Flamencas por derecho

Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Flamencas por derecho - Mujeres que han dejado su impronta en la historia del flamenco

Doña Pilar López… o simplemente Pilar (II)

Aunque desde los ocho años frecuentó los escenarios de la mano de su hermana Encarnación, fue a los catorce cuando Pilar López decidió dedicarse al arte de manera profesional, compaginando esta actividad con su formación académica. Así lo contaba la propia artista a Florencia Ortiz para el diario Lanza décadas más tarde:

“A los 14 años yo no sé qué sentí en mí. Llamé a mi hermana y la (sic) expuse claramente mi deseo de dedicarme a la danza. Me escuchó como una madrecita y no se opuso. Que era mi temor. Claro que accedió a ello, con la condición de que yo por los inviernos me reintegrase al colegio y a mis estudios” (Lanza, 7-7-1956).

Pilar López (Taraí, 25-10-1930)

Pilar López (Tararí, 25-10-1930)

En octubre de 1921, Pilarcita se anunció en el Teatro Romea de Madrid, en cuyo programa de variedades destacaba la presencia de las cancionistas Pilar Osiris y Ofelia de Aragón, y de la gran Antonia Mercé, la Argentina. Aunque en esta ocasión no la acompañaba Encarna, su parentesco ya era suficiente tarjeta de presentación:

“… Había un primeur, una novedad: Pilarcita López, una graciosa artista llena de promesas […]. La nueva bailarina es hermana de la Argentinita, y sigue con mucha gracia sus huellas. Tiene una linda figura, y un arte fogoso y juvenil, en que hay ya mucha seguridad” (La Época, 18-10-1921).

En el mes de diciembre actuó en una fiesta a beneficio de la Cruz Roja organizada por la embajadora de Inglaterra, Lady Isabella Howard, en el Hotel Palace, a la que asistieron la reina Victoria Eugenia y la infanta Isabel. Tanto la cancionista Luisa Vila como Pilarcita López, “oyeron muchos aplausos y fueron obsequiadas con preciosos ramos de flores” (El Imparcial, 18-12-1921).

Durante el verano de 1922, una vez concluido el curso escolar, acompañó a la Argentinita en algunas de sus actuaciones. Juntas se presentaron en ciudades como Bilbao, San Sebastián, Avilés o Logroño; y pasaron las fiestas navideñas actuando con gran éxito en el Salón Imperial de Sevilla.

Encarnación López, la Argentinita (Institut del Teatre).

Encarnación López, la Argentinita (Institut del Teatre).

Durante los meses de enero y febrero de 1923 se las pudo ver en el Teatro Cervantes de Granada, en el Eslava de Jerez y en el Principal de Sanlúcar de Barrameda. Las crónicas granadinas dedicaron grandes elogios a Pilar, que demostró estar a la altura de su maestra, por la perfección con que ejecutó sus bailes y dijo sus cuplés, por el lujo de su presentación… “Aquí sí se puede decir con razón aquello de ‘dichoso aquél que a los suyos se parece'” (El Noticiero Granadino, 20-1-1923).

Volar en solitario

Tras la gira andaluza, las dos hermanas separaron sus caminos y Pilar empezó a anunciarse sólo con su nombre de pila, tal vez en un intento de hacer valer sus propios méritos. Mas ambas cosas no eran incompatibles, y la prensa destacó sus virtudes, sin dejar de mencionar su vínculo con Encarnación.

En marzo triunfó en el Teatro Maravillas de Madrid, donde compartió cartel con artistas como María Tubáu, Consuelito Hidalgo o Luisa Vila, y de allí pasó al Teatro-Casino de Guadalajara. La crítica le auguraba “grandes triunfos, pues tiene verdadero temperamento de artista. No puede ocultar que es hermana de la inimitable Argentinita” (Eco Artístico, 31-3-1923).

En el mes de julio actuó en el Ideal Rosales de Madrid, y cantó y bailó con mucho arte y gracia en una comida celebrada en la Embajada de Francia, a la que asistieron los reyes. En agosto conquistó al público del Salón Toreno de Oviedo, que admiró especialmente sus números de baile, y en septiembre alternó con la cancionista y cantaora Emilia Benito en el Circo Price.

Emilia Benito (Antonio Esplugas, Arxiu Nacional de Catalunya).

Emilia Benito (Antonio Esplugas, Arxiu Nacional de Catalunya).

En noviembre regresó al Teatro Maravillas, compartiendo cartel con la cantante Cándida Suárez y la bailarina Isabelita Ruiz. A sus dieciséis años, Pilar se presentaba “más hecha, más perfecta, más artista“, y ocupaba ya “un puesto preeminente en su arte vario y elegante” (La Acción, 3-11-1923), como demostró unas semanas más tarde en el Teatro Moderno de Salamanca.

Allí se anunció junto a la cancionista Pepita Lláser y la bailaora Lolita Astolfi, y deleitó al auditorio con su variado repertorio de danzas y canciones. “El cuplé frívolo, alegre, y el baile en todas sus formas, tienen en Pilarcita López la más genial intérprete” (El Adelanto, 27-11-1923).

El programa estaba compuesto por las actuaciones individuales de cada una de las artistas y concluía con un número de conjunto. En la primera parte, “Pilarcita López [cantó] La rubia de Maxim, Pekín Park, Robe Pierre y un chotis en el que, dicho sea de paso, lució un mantón de Manila riquísimo” (El Adelanto, 28-11-1923).

El número final, titulado ¡Tóo gitano!, consistía en una fiesta flamenca. El escenario se convirtió en “un patio andaluz, con luces, farolillos, tocaores, cañas de manzanilla, mujeres bonitas, bailaoras y cantaoras de flamenco” (El Adelanto, 28-11-1923). Con las sonantas de Ángel Salinero, Eleuterio Rodríguez, Domingo Hernández y Félix Alejo, Pepita Lláser cantó unas sevillanas para que bailaran sus compañeras. Después, “Pilarcita López fue la bellísima gitana que con su Farruca, bailada maravillosamente, obtuvo un triunfo ruidoso y unos aplausos admirativos y entusiastas. ¡Muy bien, magníficamente bien bailada, Pilarcita!” (El Adelanto, 28-11-1923).

Lolita Astolfi (Fundación Juan March)

Lolita Astolfi (Fundación Juan March)

En marzo de 1924, Pilar obtuvo un sonado triunfo en el Teatro Guerrero Mendoza de la localidad murciana de Abarán. El cronista del diario El Tiempo la calificó de artista “prodigiosa“, de “exquisitez depurada“, y vio en ella otras muchas virtudes:

“… el encanto de su garganta de cristal, […] su dicción maravillosa, […] la expresión acabada de sus gestos, […] la aristocracia de sus movimientos, […] ‘ese algo‘, en fin, oculto y misterioso que sólo ella posee, como un don por el cielo concedido que la eleva, en carroza de triunfo a las más altas cumbres del arte. […] Algo encierra su persona que encanta y que fascina, algo que produce inacabable borrachera de placer” (El Tiempo, 12-3-1924).

Bailarina, cantante, pianista…

Tras actuar en el Teatro Rey Alfonso y en el Maravillas de Madrid, en el mes de mayo regresó a Murcia -en esta ocasión, al Teatro Ortiz de la capital-, como directora de una compañía de variedades internacionales en la que destacaba la bailarina Vera Wratislava. Llevaba un espléndido decorado y lujoso vestuario; y, como se esperaba, demostró ser “una bailarina excelente; tiene agilidad y sabe unir a los compases de la orquesta los movimientos rítmicos de su cuerpo gentilísimo” (El Tiempo, 24-5-1924).

Aunque gustó mucho como cancionista, por su “agradable y melodiosa voz” (El Tiempo, 24-5-1924) y por el sentimiento que puso en sus canciones, tanto el público como la crítica disfrutaron más viéndola danzar. Varios periodistas le dieron un mismo consejo: dejar de anunciarse como hermana de la Argentinita, pues “Pilar López es un ‘astro’ con luz propia, que no necesita ese título para arrancar el elogio y el aplauso” (El Liberal de Murcia, 25-5-1924).

Encarnación López, la Argentinita (Institut del Teatre)

Encarnación López, la Argentinita (Institut del Teatre)

De hecho, cuando volvieron a compartir escenario, en el mes de julio, en el Teatro Pereda de Santander, “Pilar no deslució junto a su hermana” (El Cantábrico, 29-7-1924), pues “lleva ya la ‘marca de fábrica‘ en sus bailes y canciones” (La Atalaya, 31-7-1924). Unas semanas más tarde, en una función aristocrática celebrada en La Granja, mostró una nueva faceta, la de pianista, acompañando a los bailes de la Argentinta (La Libertad, 10-9-1924).

Progresa adecuadamente

A su regreso al Teatro Maravillas de Madrid, en el mes de septiembre, eran evidentes sus progresos:

Pilar, la hermanita de Argentinita, avanza a paso firme a colocarse ‘casi’ a nivel de su excepcional hermana. Tiene una bonita voz, frasea mucho mejor que la temporada anterior, viste muy bien y, sobre todo, es una formidable bailarina. Además, tiene juventud, belleza y simpatía. ¿Se puede pedir más?” (La Libertad, 19-9-1924).

Pilar López (La Esfera, 3-4-1926)

Pilar López (La Esfera, 3-4-1926)

En enero de 1925, tras volver a encandilar al público murciano, debutó en el Teatro Romea de Madrid en sustitución de Encarna. Ante el gran parecido con esta última, la prensa le recomendó buscar la diferenciación, puesto que sus extraordinarias cualidades le auguraban un prometedor futuro:

Pilar tiene, por encima de todo, una admiración rayana en idolatría por Encarnita […]. Realmente, como la Naturaleza les ha dotado de una voz muy parecida, hay canciones que, si cerramos los ojos, creeríamos oír a la Argentinita. Por esta razón aconsejaremos a la bella y simpática Pilarín que huya del repertorio de su hermana.

Canta con una gran afinación, tiene voz bastante extensa, simpatía personal y viste con mucho gusto, y, siguiendo la escuela de la familia, baila como se debe bailar, con la severidad del rito, con el dominio de una consumada bailarina y consciente de su arte” (La Libertad, 22-1-1925).

“… es una de nuestras artistas jóvenes […] que están mejor en escena y de las que podemos esperar mucho. Cada vez que la vemos actuar, encontramos en ella algo que no vimos en su actuación anterior, un nuevo detalle de artista ‘cara’ que nos hace concebir risueñas y halagadoras esperanzas.

PILAR es hoy por hoy, una excelente artista, pero muy pronto ha de ser de las primeras” (La Unión Ilustrada, 1-2-1925).

En el mes de abril falleció su madre y en mayo se presentó junto a la cupletista Paquita Garzón en el Salón Novedades de Palencia, con un repertorio que “comprende tanto las danzas clásicas y evocadoras como esas otras bailables, cuyo ritmo conjuntado con los motivos melódicos de la música, hace de ellos una parte integrante de la partitura, que la cumplimenta y le da más vida y expresión” (El Diario Palentino, 15-5-1925).


Teresita España, guitarrista, artista flamenca y estrella de varietés (V)

En julio de 1922, La Correspondencia de España reproduce la letra y la partitura de una de las canciones de Teresita España, de T. Gutiérrez y J. Mota, con música del maestro Ruiz de Azagra:

Teresita España (Revista La Novela Teatral)

Teresita España (Revista La Novela Teatral)

ROSA DE GRANADA

 

Tuve al nacer en Granada
el Albaicín por padrino,
y además fui bautizada
en un carmen granadino.
Hubo montilla en la pila,
fue una guitarra el altar
y fue un mantón de Manila
mi ropa de cristianar.

 

Soy Teresa la gitana,
soy la flor de la alegría,
soy el sol de la mañana
del cielo de Andalucía.

 

Soy ardiente y soñadora,
llevo la faca en la liga
y tengo sangre de mora
pero de la jarka amiga.
Sé lucir una peineta,
llevo con gracia el mantón,
sé cantar una saeta
y sé tener corazón.

 

Tengo en mi reja claveles,
sueño con un novillero
y tengo un par de pinreles
que caben en un tintero.
Soy amable y soy celosa,
y en mi loco afán de amar,
adorada o amorosa,
sé morir y sé matar.

 

Una estrella muy solicitada

La artista sevillana pasa una parte del verano trabajando en el Balneario Victoria de Cádiz y, en septiembre, regresa a Madrid, para actuar con gran éxito durante varias semanas en el Ideal Rosales. Posteriormente debuta en el Maravillas, donde “todos los días en sus canciones y en su interpretación en la guitarra de cosas flamencas es aplaudidísima” (Heraldo de Madrid, 13-12-1922).

Teresita España (Muchas Gracias, 20-6-1925)

Teresita España (Muchas Gracias, 20-6-1925)

En 1923, la polifacética artista sevillana emprende una nueva gira por provincias, que la lleva a lugares como Barcelona, Badajoz o Cuenca, cuya prensa local no permanece indiferente ante los éxitos alcanzados por quien se ha convertido ya en toda una estrella:

“[Badajoz] Teresita España, entonando con gusto unas coplas flamencas y unos fandanguillos, que se acompañaba con la guitarra, fue muy aplaudida.

Bailando, escultural y gitana” (Correo de la Mañana, 20-4-1923).

“Los cantares populares españoles, la gracia fina sevillana, recopilada en canciones sentimentales, en flamenquerías, en saetas, en gracia gitana, eso va a oír el público conquense […].

Teresita España, con la guitarra se acompaña algunas canciones. Teresita España es una cancionista que se encuentra en lo más encumbrado de la gloria artística. Teresita España ha recorrido todos los escenarios principales y ha obtenido éxitos clamorosos y ovaciones delirantes” (El Día, 6-11-1923).

De la revista a las saetas, una artista muy versátil

En diciembre de 1923, de nuevo en Madrid, Teresa coincide con La Argentinita en el Teatro de la Zarzuela. Unas semanas más tarde, en Apolo, la artista toma parte en ‘El cabaret internacional’, uno de los cuadros de los que se compone la revista El Arco Iris, y también actúa en la Fiesta de la Prensa. De allí pasa a otros teatros como el Novedades y el Maravillas, donde levanta auténticas pasiones, a juzgar por las alabanzas que le dedica la prensa:

Teresita España […] confirmó con su triunfo de anoche el excelente cartel que tiene como ‘cantaora’ y ‘bailaora’ del clásico estilo flamenco. […]

Teresita España tocó maravillosamente la guitarra” (La Correspondencia de España, 2-4-1924).

Cabaret de la revista "El Arco Iris" (ABC, 17-2-1924)

Cabaret de la revista “El Arco Iris” (ABC, 17-2-1924)

“Con el mismo éxito que obtuvo en Maravillas, está actuando en el teatro de Novedades esta notable artista.

Sus originales canciones, ya sola o acompañadas a la guitarra, que ella canta, son por el público aplaudidas y tiene que repetir en todas las secciones.

Su hermosa figura, sus canciones flamencas y su hermoso y elegante vestuario y decorado, forman un conjunto tan artístico y sugestivo, que la hace ser la predilecta del público de este género” (La Correspondencia de España, 12-4-1924).

Sin embargo, además de todo lo mencionado, si algo domina a la perfección Teresita España, sin duda son las saetas. Buena prueba de ello es su participación en un disco dedicado a este género, en el que también colaboran figuras de la talla de Pastora Imperio, la Niña de los Peines, la Niña de la Alfalfa, Emilia Benito, el Cojo de Málaga, Manuel Centeno, el Mochuelo y el Niño de los Lobitos.

En 1924, la artista sevillana vuelve a recorrer España de punta a punta, en una gira que supone su despedida de los escenarios españoles antes de viajar de nuevo a América. En el mes de mayo se presenta en Almería como la estrella que es, y los papeles no escatiman en elogios para ella:

“Nadie desconoce los grandes éxitos de ‘Teresita España’, que es la artista predilecta de todos los públicos no sólo por su arte, que ya sería bastante, sino también por su extraordinaria belleza, lujosa presentación y espléndidos decorados. […]

Teresita España’ es la única estrella que jamás cansa por su extenso y variado repertorio, pues lo mismo canta el couplé fino que los aires andaluces y lo mismo baila que da un concierto con la guitarra” (Diario de Almería, 14-5-1924).

Nueva gira antes de cruzar el charco

Durante el verano de 1924, Teresa actúa en Salamanca, La Coruña, Madrid y Santander, entre otras ciudades. “Su especialidad son las típicas saetas y coplas andaluzas, que ella acompaña magistralmente con la guitarra” (El Orzán, 8-7-1924), si bien en ocasiones también se hace acompañar por el profesor Carlos Verdeal. La prensa destaca una y otra vez la gracia y la belleza de esta artista, cuyas apariciones se cuentan por éxitos.

<p style="text-align: center;"><a href="https://www.flamencasporderecho.com/wp-content/uploads/2014/05/1929-Teresita-España_El-Luchador.png">

Teresita España (El Luchador, 14-5-1929)

En otoño, Teresita España regresa a Almería, donde da a conocer “su nuevo y extenso repertorio, de los maestros Font, Villajos, Romero, Gaspar Vivas, Torre y otros. […] La acompaña el famoso guitarrista Carlos Verdeal” (Diario de Almería, 9-10-1924).

“Esta popularísima artista obtuvo un éxito franco y clamoroso subrayado por las ovaciones del público que premió su labor de gran artista y excelente cantante. Repetidas veces tuvo que salir a escena al finalizar el espectaculo” (Diario de Almería, 11-10-1924).

En primavera de 1925, “reaparece en Romea la reina de la canción andaluza, Teresita España, con nuevas creaciones de gran éxito” (El Imparcial, 29-3-1925), mientras en Radio Ibérica suenan sus cantes, acompañados por la guitarra de Carlos Verdeal. La artista sevillana permanece durante varias semanas en el coliseo de la calle Carretas, donde canta, toca la guitarra e incluso actúa en un sainete, con el éxito habitual:

ROMEA.- Teresita España ha obtenido el éxito de siempre con sus coplas típicas, que interpreta de modo magistral, ovacionándola el público todas las noches” (El Imparcial, 14-4-1925).

“ROMEA.- Teresita España, cancionista de aires y coplas de Andalucía, alcanza un triunfo de todo el público que admira sus típicas canciones. También en ‘Gitanas del Sacromonte’, Teresita ha acertado totalmente en la protagonista” (El Imparcial, 15-4-1925).

“… elogiaremos la labor de la flamenca cancionista TERESA ESPAÑA muy aplaudida en sus cuplés y en las coplas andaluzas que ella misma, y muy bien por cierto, se acompaña a la guitarra. Asimismo se celebra su intervención en el skeetch (sic) ‘Gitanas del Sacro Monte’, en una de cuyas escenas intercala un baile la simpática artista” (La Unión Ilustrada, 26-4-1925).


Teresita España, guitarrista, artista flamenca y estrella de varietés (I)

En una época en que los cafés cantantes comenzaban a decaer y los números de variedades se imponían como la atracción de moda en los principales teatros de nuestro país, una joven artista sevillana consiguió brillar con luz propia en el firmamento del espectáculo. Se trata de Teresita España, una artista todoterreno, que destacó tanto en el género flamenco -fue cantaora, bailaora y guitarrista– como en la interpretación de otro tipo de cantes y bailes más ligeros.

Según José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz (1), Teresa tuvo como maestra a la genial bailaora Juana la Macarrona, quien no escatimaba en elogios para ella, lo cual nos da una idea de sus dotes para el baile flamenco.

Teresita España  (Eco artístico, 25-10-1916)

Teresita España (Eco artístico, 25-10-1916)

Las primeras referencias periodísticas que encontramos sobre ella, a finales de 1915, resaltan su faceta de “notable cancionista” y la sitúan, respectivamente, en el Salón Llorens de Sevilla y en el Gran Cine de Córdoba. Entre las artistas con las que comparte programa cabe destacar a la Estrella de Andalucía y La Bilbainita.

Una artista que promete

En febrero de 1916, con motivo de su presentación en el teatro Novedades de Valencia y en el bilbaíno Salón Vizcaya, la revista Eco artístico destaca sus cualidades como guitarrista y cantaora, y le augura un buen porvenir en el mundo del espectáculo:

Teresita España, muy experta en el manejo de la guitarra y en el cante flamenco” (5-2-1916).

“Ha marchado a Bilbao, donde actuará, la notable artista Teresita España, sin rival cantando aires nacionales. Durante el tiempo que ha actuado en Valencia, el éxito la ha acompañado. Trátase de una muchacha bonita, simpática, que no tardará mucho tiempo en colocarse a la cabeza de las artistas de su género. Aquí ha dejado un núcleo grande de admiradores, que esperan ocasión de volver a ovacionarla” (11-2-1916).

“Debutó Teresa España, graciosa coupletista que se distingue en el cante flamenco, acompañándose ella misma a la guitarra con singular maestría y logrando todas las noches entusiastas ovaciones” (25-2-1916).

Anuncio de Teresa España_anuncio (Eco artístico, 5-4-1916)

Anuncio de Teresa España (Eco artístico, 5-4-1916)

Un mes más tarde, “la joven y bella artista flamenca Teresa España”, que “toca la guitarra y canta con gusto y estilo”, debuta con gran éxito en el teatro Romea de Madrid. El público la premia con grandes aplausos (La Época, 26-3-1916). Allí actúa durante varias semanas, a pesar del incidente acaecido en uno de sus espectáculos, del cual nos informa la prensa de la época:

“En la sección de las once que se celebró anoche en Romea, los ocupantes de un palco se opusieron ruidosamente a que la artista Teresita España, correspondiendo a los aplausos del público, siguiera su trabajo.

Con tal motivo se cruzaron frases gruesas entre una parte del público y los ocupantes del palco, promoviéndose tal escándalo, que tuvo necesidad de intervenir la autoridad” (La Acción, 1-4-1916).

El altercado se saldó con varias personas heridas y otras tantas detenciones, y Teresita España fue “objeto de una gran manifestación de simpatía por parte del público”. En su despedida, la artista “levantó en alto a los espectadores con las canciones flamencas que ella interpreta a la guitarra y se acompaña” (Eco artístico, 15-4-1916).

Teresita España (La Nación, 11-3-1918)

Teresita España (La Nación, 11-3-1918)

A través de esa misma revista tenemos conocimiento de la exitosa gira americana realizada recientemente por la artista, así como de sus triunfos en la Brasserie del madrileño Hotel Palace y en el Teatro Circo de Albacete. Teresita España es muy aplaudida tanto “en el género flamenco, que interpreta con tanto estilo y facultades”, como en su faceta de canzonetista. En ambos brilla “de modo extraordinario” (Eco artístico, 15-4-1916).

Belleza, gracia, juventud… éxito asegurado

En septiembre de 1916, la polifacética artista debuta en el Salón Foz de Lisboa y un mes más tarde regresa a las tablas del Romea, donde “es todas las noches ovacionada […], entusiasmando a los espectadores por el modo admirable con que interpreta canciones regionales y canto flamenco” (Eco artistico, 25-10-1916). La prensa destaca una vez más sus grandes cualidades, que la hacen merecedora del favor del público:

“Es indudable que Sevilla […] ha dado y sigue proporcionando al Arte sus hijos predilectos. […]

Y entre los triunfadores se encuentra Teresita España, esta encantadora canzonetista que por segunda vez actúa en Romea y por segunda vez también está gustando las mieles de la victoria.

Teresita España lleva en su cara reflejado el pedazo de cielo que tocó en suerte a Sevilla, y en todo su ser la gracia inimitable que no se puede copiar, porque es patrimonio de los hijos de Andalucía.

Su voz suena a caricia, a música deliciosa que nos deleita y extasía, y si en los aires regionales acompañados por la orquesta, Teresita España nos hace aclamarla con entusiasmo, cuando la guitarra deja oír sus notas y la artista suelta sus trinos armoniosos o vibrantes, no hay más remedio que acordarse de Sevilla y bendecir la hora en que Dios se acordó de España para dejar en ella un recuerdo perenne de alegría, de luz, de matices policromos tan extraordinarios.

Siendo Teresita España tan bonita, cantando como lo hace y presentándose en escena con un lujo que asombra, no tiene más remedio que escuchar por todas partes ovaciones entusiastas” (Eco artistico, 25-10-1916).

Tras su nuevo triunfo en Romea, Teresita España debuta en Barcelona, primero en el café La Buena Sombra y posteriormente en el Cine Doré. En ambos es muy bien acogida por el público, que no escatima en aplausos y “gritos de viva España” (Eco Artístico, 15-11-1916).

Teresita España (La Correspondencia de España (21-7-1922)

Teresita España (La Correspondencia de España, 21-7-1922)

En el mes de diciembre, el Heraldo de Zamora anuncia el próximo debut de Teresita España en el Teatro Principal de esa localidad, por el que también pasarán otras figuras del momento, como Dora la Cordobesita, Nati la Bilbainita, Raquel Meller, Emilia Benito, Pastora Imperio o La Argentinita.

De triunfo en triunfo, a ambos lados del Atlántico

La aclamada artista sevillana comienza el año 1917 en su ciudad natal. En enero actúa en el Teatro San Fernando y en febrero en el Llorens, donde “si en su selecto repertorio de canciones obtiene ovaciones sin cuento, acompañándose a la guitarra el género flamenco, demuestra también estilo, gracia y facultades” (Eco Artístico, 25-2-1917).

Antes de regresar a Madrid, Teresita recala en las localidades gaditanas de Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera. En ambos lugares, esta “canzonetista de excelentes facultades y que domina lo mismo el repertorio fino que el género flamenco, y que se acompaña magistralmente a la guitarra, es ovacionada sin cesar” (Eco Artístico, 25-3-1917).

Tras una nueva presentación en Romea, Teresa España continúa con su gira por distintos puntos de la geografía española. En los meses de mayo y junio actúa en el Teatro Lara de Málaga y en el Reina Victoria de Melilla. Posteriormente, emprende una nueva tournée por tierras portuguesas, que la lleva, entre otras ciudades, a Estoril.

En el mes de noviembre, la artista sevillana se presenta con “éxito extraordinario” en varias salas de Barcelona, como el Edén Concert o el Teatro Eldorado, y en diciembre hace lo propio en el valenciano Teatro Martí. Allí despide el año 1917, en el que también ha tenido ocasión de actuar en el Teatro Casino de Buenos Aires, integrada en la Troupe Ibérica, junto a artistas como La Cachabella, Pablo Pablitos o Ana Luciano (Tania).

NOTAS:

(1) VEGA, J. B. y RÍOS RUIZ, M., <em>Diccionario enciclopédico ilustrado del flamenco</em>, Cinterco, 1990.