Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (y IX)

En junio de 1939 la Venus de Bronce interpreta “sus mejores bailes” en una verbena española que se celebra en el Palacio de Carlos V de Granada (Patria, 7-6-1939). Unas semanas más tarde, junto a Rafael Ortega, presenta en el Coliseo San Andrés de Córdoba su espectáculo “Luces de España”, en el que también participan artistas de la categoría de Manolo Caracol y Melchor de Marchena.

“La labor personal de Custodia Romero y Rafael Ortega, en la interpretación de la ‘danza del fuego‘, del ‘Amor brujo‘, de Falla, fue algo admirable de armonía y arte. Lo mismo en ‘Los claveles‘ y en una danza-canción. Los admirables artistas escucharon merecidas ovaciones en esta parte.
Final de programa, fue la interpretación por todos los artistas que integran la compañía de variedades del poema andaluz ‘Romería del Rocío‘, estampa castiza de nuestra Andalucía, con sus ‘cantes’ y bailes. En ella lució aún más el arte incopiable de los dos ‘calés’ de más reconocida fama: La Venus de bronce, y el gran bailarín…” (Azul, 18-7-1939, p. 13).

Custodia Romero (Crónica, 1-11-1931). BNE.

Custodia Romero (Crónica, 1-11-1931). BNE.

En el mes de agosto, con el mismo éxito, presenta su espectáculo en un festival benéfico organizado por el Sindicato Provincial Textil y del Vestido en el Teatro San Fernando de Sevilla:

“Después de varios números de bailes interpretados por Rafael Ortega y Custodia Romero, el espectáculo finalizó con la interpretación de la copla escenificada ‘La toná de la fragua‘, en la que tomó parte todo el citado elenco artístico, que, como siempre, produjo el desbordamiento del entusiasmo del público, que ante las constantes ovaciones se vio obligado a bisar algunos números, cantando Caracol algunos de sus inimitables fandanguillos” (Hoja Oficial de los Lunes, 28-8-1939).

Durante los años siguientes se mantiene la colaboración artística entre Custodia Romero, Rafael Ortega y Manolo Caracol. Varias décadas después, Lola Flores aún recuerda con nitidez la fecha exacta en que se presentó junto a ellos en el Teatro Villamarta de Jerez, “en el espectáculo ‘Luces de España’. Fue el martes 10 octubre de 1939. Conservo un grato recuerdo de aquel día” (Diario de Burgos, 6-2-1972). En marzo de 1940 la compañía -en la que también figuran Rita Ortega, Caracol padre y Esteban de Sanlúcar– obtiene un sonado éxito en el Teatro Cervantes de Sevilla. Llama especialmente la atención la escena escenificada “Camino del Rocío”:

“Y mientras Custodia Romero y Rafael Ortega descifran con sus giros, y pasos, y actitudes, todo el misterio del ‘baile jondo‘, unas veces, liviano, otras, Niño Caracol, a los sones de la guitarra de Esteban de Sanlúcar -guitarra que también sabe cantar-, nos va dando una lección de fandangos, algunos de ellos, prendidos, en su último tercio, con graves y extraños ecos de ‘saetas’.
Otra vez Cervantes ha podido gustar -como en solemnes acontecimientos- del fabuloso cartel de ‘No hay billetes’” (Hoja Oficial de los Lunes, 4-3-1940).

Custodia Romero en portada de la revista Crónica, 17-6-1934. BNE.

Custodia Romero en portada de la revista Crónica, 17-6-1934. BNE.

En abril se presentan en Barcelona, contratados por Montserrat, y a partir del mes de mayo la Venus de Bronce comienza una nueva andadura con la empresa Circuitos Carcellé, que la presenta en Zamora -junto a una zambra gitana del Sacromonte-, Guadalajara y en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, entre otros lugares.

A finales de 1940 se integra en la compañía de Pastora Imperio, de nuevo junto a Rafael Ortega y Manolo Caracol. En el elenco también figuran los guitarristas Niño Pérez y Miguel Marchena, así como diversas atracciones de variedades. En diciembre actúan en el Teatro Cervantes de Granada y en el Gran Teatro de Córdoba con sus “escogidas estampas escenificadas, de las que hay que destacar ‘La Toná de la Fragua’ y el ‘Canto a la Soleá’ […]. Y como final, asistimos a un ‘Bautizo gitano’, en el que hubo salero, rumbo y la gracia peculiar de estos grandes artistas. El numeroso público premió la meritoria labor de todos y cada uno de ellos con calurosas ovaciones” (Azul, 20-12-1940). En enero de 1941 son muy ovacionados en el Gran Teatro Cervantes de Sevilla y en marzo se presentan en el Circo Barcelonés.

Tras varios años apartada de los escenarios, en abril de 1944 la encontramos actuando en el Teatro Maravillas de Madrid, con una compañía de “varietés y arte ‘cañí’” encabezada por la actriz y cantante Raquel Rodrigo. En el programa destaca “la maravilla de estética y buena danza de Custodia Romero”, que también canta con gran estilo, acompañada por el “arte exquisito de Ramón Montoya” (Hoja Oficial del Lunes, 10-4-1944).

Custodia Romero (Crónica, 3-12-1933). BNE.

Custodia Romero (Crónica, 3-12-1933). BNE.

En el otoño de 1945, la Venus de Bronce anuncia su intención de regresar a las tablas y organiza un concurso, dotado con un premio de 500 pesetas, para poner nombre a su nuevo espectáculo. El ganador resulta ser el novillero Miguel Carrillo y el título seleccionado, “Bronce fundido” (ABC, 18-10-1945). Una vez concluidos los preparativos necesarios, en febrero de 1946 debuta en el Gran Teatro de Córdoba con su nueva compañía, compuesta por Rafael Ortega, el cantaor Canalejas de Puerto Real, el bailaor Miguel de los Reyes, el cantante Enrique Rodri-Mur y una veintena de aristas más. El espectáculo consiste en una sucesión de estampas costumbristas y folclóricas, escritas por Castellano y Del Campo, y musicadas por el maestro García. Cuando se presentan en el Teatro Cervantes de Sevilla, obtienen excelentes críticas:

Bronce fundido
Rara vez en un espectáculo de esta naturaleza se logra una armonía tan perfecta entre los distintos elementos que lo integran […].
Custodia Romero, bellísima y en pleno dominio de los secretos del canto y del baile, continúa siendo la sugestiva y atrayente Venus de Bronce, desbordante de simpatía y de hechizo gitano. Tuvo par en la señera figura del arte ‘cañí’, que es Rafael Ortega, quien por extensión cultivó también felizmente otros aspectos de las variedades. Ambos artistas fueron objeto de grandes ovaciones y se vieron obligados a repetir los números en que asociaron su fructífera colaboración” (ABC de Sevilla, 14-3-1946).

Custodia Romero.

Custodia Romero.

Unos meses más tarde, Custodia emprende una gira por el norte de España para presentar su nuevo montaje, “Bronce y marfil”, creado por Vicente Vila-Belda y el maestro Latorre. Rafael Ortega ya no figura en los carteles. El público de ciudades como Vigo o Pontevedra abarrota los teatros y hace “bisar diversos números del espectáculo de arte flamenco, estilizado y fino” (La Noche, 24-6-1946). Aunque no hemos podido conocer más detalles sobre el desarrollo de esta obra, varias fuentes afirman que con ella la bailaora “recorrió en triunfo toda Europa y América” (Cifra, ABC, 7-3-1974).

La última referencia periodística que hemos podido localizar la sitúa actuando en el Teatro Fontalba de Madrid, en la presentación de “Danza-Teatro” por la compañía del bailarín José Toledano, con un programa “compuesto por escenificaciones de nuestras danzas, sobre números de Falla, Albéniz, Malates, Quiroga, Monreal, Granados, Turina, Navas y Carnicer. Se repitieron algunos bailables que valieron a sus intérpretes calurosos aplausos del público que llenaba la sala…” (ABC, 31-1-1952).

Custodia Romero (Estampa, 28-2-1928). BNE.

Custodia Romero (Estampa, 28-2-1928). BNE.

Una bailaora norteamericana llamada Inesita, que llegó a España en 1953 para estudiar flamenco, nos deja un valioso testimonio sobre el tiempo en que convivió con Custodia Romero en su domicilio de la Gran Vía de Madrid:

“Era primavera y ya hacía calor. Cuando fui a su apartamento, […] me dijo que podía alquilar la habitación de invitados por unas 50 pesetas al día. Eso eran alrededor de 500 pesetas por mes. Era una habitación sencilla y sólo había un baño en el apartamento. Me gustaba la idea de quedarme con una bailarina española. Custodia era una hermosa mujer de origen andaluz de Jerez de la Frontera (sic). Su apariencia era como la de una de esas muñecas disfrazadas que se vendían en las tiendas de toda España para los turistas. […] Vista en su conjunto, daba una imagen de control y autoridad. Su tez impecable tenía color de aceituna y, con una nariz aguileña y una boca bien formada con dientes perfectos, parecía el epítome de la bailaora andaluza sobre la que se lee en Virgin Spain de Waldo Frank, que describió a la bailarina andaluza como una figura de diosa, en realidad, un tipo matriarcal.
A menudo, a última hora de la mañana entraba en el apartamento cantando fandangos. Parecía feliz y contenta. Se la conocía como la Venus de Bronce y todavía evocaba esa imagen.
Tenía una criada, un ama de llaves que era cocinera y sirvienta en general. […] También tenía otro inquilino en la casa, un joven estudiante de medicina puertorriqueño…” (1)

Al final de su vida, Custodia Romero se instala en La Carolina (Jaén), donde tiene algunos familiares. Allí fallece el 6 de marzo de 1974, en su domicilio de la Calle Santa Teresa, a consecuencia de una trombosis cerebral.


Nota:
(1) “Staying with Custodia Romero in Madrid”, Flamenco-Inesita.
La traducción es mía. Según el testimonio de esta bailaora, el apartamento en que vivía Custodia se lo había comprado su novio.


Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (VIII)

En diciembre de 1936 la encontramos en Ámsterdam junto a Vicente Escudero, que, tras el repentino fallecimiento de Antonia Mercé, se presenta con su propia compañía, secundado por Carmita y Custodia Romero como bailaoras principales. El acompañamiento musical corre a cargo del guitarrista Sabas Gómez y del pianista George Lebenson.

El programa consta de una selección de danzas españolas y flamencas ejecutadas de manera individual por cada uno de los artistas. La estrella principal, Escudero, destaca especialmente en la “Danza del molinero”, la “Farruca” y “Ritmos”, una pieza sin música en la que se puede apreciar su extraordinaria técnica de pies. Carmita seduce en el “Bolero”, mientras que Custodia, “resultó ser una bailarina de gran encanto, especialmente en su ferozmente conmovedora ‘Zambra gitana’”. También llama mucho la atención el animado “Garrotín gitano” que bailan los tres juntos (Dagblad De Gooi- en Eemlander van Woensdag, 16-12-1936) (1).

Vicente Escudero y Carmita García. Junta de Castilla y León.

Vicente Escudero y Carmita García. Junta de Castilla y León.

Tras actuar en el Gooiland Theater pasan al Koninklijken Schouwburg [Teatro Real], donde aún permanece muy vivo el recuerdo de la Argentina. Sin embargo, tanto el público como la crítica terminan rindiéndose ante su arte:

“… Destaca la torre de Escudero en lo alto del ensamble. ‘Bailadora’, bailada por Custodia Romero, fue lo único que alcanzó este nivel de fuerza. El ritmo de las palmas, de las castañuelas, los tacones y los dedos transmitió lenta pero seguramente el entusiasmo de los bailarines al público. Ovaciones después de las ovaciones” (Haagsche Courant, 18-12-1936)

Escudero, así como las bailarinas Carmita y Custodia Romero, que lo acompañan, son artistas técnicamente excelentes. Los tres están más cerca del ‘pueblo’ que Argentina, que, aunque siempre inspirada por motivos populares, había logrado plasmar un género puramente personal, que se había convertido en algo en sí mismo. […]
Un teatro lleno ayer siguió a Escudero y a sus compañeras con creciente entusiasmo; los aplausos, a veces tempestuosos, les obligaron a los tres a hacer bises, con los que fueron generosos” (Het Vaterland, 18-12-1936).

Custodia Romero obtuvo un extraordinario éxito en el baile ‘Zambra Gitana’, que mostró una gran emoción interior” (De tijd, 19-12-1936).

Custodia Romero (Le Petit Journal, 7-4-1937)

Custodia Romero (Le Petit Journal, 7-4-1937). BNF.

En febrero de 1937 la compañía actúa con gran éxito en la gala de la Cruz Roja que se celebra en el Casino Municipal de Pau (Francia):

“Estos tres bailarines, en su estilo de una sinceridad refinada, crean un ambiente apasionante en cada una de sus interpretaciones.
En la primera parte -unas veces acompañados por la orquesta y otras al piano por el Sr. Casenave-, […] recordamos especialmente las realizaciones de la Bailaora de Azagra (C. Romero), la Asturiana de Moureal (Carmita) y Córdoba de Albéniz (V. Escudero y Carmita).
En la segunda parte, El amor brujo de Manuel de Falla, con decorado y vestuario de A. Carretero, se reveló al público como un verdadero ensueño coreográfico. Obra magistral, de exuberante y armoniosa fuerza evocadora, terminó esta sesión de alta calidad artística de una manera hermosa” (Le Ménestrel, 5-2-1937).

A finales de marzo se presentan en la Ópera de Niza con un programa similar, en el que llaman especialmente la atención las originales danzas de Escudero así como “la hermosa bailarina Custodia Romero, a quien se le pidió que repitiera Córdoba, de Albéniz” (L’Art Musical, 26-3-1937). Unos días más tarde llegan al Gaumont-Palace de París con su “ballet gitano”, en el que, además de los artistas mencionados, también figuran Lolita Gómez, Juanito García y Antonio Triana. “El interés de los bailes ejecutados, la belleza de la música, y la elegancia de los intérpretes seducen profundamente al público” (Le Journal, 5-4-1937).

Custodia Romero (Estampa, 4-11-1930). BNE.

Custodia Romero (Estampa, 4-11-1930). BNE.

En el mes de julio se la puede ver, ya en solitario, en el Casino de La Corniche de Argel (L’Écho d’Alger, 3-7-1937), y en otoño la encontramos de vuelta en España, al frente de un espectáculo de arte andaluz en el que comparte protagonismo con el bailaor Rafael Ortega y el guitarrista Víctor Rojas. Completan el elenco el pianista Manuel Navarro, la cantaora Milagros Fernández y la bailaora Rita Ortega, que después es sustituida por la bailarina Sagrario de Córdoba. Con un repertorio de flamenco y danza española -llevan obras de “Falla, Bretón, Chueca, Serrano, Albéniz y Quiroga” (La Información, 15-10-1937)-, la compañía se presenta en distintas ciudades de la zona nacional, como Córdoba, Cádiz, Vitoria, Sevilla y Zamora. En esta última localidad, Custodia “dejó recuerdo agradable de una elegancia y arte que, cuando ella quiere, llegan hasta el grado inimitable” (Imperio, 30-11-1937). En la farruca “hizo unos picados dificilísimos que gustaron mucho a los aficionados” (Heraldo de Zamora, 29-11-1937).

Son tiempos convulsos, en los que está en juego la propia vida, y Custodia demuestra una gran capacidad de adaptación. Si en los primeros meses de conflicto colaboraba en Madrid en los festivales de la C.N.T., ahora, en Andalucía, también se la puede ver en distintos eventos organizados por las fuerzas nacionales. En febrero de 1938, para conmemorar el “aniversario de la liberación” (El Progreso, 10-2-1938), acompañada a la guitarra con Regino Sáinz de la Maza, ameniza una fiesta organizada en el Teatro Cervantes de Málaga y participa en una función de variedades en el Cine Viñas de Motril (Patria, 11-2-1938).

Custodia Romero, por Alfonso Grosso.

Custodia Romero, por Alfonso Grosso.

Poco después, junto a Manuel Vallejo y Rafael Ortega, actúa en el Teatro Cervantes de Sevilla a beneficio de los heridos de guerra. Sin embargo, “no pudo, a causa del denso alfombrado del escenario, interpretar sino una sola de sus admirables danzas. En vista de ello, y ante los insistentes aplausos con que el público solicitaba el bis, Custodia ofreció al general Queipo de Llano lucir en algún próximo festival su arte incomparable” (ABC de Sevilla, 22-2-1938). No tarda en cumplir su palabra, y a principios de marzo interviene en una función celebrada en el Teatro San Fernando a favor “del glorioso Ejército”. Interpreta en solitario “Los claveles”, de Azagra y, junto a Rafael Ortega, “Coplas del Burrero”, bajo la dirección del maestro Navarro, de la Orquesta Bética de Cámara (ABC de Sevilla, 3-3-1938).

Durante el mes de mayo se presenta en varias ocasiones en el Teatro Duque de Rivas de Córdoba, al frente de su propio espectáculo de variedades, en el que Rafael Ortega sigue desempeñando un papel protagonista. También figuran en el elenco la bailaora Rita Ortega, el cantaor Niño de Fregenal, la canzonetista de aires regionales Pepita Molina, la cancionista Rosaura y varios artistas internacionales.

Custodia Romero, ‘La Venus de Bronce’, y el gran bailarín andaluz Rafael Ortega, interpretaron en conjunto con bailarinas, con singular acierto, la canción y danza del fuego del ‘Amor Brujo‘, de Falla; ‘Los Claveles‘, de Serrano, y ‘Los cuatro muleros‘, que fueron ovacionados largamente.
Ambos artistas interpretaron magistralmente la danza ‘La Molinera‘ y la del ‘Sombrero de tres picos‘, de Falla, siendo ovacionados por el numeroso público que llenaba el teatro…” (Diario de Córdoba, 8-5-1938).

Custodia Romero (Estampa, 26-9-1931). BNE.

Custodia Romero (Estampa, 26-9-1931). BNE.

La compañía también actúa en el Cine Municipal de Cádiz y participa en un festival a beneficio de los gitanos organizado por la actriz Carmen Díaz en el Teatro San Fernando de Sevilla (ABC de Sevilla, 17-5-1938). En el mes de julio, la Venus de Bronce llega a Tenerife junto al diestro Juan Belmonte y un grupo de aristócratas sevillanos, con el fin de participar en un festival taurino y otros eventos a beneficio de los familiares pobres de las víctimas del crucero Baleares, hundido en la batalla del Cabo de Palos.

Durante su estancia en la isla, presta su concurso en una función celebrada en el Teatro Royal Victoria, en la que interpreta, entre otros números, “Los claveles”, del maestro Serrano; “Café de Chinitas” y “Los cuatro muleros”, de García Lorca; y “La bailaora”, de Quiroga (La Prensa, 28-6-1938). Asimismo, canta varias canciones ante los micrófonos de Radio Club, que dedica una emisión especial a los viajeros sevillanos (La Gaceta de Tenerife, 29-6-1938), y toma parte en la representación de la opereta “El Conde de Luxemburgo” en el Teatro Guimerá (La Prensa, 29-6-1938).

A su regreso a la península, sigue cosechando éxitos con su compañía de variedades, en ciudades como Palencia, Oviedo, Santander, Soria o Logroño. Su espectáculo triunfa por su “arte, alegría, variedad, gracia”. Custodia es “una verdadera artista”, tanto en sus “bailes clásicos, como el ‘Amor Brujo’ de Falla, en que no hay quien la supere, como en su actuación como canzonetista” (El Diario Palentino, 19-8-1938). Su repertorio también incluye piezas de Turina y Albéniz. Despide el año de gira por las ciudades del Protectorado Español en Marruecos y en enero regresa a Sevilla.


Nota:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es mía.


Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (VII)

En enero de 1932 emprende una nueva gira por España el bailarín afroamericano Harry Flemming, con una compañía integrada por dos orquestas -una argentina y otra de jazz- y un nutrido elenco de artistas de variedades internacionales, entre los que destaca la Venus de Bronce. Zaragoza, Barcelona y Burgos son algunas de las ciudades en las que actúan. En su crítica sobre el espectáculo, el periodista barcelonés Sebastià Gasch destaca la gran capacidad de transmisión de la artista jienense:

“… el arte de esta bailarina se dirige más al corazón que al cerebro, enardece más que apacigua. […] Montherlant añade que la Romero es una flor salvaje […]. Es verdad. Custodia Romero es más inspiración que cálculo. Y esto lo demuestra sobre todo con su zambra, palpitante de sexo y de bravata…” (Mirador, 21-1-1932) (1)

Cartel de Harry Flemming y su espectáculo de varietés.

Cartel de Harry Flemming y su espectáculo de varietés.

En esa época la bailaora concede una entrevista a Juan del Sarto, en la que revela algunos detalles de su vida diaria, como por ejemplo su presupuesto doméstico:

“-Como necesitar para vivir, necesita cada uno lo que hace el ánimo. En nosotras, las mujeres, depende de la cantidad de pájaros locos que tengamos en la cabeza. Yo, que creo tener muy pocos, me conformo con un presupuesto de 5.000 pesetas mensuales.
-¿Todo comprendido?
-Todo. Es decir, todo lo que necesitamos mi madre y yo y la servidumbre. En esa cifra incluyo también los gastos de vestidos de escenario y de calle no extraordinarios -algunas veces hay que hacer un exceso obligado en ropas y alhajas, por ejemplo cuando se presenta una en alguna Casa productora de películas de España o del extranjero-, los caprichos, las bagatelas de todo género, como la asistencia a los espectáculos, los perfumes, las flores, los bombones” (Blanco y Negro, 17-1-1932).

Custodia Romero en portada de la revista Crónica, 18-1-1931. BNE.

Custodia Romero en portada de la revista Crónica, 18-1-1931. BNE.

En el mes de febrero colabora en el festival de los periodistas cinematográficos que se celebra en el Cine Callao de Madrid y, “acompañada a la guitarra en sus bailes gitanos por el Niño Sabicas, obtuvo un gran éxito” (Heraldo de Madrid, 25-2-1932) (2). Debuta unas semanas más tarde en el Teatro de la Zarzuela, compartiendo cartel con Estrellita Castro. Entre los números que protagoniza, destaca una “grandiosa fiesta granadina del Sacromonte” (La Libertad, 20-3-1932). Después marcha a Sevilla para ofrecer, en el Kursaal Central y en el Coliseo España, las que serán sus últimas actuaciones antes de retirarse de los escenarios:

“En el apogeo de la belleza, la juventud y el arte, Custodia Romero abandona para siempre el tablado en que triunfó la pureza de su arte de gran bailaora. En el escenario del Coliseo España repiqueteó ayer, por última vez, el hechicero taconear de sus pies ágiles, y por última vez levantáronse, como bandera de gallardía, al ritmo de la danza castiza, sus hermosos brazos de gitana.
Repetidamente ovacionada, Custodia apreciaría en el estruendo de los aplausos, junto a la pública devoción por su arte, la emocionada cordialidad puesta por el público en el indeseado trance de tan prematura despedida” (ABC de Sevilla, 21-4-1932).

Según distintos medios, la bailaora se retira por mor de un compromiso matrimonial, sin que llegue a desvelarse la identidad del afortunado. El periodista Juan del Sarto se hace eco de un rumor que señala al compositor Jacinto Guerrero como su futuro marido más, una vez contrastada la información con los protagonistas, debe rectificar: “Custodia tiene su novio ‘formal’. El maestro Guerrero tiene su novia ‘de amor’. La cosa está bien clara. No pueden casarse, por lo tanto, Jacinto y Custodia” (Mundo Gráfico, 1-6-1932).

Custodia Romero y otros artistas en el Cine Callao de Madrid, ABC, 6-3-1932.

Custodia Romero y otros artistas en el Cine Callao de Madrid (ABC, 6-3-1932).

Durante más de dos años permanece apartada de la vida pública, sin que hayamos logrado averiguar si llega o no a contraer matrimonio. No obstante, de sus declaraciones a la prensa se desprende que, al menos, hay alguien que ocupa su corazón:

“-Mire, pienso pasar el nuevo año alejada del mundo y de sus pompas y vanidades.
En mi casita. Al amor de lo mío y de los míos. Añorando mis pasados esplendores escénicos, pero sin ocurrírseme, ni por un solo momento, reintegrarme a ellos.
¡Sólo el amor basta! Cuando se encuentra, como es tan rico e inapreciable tesoro, no hay que dejarlo perder, sino entregarse a él y a sus dulzuras por entero, en cuerpo y alma…” (Juan del Sarto, Sparta, 7-1-1933).

Su prototipo de hombre tiene la tez del color “de los maravillosos y sublimes Cristos sevillanos”. Es “rendido y galán” (Blanco y Negro, 2-4-1933), “bien educado”, con “finura”, “corrección” y “exquisitez de maneras” (Luz, 9-11-1933). A finales de 1933 aún existe buena armonía entre la pareja:

“-Todavía no he tenido el primer disgusto con mi novio. ¡Ni Dios quiera que lo tengamos nunca!
Porque el día que yo tenga el primer disgusto con mi novio será el primero… ¡y el último!” (Juan del Sarto, Blanco y Negro, 5-11-1933).

Custodia Romero (Nuevo Mundo,16-1-1928). BNE.

Custodia Romero (Nuevo Mundo,16-1-1928). BNE.

En septiembre de 1934 se anuncia su reaparición en el Teatro Liceo de Salamanca y en el Principal de Zamora, compartiendo cartel con el tenor Juan García y la vedete Anita Flores. El público charro le “tributó la acogida más entusiasta y cordial, como premio a su arte exquisito. Custodia Romero afirmó su personalidad, con sus bailes españolísimos y castizos y unas canciones, de pura solera andaluza, que levantaron ovaciones constantes” (El Adelanto, 21-9-1934). Durante su retiro voluntario “no ha perdido nada de su arte, al contrario, lo ha purificado, dando un tono a su actuación de serenidad artística muy deliciosa” (Ideal Agrario, 24-9-1934). En una nueva conversación con Juan del Sarto, desvela el motivo de su regreso:

“Me gustó tanto el teatro que, ya lo ha visto usted; después de alejada de él, temporalmente, a él he vuelto, como la mariposa a la luz…
Y es que no puede una sustraerse a la locura de los aplausos, una vez que, a la manera de un sutil veneno, se han infiltrado en el alma…” (Blanco y Negro, 8-7-1934).

En enero de 1935 realiza una nueva tournée con el bailarín Harry Flemming, que en esta ocasión presenta un amplio programa de variedades, en el que destacan la orquesta de jazz Los Vagabundos, la cantaora Anita Sevilla, la bailarina de color Elsie Bayron y el bailaor Antonio Triana. En el Cine Ideal de Madrid, Custodia Romero, “majestad en la figura, pulcritud en el ritmo, dominio y agilidad en los palillos, alegría sana en el semblante” (ABC, 24-1-1935), es muy aplaudida en sus bailes gitanos, con la guitarra de Víctor Rojas. El espectáculo también se presenta en ciudades como Córdoba, Sevilla, Jerez de la Frontera y Cádiz.

Custodia Romero en portada de La Unión Ilustrada, 3-5-1928. BNE.

Custodia Romero en portada de La Unión Ilustrada, 3-5-1928. BNE.

En el mes de marzo es contratada por Circuitos Carcellé para debutar en el Teatro Maravillas de Madrid, compartiendo protagonismo con una de las grandes estrellas de la época dorada de las variedades: Raquel Meller. Acompañada por Víctor Rojas a la sonanta, “la preciosa bailarina andaluza batió con la gracia, la finura y el arte en ella característicos un repertorio nuevo que hace destacar su estilo inconfundible y que es inimitable” (La Libertad, 9-3-1935). Después viajan a Vitoria, Zaragoza y Santander, entre otras ciudades.

Durante el mes de mayo la misma empresa la presenta en el Teatro Tívoli de Barcelona y en el Fontalba de Madrid, “con sus nuevas danzas gitanas a piano y guitarra” (ABC, 14-5-1935). En el programa destaca la actriz cómica Luisita Esteso, entre otras muchas atracciones. Ese mismo verano, en la Feria de Muestras de Santander, acompañada por la orquesta, actúa “a la incomparable altura de siempre, la que corresponde a la bailarina de solera, de gracejo y casticismo inigualable” (El Cantábrico, 26-7-1935).

Custodia Romero (Estampa, 12-2-1929). BNE.

Custodia Romero (Estampa, 12-2-1929). BNE.

En 1936 continúa con su gira por Madrid y provincias de la mano de Circuitos Carcellé, que presenta un “espectáculo internacional arrevistado” (La Voz de Asturias, 15-4-1936) en el que intervienen numerosos artistas. Tras el estallido de la Guerra Civil, actúa con frecuencia en festivales benéficos organizados por la C.N.T. en distintos teatros madrileños con el fin de recaudar fondos para los heridos, hospitales o guarderías infantiles, siempre en relación con la causa republicana. En esas funciones comparte cartel y escenario con grandes figuras del flamenco y las variedades, como Angelillo, Pastora Imperio, Conchita Piquer, la Argentinita, Pilar López, Carmen Flores, la Niña de la Puebla, Estrellita Castro, Ramón Montoya o Niño Sabicas.

El 12 de octubre la encontramos actuando en París, en un “festival de canto, música y danza por la ‘Fiesta de la Raza’” organizado en el Palais de la Mutualité. En el elenco, compuesto por artistas de diversa procedencia, destaca la presencia de Laura de Santelmo y Antonio Machín (L’Humanité, 10-10-1936).


Notas:
(1) La traducción de todos los textos extranjeros es mía.
(2) Según algunos medios, quien la acompaña a la sonanta es Luis Yance (La Libertad, 23-2-11932; ¡Tararí!, 25-2-1932).


Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (V)

Durante el año 1928, la Venus de Bronce sigue cosechando éxitos en los coliseos de Madrid y provincias, triunfos que comparte con algunas de las grandes figuras del género de variedades. En el Teatro Avenida de Madrid vuelve a coincidir con Pastora Imperio, Conchita Piquer, Pilar López y Carmen Flores.

Custodia Romero (La Unión Ilustrada, 22-10-1926). BNE.

Custodia Romero (La Unión Ilustrada, 22-10-1926). BNE.

Junto a esta última también se presenta en Zamora, donde “por la novedad y el artístico trabajo que actualmente presentan, […] brillan con resplandores propios” (Heraldo de Zamora, 30-6-1928). A su regreso a la capital se anuncia en el Teatro de la Latina, donde se reparte los aplausos con Luisita Esteso. Durante su actuación en esta sala se celebra en su honor una Fiesta de Sacromonte, en la que toman parte las cantaoras Carmen la Lavandera y la Niña de Linares, entre otros artistas (La Libertad, 11-7-1928).

A mediados de septiembre debuta en el Kursaal Central de Sevilla, que inaugura su temporada de otoño con un lleno “imponente” (El Noticiero Sevillano, 16-9-1928). La viajera francesa Jacqueline Bertillon (1) nos deja una interesante crónica de la actuación de Custodia, que interviene en último lugar, tras el cuadro flamenco y unas bailarinas francesas de cancán:

“Aparece por fin, esta Venus de Bronce, y es una salva, un trueno de aplausos por parte de los sevillanos, que son casi un millar. La Venus de bronce, Custodia Romero, es una joven muy hermosa de aspecto noble y puro. Su expresión casta contrasta con los bailes cada vez más voluptuosos y seductores que ejecuta ante nosotros. Nunca hemos visto nada parecido; y, como todos los asistentes, estamos locas de entusiasmo, ante tanta belleza. Baila ocho o diez alegrías, fandangos, tangos, etc., con ocho o diez trajes diferentes; las sevillanas, incluso nosotras, le pedimos que las repita. Es necesario que, rota por el cansancio y la emoción de estas danzas donde ha dado todo su ser -más que su ser, pues ha revelado a la mujer que aún no ha nacido-, venga a pedir misericordia. El público sólo acepta irse tranquilizado por la idea de que volverá a verla bailar mañana, pasado mañana y todos los días sucesivos…” (Peugeot-revue, febrero de 1929).

Custodia Romero (Nuevo Mundo, 22-7-1927). BNE.

Custodia Romero (Nuevo Mundo, 22-7-1927). BNE.

En el mes de octubre -y tal vez no sea casual- Custodia Romero llega a París para debutar en el music hall Empire, junto a un elenco de variedades internacionales. Asimismo, es contratada por Madame Bertillon para actuar en una velada íntima celebrada en su domicilio de la Avenue Marceau. Los asistentes quedan prendados del arte de la bailaora, que actúa acompañada por el guitarrista Carlos Montoya y el pianista Raúl Laynez:

“La maravillosa bailarina gitana de Sevilla, Custodia Romero, ejecutó diferentes bailes gitanos y andaluces que tuvieron un enorme éxito. En efecto, en París rara vez se ve bailar con un respeto tan puro de la tradición y del carácter español. No sólo la plástica y la técnica de la Srta. Custodia Romero son de un arte perfecto, sino que su expresión, a la vez tan orgullosa y cautivadora, extiende sobre todos sus bailes ese fuego y esa fiebre que se respiran en Sevilla. A los asistentes les ha gustado particularmente un baile con mantilla y vestido de volantes que, empezando con una deslumbrante canción española cantada por la Srta. Custodia Romero, terminó con un toque endiablado de castañuelas. Se le dio la ovación que ella merecía y que no es más que la confirmación por el público parisino del éxito que conquista cada día la Srta. Custodia Romero en Sevilla, donde es considerada como una de las mejores bailarinas de España” (Comoedia, 5-11-1928).

Custodia Romero (La Esfera, 8-1-1927), BVPH.

Custodia Romero (La Esfera, 8-1-1927), BVPH.

Nuevos contratos la retienen durante varios meses en París. En diciembre, acompañada por los mismos músicos, pone el broche de oro a una recepción ofrecida en el Lyceum-Club por la duquesa viuda d’Uzès:

“Para terminar, la espléndida gitana de Sevilla, Custodia Romero, acompañada por el guitarrista Montoya y la pianista Laynez, ejecutó tres bailes, cada uno más maravilloso que los otros. El último que bailó, vestida de gitana, con el pelo suelto, recordaba asombrosamente a la heroína de Pierre Louys en La Femme et le Pantin. Este espectáculo ha desencadenado el entusiasmo del público muy escogido que asistía a la fiesta” (Comoedia, 11-12-1928).

Unas semanas más tarde interviene en una velada celebrada en la Union Interalliée, junto a un nutrido elenco de artistas internacionales, entre los que destaca la joven bailarina Lolita Mas. Hasta la prensa española se hace eco de su triunfo:

“… apareció en el tablado la figura gitana de Custodia Romero. Primero en el fandanguillo El antequerano, de Esper y Morera; luego en Cueva gitana, del maestro Romero, mostró toda la gracia y toda la seducción de sus danzas sensuales […] obtuvo una entusiasta y prolongada ovación de este elegante público parisiense” (Monte-Cristo, Blanco y Negro, 13-1-1929).

Custodia Romero actuando en París (Blanco y Negro, 13-11-1929). Archivo ABC.

Custodia Romero actuando en París (Blanco y Negro, 13-11-1929). Archivo ABC.

En París celebra la Nochebuena junto a otras bailarinas españolas, como Carmen Montaño y Pilar Calvo, y recibe el nuevo año actuando en el local ‘Henry’, sito en la Place Gaillon (Le Gaulois, 21-12-1928). Ya de vuelta en Madrid, en el mes de febrero interviene en el beneficio que se ofrece en el Teatro Pavón a Pascual Guillén y Antonio Quintero, autores de la comedia “La copla andaluza”, con motivo de su centésima representación. Tras interpretar sus castizos bailes, recibe una “estrepitosa ovación” (El Liberal, 6-2-1929). También se la puede ver en otros coliseos, como el Maravillas o el Circo Price.

A finales de marzo “La copla andaluza” es llevada a escena en el Teatro Victoria de Barcelona por la compañía de Vicente Mauri (2), con Custodia Romero, Guerrita y Angelillo como estrellas principales. Durante dos semanas la “reina gitana de la danza” recibe “atronadores aplausos” (La Vanguardia, 9-4-1929) y el día de su despedida se celebra “un grandioso concierto, tomando parte La Trinitaria, El Americano, […] y los eminentes tocaores Niño de la Bulería, Juanito Dorado, Paco Aguilera y Miguel Borrull” (Hoja Oficial de la Provincia de Barcelona, 15-4-1929).

Una vez cumplido este compromiso, la Venus de Bronce sigue cosechando éxitos en Madrid y provincias (3), bien como fin de fiesta tras las proyecciones cinematográficas, bien junto a otros artistas de variedades internacionales. El 20 de mayo se la puede ver en una fiesta celebrada en el Círculo de Bellas Artes de la capital en honor de la Asociación pro Sociedad de Naciones. El programa consta de una primera parte lírica, a cargo del tenor Sr. Rojo y de la soprano Josefina Blanch, tras la cual Laura de Santelmo y Custodia Romero deleitan al respetable con sus bailes y canciones españolas con acompañamiento de guitarra (Heraldo de Madrid, 21-5-1929).

Custodia Romero y Laura de Santelmo en el Círculo de Bellas Artes (Nuevo Mundo, 31-5-1929). BNE.

Custodia Romero y Laura de Santelmo en el Círculo de Bellas Artes (Nuevo Mundo, 31-5-1929). BNE.

El 5 de julio presta su concurso en un festival organizado en el Retiro por la comisión del monumento al capitán D. Ramón Jordán de Urríes, caído en la guerra colonial en el Protectorado de Marruecos (Heraldo de Madrid, 5-7-1929). Una semana más tarde, en el mismo lugar, interviene con gran éxito en la verbena del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial (Heraldo de Madrid, 17-7-1929). El hecho de ser requerida para tantos eventos da testimonio de su gran popularidad y también de su generosidad.

En esos días se llevan a cabo los preparativos para la celebración, también en los Jardines del Buen Retiro, de la verbena del Sindicato de Actores, destinada a recaudar fondos para “el socorro económico a la vejez de los compañeros jubilados” (La Nación, 19-7-1929). Como miembro de su Comité Femenino, la bailaora está implicada activamente en la causa y, junto a otras artistas, se persona en las redacciones de distintos periódicos para promocionar el evento, que tiene lugar el 27 de julio. En el programa figura un “cuadro de cante y baile flamenco” integrado por “Custodia Romero, Mariquita Linares, Dolores Ortega, Rita Ortega, Niña de Chiclana, Niño de la Flor y los afamados profesores de guitarra Manolo el de Badajoz y Pepe el de Badajoz” (Heraldo de Madrid, 24-7-1929).

En el mes de agosto también colabora desinteresadamente en una verbena a beneficio del Instituto Cervantes (Heraldo de Madrid, 13-8-1929) y obtiene “uno de sus más resonantes triunfos” en el Teatro Fuencarral. “Si sus números andaluces, mixtos de cuplé y baile, fueron celebrados, pues en ellos puso su arte inimitable, dándoles la gracia y el color de su tierra bendita, sus soberbias danzas gitanas acabaron de caldear el público chamberilero, que la hizo objeto de las más entusiastas ovaciones” (El Liberal, 16-8-1929).

Comité Femenino del Sindicato de Actores Custodia Romero aparece sentada. (Mundo Gráfico, 17-7-1929). BNE.

Comité Femenino del Sindicato de Actores Custodia Romero aparece sentada. (Mundo Gráfico, 17-7-1929). BNE.

Debuta unas semanas más tarde en el Teatro Vital Aza de Málaga, compartiendo cartel con el humorista Manolo Vico y con la cancionista Asunción Muñoz, y obtiene “un éxito rotundo sobre todo bailando por alegrías a la guitarra”. El público le aplaude “con verdadero entusiasmo” y el cronista celebra que se mantenga fiel a su estilo de siempre, “sin dejarse influenciar por el exotismo ambiente”. Como la gran Pastora, sigue cultivando “los bailes gitanos”, aunque los concibe y ejecuta de una manera diferente: “lo que en ‘La Reina Cañí’ es pasión y voluptuosidad, expresión del libre instinto, es en esta muchacha ritmo y cadencia” (Santy, La Unión Mercantil, 12-9-1929).


Notas:
(1) Mme. Bertillon realiza un viaje París-Gibraltar ida y vuelta a bordo de su Peugeot 5 cv, acompañada por su hermana. En su crónica, muestra su sorpresa ante la buena educación del público del Kursaal:
“Por la noche, vamos al café cantante. Estamos un poco impresionadas. Nos han hablado en París de estos lugares misteriosos y peligrosos: las mujeres, nos han dicho, no pueden ir solas bajo ningún concepto; si infringieran esta norma, se expondrían a los peores peligros. Por tanto, mi hermana y yo nos aventuramos con paso tímido en el Kursaal: una gran sala, con una galería, un escenario, y numerosas mesas rodeadas de sillas, en la zona donde se encontrarían las butacas de nuestros music-halls. Los tranquilos consumidores nos hacen sitio inmediatamente y nos tratan con la galantería más respetuosa. Un camarero acude presto. Pedimos una modesta gaseosa; nos cuesta una peseta. Por esta peseta disfrutamos de un espectáculo por el que habríamos pagado alegremente cien” (Peugeot-revue, febrero de 1929).
La traducción de todos los textos franceses es mía.
(2) En el Teatro Pavón de Madrid fue presentada por la compañía cómico-dramática de Fernando Porredón y tenía como estrellas principales a los cantaores Manuel Centeno y Jesús Perosanz. Ahora se presenta con un elenco renovado.
(3) En el Teatro de La Latina de Madrid, en el Cine Parisiana de Zaragoza, en el Salón Pradera de Valladolid, en el Teatro Liceo de Salamanca, en el Infanta Isabel de Madrid y en el Principal de Zamora, entre otros.


Custodia Romero, la Venus gitana del baile flamenco (IV)

La Venus de Bronce termina el año 1925 actuando en tierras levantinas. En el Teatro Central de Alicante, donde comparte cartel con la violinista y cancionista Angelina de Artés, despierta el entusiasmo del público con la elegancia de su arte estilizado. La acompaña el guitarrista Diego Torres y en algunos de sus números de danza, como ‘España mía‘ y ‘La sombra de la Giralda‘, ella misma se canta “una letra alusiva al baile que ejecuta, […] sin pretensiones de cupletera ni menos de canzonetista, sino un simple ritmo entonado con sencillez, […] cortas frases dichas a media voz, a flor de labio, con ese tono algo similar al cante flamenco…” (El Luchador, 12-12-1925).

Custodia Romero, en el cuadro "San Rafael" (1925), de Julio Romero de Torres.

Custodia Romero, retratada en el cuadro “San Rafael” (1925), de Julio Romero de Torres.

Poco después se presenta en el Teatro Ortiz de Murcia, como fin de fiesta tras la actuación de los cantaores Angelillo y Carmen la Lavandera. Conquista al respetable con su magistral interpretación del Fandanguillo de Almería y de las antillanas, uno de sus números predilectos, adaptado a su propia personalidad: “una vez en posesión del motivo fundamental, ha aplicado sus facultades, espontáneamente, a hacer sobre él las variaciones más adecuadas a dicho motivo, hasta lograr su culminación” (Agustín Iniesta, El Liberal de Murcia, 19-12-1925).

Durante su estancia en esa ciudad es entrevistada por Agustín Iniesta, que nos revela un dato de sumo interés: al acceder a su camerino, la encuentra abrazada a la sonanta, que es una de sus pasiones. “[E]n su soledad requiere la guitarra y arranca a ella con su mano breve y morena, melodías alquitaradas.
-Prefiero -ha dicho- tocar en la guitarra a leer” (Ibídem).

Recibe el año 1926 con la agenda repleta de compromisos, que se van traduciendo en nuevos éxitos. Barcelona, Bilbao y Guadalajara son algunas de las ciudades que visita antes de presentarse en el Teatro Maravillas de Madrid a finales de febrero. Allí comparte escenario con la cancionista Paquita Garzón y “se suma a las ‘estrellas’ del baile que brillan de modo admirable en la canción. […] en los números que conjuntamente estrenan estas dos aplaudidísimas ‘estrellas’ obtienen todos los días un gran éxito” (El Imparcial, 4-3-1926). Tanto es así que, poco después, es agasajada junto a la bailarina Antoñita Torres con un vino de honor que se ofrece en el Teatro Romea, y al que asisten unos doscientos admiradores de ambas artistas (La Libertad, 11-3-1926).

Custodia Romero (Mundo Gráfico, 10-3-1926). BNE.

Custodia Romero (Mundo Gráfico, 10-3-1926). BNE.

Asimismo, siguen alzándose voces que afirman ver en ella una “digna sucesora de la reina gitana”, es decir, de la gran Pastora Imperio, con “sus bailes bravíos, sin artificios ni aliños”, ni más aditamentos que “unos crótalos y una pandereta” (J. L. de M, El Liberal, 26-2-1926). Su nombre es sinónimo de bailaora clásica y castiza, pero también de modernidad y estilo en el vestir, pues igual que una bata de volantes, “sabe lucir, con el aire del boulevard, un sombrero de Madeleine o una túnica de Martial Armand” (La Esfera, 13-3-1926).

En el mes de abril la Venus de Bronce, “que en sus bailes pone todo su sentido del ritmo, pasión, baile de picó, gesto, culebreo de todo su cuerpo, que se yergue en contorsiones lentas y suaves” (El Adelanto, 3-4-1926), comparte cartel en el Teatro Liceo de Salamanca con una joven Pilar López, que ya brilla como la gran estrella que está llamada a ser.

Tras una gira estival que comienza en Andalucía y llega hasta la Cornisa Cantábrica, en el mes de septiembre obtiene un “éxito clamoroso” en el Teatro Romea de Madrid (La Opinión, 27-9-1926), donde protagoniza junto al cantaor Manuel Centeno “una fiesta flamenca de guitarras y canciones andaluzas” en la que ofrece “sus castizas creaciones gitanas” (La Época, 28-9-1926). Durante los meses siguientes, pasea su arte por todo el este peninsular y, a su paso por el Teatro Liceo de Albacete, incluso logra la conversión de algún “antiflamenco”:

“Fue, que un amigo le dije del armonioso lenguaje de los pies de Custodia Romero, él, considerándolo una herejía, quiso agredirme. Fuimos al Salón Liceo -templo de Faraón, mientras actúe la sacerdotisa de la danza cañí-, le advertí: No te fijes en la elocuencia de los brazos. Ni en el gesto, que es todo un poema. […] Observa cómo los pies, marcando los compases, van cantando las notas graves, y las agudas, y suspenden la melodía en eso que se llama cadencia rota, saben prolongar el sonido como en un calderón […]
Custodia: Espera; no te marchas- dice, sin darse cuenta, entusiasmado, el que era detractor de las danzas castizas. […]
-¿Qué te parece…
-Que soy el primer flamenco. ¡Viva Faraón!” (Luis Azorí Risueño, El Diario de Albacete, 5-2-1928).

Custodia Romero (Mundo Gráfico, 23-6-1926). BNE.

Custodia Romero (Mundo Gráfico, 23-6-1926). BNE.

En un artículo publicado en el Heraldo de Madrid en junio de 1928, el escritor José Díaz de Quijano ensalza las cualidades que hacen de ella una primera figura del baile, tales como el temperamento, la personalidad y su gran talento natural. Asimismo, también señala las que, en su opinión, son dos equivocaciones: “recargar innecesariamente su nombre” con ese apodo de ‘La Venus de Bronce’ y “querer ser una bailarina más, en vez de quedarse en bailaora”.

“… si hallase y se dejase guiar por alguien que verdaderamente la orientase hacia el buen camino (que no es otro que el de retornar a lo suyo, a lo flamenco y genuino de las danzas andaluzas auténticas: tangos, bulerías, zapateados, etc.), se habría salvado una figura que puede ser como la continuación y el reflejo de Pastora.
Percal, mucho percal, y pañolitos de talle; guitarra, taconeos y falsetas. […]
Cuando Custodia baila flamenco (ésto es ‘lo suyo’; lo auténtico y popular y genuino) es una gran bailaora. Si se empeña en bailar ‘todo lo que la enseñen’, esos bailes ‘puestos’ por ‘profesores’ de ‘academia’, será una de tantas bailarinas sin personalidad.
A pesar de todo lo dicho, […] Custodia Romero tiene más personalidad que cualquiera de las que más presumen por ahí” (Heraldo de Madrid, 25-6-1927).

Unos meses más tarde regresa a Sevilla para actuar durante la temporada de otoño en el Salón de Variedades, en el Imperial y en el Pathé Cinema. Su intervención, como fin de fiesta, en la función a beneficio de la Asociación de la Prensa que se celebra en el Pathé, constituye la “definitiva consagración” de Custodia Romero, que “hizo un verdadero derroche de arte en la interpretación de un selecto programa de cante y baile, originalísimo” (El Noticiero Sevillano, 5-11-1927).

Custodia Romero y el periodista Galerín (El Liberal de Sevilla, 1-11-1927). Archivo de JLON.

Custodia Romero y el periodista Galerín (El Liberal de Sevilla, 1-11-1927). Archivo de JLON.

Durante su estancia en la capital hispalense, concede una entrevista a Galerín, en la que expone sus preferencias artísticas, que no están muy alejadas de las recomendaciones de Díaz de Quijano. El texto se publica en El Liberal de Sevilla, ilustrado con unas fotografías tomadas en los jardines del Alcázar:

“-… Yo no he querido entrar por la moda. Y sé que estoy bien con una castorita bailando el charlestón -¡limpiando cristales y llamando a la gente!-; pero son ya muchas castoritas. El charlestón pasará. Las bulerías, el tango, el jaleo, la farseta bailada a compás de la guitarra, no pasará nunca. Hacer música ‘con los pies’ es más difícil de lo que parece y llevar los brazos arriba sin que parezcan látigos, más difícil todavía. ¡Esos brazos de Pastora y ese repiquetear los palillos de la Argentinita! ¿Usted cree que pasará de moda eso?
[…]
-¿Usted ha cantado siempre?
-Nunca. Esto del cante es de este año. Verá usted. Yo me apunto un poquito por flamenco y además me gusta un horror. La voz mía no es par cantar ‘El dúo de la africana’; pero como con un hilito de voz y un ovillo de gusto se puede hacer mucho, yo dejo al músico con su ‘do re mi’, que para mí es chino, y ‘le meto’ al cuplé dos jipíos flamencos, unos ‘duendecitos‘ a tiempo, una poquita de pena a la letra que lo requiere o una alegría cuando se habla de fiestas. Son unos cuplés ‘míos’ con música ‘de otro’. ¿Usted se da cuenta?
-¡Que si me doy cuenta! Eso, Custodia, no lo hace más que una artista.
-Sí que es difícil” (El Liberal de Sevilla, 1-11-1927).

Custodia Romero (La Esfera, 8-1-1927). BNE.

Custodia Romero (La Esfera, 8-1-1927). BNE.

Despide el año en Córdoba, en un banquete organizado por sus admiradores -“un puñado de hombres del saber, más de sesenta abogados, artistas, publicistas”- en el restaurante Los Luises. El pintor Julio Romero de Torres, que en 1925 la tomó como modelo para su cuadro “San Rafael”, comparte la mesa presidencial con la artista y su madre. La fiesta termina en el Círculo de la Amistad, “donde Custodia, la genial, puso epílogo al homenaje en su honor con primorosas danzas gitanas” (La Voz, 1-1-1928).

En febrero de 1928 se inaugura la temporada en el Teatro Avenida de Madrid con un cartel de lujo, en el que destaca la presencia de Pastora Imperio, Conchita Piquer y Custodia Romero, junto a un nutrido elenco de atracciones internacionales. Ni la gran Pastora, con quien tantas veces se la ha comparado, logra hacer sombra a Venus de Bronce, que “en sus danzas españolísimas, se ha destacado una vez más como la primera bailarina, insustituible” (ABC, 9-3-1928).

La noche de su despedida, es agasajada con una función de honor, en la que se escenifica su confirmación como “estrella de las varietés” (La Libertad, 20-3-1928). Actúa como madrina (1) la cupletista “Carmen Flores, que entregó ‘los palillos’ a la homenajeada y tuvo para ella frases de elogio y aliento sancionadas por el aplauso del público” (Heraldo de Madrid, 21-3-1928).


Nota:
(1) Cuando empezaba su carrera, Custodia Romero coincidió con Carmen Flores en el Teatro Fuencarral de Madrid y ésta le regaló uno de sus trajes de escenario, con el deseo de que le diese buena suerte.
“La gitanilla guapa y la cupletista famosa se han encontrado ahora juntas en el cartel de un teatro, y ambas como ‘estrellas’.
[…] El traje de su protectora de entonces le ha dado buena suerte” (La Libertad, 20-3-1928).