ‘La Pompi’ y ‘Caracol’.
2º Intermedio por la banda municipal.
Concurso de cante.
El día 21 se cantarán Soleares y Siguiriyas.
El día 22, tarantas, malagueñas y fandangos. […]
4º Cantarán por orden de antigüedad los artistas contratados: ‘Caracolito’. Centeno. Vallejo. Gloria. Manuel Torres. Antonio Chacón. Acompañarán a estos artistas los célebres guitarristas ‘Niño de Huelva’, Morales y Currito de la Jeroma.
5º Visión fantástica de una noche de Jueves Santo en Sevilla, tomando parte en este número los cantadores, la célebre banda de cornetas del tercer regimiento de artillería ligera, de guarnición en Sevilla y la banda municipal” (La Provincia, 21-7-1923).

En junio de 1924, La Pompi actúa en el Villa Rosa de Madrid, en una fiesta celebrada por la Asociación de la Prensa en honor de unos periodistas italianos. En el cuadro figuran artistas de altísimo nivel, como Antonio Chacón y Ramón Montoya:

“… Terminado el banquete, empezó la fiesta española, en la que tomó parte un cuadro flamenco, compuesto por La Pompi, Dolores Ortega, Chacón, Montoya, Pavón y algunos otros” (El Liberal, 8-6-1924).

Entre las más solicitadas

Durante los años siguientes, Luisa Ramos sigue siendo una habitual en las fiestas de mayor postín que se celebran en Sevilla. La cantaora jerezana forma parte del elenco artístico, al menos, de los siguientes eventos:

La Pompi junto a otros artistas participantes en el homenaje a los Álvarez Quintero

La Pompi, junto a otros artistas participantes en el homenaje a los Álvarez Quintero celebrado en la Venta de Eritaña

– Un almuerzo en honor de los Hermanos Álvarez Quintero que tiene lugar en la Venta de Eritaña, con la presencia del Alcalde y otras personalidades. El cante corre a cargo de La Pompi, El Colorao y Manuel Torres, con las sonantas de Moreno y el Niño de Huelva:

“… Terminado el almuerzo, […] se organizó una animadísima fiesta de cante flamenco y jondo, en que rivalizaron, contribuyendo con su arte y sus facultades, los magos de la sonanta Moreno y Niño de Huelva, y los famosos cantaores Colorao, La Pompi y Manolo Torres, […] que ‘tiene del cante una cepa y cuando quiere florear, le mete un jardín al cante’ (El Liberal de Sevilla, 19-3-1925).

– Una fiesta ofrecida por el diestro Ignacio Sánchez Mejías en su finca de Pino Montano, en la que, tras una becerrada y varios números de baile protagonizados por las alumnas de Realito, llega el momento del cante, con La Pompi, el Niño de Huelva y el Niño de Marchena:

“Cuando oscureció […] Realito y sus discípulas bailaron durante un buen rato sevillanas y bulerías. En otra rotondita hubo canto flamenco, con guitarras, a cargo de la ‘Pompi’, el Niño de Huelva y el ‘de Marchena’. Y también cantaron, con estilo tan depurado como los profesionales, las hermanas Pérez de Guzmán, que son tres muchachas muy estimadas en la sociedad sevillana. La concurrencia a la fiesta, muy distinguida” (La Época, 1-5-1925).

El Niño de Marchena

El Niño de Marchena

– Dos fiestas en honor de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia ofrecidas por los Duques de Alba en el Palacio de las Dueñas, una en 1925 y la otra en 1927, con un elenco de lo mejorcito que se pueda imaginar.

En la primera actúan la Niña de los Peines, Chacón, Montoya, La Macarrona, el Niño de Huelva, el Niño de Marchena y La Pompi. El repertorio se compone de soleares, fandanguillos, tangos, polos y malagueñas:

“En el fondo del salón, un tablado para los artistas flamencos. De éstos, lo mejor del género, lo más clásico, lo más cañí. La ‘Niña de los Peines’, insuperable en su estilo; Chacón, el maestro; Montoya, el guitarrista; la ‘Macarrona’, la bailadora; el gitanillo ‘Niño de Huelva’; el ‘Niño de Marchena’, la ‘Pompi’… La espuma de la flamenquería, en fin. […] Fiesta interesante, clásica, que se dilata hasta la madrugada con arreglo al protocolo de estas fiestas. Rondas de cañas de olorosa manzanilla, a la que hacen los honores las aristocráticas inglesas. Palmas tocadas por manos ilustres. Soleares, fandanguillos, polos, tangos, malagueñas. Suspiros de guitarra, tocada por el mejor tocador del mundo…” (La Época, 24-4-1925).

En la segunda fiesta, el baile lo pone Soledad la Mejorana y el cante corre a cargo de Chacón, Montoya, las dos hermanas Pompi y la Niña del Patrocinio, entre otros artistas:

“… en un tablao Soledad la Mejorana, la famosa bailaora, sobrina y heredera universal de Pastora, ponía cátedra de salero, y don Antonio Chacón […], acompañados a la guitarra por Montoya y jaleados por las populares cantaoras las Pompis. También tomó parte otra joven cantaora, la Niña del Patrocinio’” (El Correo de Andalucía, citado en La Voz, 2-5-1927).

Soledad la Mejorana (Revista Popular, 1-7-1927)

Soledad la Mejorana (Revista Popular, 1-7-1927)

Una anécdota ‘real’

En la entrevista concedida a La Voz de Sur al final de su vida, Luisa Ramos refiere una curiosa anécdota que le sucedió durante de una de esas veladas ofrecidas en el Palacio de las Dueñas en honor de los Reyes:

Un susto
– Y en el Palacio de las Dueñas, de Sevilla, – continúa – allí sí que he actuao yo veses. Delante del Rey, de Don Miguel Primo de Rivera, de los Duques de Alba, la de Santoña… Al Rey le gustaba mucho el flamenco. Un día me llevé un susto que me duró el tembló tres días. Figúrese que estaba yo sentá, esperando que me llamaran pa actuá, y el Rey desde una butaca me señala y le pregunta a la Santoña:
– Oye, Sol, ¿qué hace aquí esta mujer?
– Ésta es ‘La Pompi’, una cantaora – le respondió Sol.
– Yo no la he oído – dijo el Rey.
– ¡Pompi!
– Mande, señora duquesa.
El Rey quiere oírte.
– Bueno, pos me acompañó con la guitarra ‘El Huelva’, y yo canté una copla que decía:

Era mi queré más grande
que la voluntad de Dios,
porque Dios no te perdona
lo que te perdono yo.

– ¡Repite eso! – me dijo el Rey, y yo lo repetí, y al terminar vuelve a decirme: – ¡Repite eso! – Osú, yo estaba asustaíta perdía. ¡Dios mío! ¿qué querrá desí esta letra que estoy cantando? Y a las tres veses me levanté y me salí por una galería que había, y entonces el Conde de los Andes, que estaba por allí, me dijo: – No te asustes, Pompi, es que al Rey le ha gustao la copla.
– Bueno, po aquella noche canté otra vé, y me dice el Rey:
– ¡Qué simpática eres, mujé!
– ¡Ea, po más simpático es usted! – le dije yo, y el Rey se levantó y me dio la mano, y nos dieron una ovación” (La Voz del Sur, 23-7-1950) (2).

 

Algunos cantes de Luisa la Pompi, por cortesía de Pedro Moral:

 


NOTAS:
(1) Todas las noticias extraídas de la prensa de Sevilla han sido localizadas por José Luis Ortiz Nuevo y están disponibles en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.

(2) Entrevista publicada por Javier Osuna en su espléndido blog Los Fardos de Pericón.