Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Encarnación la Trinitaria, una cantaora excepcional (I)

Encarnación Cabello Moreno nació en 1907 en el barrio malagueño de la Trinidad, del que tomó su nombre artístico. Lo mismo que su hermana Lola, fue una artista precoz, y a los diecisiete años ya se anunciaba en los teatros de su ciudad y de varias localidades del norte de África. La referencia más temprana que hemos hallado en la hemeroteca data del 17 de mayo de 1924 y la sitúa en el Casino Real de Melilla. Allí se ofreció una velada en la que, tras una conferencia del doctor Emilio Granados sobre puericultura e higiene, y un juguete cómico titulado Tocino de cielo, hubo “cante jondo” a cargo de “la aventajada cantadora de flamenco, tan conocida del público melillense, señorita Encarnación Cabello ‘La Trinitaria’” (El Telegrama del Rif, 17-5-1924).

Encarnación Cabello, la Trinitaria (Foto: Ruth Aguilera).

Encarnación Cabello, la Trinitaria (Foto: Ruth Aguilera /Editada por Sergio García).

Dos meses más tarde la encontramos en el Palais-Mondial de Orán, junto a un “notable cuadro de varietés procedente del Teatro Lara de Málaga, e integrado por los siguientes artistas: la canzonetista de aires regionales Paz Gutiérrez, el excéntrico cómico el Canela, la bailarina Rosalito Correa y los cantaores el Fanegas y la Trinitaria, “imitadora del Cojo de Málaga”, acompañados por las sonantas de Juan Torres y José Brotons (L’Écho d’Oran, 14-7-1924).

En el mes de diciembre de ese mismo año, “la cantante de flamenco y aires regionales la ‘Trinitaria’ debutó con franco éxito” en el Café Lion d’Or de Almería, compartiendo cartel con los bailarines Sevillanita y Trío Romero (Diario de Almería, 9-12-1924). Este anuncio nos la muestra como una artista versátil, en cuyo repertorio no solo tenía cabida el cante jondo, sino que también cultivaba los aires regionales, algo muy habitual entre las artistas de variedades de la época.

A partir del año 1925, la prensa la sitúa principalmente en Barcelona, ciudad donde se instaló y desarrolló la mayor parte de su carrera, lo mismo que su hermana Lola Cabello. En el mes de mayo debutó en el Teatro Nuevo de la Ciudad Condal una compañía de revistas y espectáculos internacionales que estrenó en nuestro país la obra ¡Fiat Lux!, con libreto y cantables de los Valverde y Puche, y música del maestro París. Se trataba de un ambicioso montaje, que no escatimaba en vestuario y congregó a cien artistas en escena. En el reparto destacaban nombres como los de Luxenti, Carmen Vicente, Hermanos Morales, Luis Fabregat, Gloria Pujol, Encarnación Alegre o “la cantadora de aires flamencos ‘la Trinitaria’” (La Vanguardia, 2-5-1925).

Lola Cabello (El Diluvio, 1-8-1934).

Lola Cabello (El Diluvio, 1-8-1934).

Unas semanas más tarde se inauguró en el Circo Barcelonés una temporada de cuatro días (1) de cante flamenco dirigida por el guitarrista Juanito el Dorado. El programa comenzaba con la representación de dos sainetes (2) por la compañía de Enrique Pitcher, seguidos de un espectáculo de cante jondo que tenía como figura principal a José Sepero (sic), acompañado a la sonanta por Ángel Baeza. Completaban el plantel Encarnación Cabello ‘la Trinitaria’, Julio Aznar ‘Niño de Linares’ y José Martínez ‘Pituiti’ (La Vanguardia, 28-5-1925).

La prensa de 1926 solo nos aporta un anuncio del music-hall Pompeya, que ofrecía un programa de vodevil y varietés, más un cuadro flamenco integrado por La Safe, Niño Tobalo, Pepita Ibelty, las hermanas Chicharra, Manuel Constantina, Juanito Relámpago y la Trinitaria (El Diluvio, 8-7-1926). Sin embargo, la de 1927 deja constancia de la intensa activador de la artista, tanto en Barcelona como en otras ciudades. En el mes de enero intervino en un certamen de cante y baile andaluz celebrado en el Teatro Talía, con el siguiente elenco:

Carmencita la Gitana (3), Lola la Camisona, Hermanas Chicharras y Micaela la Mendaña, bailaoras

Regla Ortega La Pato, Carmen Guerrero (sic) La Joselito (notables artistas)

Alfredo Genelty, José de la Subiela (bailaores)

Antonio Viruta (sin rival bailaor flamenco)

Mariana La Camisona y Encarnación La Trinitaria, cantaoras

Lola La Malagueña popular cantaora gitana

Joselito de Cádiz, Manuel Constantina, José París, premio de Honor del Circo Barcelonés, y Niño Almadén

Julio Aznar premio de Honor en Cádiz y Almería

Niño Medina (as del cante jondo), premio primero en los concursos de Huelva y Granada […]

José Cepero El poeta del cante jondo […]

José Martínez ‘Pituiti’, Manuel Domínguez, Paco Aguilera, Juanito Relámpago y Pepito Hurtado (tocaores) (profesores de fama acreditada)” (Noticiero Universal, 4-1-1927).

Carmen la Joselito (Le Journal, 5-6-1933).

Carmen la Joselito (Le Journal, 5-6-1933).

Un mes más tarde, “La Gran Trinitaria, imitadora de los cantos de Marchena”, actuó en el Teatro Oberón de Castellón junto a los cantaores Alfonso Aguilera (4), Niño de la Trinidad, Niña Constantina y Niño Linares; los bailaores Juan Castelló y Hermanas Chicharra; y los guitarristas Francisco Giménez ‘Ros’ y Francisco O quino (sic) (Heraldo de Castellón, 11-2-1927).

De vuelta en la Ciudad Condal, durante el mes de marzo Encarnación Cabello se presentó en el Circo Barcelonés y en el Gran Teatro España junto a un cuadro flamenco dirigido por el guitarrista Miguel Borrull, y en el que también figuraban, entre otros artistas, las bailaoras Julia y Concha Borrull, Rafaela la Tanguera, Carmen la Huelvana y Rosalía la Flamenca, los bailaores Manuel de la Rosa y Tobalo, y los cantaores Niño de la Perla, Niño de Constantina, Alfonso Aguilera ‘Niño de Málaga’ y Luis Soriano ‘Cabrerillo de Linares’, que se presentaba por primera vez en Barcelona (El Diluvio, 23-3-1927; Noticiero Universal, 28-3-1927).

La Trinitaria regresó al Circo Barcelonés en el mes de mayo para intervenir en una serie de funciones de cante jondo en las que de nuevo compartía protagonismo con el Niño de la Perla, como artistas más destacados del elenco. Completaban el cuadro los cantaores Niño del Albaicín, Niño Constantina, Juan Barea, Gitanillo, Diego el Africanito, Enrique García ‘Niño de Triana’, José Alcaraz ‘Murcianito’, Vicente el Loro y Alfonso Aguilera ‘Niño de Málaga’; acompañados por los tocaores José Revuelta, Paco Aguilera, Eduardo Salmerón, Pepe Hurtado y Miguel Borrull (El Diluvio, 4-5-1927; El Diluvio, 18-5-1927).

Rafaela la Tanguera (dcha.), en el Villa Rosa de Barcelona

Rafaela la Tanguera (dcha.), en el Villa Rosa de Barcelona

A finales de junio, algunos de los artistas mencionados se trasladaron a Palma de Mallorca para intervenir en un certamen de cante, baile y toque flamenco celebrado en el Teatro Balear, que fue todo un éxito:

Numeroso público se congregó anoche en el coliseo del Ensanche para deleitarse con la anunciada función de canto y baile flamenco, que transcurrió animadísima, colmando los deseos de los aficionados reunidos más exigentes.

Entre los ‘cantadores’ sobresalieron por su estilo Vicente ‘El Loro’, Juan Barea ‘Niño de la Perla’ y, especialmente, el ‘Chato Valencia’ […].

También cosecharon aplausos Alfonso Aguilera, ‘Niño de Madrid’ ‒que cantó fuera de programa‒ y la cantadora ‘La Trinitaria’ (5).

En la segunda parte fue presentado un cuadro flamenco formado por ‘Niña Gómez’, Carmen ‘La Joselito’ ‒estupenda bailarina ésta‒ Conchita Borrull y Manolo La Rosa que fue celebradísimo.

Miguelito Borrull hizo prodigios con la guitarra […].

Asimismo fue aplaudido Juan Relámpago” (El Día, 23-6-1927).

En octubre de ese mismo año volvemos a encontrar a la cantaora en la capital balear, en esta ocasión en el Cine Oriental, donde se proyectaba la película muda Malvaloca. Con el acompañamiento de una banda de trompetas y tambores, “las saetas fueron cantadas por la notable tonadillera malagueña Encarnación La Trinitaria, que fue muy aplaudida” (El Día, 21-10-1927).

Conchita Borrull (centro) en el cuadro del Villa Rosa de Valencia (Semana Gráfica, 23-4-1932).

Conchita Borrull (centro) en el cuadro del Villa Rosa de Valencia. Detrás del brazo de ella, con sombrero, se ve a Alfonso Aguilera (Semana Gráfica, 23-4-1932).

Los éxitos cosechados en las mencionadas actuaciones la convirtieron en una artista muy popular. Ello se puso de manifiesto en el verano de 1928, cuando regresó a la isla para actuar en la plaza de toros junto a una troupe flamenca organizada por el guitarrista Juanito el Dorado que, aunque afincado en Barcelona, era natural de Palma de Mallorca. Completaban el reparto los cantaores Chato de Valencia, Niño de Lucena, Niño de Vallecas y Cojo de Málaga como figura principal; las bailaoras Micaela la Mendaña, Leonor y Concha Chicharra; y los guitarristas Pedro el Palmesano y Alfonso Aguilera (El Día, 27-7-1928). Una de las sorpresas de la noche la dio “‘La Trinitaria’, popular cantadora, muy conocida de nuestro público y que se ‘destapó’ al final con la famosa bulería del ‘Loro de Santa Clara’, que cantó prodigiosamente, inspiradísima, de modo tal que quizás no logre repetirlo…” (El Día, 29-7-1928, 2).

En el mes de octubre volvió a anunciarse en el Circo Barcelonés, donde Juanito el Dorado organizó un concurso de cante jondo para señoras, con la participación estelar de cuatro cantaoras, arropadas por varios cantaores y guitarristas:

Catalina Muñoz. Nueva en Barcelona y de gran voz

Lola Cabello. La popular de la radio

La Trinitaria. La reina de los discos

La Lavandera. La estilista de Juan Breva

y los notables cantadores Miguel Algabeño, Niño de Sevilla, Sebastián Cantares, El Sevillanito, el gran Fanegas y los guitarristas, El Rizao, Jaime el Leridano y Alfonso Aguilera” (El Diluvio, 2-10-1928).

Durante las dos semanas que permaneció en el Circo Barcelonés, Encarnación Cabello viajó a L’Hospitalet de Llobregat para colaborar en un festival celebrado en el Cine Marte por la Asociación Taurina Lagartito “a beneficio de las víctimas de la catástrofe del teatro de Novedades, de Madrid, y del polvorín de Cabrerizas Bajas, de Melilla”. También prestaron su concurso distintos artistas procedentes de otros teatros de la capital catalana, como el cantaor Fanegas (La Vanguardia, 9-10-1928).

Miguel Borrull Giménez

Miguel Borrull Giménez

En los meses siguientes, de nuevo bajo la batuta de Juanito el Dorado, la Trinitaria regresó en varias ocasiones al coliseo de la Calle de Montserrat. El 15 de noviembre intervino en un concurso de cante jondo dedicado a los oficiales y marinos de la Escuadra Española que se encontraban de visita en el puerto de Barcelona. En él tomaron parte “los notables cantadores Niño Caracol, Francisco Algabeño, Niño membrillo (sic), El Lucerito, Alfonso Aguilera (6), Niño Cartagena, el célebre Fanegas y las notables cantadoras Lola Cabello, La Trinitaria y Niña Sevilla”, que se disputaron la Copa Circo Barcelonés. El toque de guitarra corrió a cargo de Pituiti, Rojo el Alpargatero y Juanito el Dorado (El Diluvio, 14-11-1928).

El 5 de diciembre de 1928 y el 4 de enero de 1929 se celebraron dos nuevos festivales flamencos que tuvieron como figura protagonista al cantaor Guerrita. Completaban el reparto el Niño del Perchel, el Niño Membrillo, Lola Cabello, la Trinitaria, Fosforito, Alfonso Aguilera o las hermanas Chicharra, entre otros artistas (La Vanguardia, 5-12-1928; La Vanguardia, 3-1-1929).


Notas:

(1) Se ofrecieron dos sesiones de tarde más una nocturna cada día.

(2) Durante los días que duró la actuación del cuadro flamenco de Juanito Eldorado se ofrecieron las obras El organiste de Solana, El contrabando, Les dos roses, El asistente del coronel.

(3) Así se anunciaba en sus inicios una jovencísima Carmen Amaya.

(4) En 1925 se celebró en el Teatro Circo Barcelonés un concurso de cante y baile flamenco en el que uno de los premios recayó sobre el cantaor aficionado Alfonso Aguilera (El Diluvio, 1-5-1925), que en 1927 se anuncia en distintos locales de la Ciudad Condal como el Niño de Málaga. A partir de 1928 empieza a aparecer en los carteles el guitarrista Alfonso Aguilera, compañero artístico y sentimental de la Trinitaria, por lo que cabe preguntarse si se trata de la misma persona.

(5) Durante su actuación en Palma de Mallorca, Encarnación Cabello era publicitada como “la reina del estilo” (El Día, 21-6-1927).

(6) Se anuncia aquí de nuevo como cantaor, no como guitarrista.


Victoria de Miguel, entre la aguja y la bajañí (y II)

En junio de 1927, en el madrileño teatro de la Latina, Victoria de Miguel interviene en un festival benéfico a favor de las casas de socorros. Completan el cartel, entre otros artistas, El Canario de Madrid, Rafael Rodríguez, Paulita Montes, el Niño de la Flor, el Americano, el Niño de Utrera y Habichuela Chico.

Gira y conciertos con la agrupación “Patria”

A finales de año retomamos la pista de Victoria de Miguel, que exhibe su talento para las seis cuerdas junto a una “compañía de espectáculos líricos modernos” (Las Provincias, 15-1-1928) denominada ‘Patria’, de la que también forma parte su marido. En el mes de noviembre la guitarrista ofrece dos conciertos en el teatro Vital Aza de Málaga, donde comparte cartel con con Adela López y El Canario de Madrid, entre otros artistas (1).

Vital Aza. Varietés. Tardes a las ocho y media y diez y media. Éxito inmenso de la gran agrupación PATRIA, 20 artistas, 14 bellas señoritas, bailes conjuntos, humorismo por Rafael Cruz y concierto de guitarra por Victoria de Miguel, canto flamenco por el Canario de Madrid y ADELA LÓPEZ” (La Unión Mercantil, 27-11-1927).

Adela López (Eco artístico, 25-8-1912)

Adela López (Eco artístico, 25-8-1912)

En diciembre de 1927 el grupo actúa en Almería y Cartagena, y en enero de 1928 se presentan en el teatro Chapí de Valencia. La prensa destaca especialmente la labor de la guitarrista madrileña:

“[Almería]. En Hesperia debutó el viernes la agrupación artística ‘Patria’, de la que se destacan algunos números como Adela López con sus cantos regionales a gran voz, Victoria de Miguel, excelente concertista de guitarra, y una niña prodigio que llegará a ser una estrella de las varietés” (La Crónica Meridional, 4-12-1927).

Cartagena.
Teatro Principal. […] Adela López que cantó unas cartageneras a las mil maravillas, llenas de gracia y estilo y así también el ‘Canario de Madrid’ que, acompañado a la guitarra por Victoria de Miguel, una gran profesora de guitarra, supo adueñarse del auditorio a las primeras de cambio” (La Razón, 15-12-1927).

“[Valencia] … se han distinguido la concertista de guitarra Victoria de Miguel, el cantador de flamenco Canario de Madrid, el humorista Rafael Cruz y la cantante de aires regionales Adela López” (Las Provincias, 15-1-1928).

Nuevos éxitos en tierras levantinas

Unos días más tarde, también en la capital del Turia, vuelve a aparecer en los carteles el nombre de Victoria de Miguel, “la maga de la guitarra” (La Correspondencia de Valencia, 25-1-1928). Los cantaores José Muñoz, ‘Pena hijo’, y El Canario de Madrid son las primeras figuras del espectáculo, que se presenta en el teatro Apolo. Completan el elenco el Niño de Villarrubia, el Niño de la Flor, el Chato de Valencia y el guitarrista Manuel Bonet.

A ese mismo escenario regresa en el mes de junio la pareja formada por Victoria de Miguel y El Canario de Madrid. En esta ocasión forman parte de una compañía encabezada por José Cepero, en la que también figuran artistas como la Niña de Madrid, Emilio Caserío, El Americano, Chaconcito o Eusebio Villarrubias, además de los tocadores Antonio Romero ‘El Tanfacto’, Marcelo Molina y Manolo el de Badajoz. Unos días más tarde, el mismo elenco se presenta en la plaza de toros de Alicante.

José Muñoz, Pena hijo

José Muñoz, Pena hijo

A finales de julio, la guitarrista madrileña forma parte de un cartel de ópera flamenca que se anuncia en la plaza de toros de Cartagena. Marcelo Molina, Paco Aguilera y José Grau completan la sección de guitarristas. El cante corre a cargo de Emilio el Faro, Lavandera hijo, el Canario de Madrid, Chaconcito y Guerrita, entre otros, mientras que del baile -en este caso, por chuflas- se ocupa el Gran Ramironte.

Últimas referencias: años 30 y 40

En septiembre de 1930 retomamos la pista de Victoria de Miguel, esta vez en Badajoz, donde actúa junto a la compañía de Cepero. La crítica lamenta el escaso nivel de los cantaores -salvo del Niño de Madrid, que recibe bastantes elogios-, y destaca la labor de los guitarristas:

“Que el Niño de Maravillas toca COLOSALMENTE la guitarra. Que decimos lo mismo de Victoria de Miguel” (Correo Extremeño, 9-9-1930).

Victoria de Miguel y Luisito Maravillas -en especial este último- son ‘dos cosas mus (sic) serias’ tocando la guitarra” (Correo Extremeño, 11-9-1930).

En febrero de 1931, la artista madrileña actúa en el teatro Sanjuán de Écija (Sevilla), integrada en la agrupación flamenca de Jesús Perosanz. Además de los ya citados artistas, en el cuadro figuran la Niña de la Huerta, La Madrileñita, el Rojo de Salamanca y el Niño de los Lobitos, al cante; Manuel Martell a la guitarra, y Estampío, al baile. Todos “fueron muy aplaudidos, logrando un éxito” (La Voz, 25-2-1931).

Dos años más tarde volvemos a encontrar a la tocadora en Cartagena (2) y, posteriormente, -esta vez, junto a su marido– en tierras valencianas. Ambos acompañan al Niño de la Huerta, que debuta en el teatro Apolo. Completan el cartel el Niño de Cartagena, el Niño de Alcalá, la Niña del Patrocinio, el Niño de Cazalla, La Trianita y Juan Fenollosa.

José Cepero

José Cepero

En enero de 1935, Victoria de Miguel participa en un festival a beneficio de los presos políticos, que se celebra en el cinema Europa de Madrid con un reparto de lujo, en el que destacan los cantaores Pepita Sevilla, Pepita Caballero, Valderrama y el Niño de Marchena, entre otros. La sonanta tampoco puede estar en mejores manos: “Victoria de Miguel, excelente guitarrista; Marcelo Molina, el conocido profesor de guitarra; […] el gran Sabicas, el brujo de la guitarra, y el sublime maestro de todos, Ramón Montoya” (La Libertad, 19-1-1935).

A partir de ese momento el nombre de Victoria de Miguel aparece con menos frecuencia en los papeles. En noviembre de 1938, El Canario de Madrid se anuncia durante dos semanas en el Cine de la Latina de la capital, donde actúa en el fin de fiesta que se ofrece tras la proyección diaria. Aunque no figura en los carteles, es probable que el toque corra a cargo de su inseparable compañera.

Lo mismo se puede deducir en relación con otras apariciones del cantaor madrileño, que en enero de 1939 actúa en el cine Hollywood y en marzo de ese mismo año se mantiene durante todo el mes en el cartel del Teatro de Variedades, donde comparte escenario con un extenso elenco de artistas, entre los que destaca la presencia de Paco Aguilera.

En agosto de 1939 retomamos la pista de Victoria de Miguel en Soria, de nuevo junto a El Canario de Madrid, si bien el redactor o redactora se hace un pequeño lío con los nombres:

“Mañana domingo se celebrará en la Plaza de Toros una extraordinaria función de circo y ópera flamenca, haciendo su presentación el divo de cante flamenco Canario de Madrid y la notable cantadora Encarnita de Miguel, acompañados a la guitarra por Victoria de Madrid” (El avisador numantino, 19-8-1939).

Victoria de Miguel (Foto de Yolanda Cardo, ABC, 18-2-2000)

Victoria de Miguel (Foto de Yolanda Cardo, ABC, 18-2-2000)

Las últimas referencias que hallamos sobre la artista madrileña datan de los años cuarenta. En octubre de 1943 se presenta en el Teatro Fuencarral de Madrid, con un conjunto de ópera flamenca integrado por artistas como Guerrita, el Niño Pavón, El Canario de Madrid o El Cojo de Madrid, entre otros.

Tres años más tarde, se celebra en la Plaza de Toros de Granada una “gran velada de ópera flamenca con el gran conjunto SOLERA DE ASES” (La Prensa, 19-8-1946), del que forman parte Paco el Americano, la Niña de la Puebla, el Niño de Almadén, Consuelo Heredia o el Canario de Madrid, entre otros artistas. Una vez más, aunque su nombre no figura en los papeles, es bastante probable que sea Victoria de Miguel quien acompañe a la guitarra a su inseparable cantaor. Tras la muerte de éste, en 1981, la artista se retira definitivamente de los escenarios.

Cien años de vivencias

En el año 2000, cuando le faltan pocas semanas para cumplir un siglo, Victoria de Miguel rememora los episodios más destacados de su vida en una entrevista concedida a M. J. Álvarez (3). La anciana guitarrista recuerda a sus maestros y evoca a algunos de los grandes artistas con quienes compartió cartel –los mejores de su época y de todos los tiempos: Pastora Imperio, La Niña de los Peines, Pepe Marchena o La Niña de la Puebla, por mencionar sólo a algunos-.

Además, Victoria confiesa que ni el hecho de ser mujer ni la oposición de su familia pudieron frenar su carrera. Cualidades no le faltaban, como demuestran sus cachés, que eran superiores a los de muchos de sus compañeros. Todo ello nos da una idea de la singularidad de esta artista, a quien ha de reconocerse el gran mérito de lograr hacerse un nombre en un mundo fundamentalmente ‘de hombres’ y en una época en que las mujeres estaban llamadas a desempeñar una función muy diferente en la sociedad.

NOTAS:

(1) Las referencias relativas a las actuaciones de 1927 en Málaga y Cartagena las aporta Eulalia Pablo Lozano, en su obra Mujeres guitarristas, Sevilla, Signatura, 2009.
(2) José Gelardo, en su obra ¡Viva la Ópera Flamenca!: Flamenco y Andalucía en la prensa murciana (1900-1939), Universidad de Murcia, 2014, aporta la siguiente referencia:
“Teatros. Circo
Anoche debutó la agrupación titulada ‘Espectáculos Giralda’ […] destacando por su actuación la cantadora de flamenco Niña del Patrocinio, la guitarrista Victoria de Miguel y el ‘Trío Lara’” (Cartagena Nueva, 12-2-1933).
(3) M. J. Álvarez, “Recuerdos de un siglo”, ABC, 18-2-2000.


Rafaela Valverde, la Tanguera, reina de la farruca y el garrotín (II)

En junio de 1912, Rafaela Valverde continúa con su intensa gira, que la lleva a CórdobaCádiz o Alicante, entre otros destinos. En esta última ciudad, la prensa local dedica alguna crítica desfavorable a la bailaora, aunque sin duda se trata de una excepción, a juzgar por el resto de referencias aportadas:

La Tanguerita es una bailarina joven y graciosa, con una indumentaria detonante, pero en su labor artística escasean los aplausos. Los bailes son conocidos, y aunque fueron bien bailados, no pueden llenar cumplidamente la misión de un aliciente escénico” (El Popular, 26-6-1912).

“El ventrílocuo Ferri y la ‘Tanguerita’ son cada noche más aplaudidos” (Diario de Alicante, 29-6-1912).

Rafaela Valverde, La Tanguerita (Eco Artístico, 1913)

Rafaela Valverde, La Tanguerita (Eco Artístico, 1913)

Nuevos éxitos por toda España

En noviembre de 1912, Rafaela Valverde -“una excelente artista”, según Eco Artístico (5-11-1912)- triunfa en Albacete y poco después debuta en Barcelona, donde “la hermosa y genial” bailaora sigue cosechando éxitos en distintas salas, como Edén Concert, la Gran Peña, Poliorama o el Teatro Arnau.

En enero de 1913, la fama de Rafaela se extiende por todas las regiones españolas; y su talento y profesionalidad están fuera de toda duda. Tras su paso por Palma de Mallorca, las rotativas vuelven a llenarse de parabienes para la artista.

“Teatro Balear.- La Tanguerita, bailarina excelente, está siendo objeto de continuadas muestras de entusiasmo por parte del público que acude a diario a este Coliseo.

Domina La Tanguerita todo el repertorio de bailes y los interpreta con sumo arte.

No en balde La Tanguerita disfruta de justo renombre en el mundo de las varietés, siendo solicitadísima por todas las Empresas” (Eco Artístico, 25-1-1913).

En el mes de abril, La Tanguerita regresa al Salón Novedades de Málaga, donde su triunfo es más que sonado. A juzgar por las alabanzas que le dedica la revista Eco Artístico, Rafaela Valverde se ha convertido en una auténtica estrella del baile flamenco, que goza del reconocimiento unánime de la crítica y el público.

“Es una artista que no escucha por doquier más que entusiastas ovaciones por su labor, digna de las mayores alabanzas.

Domina La Tanguerita de modo magistral todos los bailes flamencos, y su nombre es conocido del público madrileño con ventaja, pues fue aplaudida en los principales Salones de la Corte.

Recientes están los triunfos de La Tanguerita en el Salón Novedades de Málaga; cuantos presenciaron la labor de esta bailarina coincidieron en sus juicios, y obraron con justicia al otorgarla (sic) aplausos sin reservas.

Rafaela Valverde, la Tanguerita

Rafaela Valverde, la Tanguerita

Y, como en Málaga, en todas las provincias donde La Tanguerita puso su planta obtuvo el mismo éxito, pudiendo calificar su tournée, sin temor a incurrir en exageraciones, de verdaderamente brillante.

La Tanguerita sabe además vestir con propiedad todos sus bailes, y es, en suma, una artista que confirma cuanto se diga en alabanza suya y por quien las Empresas andan bebiendo los vientos.

Solamente nos queda mandar desde estas columnas nuestro más sincero aplauso a La Tanguerita, dominadora del baile flamenco y que ocupa por derecho propio un puesto preeminente en el género de varietés” (Eco Artístico, 25-4-1913).

Barcelona como talismán

En el mes octubre de 1913, Rafaela Valverde debuta en el Kursaal de Reus y poco después se presenta en el Teatro Circo Barcelonés. A partir de ese momento, la artista desarrolla la mayor parte de su actividad artística en la ciudad condal, con apariciones en otras localidades de la cuenca mediterránea, tales como Sabadell, Cartagena o Valencia. En todas ellas, sus actuaciones se cuentan por éxitos, de los que dan testimonio los ‘papeles’ de la época. Veamos algunos ejemplos:

“Ha reanudado sus tareas artísticas, después de haber estado retirada de la escena, la notable artista La Tanguerita, que comenzará su tourneé por Sabadell, en uno de cuyos principales Teatros debutará, obteniendo, como es justo, los aplausos a que se ha hecho acreedora” (Eco Artístico, 15-11-1913).

Sabadell. Cine Cervantes.- Las más importantes atracciones pasan por este local, actuando La Tanguerita, creadora de sus bailes gitanos, que ha cosechado muchos aplausos” (Eco Artístico, 5-2-1914).

Cartagena. Pabellón ‘El Brillante’.- Comenzó la temporada de invierno en este Cine con el debut de un guitarrista, un cantador de flamenco y la bailarina La Tanguerita.

[…] en cuanto a La Tanguerita, su éxito estaba descontado, siendo ovacionada constantemente” (Eco Artístico, 25-9-1914).

Tablao Villa Rosa (Archivo Historico de Barcelona)

Tablao Villa Rosa (Archivo Historico de Barcelona)

En esos años, Rafaela Valverde frecuenta distintas salas de Barcelona, como el Trianón, el Teatro Arnau -en este coliseo “La Tanguerita también es de las que hacen subir el termómetro con sus garrotines y demás bailes de salón” (Papitu, 30-12-1914)-, el Gran Salón Doré o el Folies Bergere, donde coincide con Julia Borrull. Ello no le impide trabajar también en otros lugares, como Valencia y Orihuela (Alicante). Su presencia en esta ciudad supone “una verdadera revolución”. (1)

La Tanguerita es la mejor artista que hemos visto en Orihuela desde hace mucho tiempo; tiene gracia, soltura, gran agilidad y además sabe muy bien lo que baila. La Tanguerita es una artista que seguramente escalará muy pronto los primeros puestos del arte que cultiva” (Ciudadanía, 24-8-1915).

En noviembre de 1915, y de nuevo en mayo del año siguiente, Rafaela actúa en el Kursaal Central de Sevilla. Allí comparte cartel con el Niño Medina, y con distintas artistas del género ínfimo. También se presenta en varias ocasiones en Tortosa (Tarragona) y obtiene “un éxito sin precedentes” en distintos locales barceloneses, como el Teatro Euterpe, el Salón Doré o el Montecarlo.

“En el Cine Doré ha sobresalido La Tanguerita, que es una bailarina de primer orden, ejecutando danzas gitanas. Ha gustado muchísimo” (Diario de Tortosa, 27-3-1916).

Durante el verano de 1916, Rafaela Valverde se presenta en varias salas madrileñas, como el Hotel Palace, el Teatro Romea o el Kursaal de Ciudad Lineal, donde comparte cartel con su profesor, El Tanguero. La “excepcional” artista “sigue sumando triunfos cada vez que actúa, porque es ‘gente’ en los diferentes bailes que cultiva” (La Acción, 25-7-1916).

En el mes de agosto, La Tanguerita presenta en Ciudad Real su “Fiesta andaluza”, dirigida por el genial guitarrista Ramón Montoya, y en la que también interviene la cantaora La Trianera. La prensa de su ciudad natal no escatima en elogios para ella:

“Otra artista no menos castiza […] es la bailarina gentilLa Tanguerita’, que no baila sino que borda y vuela sus bonitos y gitanos bailables. Se hizo anoche muy simpática nuestra paisanita” (El Pueblo Manchego, 14-8-1916).

La Tanguerita […] es la reina del baile. Es una mujer de acero; es una bordadora del arte coreográfico” (El Pueblo Manchego, 16-8-1916).

Una estrella más en el firmamento flamenco de Barcelona

Cuadro flamenco del tablao Villa Rosa

Cuadro flamenco del tablao Villa Rosa

En noviembre de ese mismo año, La Tanguerita, Ramón Montoya y La Trianera llevan su espectáculo a La Coruña. Durante todo el año siguiente, Rafaela Valverde continúa recorriendo la geografía española de punta a punta, y a partir de marzo de 1918 volvemos a encontrarla de manera más o menos permanente en la ciudad condal, donde se concentra un buen número de artistas flamencos de primer nivel.

“En el Paralelo, en la barriada más flamenca de Barcelona, les ha dado por lo flamenco. […] En el Novelty se han traído al Mochuelo, Adela Cubas, Eloísa Carabonell y Negris, y vaya baile y guitarreo y canto por todo lo alto […].

y enfrente, en el Madrid Concert, para no ser menos, han inaugurado con Juanito Relámpago, el Batato […], La Tanguerita, El cojo de Málaga y otros elementos de esta clase, un cuadro andaluz, que ríanse ustedes de la Venta Eritaña, La Victoria, Antequera, Villa Rosa y Guadaira, con sus emparraos y sus macetones y sus alegrías” (Eco Artístico, 15-4-1918).

NOTA:

(1) La traducción de todos los textos extranjeros es nuestra.