Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Luisa Pericet, gran maestra y coreógrafa de la Escuela Bolera (II)

En 1924, el cuadro de Pericet vuelve a presentarse en el Teatro Circo de Verano de Cádiz, junto a la compañía de zarzuela de Diego Valero y Manolo Codeso. Poco después, toda la troupe regresa a la ciudad de la mezquita, donde tantos éxitos ha cosechado. Una vez más, las chicas de Pericet ponen el broche de oro al espectáculo, con un actuación llena de gracia y flamenquería:

“Como final se celebró una fiesta andaluza, en la que tomaron parte las simpáticas chicas del grupo coreográfico que dirige el maestro Pericet, y los ‘cantaores’ de lo ‘jondo’ Niño de Granada y Manuel Cobos, acompañados a la guitarra por Alfonso Alfaros. […]

Bailó por lo flamenco la estupenda y simpatiquísima Carmencita Vargas, tocándole el gran ‘Rosquillas’, siendo frenéticamente aplaudida.

Terminó la función con una zambra gitana, en la que tomaron parte todas las artistas, actuando muy lúcidamente las chicas de Pericet” (La Voz, 6-2-1925).

La bailaora Carmen Vargas

La bailaora Carmen Vargas

A mediados de febrero de 1925, la compañía Valero-Codeso recala en la ciudad de Melilla y, durante casi dos meses, llevan a escena distintas obras en el teatro Alfonso XIII. Como viene siendo habitual, el fin de fiesta corre a cargo del cuadro Pericet, en el que destacan especialmente las hijas del maestro. La polifacética Conchita exhibe sus buenas dotes como bailarina, cantante y hasta saetera, mientras que Luisita, a pesar de su juventud, también muestra la gran artista que lleva dentro:

Conchita Pericet cantó de modo inimitable la canción de la banderita, viéndose obligada a repetirla entre los clamorosos aplausos. También fue aplaudida en ‘Las musas latinas’ y en ‘Don Quintín el amargao’. […]

Carmen Prieto, Adelita Chaves y Luisita Pericet, también se hicieron aplaudir justamente al cantar y bailar con su peculiar arte” (El Telegrama del Rif, 20-2-1925).

“En ‘Don Quintín el amargao’ fue justamente aplaudida la notable y bella artista Conchita Pericet, que cantó con su peculiar exquisito arte. También lo fue al cantar magistralmente unas saetas.

Finalmente, en ‘El apuro de Pura’ se destacaron la señora Pol Liñán y los señores Valero y Codeso. Conchita Pericet volvió a cantar notablemente, oyendo entusiastas aplausos, así como las bailarinas Carmela Prieto, Adela Chaves y Paquita Soriano” (El Telegrama del Rif, 28-2-1925).

“En ‘El gato montés’ […] insuperable en su papel de gitana, del que hizo una asombrosa creación, la admirable tiple Conchita Pericet, que cantó en su peculiar arte, haciendo alarde de su bien timbrada voz” (El Telegrama del Rif, 3-4-1925).

Luisa Pericet (La Unión Ilustrada, 15-11-1925)

Luisa Pericet (La Unión Ilustrada, 15-11-1925)

Nuevos triunfos en familia y gira por América

En agosto de 1925, ya desvinculadas de la compañía Valero-Codeso, las hermanas Pericet conquistan al público malagueño:

“se presentó la troupe que dirige el notable maestro de baile Ángel Pericet, que está considerado uno de los mejores maestros de baile españoles.

Los números fueron de conjunto fueron muy aplaudidos y particularmente las bellas artistas Conchita y Luisa Pericet que, como cupletista una y la otra como cupletista y bailarina, son notables y fueron también muy aplaudidas en los diferentes números que interpretaron” (La Unión Ilustrada, 2-8-1925).

En 1926, Luisa, Conchita y Ángel Pericet Jiménez son contratados en Buenos Aires, adonde viajan junto a un grupo de artistas sevillanos, como Lolita Benavente. (2) Cuando regresan a España, a mediados de 1927, las dos hermanas inician una nueva etapa profesional junto a la Compañía de Arte Moderno Alegría Enhart, con la que emprenden una gira por provincias.

Gira con la troupe Alegría Enhart

Durante los meses de julio y agosto presentan en Cádiz y Córdoba la revista Yo me caso con usted, un “apropósito cómico-lírico-bailable, original de los señores Paso (padre e hijo) y A. Extremera […]. Es agradable, distraído y lleno de encantadora frivolidad” (La Voz, 19-8-1927).

También en tierras cordobesas, estrenan Oro, seda, sangre y sol, una obra compuesta por “escenas típicas españolas y mejicanas, de cantables, bailables, diálogos y cuadros de conjunto” (El defensor de Córdoba, 22-8-1927), en el último de los cuales el señor Enhart, transformado en “El Niño del Bicarbonato”, lidia un auténtico novillo.

Ángel Pericet Jiménez

Ángel Pericet Jiménez

A finales de agosto, la compañía debuta en el teatro Fuencarral de Madrid con las dos obras mencionadas. La crítica destaca la actuación, entre otras, de las hermanas Pericet:

“En Yo me caso con usted se canta por todos los tonos y estilos -del cupletero al ‘jondo’-, se baila también en las más variadas formas y desnudos; hay diálogos graciosos y, finalmente, se lidia un becerro en el escenario. […]

En la interpretación se destacaron la señorita Olga, gran bailarina, las hermanas Pericet y Mary Larrea, del sexo femenino, y Lorente, Enhart, Alegría, entre el sexo feo” (El Imparcial, 28-8-1927).

“Estos notables actores y sus huestes –Pericet, Mary Laura y Wences sobre todo- cosecharon muchos y justificados aplausos” (Heraldo de Madrid, 29-8-1927).

Tras actuar durante varias semanas en Madrid, la compañía continúa cosechando éxitos en Palencia. Ahí les perdemos la pista durante más de un año. En diciembre de 1928 la prensa sitúa a la troupe en Tenerife, con un repertorio renovado, que incluye, además de las ya mencionadas, nuevas revistas, como Las mujeres mandan o La Flor de España.

“En [esta última] revista se dan a conocer numerosos bailes españoles y extranjeros y está cuajada de chistes, que el público recibió con grandes muestras de agrado.

De los diversos números que forman La Flor de España se destacó el bailable Tabaquillo y la serenata de J. Malats, bailada irreprochablemente por la señorita Olga.

Todos los cuadros fueron presentados con gran lujo de decorado y las señoritas del conjunto lucieron trajes vistosísimos” (El Progreso, 12-12-1928).

En junio de 1929, la compañía Alegría Enhart y su Flor de España llegan a Melilla. El espectáculo

“fue de completo agrado del público, pues los diversos números interesaron y divirtieron. La presentación de todos los cuadros, lujos y artística, mereció elogios.

De los artistas, algunos de verdadero mérito, se destacaron Olga, Mary Laura, Olga Petit, las hermanas Pericet -ventajosamente conocidas de este público- y los excelentes humoristas Enhart y Alegría” (El Telegrama del Rif, 11-6-1929).

Compañia Alegría Enhart en Tenerife (1928)

La Compañía Alegría Enhart en Tenerife (1928)

Durante el otoño de ese mismo año, la troupe visita ciudades como Málaga, Granada y Almería. Las dominadoras, Sevilla 1929, Artistas y modelos, y Los ases de la pantalla son algunas de las nuevas revistas que se van incorporando al ya clásico repertorio de la compañía, que en 1930 continúa su periplo por Madrid, Alicante, Valencia, Reus, Huesca o Badajoz, entre otras localidades.

En enero de 1931, los Alegría Enhart estrenan en el teatro Reina Victoria de Melilla la revista ¡Oiga… oiga!. Unas semanas más tarde recalan en la tacita de plata, con su conocida Oro, seda, sangre y sol. De allí marchan a Córdoba y, en el mes de junio, se presentan en Málaga, siempre con gran éxito.

“[Gran Teatro Falla de Cádiz] También fue premiado con abundantes aplausos el cuadro final, titulado ‘Humo brasileiro’ por Olga y Luisita Pericet.

En el segundo acto, más ligero y de menos valor musical, fue bisado a más del desfile por toda la compañía, perfecto conjunto, de un gran efectismo; unas bonitas granadinas por Conchita Pericet” (El Noticiero Gaditano, 4-3-1931).

“[Málaga] Continúa en el teatro Lara la gran compañía de revistas Alegría-Enhart, que como se sabe hizo su debut el 15 de mayo.

Las muchísimas simpatías que en Málaga tiene, contribuye (sic) a que todas las noches el teatro Lara se vea completamente lleno.

Los elementos con que cuenta son inmejorables, pues a más de las ya conocidas Olga, Lita Enhart y las hermanas Pericet, muy queridas del público malagueño, se encuentra la bellísima Carlota Bilbao […].

En conjunto una compañía muy a la moderna que consigue triunfos en cualquiera de las partes donde actúa” (Política, 6-6-1931).

NOTAS:

(1) Dato aportado por Marta Carrasco en su obra La Escuela Bolera Sevillana. Familia Pericet, Consejería de Educación, Cultura y Deporte, Junta de Andalucía, 2013.

(2) Ibídem.


La Quica, maestría y temperamento (II)

En agosto de 1935, La Quica, Frasquillo y Merceditas León realizan una nueva visita a la redacción del Heraldo de Madrid. En esta ocasión lo hacen junto a la compañía de Arte Andaluz que dirige el Niño del Museo, y en la que también figuran artistas como la cantaora Pepita Caballero o el guitarrista Niño de Posadas.

Mercedes León, La Quica y Frasquillo, en su visita al Heraldo de Madrid (7-8-1935)

Frasquillo, La Quica y Mercedes León, en su visita al Heraldo de Madrid (7-8-1935)

Durante ese mismo verano las dos compañías comparten escenario en varias ocasiones. Por ejemplo, ambas participan en la comedia de ambiente andaluz En el altar de tu reja, que se estrena en el teatro Pavón, e incluye números de cante y baile:

“Los amores, los quereres, los achares, los sufrires, traducidos al buen lenguaje de los ‘cantaores’ y guitarristas de un cuadro flamenco que integran las insignes figuras del ‘Niño del Museo’, el ‘Niño de Sabicas’ y ‘Frasquillo’, con ‘la Quica’, Mercedes León y Rafael Cruz, dieron mucho que sentir, en la mejor acepción de la palabra, y no poco que aplaudir a la dichosa concurrencia que llenaba el teatro” (El Sol, 11-8-1935).

Unas semanas más tarde, también en el Pavón, un elenco similar hace lo propio en la obra Una paloma perdía, en cuyo final “el insuperable Frasquillo puso una vez más cátedra de baile y fue ovacionado con los demás artistas de su notable cuadro” (Heraldo de Madrid, 29-8-1935).

En el mes de septiembre, el grupo de Francisco León y La Quica actúa en la plaza de toros de Madrid, integrado en un amplio programa de variedades, y en el teatro de la Comedia, donde comparten cartel con Eloísa Albéniz y Conchita Piquer, entre otros artistas. En octubre se presentan en la sala Pelikan y en el Circo Price.

Coincidiendo con las fiestas navideñas, La Quica, Frasquillo y su hija participan en dos funciones benéficas que se celebran, respectivamente, en el Cine de la Flor y en el Liceo Andaluz. En la primera -a favor de los Reyes Magos de la Inclusa- también colaboran, entre un amplio elenco de artistas de variedades, el Niño de Marchena, Pepita Caballero y el Niño de Almadén; mientras que en la segunda -destinada a adquirir juguetes para los niños pobres- destaca la presencia de una jovencísima Carmen Amaya.

Francisca González, La Quica

Francisca González, La Quica

Bailar en tiempos de guerra

En otoño de 1936, en plena guerra civil, se celebran en el teatro Coliseum de Madrid varios festivales benéficos, entre los que destacan uno a favor de la obra social del Socorro Rojo y otro a beneficio de los hospitales de sangre y en honor de los embajadores de México y Rusia. Los elencos no pueden ser mejores. En el primero destacan, entre otros muchos artistas, La Niña de los Peines, Pastora Imperio, La Argentinita, Pilar López, Manolo Caracol y Frasquillo.

Aunque sus nombres no aparecen mencionados en los papeles, no sería extraño que el maestro León fuese acompañado de su mujer, La Quica, y su hija Mercedes, que sí figuran en el segundo de los carteles, junto a “Rafael Cruz […], Bernardo de los Lobitos, Manolo Bonet y Paco Aguilera” (La Libertad, 18-10-1936), además de Pastora Imperio, Perico el del Lunar, Miguel de Molina o Pepe Pinto.

Durante el año 1937, el cuadro de Frasquillo se anuncia con frecuencia en distintos locales madrileños, especialmente en el teatro de La Latina. Allí coinciden con El Chozas y El Americano, entre otros artistas.

Una vez terminada la guerra, en julio de 1939, se presenta en el madrileño teatro Muñoz Seca “el gran cuadro flamenco del maestro Frasquillo” (Hoja Oficial del Lunes, 10-7-1939), con La Quica y Mercedes León entre otras artistas. Dos meses más tarde, la compañía actúa en el Liceo Andaluz, con un elenco renovado y el mismo éxito de siempre:

“… tomaron parte el cuadro de baile del maestro ‘Frasquillo’, constituido por Mercedes León, Francisca González (‘La Quica’) y Luisa Pericet y la bellísimas señoritas Leonor María García de Castro, María Luisa Castedo y Nita Duro. El maestro ‘Frasquillo’ presentó varios bailes del siglo XIX, que por su estilo antañón y la propiedad con que fueron montados por el famoso Ángel Pericet, se aplaudieron calurosamente.

Bernardo el de los Lobitos’ cantó con buena escuela, acompañado a la guitarra por el excelente guitarrista Manuel Bonet” (ABC, 3-12-1939).

El cantaor Bernardo el de los Lobitos

El cantaor Bernardo el de los Lobitos

Unas semanas más tarde, en el teatro Cómico, el cuadro obtiene un nuevo “triunfo innegable” (ABC, 16-12-1939), en la que probablemente sea una de las últimas actuaciones de La Quica junto a Frasquillo, que fallece en 1940. A partir de entonces, Francisca González continúa con su carrera en solitario, tanto en los escenarios como al frente de la academia que fundara con su marido.

Regreso a los escenarios: entre la danza clásica y el flamenco

En junio de 1941, La Quica y Mercedes León participan en un festival de danzas españolas que se celebra en el teatro Español de Madrid. En octubre de ese año, en el mismo coliseo, Francisca González toma parte en un espectáculo de danza clásica, baile flamenco y zarzuela, junto a la bailarina Anita Costa, la soprano Ino de Carvajal y el bailarín Guillermo la Blanca. La prensa elogia a La Quica por “su baile flamenco tan alegre y espontáneo y dueña en todo momento del manejo de brazos, tan esencial en el baile” (ABC, 21-10-1941).

En marzo de 1942, Paca González se anuncia en el teatro Cómico de Madrid, donde se representa el espectáculo “Estampas españolas”, que incluye copla, cante y baile flamenco, y en el que participan Lolita Benavente y Rafael Nieto, entre otros artistas.

En septiembre de ese mismo año también se puede ver a La Quica en el teatro de La Latina, en la obra Rocío la Granadina, en cuyo reparto destacan figuras como Lolita Triana, Ramón Montoya, el Niño de Almadén o el Cojo de Madrid.

A partir de 1945 encontramos a la bailaora sevillana vinculada a distintos espectáculos que se sitúan a mitad de camino entre el baile clásico español y el flamenco, lo cual demuestra la gran versatilidad de esta artista. Así, por ejemplo, en los últimos meses de 1945, La Quica comparte protagonismo con la bailarina Manuela del Río en cuatro galas de ópera y un festival benéfico que se celebran, respectivamente, en el Teatro María Guerrero y en el Calderón.

Ino de Carvajal, La Quica, Guillermo la Blanca y Anita Costa (ABC, 21-1-1941)

Caricatura de Ino de Carvajal, La Quica, Guillermo la Blanca y Anita Costa (ABC, 21-1-1941)

En marzo de 1946, Francisca González se sube a las tablas del Español, donde se celebra una gala en homenaje a Goya. Tras la representación del sainete La pradera de San Isidro, la artista sevillana y la bailarina Elvira Lucena conquistan al público con sus danzas:

“‘La Quica’, Carmen Egea, José Luis Udaeta y Sebastián Castro animaron con sus danzas la graciosa versión del tapiz goyesco ideada por escenógrafo Burgos […]. La música de Manuel Paradas y la impecable y exquisita dirección escénica de Cayetano Luca de Tena colaboraron eficazmente en el artístico espectáculo.

Elvira Lucena, la gran bailarina española, con Sebastián Castro y el pianista Eugenio Barrenechea, fueron los artistas que actuaron en la segunda parte de esta función extraordinaria y arrancaron merecidos aplausos de la concurrencia por su brillante intervención” (ABC, 28-3-1946).

Unos días más tarde, La Quica y Elvira Lucena vuelven a coincidir, esta vez en un espectáculo presentado por Jorge Montemar en el teatro Albéniz, con música de Turina, Leoz, Falla y Guridi (ABC, 5-4-1946). En el mes de mayo, en ese mismo escenario, la bailaora sevillana participa en un festival benéfico organizado por la Asociación de la Prensa de Madrid, en el que también interviene, entre otros artistas, el guitarrista Luis Maravilla.

Artista versátil y maestra de fama internacional

A estas alturas de su carrera, La Quica posee ya una importante reputación a nivel internacional, a juzgar por informaciones como la que publica la Gazette de Lausanne en 1946. Según el diario helvético, Harold Lander, el maestro de ballet de la Ópera Real de Copenhague, “en el momento de crear el Bolero de Ravel, va a España para trabajar con La Quica, en Madrid” (11-5-1946). (1)

Manuela del Río

Manuela del Río

En mayo de ese mismo año, la bailaora sevillana participa en un homenaje a la actriz Ana Mariscal, celebrado en el madrileño teatro Lara. Tras la representación de la obra Las horas inolvidables, “[a]ctuaron brillantísimamente […] ‘La Quica’, Satanela, el maestro Quiroga, Faustino Bretaño, el maestro Halpern, Manuel Gómez, Ángel Soler, Ayo, Nati Mistral, ‘Lepe’ y Maruja Tamayo. Para todos hubo grandes ovaciones” (ABC, 24-5-1946).

Seis meses más tarde volvemos a encontrar a Francisca González, de nuevo vinculada a Manuela del Río, que presenta con gran éxito en el teatro Español de Madrid un espectáculo de danzas españolas. Una vez más, La Quica demuestra su versatilidad y buen hacer sobre las tablas:

“La gran bailarina española Manuela del Río […], aplaudida en los principales escenarios del mundo, trata ahora de dar mayor variedad y atractivo a sus programas y ha incorporado a su espectáculo un grupo de artistas, algunos de tanta solera y prosapia como La Quica. Con ella, con Rafael de Granada, Pepita Saracena y Curro Gallardo, logra transplantar a la escena el ambiente natural de la danza.

Entre las mejores realizaciones, recordamos el ‘baile extremeño’, de Muñoz Molleda, que La Quica y Pepita Sarazena bailan deliciosamente. […]

La ‘Suite’ de danzas de ‘El amor brujo’, en la que intervienen La Quica, Curro Gallardo y Rafael de Granada, merecieron, asimismo, aplausos entusiastas del público que llenaba la sala del Español” (ABC, 7-11-1946).


NOTA:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.